Taoris: Strike 1 y 2 [2/3]
Lidiar con Zitao no era fácil, para nada. Yifan quiere encontrarse con Heng para golpearlo brutalmente por dejarle una tarea tan frustrante y complicada.
Bien. De entre todas las personas en la universidad Wu Yifan básicamente era el rey. Un rey muy caliente y grosero que se la pasaba molestando a los demás que, sin embargo, era sumamente inteligente en cualquier área posible -estudiaba mecatrónica y probablemente se graduaría con honores- por lo que cualquier problemilla que se le interpusiera podría ser moldeable y en pocos segundos resuelta.
Pero no, no Huang Zitao.
Han sido dos jodidos años en los que se la ha pasado de niñera del chico y asegura por el demonio que ya no puede controlarse. No, no puede con esa ingenuidad, torpeza y lindura que emana el chico más bajo. Porque, por sobre todas las cosas, no importaba cuánto intentara hacer que el otro le temiera de algún modo para que se alejas e-ya sea de la universidad o mínimamente de habitación- nada, pero absolutamente nada le importaba a ese chico. No importaba qué tan hijo de puta o excesivamente obsceno sea, Tao simplemente se coloraba hasta los pies y evadía lo que se relacionara con eso. Así que, bueno, tenía que alabar esa tolerancia que tenía el otro.
Lo más jodido inició cuando Yifan comenzó a sentir una atracción no prudente con ese chico. Y sabía que era diferente ya que no era de manera sexual (él se acostaba con quien sea, no podía ser eso), no, era otra cosa que le ponía los pelos de punta. No muy diferente a lo que sintió por Yixing ya hace mucho, pero sí mucho más estresante. Debido a eso, Yifan decidió tener un constante alejamiento del chico por precaución de ambos. Sí, podía ser una persona cruel y sin vergüenza, pero una promesa era una promesa y no podía solo sobrepasar los límites así como así.
Por eso, tomó la decisión de darle a Zitao tres oportunidades. Tres strikes para que tuviera en cuenta que Yifan sí es condescendiente y no un animal cualquiera. Pero, mierda, Zitao era un caso sumamente perdido.
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Strike 1
-¿Está bien si uso esta fórmula para el ejercicio?
-Mhm. Sí, recuerda que está esa o también puedes usar la sustitución, aunque la suma y resta suele ser más efectiva.
Yifan estaba en su cama, con el cuerpo ladeado y con una mano en su boca mirando cómo era que Tao daba tutoría a un chico cuyo nombre sabía pero no le importaba porque quería aplastarlo de la manera más posible. Normalmente su compañero traía gente para darle clases de lo que necesitaran -incluso puso panfletos por todo el campus que, da por hecho, Yifan se encargó de quitarlos uno a uno sin que se diera cuenta- no obstante, hubo gente que por palabras se enteró de las clases particulares con Huang por lo que unos tres o cuatro chicos se había apuntado a ser parte de.
Si aún no se queda en claro que Tao en un ingenuo de primera, con esto se aclarará por completo. Primero que nada, el chico con quien le tocó por primera vez era Choi Siwon y gracias al cielo que Tao se lo comentó una noche antes porque, si Yifan no hubiera metido sus narices donde no le llaman, su compañero hubiera recibido la follada de su vida. Todo terminó con un Yifan haciendo añicos la muñeca de Choi y sacándolo de la habitación a patadas. El segundo fue un chico llamado Lee Sungjong que en su caso prefería que le metieran cosas por sus atributos y, nuevamente, Yifan se encargó de hacerlo desaparecer del mapa de Zitao.
"Los estás ahuyentando." Le había gruñido una vez Tao, después de una ducha y con un puchero en los labios que Yifan se moría por besar. No se encargó de hacerle ver lo estúpido y ciego que era -ya lo intentó por muchos meses- por lo que solo se había encogido de hombros sin importarle lo que el otro opinara. Él se iba a encargar de que todos esos malditos se alejaran de Zitao.
La tercera persona -y con la que se encontraba ahora- era Nam Woohyun, mismo año que Tao pero de una carrera diferente. Le pidió clases de matemáticas básicas ya que era todo un desastre. Llevaban tres quedadas y hasta la fecha Yifan no vio nada sospechoso en ese chico (eso, para él, lo hacía incluso más sospechoso).
-Te has equivocado en el signo -murmuró Tao, con una pequeña risilla que hizo que Yifan gruñera-. Mira, recuerda que al despejar tienes que cambiar el signo, no importa si el número está abajo.
El cuerpo de Tao se había acercado muy innecesariamente a Nam, cosa que Yifan no pasó por alto.
-Concéntrate en hacer paso por paso y no revuelvas todo -prosiguió-. ¿Sí?
-Bien.
Tao levantó la vista terminando por encontrarse con la de Yifan quien no se inmutó para nada. Como era de esperarse, el menor se avergonzó un poco por el repentino acto, pero no evadió que hiciera una mueca y que formulara con los labios un '¿qué estás mirando? Vete.' Por otro lado, Yifan rodó los ojos.
-¡Taozi, creo que lo logré! -Yifan apretó los dientes por el jodido apodo-. Ve, ve, ¿está bien?
-Oh, se ve bien.
Woohyun se mordió los labios mientras aplaudía para sí mismo. Tao sonrió triunfante debido a que sus tutoreos estaban dando resultado. Yifan se acomodó en la cama, diciéndose a sí mismo que ya era suficiente y que de alguna manera tarde o temprano tenía que confiar en ese chico aparentemente inofensivo. Observó de nuevo, notando que ahora Tao le ponía otra clase de ejercicios dejándolos a ambos absortos en sus cosas.
Habían sido dos horas esperando, tenía que renunciar.
-Voy al minimarket -murmuró Yifan, quien ya se había puesto de pie tomando una chamarra y la tarjeta de acceso. Tenía que despejar su mente, eso le serviría-. Vuelvo en un rato.
Tao pareció respirar más a gusto cuando éste dijo que saldría.
-¿Me trae unos dedos de queso?
Y aunque no quería sonar lindo, Yifan casi le suelta una patada a Tao por sonar así tan así. Respiró hondo, contemplado el leve ceño fruncido y la cara robótica casual de ese chico. Asintió con un siseo, abriendo la puerta y saliendo rápidamente.
El mercado no estaba lejos, de hecho, estaba dentro del campus. Ya que todos los alumnos tienes sus propios apartamentos que tienen cocina, claramente necesitan un lugar donde adquirir alimento si no desean atascarse con la mediana comida de la cafetería. No compró mucho, solo algunas cosas esenciales que ya no tenía en su habitación como huevos, leche, fideos, chocolate y, por supuesto, los mentados dedos de queso para Tao. El chico tenía un problema con ellos, una pequeña obsesión.
Caminaba de vuelta con una pereza impresionante. Normalmente ya no salía como antes, no se divertía o pasaba los ratos con cualquiera de por allí. Joder, incluso ya no acosaba a los de primero o segundo por las cámaras de seguridad y eso se suponía que lo representaba al cien por ciento (bastante enfermo, por cierto). Casi estaba perdiendo su reputación y todo por andar cuidado al chico con ojeras. Meneaba la bolsa de atrás para delante, sí, tenía que asegurarse de poner en claro que, aunque sea ya casi su último semestre allí, aún era Wu Yifan y no iba a dejar su puesto hasta tener en las manos ese título universitario.
Colocó la tarjeta en la puerta, esperando que el acceso sea un verde, sin embargo, la puerta se bloqueó como si hubiera colocado una tarjeta equivocada. Miró amenamente el pedazo de plástico, ¿ya no funcionaba? Bueno, era eso o alguien había puesto seguro a la puerta desde adentro. Sintió un frío repentino recorrer su espina dorsal. ¿No...?
-Zitao -dijo fuertemente mientras su mano se estampaba una y otra vez contra la puerta. Normalmente cuando olvidaba la llave, Tao no tardaba más de diez segundos en llegar a la puerta y abrirla para él, pero ahora no pasaba-. ¡Huang Zitao, abre la puerta!
-¡E-esper-ngg!
No había pasos que se apresuraran hacia la puerta y eso solo hizo que Yifan soltara fuego por sus fosas nasales. ¿Qué mierda había sido eso? La bolsa que traía en mano ya estaba en el suelo y literalmente pateó la puerta.
-¡No me hagas repetirlo de nuevo! -ladró mientras daba más golpes-. ¡Voy a tirar la jodida puerta! -No hubo ninguna respuesta, eso solo le hizo cabrearse más.
La puerta era muy resistente -tal vez de hierro, metal o alguna de esas cosas fuertes- por lo que su trabajo era casi imposible, pero persistió en él.
-¡Zitao! ¡Ah, joder!
Golpeó con sus cuatro miembros esperando por una respuesta inmediata. Su imaginación había volado y las numerosas posibilidades de situaciones que se ocultaban detrás de esa puerta se multiplicaban haciendo un nada bien en la salud mental del mayor. No debió irse, mierda, se descuidó y ahora algo puede estar pasando y eso no puede ser posible.
-¡Tao...!
La puerta se abrió, dejando verse a un colorado Zitao sin camisa y con el cinturón desabrochado. En sus ojos había algo de entre miedo y nerviosismo al notar el rojo -de furia- rostro del mayor quien ya respiraba pesadamente. Achicó sus ojos, evitando las ganas de tocar al chico para así adentrarse a la habitación en busca del maldito Nam Woohyun quien había cavado su propia tumba. Lo encontró plácidamente sentado, con los cabellos revueltos y una sonrisa de suficiencia en los labios.
-Me van a explicar por qué carajos tenía la puta puerta cerrada -demandó entre dientes mirando específicamente al hijo de puta quien estaba sentado-. ¿Qué hiciste?
Woohyun hizo un mohín con los labios, levantándose para recoger sus cosas. Cuando todo estaba listo y en su lugar, el chico apretó los labios sintiéndose un poco atemorizado por la mirada de Yifan.
-Nada malo -respondió Nam tranquilamente mientras intercambiaba mirada con Tao. Yifan se interpuso en la línea visual-. Nos vemos luego. -Y, con eso último, pasó de largo al mayor quien ni tuvo tiempo de agarrarlo y golpearlo ya que el otro se movió muy rápido pasando por un lado de Tao, guiñándole el ojo.
Le guiñó el puto ojo. Más adelante se encargaría de arrancárselo.
En la habitación, solo quedaron ellos dos, Tao claramente se notaba nervioso y no era de menos ya que, desde el principio, Yifan le había amenazado algo así como "Yo te estoy protegiendo así que ni se te ocurra acercarte a otros hombres porque me encargo de hacerles creer que te has mudado a Canadá y te encierro en el closet por lo que resta de tu vida." Y, aunque eso sonaba malditamente aterrador y a la vez caliente, Tao sinceramente no quería desatar la furia de Kris.
-¿Y bien? -siseó nuevamente-. Tao.
-Eh -el chico farfulló unos segundos, después se aclaró la garganta. Aún tenía en manos lo que parecía ser su camiseta-. Bueno, nosotros estábamos estudiando.
-¿Y qué más?
Tao parpadeó.
-Bueno, al estudiar se suele hablar así que...
-No, mierda, después de que me fui -dijo-. ¿Qué hacían que hubo necesidad de bloquear la puerta?
-Um. ¿Trajiste mis dedos de queso?
-Te los daré luego de que me respondas.
-Um.
-¡Zitao!
-¡Él estaba practicando, ¿bien?! -reprochó finalmente el menor, tenía los labios fruncidos mientras que su cuerpo parecía moverse en desacuerdo como si fuera un niño haciendo una rabieta.
Yifan tuvo que respirar dos veces.
-¿Practicando con qué? -preguntó de la manera más tranquila que pudo.
Zitao había bajado la mirada, aún molesto.
-Reanimación cardiopulmonar -susurró el más bajo, casi inaudible.
Se acercó a él, para escucharle mejor y reprenderle bien. Tao casi se hace hacia atrás, pero Yifan logró tomarlo por la muñeca, atrayéndolo todo el camino hasta la habitación y cerrando la puerta de ésta.
-¿Qué has dicho?
-Reanimación cardiopulmonar -murmuró mirando hacia abajo-. Lo ayudé un poco.
El rostro de Yifan era de completa incredulidad.
-¿RCP? -dijo con una carcajada sin gracia-. ¡¿Por qué mierda practicaría eso contigo?! ¡¿Y por qué tienes que quitarte la ropa?! -apuntó a su camisa y cinturón.
-¡El dijo que era necesario! -debatió-. ¡Dijo que necesitábamos una situación, la cual, era una piscina, lugar donde la gente está casi desnuda! ¡Él-yo, yo accedí porque su examen para el certificado era mañana y quería asegurarse de que todo estaba bien!
Yifan bufó. Genial, jodidamente genial.
-Oh, sí, claro. Entonces te dejaste quebrar unas cuantas costillas para que el chico saque un estrellita en su materia -musitó enojado, sus brazos pegados a su pecho y el corazón latiéndole al mil. Jadeó exageradamente, mirando cómo el otro chico parecía enojarse igualmente-. Espera -se detuvo-, también... ¿Hizo todo el jodido procedimiento?
Tao se mordió el interior del cachete.
-Pues no va a presentar un examen a medias -respondió.
Yifan abrió la boca y cerró los ojos un momento.
-Dejaste que te besara -apretó los dientes-. ¡¿Accediste al jodido boca a boca?!
Tao parecía un globito a punto de explotar.
-¡Puede! ¡No te importa!
Fue lo último que dijo, ya que prácticamente corrió hacia el baño para -seguramente- esconderse de Yifan y sacar todo esa molestia que tenía reprimida. Yifan no pudo hacer nada al respecto, cuando reaccionó Zitao ya se había metido en la otra puerta cerrándola tras de sí.
Iba a volverse loco.
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Strike 2.
-Tierra llamando a Yifan. Yifan es nuestro líder, los Yifanianos te necesitamos. Vuelve a casa.
-Yifan, estoy embarazado. Llevo tres años de embarazo, es un proceso lento, pero eres el padre.
-Piii. Piii. No queremos perder la señal, Yifanlandia no puede subsistir sin usted, nuestro rey. Necesitamos videos porno de contrabando y un pene como el suyo es vital para la procreación. No nos deje.
-Pienso que lo podríamos llamar Jimmy, así se llamaba mi cucaracha de mascota.
-Piii. Piii.
-Aunque si es niña el nombre de Vergonia sería perfecto, te representa a ti en tod-
-¡Yifan!
La mano de Jongin fue suficiente como para que dejara de pensar en Tao. Miró a su alrededor, repentinamente estaba rodeado de la oscuridad y de tres chicos a quienes no recordaba haberlos visto en toda esa mañana. Jongdae tenía una sonrisa en los labios mientras que Yixing se acariciaba el estómago como si hubiera algo vivo allí dentro. Frunció el ceño al darse cuenta que se había quedado dormido -despierto- en sus pensamientos.
-No recuerdo haber pedido su presencia -murmuró con apatía-. ¿Por qué estoy rodeado de imbéciles?
-Sabemos que necesitas apoyo moral en esto.
-Somos tus amigos, puto.
-También para evitar que saltes y estrangules a alguien.
-No es para tanto -gruñó al sentir una palmadita en la espalda, probablemente de parte de Jongin.
Jongdae rio, inclinando su asiento para obtener una visión mejor.
-Le van a meter la lengua en la garganta a tu querido Taozi -Jongdae se encogió de hombros-. Yo creo que sí es para tanto.
-Él no lo hará -Yifan le tendió una mala mirada-. Me dijo que hará que el ángulo lo parezca, pero juró que no iban ni siquiera a acercar sus bocas.
Lo que más temía Yifan es ese lado excéntrico y artístico que le dio a Zitao de la noche a la mañana. El chico estudiaba una ingeniería de quién sabe qué, pero su amor por el arte -actuación- floreció repentinamente después de ver en televisión unas cuantas obras. No tardó en meterse al grupo de teatro de la universidad, tampoco pasó mucho a que tuviera un papel, encima protagónico, y por mucho más es que haría el rol de la mujer en la jodida obra ya que, obviamente, no había allí mujeres y alguien tenía que hacerlo. Para encajar más estacas en la furia de Yifan, la obra que representaban era de una novela erótica que no entendía cómo es que eso se permitía en la institución.
-Vaya, te importa mucho -susurró Yixing, haciendo la voz menos audible porque la obra ya estaba por terminar y la escena candente llegaría.
-No me importa.
-Jongin, recuérdame lo que hizo Kris antes de que Tao aceptara el papel -preguntó Jongdae con una pizca de burla en sus palabras.
Jongin ahogó una risa.
-¿La parte donde amenazaba al chico quien representa a Lyme o cuando patéticamente intentó audicionar por el papel? -respondió el moreno casualmente-. Ambas dejaron mucho que desear.
Jongdae enarcó las cejas hacia el mayor, quien maldijo silenciosamente mirando de manera penetrante cómo Zitao sonreía y se tomaba de ese jodido Lyme mientras bailan lentamente y oh Dios mío han caído en la cama. Sostuvo el aliento y recordó las palabras que le dijo Zitao antes de que comenzara la obra.
"Por supuesto que habrá contacto físico, es una novela romántica después de todo." Comentaba mientras se colocaba la peluca. Después, volteó, con su usual mueca en los labios. "Namjoon dijo que no iba a hacerlo literal, no sé a qué se refería, pero probablemente quiera decir que no nos besaremos. Así que deja de poner esa cara."
Y claro, como un estúpido, Yifan confió en eso mientras se agarraba firmemente de su asiento evitando saltar las butacas para ir y tomar a ese chico ojeroso. Quedaban solo cinco minutos, solo cinco para que su pesadilla terminara.
-Oh, ¿qué pasa?
-La escena candente, ¡mira Kri- oh Dios mío!
-Diablos, ¿a dónde fueron los pantalones de Namjoon?
-Deja tú eso, ¡está succionándole la vida Tao!
-¡Acabo de ver un lengua! ¡Acabo de ver una lengua!
-Le está acariciando la entre pierna.
-Se están frotando ahora mismo.
-Va a salir embarazado, eso es seguro.
-Oye, Yifan... ¿Yifan? -Yixing miró a su derecha, percatándose de que su ex había desaparecido.
Jongdae suspiró.
-Ese pequeño está en problemas -murmuró.
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Las ovaciones y aplausos habían terminado cuando Yifan puso un pie detrás de escena. Todos los actores estaban quitándose el maquillaje o las pelucas mientras que él caminaba hecho una máquina de furia por el lugar buscando así el cuarto de descanso de Zitao. Iba a matarlo, ¡¿cómo se atrevía a mentirle así?! Sus pasos resonaban y no fue hasta que sostuvo de la camisa a un pequeño chico quien -muy asustado- lo guió velozmente donde se encontraba en camerino de su chico.
-E-está allí dentro.
-Muévete y desaparece.
El chico pequeño asintió corriendo lo más lejos posible del mayor. La tarjeta con el nombre de "Huang Zitao" en la puerta solo le hizo molestarse más. Tomó el pomo, y sin descaro alguno, abrió la puerta estrepitosamente sin molestarle de que tal vez la hubiera roto. Tao estaba sentado en una banca. Cuando se volteó, ya estaba cambiado y dejó caer su celular cuando escuchó el sonido. Chilló en el momento que Yifan lo había tomado por el cuello de la camisa, haciendo que se recostara completamente en la banca quedando así él arriba de Tao con los ojos aventándole dagas.
-Con que 'no va a haber nada literal' -gruñó, pasando de tomarlo por el cuello a presionarlo por los costados de los hombros-. 'No voy a besarlo' dijiste, joder.
Zitao tenía esa mirada nerviosa como siempre, sus ojos sin embargo no estaban en el suelo -o en ese caso en el techo- sino que lo miraban directamente. Su respiración estaba agitada y tragaba saliva con regularidad.
-¿Vi-viste la obra?
Yifan rechinó los dientes por los usuales cambios de tema que el chico utilizaba en esas situaciones.
-Por supuesto.
-N-No pensé que la verías.
-¡Estaba en el maldito backstage antes de que entraras! -gritó, poniendo más presión en los hombros-. ¡¿Por qué estaría allí si no?!
-¿Compromiso? -murmuró levemente.
-Volvamos a lo que vine, Zitao. -Yifan se acomodó, sus caderas se friccionaron levemente con las de Tao quien puso todo su esfuerzo por no soltar un sonido vergonzoso-. ¿Por qué tuvieron casi sexo en un maldito escenario?
-¡No hubo nada de... de eso en el escenario!
-¡No tenían ropa!
-¡Es parte de la obra! -Tao refunfuñó, tratando de levantarse en vano.
-¡Ese desgraciado te comió la boca! -sostuvo al otro en su lugar-. ¡Se estaba restregando contra ti!
-¡Es actuación!
-Mentiroso. Ajá, sí -bramó-. ¡Por eso el tipo ese tenía una erección! ¿No es verdad?
-¡Todo es por amor al arte! -lloriqueó Tao-. ¡Hice lo que tenía que hacer! ¡Yo no mentí!
Yifan se quedó un momento en silencio dejándose que una carcajada saliera de sus labios. Maravilloso, sí. De acuerdo, si este chico le tiene un gran amor al arte y se deja tocar por otros para que practiquen no le vendría mal una cucharada de su propia medicina.
-Amor al arte, dices -susurró, acercándose peligrosamente a los rojos labios ya maltratados de Tao. Quería desaparecer todas esas marcas que el estúpido de Namjoon le dejó. Relamió sus propios labios, asintiendo mientras una sonrisa enmarcaba su rostro-. Vamos a ver.
No le iba a comentar esto a nadie en particular y muchos menos a un chico llamado Heng, así que, sin miedo alguno, dio por acabado esa jodida mini abstinencia de un completo Tao. Juntó sus labios, casi tan estrepitosamente que sus dientes se rozaron entre sí, pero esto se olvidó en el momento que Yifan logró un ángulo perfecto en el cual pudiera saborearlos sin la necesidad de una lengua de por medio. Tao gimió, en desacuerdo o no, pero sus manos pasaron a sostener a Yifan por la camisa indeciso sobre si apartarlo de un empujón o atraerlo más cerca de él. A fin de cuentas, no hizo nada.
Se restregó contra Tao, quería hacer que éste olvidara que hubo alguna vez un Namjoon y que recordara esa única fricción de él. Se separó un par de segundos, solo para hacer que ambos tomaran un respiro y después de ese tiempo volvió a atacar explorándolo más profundamente ya que Tao accedió a que su lengua bailara dentro. Como era de esperarse Tao era un inexperto, se movía torpemente, pero Yifan amaba esa inocencia e ingenuidad de parte del menor. Demonios, quería enseñarle de todo y arrebatarle todas sus primeras experiencias. Succionó y lamió, asegurándose de dejar una pequeña marca en los labios de Zitao para que lo recordara por un muy buen tiempo.
El menor gimoteó completamente rojo y sin aliento en el momento que Yifan se levantó, separándose de él. Ambos tenían esa mirada subida de tono y la tensión poco a poco se había transformado en lujuria. No obstante, Kris se había separado, había dejado solo a Tao quien parecía estar ultra sensible aún tirando en esa banca con la boca entre abierta.
Mentiría si dijera que no era tentador, sin embargo, ese apenas era su strike dos junto con una tarjeta amarilla para advertirle a Tao que se ande con cuidado. Ya que, para cuando llegara ese strike tres, no iba a tener compasión y le valía una y mil mierdas más si el chico era virgen. Planeaba tomarlo, llevarlo a la locura y hacer que se disculpara por todo ese comportamiento quisquilloso de dos años enteros.
A la mierda Heng y su estúpida promesa.
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