A Heeseung le gustan los gatos. —Dije revisando la pequeña lista de dos personas que habíamos hecho Yeonjun y yo. Converse estaba dormido entre nosotros.

Era temprano, el sol ya había salido y luz entraba por la ventana, la habitación se veía limpia y la joven que nos ayudaba con la limpieza había terminado rápido y se había ido, a esa hora solo quedábamos nosotros dos sentados sobre la cama jugando con Converse. Era tranquilo, porque incluso los pájaros cantaban sin prisa fuera del departamento

Ambos teníamos trabajo, ninguno fue, ambos teníamos llamadas perdidas y ninguno respondió, en ese momento solo éramos Yeonjun y yo juntos y tomando café que ordenamos por una aplicación. Teníamos montones de papeles alrededor y las sabanas desechas, pero estaba bien. Se sintió bien estar ahí.

—A Hueningkai le encanta Converse —Dijo Yeonjun leyendo uno de los tantos papeles amontonados— ¿Qué hacemos con el departamento?

—Tienes un hermano menor.

—¿Y tu madre? ¿no le gustaría un lugar céntrico en corea?

—No, ella está bien tranquila... Tengo que enviarle las cosas hoy.

—¿Qué le enviarás?

Fotografías.

—Ah... creo que mi madre tiene suficiente con las revistas... Pro no tiene auto... no, creo que el auto será para Converse.

—¿un auto para un gato?

—Sí, suena bien

—Está bien.

Comenzamos a ordenar todo, era temprano y teníamos energía, aunque los celulares seguían sonando ninguno respondió, incluso Yeonjun apagó ambos para que dejaran de hacer ruido, y después volvió a encender uno para ordenar comida porque no teníamos nada más que café.

Todo era tan ameno y tranquilo que quería detener el tiempo, quedarme ahí con Yeonjun por siempre y solo desaparecer. Que todo fuera perfecto. De algún modo lo era, porque me sentía tranquilo

—Hay que casarnos. —Dije de golpe, no lo pensé mucho. Yeonjun levantó su mirada.

—Sí, creo que puedo pedirle a mi manager que lo resuelva todo para hoy. —Respondió Yeonjun con simpleza. Yo sonreí—. Hyuka será testigo.

—No hay problema, Heeseung será el mío.

—¿Heeseung me conoce?

—¿Quién no te conoce, Choi Yeonjun?

—Solo tú me conoces en realidad. —Touché—. Quiero regresar al mar. —Dijo de repente—. Sólo lo vi una vez de niño, pero quiero regresar a él.

Yo sonreí.

—También quiero ir al mar.