Capítulo 11 Alfombra Roja
Tardaron un poco más de una hora en llegar a la fiesta de Chantría, la cual se estaba llevando a cabo, en un lujoso hotel, a dos ciudades vecinas.
-¿No estamos llegando muy tarde? –Preguntó Ezra, aparcando enfrente del hotel, donde el chico del Ballet parking esperaba.
-No, apenas son las nueve, las fiestas de estas personas comienzan tarde y terminan tarde –Contestó Yessabell indiferente, mientras el chico abría la puerta de la camioneta.
-Ok, si tú lo dices –Ezra bajó y le entregó las llaves al chico, quien le dio una tarjeta de estacionamiento. –Veamos qué tal va –Dijo, enlazando su brazo izquierdo en el brazo derecho de Yessabell.
Subieron las escaleras de la entrada, mientras una horda de fotógrafos lanzaba flashes y gritos, al estilo alfombra roja de alguna película.
Yessabell y Ezra sonrieron ante las cámaras y continuaron su camino hasta la entrada del hotel.
Un lujoso y prestigioso hotel. “El Olimpo”, blanco por fuera y por dentro, con grandes ventanales de cristal y madera pura. El interior estaba adornado con temas de terror, las paredes en tonos morados y negros, el gran salón donde se llevaba a cabo la fiesta, era una autentica casa del terror.
Telarañas por todos lados, grandes figuras de terroríficos monstruos, mesas repletas de bocadillos y dulces de diversas figuras de horror, bebidas al estilo vampiro y las luces tenues, junto con la música estridente, le daban ese toque de una verdadera fiesta de Halloween.
-Así es como se ve –Declaró Ezra, en cuanto entraron al gran salón.
Todas las personas llevaban disfraz, algunos sencillos, otros más elaborados, pero todos con disfraz, incluso los meseros, con antifaces y trajes de negro.
-Ezra, de verdad, no te separes de mí –Yessabell se agarró más fuerte a su brazo y Ezra sonrío.
-No pienso soltarte –Le dio un tierno beso y Chantría llegó a interrumpirlos.
-Tortolitos, ¿No qué no? –Preguntó juguetonamente –Los diarios y revistas , igual que los programas en la televisión dicen que son sólo amigos, pero hay quienes rumorean que no es así, ahora lo confirmo.
-Chantría por favor, no digas nada, yo personalmente quiero ser quien lo diga –Suplicó Yessabell.
-No te preocupes nena, yo no diré nada, pero los demás invitados no son tan discretos y ustedes besándose aquí, lo hace difícil de guardar –Aseguró con los brazos cruzados, al mismo tiempo que sonreía –Ahora vamos, que todo mundo quiere conocerte querida –Chantría caminó del lado izquierdo de Yessabell, mientras la llevaba con un grupo de chicos, algunos actores, otros modelos.
Yessabell fue presentada a toda la fiesta, pero con tantos rostros y nombres, no pudo recordar a nadie. Chantría los dejó solos para que se divirtieran y se fue a bailar al ritmo de Michael Jackson.
Yessabell y Ezra, estaban en la mesa de bocadillos.
-Abre la boca –Ordenó Yessabell, tomando un mini panque de chocolate, con chispas moradas y naranjas.
Ezra obedeció y Yessabell le acercó el panque, para que le diera una mordida, por la mueca de Ezra, supo que estaba bueno.
-Bueno –Aseguró con la boca llena, levantando un pulgar –Tú turno –Levantó un rollito de canela con calabaza y lo acercó a los labios de Yessabell.
Era pequeño, así que se lo comió todo, lo saboreo y los paso.
-Delicioso, tienes que probarlo –Le pasó un rollito a Ezra, quien casi brinca de felicidad.
-Tienes razón, muy bueno ¿Quieres algo de tomar? –Preguntó viendo la mesa de bebidas.
-Claro, lo que sea está bien –Contestó ella sonriente.
Ezra caminó a la mesa de las bebidas y ordenó dos copas de lo que parecía jugo/sangre.
-Miren lo que trajo la marea –Dijo una voz familiar, detrás de Yessabell, ella volteó y se encontró con Noé y dos chicos más, a los cuales no conocía, pero había visto en alguna revista.
-Noé que gusto verte –Lo saludó Yessabell, terminando el panque de chocolate.
-Lo mismo digo vampiresa –Noé le tomó la mano libre y le dio una vuelta –Te ves hermosa y si no mal recuerdo, ese lo usaste en la sesión de fotos. Se te ve estupendo.
-Sí, lo es, gracias –Yessabell lo vio de pies a cabeza –El tuyo también es de la sesión de fotos ¿Verdad?
Noé llevaba un traje de Catrín, lo mismo que sus dos amigos.
-Sí, mira, ellos son Mark y Jeremy, unos amigos que vinieron desde Milán, son modelos también y actores –Presentó Noé.
Ambos eran atractivos, incluso con el maquillaje, musculosos y altos.
-Un gusto hermosa damisela –Saludó Mark en su exquisito acento inglés, besando la mano de Yessabell –Todo mundo en Milán, habla de tu autentica belleza natural, eres muy hermosa.
-Muchas gracias –Yessabell le soltó la mano, sintiéndose un poco incomoda.
-Muchos gusto –Secundó Jeremy, un poco más serio –Había que comprobar que realmente eres hermosa como apareces en las revistas, ahora veo que no es montaje.
Yessabell le estrechó la mano rápidamente y le sonrío.
-Que puedo decir, buena genética.
Los tres se rieron y Yessabell, intentó no avergonzarse frente a ellos.
-Aquí esta –Dijo Ezra, detrás de ella.
-Oh, Ezra, dejame presentarte –Dijo Yessabell, tomando un vaso negro que Ezra le ofrecía –Ellos son Noé, Mark y Jeremy, chicos él es Ezra, mi novio.
Los cuatro se saludaron, un poco incomodos.
-Pensé que no tenías novio –Declaró Noé, algo desorientado –Lo último que supe, fue que habías roto con ese chico… ¿Cuál era su nombre? –Preguntó intentando recordar.
-Oh, sí, Derek. Terminamos hace como dos meses, no era el indicado, como sea, Ezra y yo llevamos dos semanas saliendo –Explicó nerviosa –Es por eso que nadie sabe nada, aunque lo sospechan, ya saben, la prensa jaja.
-Eres muy afortunado chico –Aseguró Mark, un poco celoso –No sabes cuantos chicos preguntan a diario por ella, todos quisieran tener una oportunidad, pero tú la consigues de buenas a primeras.
-El guardaespaldas se convirtió en el afortunado –Agregó Jeremy seriamente –Cuidala bien hombre, todos están haciendo fila para estar con ella.
Los tres se miraron entre sí y se fueron, sin decir más.
-Eso fue raro –Aseguró Yessabell, tomando un sorbo de su vaso.
-Lo sé, pero tienen razón –Confesó Ezra, bajando la mirada.
-¿Qué quieres decir? –Preguntó terminando su bebida.
-Bueno, mientras nadie sepa de lo nuestro, todos querrán una oportunidad contigo, Yessabell, ahora eres famosa –Ezra levantó la mirada y la vio a los ojos –De manera internacional, cualquiera puede venir y pedir una cita contigo.
-Ezra, eso no me interesa –Se acercó a él, pero él se apartó.
-¿Por qué no quieres que nadie lo sepa? –Preguntó con algo de dolor en la mirada.
-No es lo que piensas Ezra… -Volteó a todos lados, necesitaba un lugar más privado –Busquemos otro lugar para hablar, aquí no puedo.
Ezra la tomó de la mano, ambos dejaron los vasos en la mesa y subieron al segundo piso, donde había varios reservados para poder hablar tranquilamente y donde la música no era tan fuerte, una vez cerrado el cubículo.
Caminaron hasta el fondo del pasillo, donde encontraron el último reservado vacío y entraron, cerrando la pequeña puerta detrás de ellos.
Un asiento en forma de media luna y una pequeña mesa en el centro, con un florero, era todo lo que había, en el pequeño cuarto.
Se sentaron uno junto a otro, inclinados hacia un lado para poder verse.
-Ezra, no me avergüenza estar contigo –Aseguró Yessabell, comenzando la conversación –Estoy feliz contigo, quiero estar contigo, solo no quiero… no quiero que mi vida privada sea ventilada por todos lados, que cada paso que de contigo, sea un chisme de revista o que la prensa lo tome como una relación más, no quiero que esto de ser famosa, cambie todo.
-Entiendo –Ezra, no había visto las cosas desde ese punto –Perdoname Yessabell, no lo había considerado, me siento como un… como un idiota.
-Ezra, está bien, yo no te lo dije, solo fue un malentendido –Le tomó la mano –Quiero estar contigo y he pedido tiempo, porque no quería que todo mundo supiera de mi vida privada, pero creo que eso ya es inevitable, supongo que tarde o temprano se enteraran y… como sea, lo voy a confirmar, lo que nadie puede saber, es cuando estamos haciendo otras cosas.
-Eres una coqueta –Se acercó y tomó su rostro entre sus manos –Yessabell, jamás me voy a cansar de ti, eres tan impredecible y tan hermosa… tan… -Se acercó más y la besó, empujándola contra el asiento, para quedar acostados.
-Ezra... –Susurró ella cruzando las piernas sobre sus caderas y enredando sus dedos en el cabello de él.
-Descuida, cerré bien –Murmuró contra el cuello de Yessabell, acariciando sus piernas –Tienes una hermosas piernas, me encantan –Agregó mientras subía poco a poco hasta sus glúteos.
Yessabell se dejó llevar. Ezra la besó en el pecho y poco a poco desabrocho su vestido, aprovechando que Yessabell estaba arqueando la espalda.
El pecho de Yessabell quedo descubierto, mientras Ezra la admiraba.
-Eres demasiado hermosa –Yessabell le sonrío y lo jaló para besarlo.
Un beso apasionado y caliente, ambos sintiendo sus cuerpos conectarse y a la vez temblando de placer. Yessabell sintió ese extraño hormigueo por todo su cuerpo. Ezra le levantó la falda y lentamente le bajó las braguitas, mientras ella se estremecía de placer.
Sacó un condón del interior de su saco y se bajó los pantalones y el bóxer para colocárselo. Lentamente y con una mirada seductora, se introdujo en Yessabell, quien gimió y arqueo la espalda, sosteniéndose de la orilla del asiento.
-Esto es incómodo, mejor siéntate –Declaró ella jalándolo para que se sentará.
-Está bien –Se sentó y Yessabell subió a su rezago, apoyándose en el respaldo del asiento y moviéndose encima de él.
Ambos cerraron los ojos. Yessabell hecho la cabeza para atrás y comenzó a moverse rápidamente sobre Ezra, ambos gimiendo y disfrutando el momento, mientras Auburm, sonaba de fondo, con Perfet Two.
-Te quiero –Susurró Ezra, jalando a Yessabell para besarla.
-Yo te quiero más –Susurró ella de vuelta en su boca.
Yessabell siguió subiendo sobre Ezra, cada vez más rápido, disfrutando de la sensación en su interior, hasta que ambos llegaron al orgasmo y Yessabell cayó rendida sobre Ezra, abrazándolo por el cuello, a la vez que él le acariciaba la espalda.
-Así es como quiero estar… para siempre –Declaró Ezra en voz baja, después de un silencio tranquilo.
-¿Deberíamos bajar? –Preguntó cambiando de tema, hablar de un tema serio no era lo que quería, con tantas emociones encontradas en ese momento.
-Sí, o comenzaran a buscarnos –Contestó con media sonrisa sin notar lo que pasaba en Yessabell.
Después de acomodarse las prendas y pasar rápidamente al tocador, bajaron nuevamente al primer piso, una canción ochentera estaba sonando en el alta voz Hand´s Up.
-Vamos a bailar –Pidió Yessabell, cuando llegaron al pie de la escalera, necesitaba distraer su mente, relajarse y olvidarse de todo por un momento.
La pista estaba llena de todo tipo de criaturas, moviéndose al ritmo de la canción, bajo las luces de colores.
-Claro, nunca he bailado contigo –Le sonrío y la llevó hasta el centro de la pista.
Yessabell bailo, brinco y se divirtió, como nunca, mientras Ezra le seguía el paso, después de la primera canción, bailaron Hung Up de Madona, luego Twist And Shouts y antes de dejar la pista; Yes Sir, I Can Boogie de Shopie Ellis Bextor.
-¡Estoy muerto! –Exclamó Ezra, mientras se acercaban a la mesa de las bebidas y tomaba dos vasos con ponche de frutas –Toma –Le ofreció uno a Yessabell, quien se veía fresca como una lechuga.
-No aguantas nada –Se burló tomando todo el ponche de su vaso –Vamos, aún es temprano para irnos.
-Dame cinco minutos para recuperarme –Pidió sentándose en una silla a lado de la mesa.
Yessabell se sentó de lado en su regazo.
-Eres un viejo cansado –Bromeó mientras Ezra la rodeaba con sus brazos, por la cintura.
-Los vampiros no envejecemos, recuérdalo –Informó dándole un
beso en la mejilla, mientras Yessabell se reía.
-Yessabell –Chantría se acercó a ellos, de la mano de un chico atlético, vestido de hombre lobo.
-¿Qué hacen aquí sentados? La
fiesta es allá –Señaló la pista de baile –Él es Emmet, un amigo de
Italia, un modelo italiano, ellos son Ezra y Yessabell.
Yessabell se levantó y Ezra permaneció sentado.
-Mucho gusto Emmet –Le tendió la mano y él le dio un beso en los nudillos.
-El gusto es mío Yessabell –Saludó Emmet, en su acento italiano.
-Mucho gusto –Lo saludó Ezra, levantándose rápidamente.
-Un gusto Ezra –Aseguró Emmet, viendo a Ezra con amabilidad -¿Eres el novio?
-Sí –Contestó orgulloso.
-Que afortunado chico –Emmet le sonrío y después volteó a ver a Chantría -¿Por qué no vienen a bailar con nosotros?
-Sí, vamos –Pidió Chantría tomando la mano de Yessabell, ella volteó a ver a Ezra, quien asintió.
-Ya descanse, vamos, solo un rato más –Advirtió tomando la mano de Yessabell.
-Lo que sea –Chantría soltó a Yessabell y se abrazó a Emmet, hasta que llegaron a la pista.
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