Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

tercera parte

Me dieron ganas de Yeshua y Edmond.
*

Ambos torsos desnudos, el de él esconde el tatuaje del nombre su compañero escrito en su idioma original, y piernas entrelazadas. Edmond acaricia suavemente la espalda morena de su acompañante, mientras lo oye respirar tranquilamente, dormido. Sintiendo el contacto de sus cuerpos, casi desnudos. La noche pasada pintaba ser la mas calurosa de todo el año, haciendo que los dos, para sentirse cómodos y frescos, se deshicieran de sus ropas, menos la interior. Eso fue hasta las 2 AM cuando Ed despertó para apagar el aire acondicionado y buscar unas cuantas sabanas para taparse del frío que estaba haciendo. Odiaba los cambios repentinos del clima. Sin embargo, jamás se quejaría del clima agradable que hacía ahora.

—Ed.

Oye a Yeshua quejarse, medio dormido, tomando su mano y entrelazándolas para detener su movimiento.

—Cosquillas. Me molestan.

Edmond se quiere reír por lo bajo, pero no lo hace para no molestar -más- a su novio. Solo lo aprieta contra él y besa la parte alta de su cabello.
Su casa se oye tranquila, porque aun no dan las 7 AM, hora exacta en laque su padre se levantaba a despertar a todos los demás, para que se preparasen y vayan a clases.

Clases.

Hoy era viernes, su último día como preparatoriano. El de Yeshua también. Estaba orgulloso de ambos, a pesar de haber tenido varios fallos durante el proceso, los dos lo habían logrado. Lo único que le preocupaba eran los resultados de la universidad, el de verdad esperaba entrar en la pública, la misma donde si hermano Nicolás había pasado, muchos comentaban que era muy buena, mucho más que la de paga. Entonces tenía todas sus esperanzas puestas en ese resultado que sería subido a una red de la misma escuela esa misma noche a las 12 PM.

—¿Mamá Lou hará el desayuno?

La voz de Yeshua hace que suspira calmadamente, volviendo con las caricias en su esbelta espalda, esta vez no hay quejas.

—Supongo.  Aún faltan 15 minutos para la alarma y que papá venga a despertarnos, ¿no quieres dormir más?

Siente la cabeza de su pequeño novio negar y un tierno bostezo sale de sus labios.
Edmond sabe que Yeshua no va a hablar más. Simplemente se quedan así, con Ed besando el rostro aun infantil de su novio, escuchando los suspiros de encanto que él suelta.

XXX

Caminan a la cafetería, donde Luisa los espera, seguramente, con un desayuno 100% saludable. En el último año ella había cambiado demasiado, no solo mentalmente, sino físicamente. Un día había llegado a la escuela, con la idea que debía ser mas cuidadosa con su salud y debía empezar ya. Así que, en menos de un año entero ella ya llevaba 15 kilos menos. Era realmente admirable. De hecho, tenía una cuenta en Instagram donde documentaba su proceso de cambio e inspiraba a más gente en base a su experiencia, eso la llevó a querer aplicar para la carrera de nutrición, y parecía muy convencida de que entraría.

—No sé si odio o amo los últimos días —La peliazul habla apenas sus traseros tocan las sillas. Eso nunca cambiaría en ella, hablaba hasta por los codos—. Porque bueno, estamos terminado un año más pero aún nos quedan otros por comenzar —rueda los ojos—. Que dilema.

Y, por último, mete un pedazo de manzana bañada en yogurt bajo en calorías y azúcar, acompañado de granola.

Yeshua hace un gesto de desagrado. Nunca le ha agradado la comida saludable, él era más de dulces y frituras, porque de pequeño no se las permitían.

—¿Ustedes que creen?

Ed encoge los hombros y Yeshua se pone pensativo, simplemente nunca lo había pensado.

—Como sea. ¿Nerviosos por los resultados? Yo sí, aunque estudié muy duro para entrar, todo puede pasar. Papá Liam dice que debo creer en mí.

—También confío en ti, Lu —Yeshua habla por fin—. Eres inteligente. Siempre lo has sido.

Su amiga sonríe, sin poder evitarlo. Amaba la sinceridad de su mejor amigo.

XXX

Yeshua presiona fuertemente su mano contra la de Ed. Cree que se desmayará de los nervios. Son las 11:59 y están a tan solo un minuto de saber si su novio entró o no a la universidad que quería. Él tiene muy en cuenta de que Ed presentó en esa universidad con tal de no dejarlo e irse a otra ciudad.

Y Yeshua se siente mal, muy mal. Se siente como un impedimento, como un obstáculo para su novio. Una trampa que no lo deja avanzar y llegar a donde él en verdad quiere.

—Bien... ¡Quinto puesto! —Edmond grita de alegría, con su mirada fija en la pantalla, corroborando que su cedula escrita en el papel y la computadora son la misma—. ¡Sí!

El moreno sonríe emocionado de verdad, él sabía que Ed lo lograría. Para él, su novio era la persona maaaaas inteligente del mundo.

—Bien, ahora veamos el tuyo —dice, moviendo su dedo a través del dedo de la laptop sobre sus piernas.

Y él entra en pánico.

—¡No! —medio grita a su novio, arrebatándole el ordenador.

—Vamos, bebé, no importa si no pasaste, yo..

Yeshua pucherea, sube sus piernas hasta su pecho y las abraza, balbuceando algo que Edmond no entiende.

—¿Perdón?

Yeshua niega, temeroso.

—Dime que pasa.

—Yo... -comienza, buscando las palabras adecuadas—No presenté ahí. En ningún lado.

—¿Ah?

—No presenté ningún examen, Ed. No estudiaré la universidad como Luisa o tú. Yo... prefiero trabajar para-para ayudar a papá. Ha hecho mucho por mi...

—Yeshua...

—No, en serio. Además, no puedo, no podré. ¿Viste como terminé la prepa? No aguantaría ni un mes ahí.
A Ed le duele escuchar a su novio hablar así de el mismo, pero no dice nada, solo suspira.

—No puedes no estudiar, Yeshua.

—Por-por favor, Ed. Déjalo así, papá no podría permitirse pagar una universidad, aunque sea pública hay material especial y libros que pagar...

—¿Tú papá lo sabe?

Yeshua niega, mordiendo su pulgar.

Edmond quiere hablar de nuevo pero la puerta de su casa es abierta y la luz de la sala de estar prendida.

—¡Llegamos! —anuncia Harry, con un plato de pastel en las manos. Vuelven de una pequeña reunión que tuvieron en casa de su tío Niall.

Las gemelas y Louis caminan detrás de él, con sonrisas y mirada expectantes.

—¿Y?

Pregunta su papá Louis.

—Pasé —dice, con menos ánimos de los que pensó alguna vez que tendría al darle tal noticia.

—¡Felicidades, bebé! —su padre lo envuelve en un gran abrazo, orgulloso. Luego viene Harry y sus pequeñas hermanas— ¿Y Yeshua?

—Yo...

—Aún no suben las de su carrera, estamos esperando —Ed miente, sonriéndole falsamente a su novio y este rápidamente entiende la indirecta, asintiendo de manera rápida.

—Bueno, trajimos pastel para ustedes —Harry se los da, y poco a poco todos desaparecen por las escaleras.

—Gracias.

Yeshua susurra sobre los labios de su amado novio, cuando es jalado hasta él. Edmond besa los labios ajenos, cortamente y sonríe con la mirada triste.

—Siempre, bebé.

—Creo que... que debería volver a casa y hablar con papá.

Edmond niega.

—De ninguna manera, es tarde ya, puede pasarte algo, amor. Además, creo que lo último que tu papá quiere ahora es hablar después de un largo día de trabajo.

—Tienes razón, que tonto.

Su novio besa sus labios otra vez, repetidas veces.

—Nunca eres tonto, Yesh.

—Perdón. Por... por mentirte y decir que si presenté. Perdón por decepcionarte, Ed no era mi inten-

—No tienes que pedir perdón. Y no me decepciona que no hayas entrado, me pone mal que aún pienses que no eres capaz.

Yeshua baja la cabeza, haciendo un puchero con los labios, nuevamente.

Edmond le alza el rostro, juntando sus frentes y frota levemente sus narices juntas, sabe que eso tranquiliza a su novio.

—Te amo.
Le dice sincero, besando castamente sus labios.

—Lo sé.

Le contesta el moreno, escondiendo su rostro en el cuello de Edmond.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro