IX. Invitación
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Dos meses después
1 de agosto del 2006
El único sonido que se podía escuchar en la habitación eran suspiros sueltos por parte de ambos amantes. Con tan solo el tacto de sus labios fríos chocar contra su cuello hacía que los latidos de su corazón se acelerarán de manera involuntaria.
El vampiro siguió repartiendo besos por el cuello de la pelirroja hasta llegar a sus suaves labios, de alguna forma se había vuelto adicto a ellos cayendo en su profunda tentación.
-Alec -susurró separándose de él, en momentos como ese detestaba ser humana.
-A veces se me olvida que necesitas respirar -dijo mientras que con su mano acariciaba con cuidado las mejillas levemente sonrojadas de Enid.
No había pasado tanto tiempo desde que llegó a Volterra, pero para ella cada momento fue un reto.
Su fecha para convertirse ya estaba lista, Aro se había encargado de eso.
Su relación con Alec había empezado tan solo hace unas dos semanas atrás, ambos se iban abriendo de poco a poco cuando estaban juntos. Uno de los momentos favoritos que le gustaba a Enid de su relación, era cuando Alec a veces se quedaba acompañarla mientras ella dormía, así ayudando a evitar que vuelvan sus episodios.
No sabían cuánto tiempo habían pasado en la habitación, pero antes de seguir con lo suyo, fueron interrumpidos por una voz conocida.
-¿Ya terminaron?
-Demetri, ¿te has dado cuenta qué casi siempre interrumpes? -habló Enid.
-No me arrepiento, es divertido -contestó sonriendo.
-Para ti-dijo Alec separándose de la pelirroja-. ¿Qué sucede, Demetri?
-Oh si, casi se me olvidaba -admitió el rubio-. Los maestros desean verte, Enid.
-¿Para qué?-le preguntó confundida.
-No tengo ni la menor idea, pero tienes que ir.
La pelirroja no tuvo más remedio que seguir a los dos vampiros hacia la sala principal de juntas, nunca lo admitiría, pero de alguna forma ese lugar le gustaba.
No era por el hecho de que ahí pasaron la mayoría de tragedias, sino por su estructura y arquitectura.
-Que agradable verte por aquí, Enid -habló Aro yendo hacia ella.
-Sí...igualmente, creo -dijo.
-¿Tienes alguna idea del por qué te fuimos a llamar? -le preguntó Caius estando en su trono.
-No hice nada malo, bueno... no sé, ¿lo hice? -respondió algo nerviosa, tenía que tener bastante cuidado con sus palabras y acciones cuando estaba con ellos, un buen consejo por parte de Alice.
-Oh querida, claro que no -le dijo Aro sonriéndole, aspecto que a Enid no le convenció-. La razón por la que te llamamos fue porque tenemos que entregarte una carta especialmente para ti.
Enid no estaba más que confundida.
¿Qué carta? Fue lo primero que pensó.
Pero sus dudas fueron aclaradas al tener aquella carta o más bien una invitación.
Edward Cullen
y
Bella Swan
Anuncian con alegría su próxima boda
-Se van a casar -susurró intentando estar sorprendida, ya que aquello ya lo sabía.
-Qué grata sorpresa, ¿verdad? -dijo Caius viendo atentamente la reacción de la pelirroja.
-Si, me alegro por ellos -admitió metiendo la invitación a su sobre en donde estaba su nombre-. ¿Podré ir?
-Por supuesto, pero Alec tendrá que acompañarte -contestó Aro aún sosteniendo su sonrisa.
-Está bien, gracias -agradeció con una nueva duda.
Alec no estaba invitado y tampoco la guardia, solo el líder y los co-líderes.
La pelirroja sabía muy bien el rechazo que tenía Bella hacia los gemelos, ¿qué tramaba Aro?
11 de agosto del 2006
Hace semanas que había perdido comunicación con cualquier persona que no sean los Volturi, no sabía el porqué, era como si no lo necesitara. Fue egoísta de su parte, eso lo sabía.
-No quiero ponerme un vestido -se quejó Enid.
-Tienes que hacerlo, no seas terca -le dijo Heidi-. Lo has prolongado hasta hoy, faltan dos días para la boda y esta noche ya tienen que estar en el aeropuerto.
-Lo sé, lo sé -respondió la pelirroja cansada de estar probándose tantos vestidos.
-Pruébate este. -Heidi le dio un vestido negro-. Queda perfecto con el color de tu cabello.
-Si tú lo dices -dijo yendo hacia un probador.
Se puso con cuidado la vestimenta con unos tacones que también le dio la vampiresa, tenía que admitir que tenía un buen gusto por la moda.
Salió del pequeño lugar siendo atormentada de inmediato por Heidi.
-Este es el indicado -halagó con emoción.
-Yo también lo creo.
La guardia ya sabía el disgusto de Enid por la ropa ajustada, no fue una sorpresa al saberlo.
-Es bueno para ti salir -le informó la vampiresa refiriéndose al viaje.
-¿Por qué lo dices?
-Tal vez podría ser tu última salida siendo humana -dijo Heidi mientras miraba unos pares de tacos-. Será mejor que hables con Alec del tema.
-Supongo...
-No pongas esa cara, Enid -le advirtió.
-¿Cuál cara? -preguntó inclinando la cabeza.
-Ya sabes, la carita de cachorro que pones cuando piensas que estás en problemas -dijo riendo logrando sacar una sonrisa a la pelirroja-. Será mejor irnos, tienes que empacar y no quiero a unos gemelos desesperados.
-Tienes razón, a veces dan miedo cuando se ponen de acuerdo con el orden.
Para ella, los gemelos no eran para nada terroríficos, aunque sí tenían sus momentos en donde daban escalofríos. En especial Jane, que fue difícil entablar una conversación con ella sin que la rubia tenga un pensamiento de hacerle daño, pero poco a poco fue mejorando lo que podría llamarse como una amistad, aspecto que Alec estaba agradecido.
Le parecía raro, pero a veces había circunstancias en donde relacionaba las personalidades de la guardia con algunos de sus amigos de Forks. Pero menos a Demetri, él tenía un parecido con su tía lejana, a ambos les gustaba el chisme.
Gracias por leer el capítulo y por el apoyo!!
Créditos al separador y firma gif a TheWalkyrie
With love, Blythenewt.
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