Capítulo 16 La Canción
Después del fin de semana en la playa, Yessabell y Ezra, estaban más unidos que nunca.
Yessabell estaba teniendo un buen avance en su novela corta y Ezra, había conseguido un trabajo de medio tiempo, por las mañanas, en una pequeña empresa de relaciones públicas en el centro de la ciudad, así se mantenía ocupado mientras no veía a Yessabell y en las tardes, se la pasaban juntos, haciendo tarea, en el cine, patinando o cualquier cosa.
Así pasaron todo el mes de noviembre y parte de diciembre, hasta que llegaron las vacaciones de navidad.
Yessabell y Ezra, estaban viajando a visitar a Johann. Ana y Philip, irían a visitar a los padres de Ana y luego los de Philip, Marisol viajaría a Canadá, a ver a sus abuelos.
Todos estaban en la recepción de la casa, despidiéndose antes de irse.
-Nos vemos en año nuevo –Aseguró Ana de la mano de Philip, mientras salían arrastrando sus maletas.
-Nos vemos –Se despidió Ezra, junto a la puerta, de la mano de Yessabell.
-Que tengan unas bonitas vacaciones –Pidio Marisol abrazando a Yessabell.
-Muchas gracias, igual tú. Salúdame a tu familia –Le pidió Yessabell, en cuanto se soltaron.
-Nos vemos en el 2017 chicos –Marisol salió y abordó el taxi que la esperaba para llevarla al aeropuerto.
Yessabell salió, jalando su maleta y Ezra la siguió, cerró la puerta con llave y bajaron hasta llegar al garaje. Ezra manejaría hasta la casa de Johann.
-Nada como manejar un viernes por la tarde, a la casa de mis suegros, con mi novia a mi lado –Aseguró Ezra, mientras encendía la camioneta.
-Hay, que lindo mi novio –Suspiró riendo y le dio un beso en la mejilla y Ezra salió del garaje.
Stephen y Derek, estaban en las escaleras, esperando que alguien abriera la puerta.
Ezra volteó a ver a Yessabell y ella solo se encogió de Hombros.
Ambos salieron de la camioneta y caminaron de la mano, hasta el pie de la escalera.
-Buenas tardes chicos ¿A qué debemos su visita? –Preguntó Ezra, amablemente.
-Yo… solo quería despedirme… de Yessabell… y desearle felices fiestas –Contestó Stephen viendo a Yessabell, de la mano de Ezra.
-¿Despedirte? ¿A dónde te vas? –Preguntó Ezra intrigado.
-No, a ningún lado, solo… me refería a… ya no somos amigos y eso, solo quería despedirme oficialmente y desearle un buen inicio de año –Explicó Stephen inquieto –Como los amigos que una vez fuimos.
-Gracias S… Stephen… -Murmuró Yessabell un poco nerviosa, sin saber que más decir –Fue… bueno… conocerte.
Todos se quedaron en silencio. Un silencio incómodo.
Stephen por fin hablo:
-Cuidala bien. No la lastimes –Ezra asintió, Stephen le dio una sonrisa pequeña y se fue.
Derek esperó hasta que Stephen, estuviera fuera del alcance, para poder hablar.
-Yo solo vine a… quería decirle a Yessabell que he recordado algunas cosas más… aunque, tal vez… ya no vale la pena… quería que lo supiera, antes de empezar el nuevo año –Explicó Derek bajando la escalera –Y bueno… pedirle que sigamos siendo amigos, yo…
-Gracias Derek –Interrumpió Yessabell –Es muy considerado de tu parte venir y decirme cómo vas, pero no podemos seguir siendo amigos.
-Pero –Derek volteó a ver a Ezra, como sabiendo la razón de que ya no pudieran ser amigos –Sé que…
-No –Volvió a interrumpir Yessabell, al notar la mirada de Derek sobre Ezra –No es por Ezra. Es por mí –Tomó una respiración profunda y continuó –Derek, las cosas entre nosotros no salieron bien. No puedo hacer como si nada hubiese pasado. Sé que tal vez no lo recuerdas, pero las palabras que duelen, son difíciles de olvidar.
Derek se quedó en silencio, sin saber que decir.
-No podemos ser amigos Derek, lo siento –Volteó a ver a Ezra y él entendió que ella quería irse –Que tengas una buena vida Derek –Se dio la vuelta y regresó a la camioneta.
Ezra le dio una sonrisa triste a Derek y subió a la camioneta arrancando de inmediato.
Yessabell mantuvo la vista al frente y estuvo en silencio un rato, mientras Ezra manejaba por la carretera, a la casa de Johann.
Para distraerse, Yessabell encendió el equipo de música. Keep Your Hands Off My Girl, de Good Charlotte, comenzó a sonar.
Yessabell se sintió traicionada, esa canción. La bendita canción que Stephen le había dedicado. La canción que hacía que recordará todo lo que una vez vivieron. Seguía persiguiéndola por más que ella intentará olvidarla y alejarla de ella.
Yessabell resoplo y cambio la canción, dejando un tema de Regina Spektor.
-Nunca me has dicho por qué te molesta tanto esa canción –Apuntó Ezra despreocupado.
Yessabell volteó a verlo y sabía que era el momento de dejar todo atrás.
-Cuando conocí a Stephen, las cosas no fueron bien. Yo lo odiaba y él a mí –Comenzó a explicar –Cuando Logan y yo terminamos… Stephen me confesó su amor. Y aunque yo estaba dolida por lo de Logan, él siempre intentó hacerme sonreír –Volteó a ver el camino por la ventana –La… la primera vez que escuche esa canción… nunca pensé que podría ser como una declaración… estaba con Stephen en una tienda de vinilos… estábamos escuchando música y él… puso la canción… y comenzó a cantar.
Las lágrimas rodaron por las mejillas de Yessabell, cuando recordó todas las cosas que vivió con Stephen.
-Lo siento Yessabell, no quería ser inoportuno –Murmuró Ezra al escuchar su leve sollozo.
Yessabell se limpió las lágrimas y continuó.
-No era una canción romántica precisamente, pero describía muy bien nuestra relación. La canción que nos unió. La cantaba en los karaokes, aunque no era nuestra canción, como de amor… –Se detuvo antes de lastimar a Ezra con sus recuerdos –Como sea, por eso no me gusta, porque me recuerda a él.
-Entiendo –Murmuró un poco triste –Lamento si el tema te pone triste, pero tenía curiosidad y yo no sabía que era algo tan íntimo y personal, de haberlo sabido, tal vez…
-Está bien Ezra –Interrumpió ella intentando dejar los recuerdos de lado –Ahora estamos juntos y
aunque pertenece a mi pasado, creo que decirte lo de la canción, era lo que necesitaba para terminar con todo –Aseguró más tranquila.
-Ok, si te hizo sentir mejor, te agradezco que me lo contaras –Le dio media sonrisa y se concentró en la carretera.
-Como sea... –Se acercó a él –Tenemos la oportunidad de empezar desde cero, dejar todo atrás de una vez por todas –Respiró profundo –Y tenemos una canción.
-¿De verdad? –Preguntó intentando recordar alguna canción, pero muchas llegaron a su cabeza.
-Sí, no puedo creer que lo olvidaras –Contestó dándole un ligero golpecito en el hombro.
Ezra se carcajeo.
-Por supuesto que no la olvide. Jamás olvidaría la canción –Se aclaró la garganta y mientras se detenían en un semáforo, puso la
canción –Oh, I Buld a world around you. Oh You had me in a dream. I Lived in every Word you say. The stars had aligned. I Tought that I found you. And I Don¨t wanna love somebody else….
Yessabell tenía una sonrisa que le llegaba hasta los ojos.
-Ezra, te amo –Lo besó y después contempló sus hermosos ojos verde esmeralda.
-¿Escuche bien? ¿Acabas de decir la palabra con “A”? –Preguntó sorprendido.
-Sí –Le sonrío ampliamente y tomó su mano.
Los conductores de los coches de atrás, comenzaron a tocar la bocina y ambos rieron.
-Deberíamos avanzar –Sugirió Yessabell riendo.
-Te amo –Le confesó Ezra sonriendo y después avanzó.
Yessabell permaneció con una enorme sonrisa todo el camino, después de todo, tal vez le sería fácil olvidar su vida pasada y comenzar de nuevo, sin ataduras al pasado.
Llegaron a la casa de Johann, justo a tiempo para comer.
Desempacaron en el cuarto de Yessabell y luego bajaron al comedor.
Yessabell lo podía sentir, desde que llegaron a la casa de su mamá, todo parecía felicidad en cada rincón.
Joey era complaciente y Johann muy amorosa, ambos eran felices y Yessabell podía verlo.
“Mi madre es feliz otra vez, después de siete años de estar sola, después de haber aguantado mi sufrimiento y mis noches de llanto por causa de un mal amor. Ahora ella tenía lo que quería para no estar sola. Mi madre es feliz otra vez” Pensó Yessabell, con la mirada perdida.
-¿Cariño? ¿Estás bien? –Preguntó Johann, poniendo un plato frente a Yessabell, en la mesa.
Johann encabezando la mesa, a su lado izquierdo Joey, quien miraba a Yessabell con el ceño fruncido, ella a lado derecho de su mamá y Ezra a su lado.
-Sí –Contestó Yessabell, regresando al presente, todos asintieron y regresaron la vista a sus platos.
-¿Entonces qué opinas? –Preguntó Johann.
Desde que se habían sentado a la mesa, Johann había estado hablando de los últimos preparativos de la boda, aunque Yessabell se había perdido la conversación por estar contemplando la felicidad de su mamá.
-¿De qué? –Preguntó ella mientras Johann se sentaba.
-Yessabell ¿Estás bien? –Preguntó Joey llevando una cucharada de sopa a su boca –Desde que nos sentamos has estado como… como en otro mundo ¿Es el amor lo que te tiene así? –Preguntó bromeando.
-Lo siento… no estaba poniendo mucha atención –Contestó un poco avergonzada, sabrá dios lo que su madre había dicho durante cinco minutos.
-Está bien cariño, descuida –Complació Johann sonriente –Decía que la mamá de Ana, Philip, Nicolás y Marisol serán mis damas de honor, también se lo pedí a la mamá de Sonia, pero ellos no asistirán… su esposo dice que se la ha pasado muy triste desde lo de Sonia. Pues ella fue la hija más pequeña que tenía y… en fin, no van a ir. También pensé que tú podrías entregarme en el altar.
-¿De verdad? –Preguntó sorprendida –Mamá, para mí sería un honor, si lo dices en serio y mi abuelo no tiene inconveniente, por supuesto que lo haré.
-Manzanita, muchas gracias –Johann le tomó la mano izquierda –Mis padres vendrán y tú abuelo fue quien me dio la idea, es muy importante para nosotros tener tu aprobación y saber que contamos con tu apoyo.
-No es nada mami, verte sonreír nuevamente es muy grato –Le sonrío y volteó a ver a Joey –Solo hazla feliz, es lo único que te pido.
-Te lo aseguro –Confirmó Joey con media sonrisa.
-Siendo así –Johann volvió a tomar la palabra –Tengo que llevarte con la modista que está haciendo los vestidos de damas de honor. Tu vestido debe resaltar entre ella y aunque no será igual, quiero que combinen.
-Lo que tú quieras mamá, es tú día –Concedió Yessabell comiendo su sopa – Podemos ir mañana mismo si quieres.
-Mejor vamos hoy, en cuanto antes mejor, me parece que la modista, casi termina con los otros vestidos y ustedes solo estarán aquí unas semanas, quiero que esté listo antes de que se vayan –Explicó Johann emocionada.
-De acuerdo, vamos en un rato –Aceptó Yessabell sonriendo.
Después de comer, Joey y Ezra se fueron a dar un paseo en caballo, mientras Johann y Yessabell, viajaban a la ciudad a visitar a la modista.
-Así que… ¿Cómo vas con Ezra? –Preguntó Johann mientras bajaban de su coche, frente a la boutique de la modista.
-Bien, no sé –Contestó rodeando el coche, hasta llegar a la acera –A veces siento que no puedo ser más feliz a su lado… pero a veces siento que en cualquier momento todo se acabará, como… como paso con Stephen y Derek. No quiero sentirme así de nuevo… no quiero volver a llorar por alguien más.
-Cariño, Ezra te ama –Se acercó a ella y la abrazó –Y a pesar de todo lo que ha pasado y de lo que viviste con Stephen y Derek, incluso con Logan. Las cosas no serán iguales, nunca te había visto tan tranquila y feliz con nadie más.
Yessabell se apartó y la vio a los ojos.
-¿De verdad? ¿Lo dices en serio? –Preguntó sorprendida.
-Lo digo en serio –Contestó sincera –Con Logan te la pasabas estresada, con Derek fue como un renacer, pero calmado, solo con Stephen te vi radiante, siendo tú sin preocupación, aunque eran unos adolescentes, pero… con Ezra… con Ezra te ves tranquila, más madura, más centrada.
-Ezra es así –Concedió sonriente –Él me hace poner los pies sobre la tierra y ser yo misma, sin miedo, me apoya de manera incondicional, aunque sigo teniendo algo de miedo.
-Cariño, no tengas miedo de salir lastimada –Johann le sonrío –Ezra no te hará daño y si ambos hacen lo posible porque todo salga bien, no tienen de qué preocuparse.
-Tienes razón, Ezra es otro mundo –Asintió segura -¿Sabes? Cambiando de tema, tengo una sugerencia para la persona que debe peinarte y maquillarte ese día.
-¿A sí? –Preguntó mientras entraban a la boutique.
-Sip –Contestó feliz –Ya te contaré los detalles más tarde.
-Por cierto, tienes que contarme lo del dichoso fin de semana en la playa –Intervino Johann, antes de saludar a la modista –Hola Felicity, ella es mi hija, Yessabell, Yessabell ella es Felicity, la modista –Presentó sonriente.
-Mucho Gusto Felicity –Saludó Yessabell estrechándole la mano y dándole un beso en la mejilla.
-El gusto es mío Yessabell –Aseguró Felicity admirándola –Todo mundo quiere que vistas sus prendas y demás, lo he visto en las revistas. Soy una afortunada por tener el honor de vedtirte –Felicity le sonrío y las llevó a una habitación donde tenía los vestidos que las clientas pedían.
-Están quedando divinos Felicity –Informó Johann al ver los vestidos de sus damas de honor. Cuatro hermosos vestidos lavanda, con mangas y escotes en forma circular, largos hasta el suelo, cada uno con un detalle diferente –Quiero que el de Yessabell sea especial.
-Gracias Johann, son tal como los pediste –Explicó Felicity, admirando su trabajo –Con respecto al vestido de Yessabell, díganme ¿Cómo lo quieren? –Preguntó viendo de una a otra.
-Bueno, a Yessabell le gusta mucho el tul –Contestó Johann conociendo bien los gustos de su hija –Me gustaría que fuera un lavanda más claro, como… no sé… tal vez un lavanda pastel o algo así –Explicó entrecerrando los ojos y viendo los vestidos de sus damas de honor –A la altura de las rodillas, con escote corazón y corsé, o algún tipo de tela que acentué –Agregó haciendo ademanes en todo momento.
-Exacto –Secundó Yessabell –Conoces bien mis gustos mamá –Sonrío a Johann, quien le regresó el gesto.
-Ok, creo que tengo la idea, vamos a hacer el boceto –Pidió la modista, caminando hasta una pequeña mesa cerca de una ventana, donde tenía algunos bocetos, lápices de colores, gomas, reglas y varias hojas blancas. Le pasó una hoja blanca a Yessabell y un lápiz –Intenta hacer algo, algo como lo que te gustaría que fuera.
-Ok –Tomó el lápiz y la hoja y dibujó el vestido como quería. Un vestido corto, con escote corazón, varias capas de tul, un pequeño arreglo floral en la cintura –No sé… hace un tiempo use uno parecido, era un poco largo en la parte de atrás y más alto en la Aparte de enfrente, ¿Creen que quedaría bien? –Preguntó dudosa.
-Suena bien –Aseguró Johann, viendo el boceto –A ver dibujalo, no puedo imaginarlo.
Yessabell asintió e hizo las correcciones para que lo vieran.
-Sí, se ve bien –Aceptó Felicity –Creo que la idea es buena. Empezaré con él, para que puedas ver los avances antes de regresar a casa –Sugirió tomando el boceto.
-Me parece bien –Concedió Johann –Eso es exactamente lo que queríamos, para que ella pudiera hacer los ajustes necesarios.
-Bien, vengan antes de año nuevo y tendré un buen avance –Ofreció Felicity sonriendo –Solo necesito tomar las medidas de Yessabell y empezaré con ello.
-Ok –Yessabell esperó a que Felicity le tomará las medidas y después Johann se despidió.
-Nos vemos pronto Felicity –Se despidió Johann en la puerta, con Yessabell.
-Hasta luego chicas –Felicity las despidió y cerró la puerta cuando salieron.
-Bueno, ahora que vas a ir con Ezra, a la boda, Joey ha cancelado el esmoquin que había apartado Derek –Informó Johann mientras entraban al coche –Ezra debe verse muy apuesto en esmoquin –Declaró riendo.
-No sé, solo lo he visto en trajes negros, aunque... una vez lo vi en esmoquin –Murmuró recordando –Seguro que se verá bien, muy bien.
Ambas rieron y regresaron a casa.
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