—No, no, no, y mil veces no.

— ¡Yeonjun, porfavor, de verdad necesito tu ayuda con esto!

— ¡Es una película, puedes ir tú mismo!

Daniel suspiró, y luego se acercó a Yeonjun.

—Yo cumplí con mi parte, debes hacerlo, ¡y es urgente, Soobin nunca me había invitado a ver una película tan temprano! Mucho menos cuando es un estreno.

Guardó silencio, entendiendo que había algo que pretendía hacer Soobin con toda esta salida supuestamente espontánea.

—Oh…

No podía echarse atrás, no cuando Daniel ya hizo mucho al haberle dado una advertencia a Beomgyu por lo ocurrido hace ya varios días. Menos cuando lo único que le pedía era pasar tiempo con su amigo y quitarlo de su corazón.

Tomó aire, haciendo que Daniel lo mirara con expectación.

—Entonces, necesito que me digas de qué va el universo de Marvel y porqué debería dar la pelea con Soobin de que Gamora es mejor que Rocket.

Seo parpadeó cuando dijo todas esas palabras.

— ¿Qué? Me gusta ver las películas de DC. Las de Marvel me parecen aburridas.

Suspiró de alivio y le miró con una sonrisa. Negando con la cabeza.

—Rocket es mejor personaje que Gamora.

Yeonjun sonrió y entonces Daniel comenzó a contarle todo lo que sabía del universo que creó Stan Lee, preparando al mayor para poder ver con tranquilidad la película de los Guardianes de la Galaxia junto a Soobin.

Luego de eso, Daniel le ayudó a escoger el vestuario ideal para la ocasión, le enseñó algunas cosas que son importantes para Soobin y luego lo envió al cine con una ropa que para nada era su estilo original.

Daniel sabía combinar su armario, eso es cierto.

Tragó saliva cuando llegó, preguntándose si acaso Soobin notará la diferencia entre Daniel y él, si le dirá algo o incluso si se abrirá tan fácil con él de la manera en la que confía en su mejor amigo. Le aterraba que las cosas salieran mal de esa forma.

Tomó aire, intentando quedarse tranquilo, dándose la confianza de que en realidad Daniel y él son más parecidos de lo que cree. Y que con tan sólo cambiar su color de cabello, pudo confundir a Youngeun, Soobin no debería significar un problema, al menos no en esta salida.

Tal vez no era tan parecido a Daniel como pensó en primeras instancias.

Sí, tenía un parecido casi perturbador en lo que respectaba a su rostro, y ahora compartían el mismo color de cabello, sin embargo se dio cuenta de que habían cosas que los hacían mucho más distintos de lo que creyó a parte de sus nombres.

Sus amistades.

Choi Soobin era un chico realmente hermoso, cuando lo vio por primera vez, juró en que se trataba de un modelo y no un compañero de su facultad como se presumía, su cabello negro y es probable que recién fue cortado, puesto que aportaba a esa apariencia elegante, por mucho que estuviera vistiendo una simple camisa blanca con unos jeans claros.

Sólo deseaba que aquello no fuera un factor por el cual preocuparse, sino que más bien para cuestionar firmemente una sola cosa, y es que realmente estaba sorprendido de que ese chico, con lo guapo y cariñoso que era, sigue soltero. ¡¿Es que acaso nadie ve el diamante bien pulido y precioso que es ese chico?! Realmente deseaba saber qué es lo que no haría a Soobin especial, porque era el paquete perfecto.

A pesar de que actuaba realmente confiado, se comportaba de una manera bastante respetuosa -rozando lo tímido-, siempre tratándolo de "hyung" y cuando comenzó la película se aseguró de guardar silencio. Se sintió bien, Yeonjun realmente estaba disfrutando de la película y la presencia del pelinegro, comenzando a cuestionarse si de verdad valió la pena haberse puesto tan nervioso.

Al menos hasta que se dió cuenta de que Daniel tenía razón cuando dijo que Soobin planeaba algo.

No conocía los límites que marcaron entre el Choi menor y Seo, pero un abrazo no suele durar tanto tiempo. No cuando estás con tu mirada fija en la película y ves que aplicó el mítico movimiento de bostezar para rodear sus hombros con el brazo.

Un clásico, el cual se puede romper.

Llevó su mirada hacia Soobin, quien le sonrió cuando notó aquél detalle, entonces tomó su vaso -aún con gaseosa- y se acercó al oído del chico.

—Se me acabó la gaseosa.

Esa simple frase, acababa de todas maneras ese intento de coquetear sin palabras, ya que, si Soobin era todo un caballero con su hyung, entonces no dudará de dejar la batalla entre los Guardianes y los Sovereign por las baterías que robó Rocket, pero si el chico no lo capta, irá él mismo a fingir que rellenaría su vaso.

Ambos eran astutos, puesto que Soobin le quitó con suavidad el vaso de su mano y tomó el suyo también, sin dejar de mirarlo.

—También la mía, vuelvo pronto.

Lo vio retirarse de la sala y siguió viendo la película, hasta que su celular vibró y lo revisó, viendo que era un mensaje de su novio.

"Pensé que eras fan de DC".

Palideció y comenzó a buscar con cierto disimulo en la sala, tratando de encontrar a alguien que, aunque sea, se parezca a la silueta de Beomgyu. Pero por más que miraba, no veía a nadie parecido a él.

Decidió contestar.

Gyu♡

¿De qué estás hablando?

Estás en el cine, con un chico que no soy yo
Y viendo Marvel.

Tragó saliva, entonces le preguntó a Daniel que en dónde se encontraba, y al tener una respuesta volvió a hablar con su novio.

Seguramente es Daniel y su amigo
Marvel me es aburrido
Y por último, estoy en el supermercado con Taehyun

Te estoy viendo
No puedes venir y hacerme el idiota

¿Perdón?
¿Sabes qué? Olvídalo, me tienes harto con tu actitud.

Apagó la pantalla de su celular, frustrado por la manera tan fría que Beomgyu usó para hablarle. Sin embargo, trató de darse ánimos, significa que estaba celoso.

O que tal vez estaba siendo un león que creía que todos eran de su misma condición.

Ese pensamiento estremeció su interior, recordando de paso el catastrófico

—Oh, gracias —recibió el vaso y le sonrió al chico mientras daba unos sorbos a este.

— ¿Ocurrió algo?

— ¿Algo…?

—Sí, parecía que algo te hubiera pasado.

Sus mejillas enrojecieron en lo que recordaba que se había dado cuenta de que Soobin estaba ya sentado a su lado cuando recibió el refresco, por lo que hubo tiempo de sobra en el que Soobin pudo verlo tener ese desánimo por el cruce de palabras con su novio.

Se supone que "Daniel" estaba ahí para pasar un buen rato con su amigo, no para relatarle sus problemas a Soobin.

—Ah, era Yeonjun. Creo que discutió con su novio —su atención se desvió al ver una escena impresionante, recordando lo que estaban haciendo antes de todo ese momento.

Soobin miró la pantalla, y al cabo de unos segundos los dos estaban con la atención fija a la batalla que se estaba llevando a cabo, sin embargo, fue clave que esta vez sintió la mano de Soobin sobre la suya, haciendo que se fije en eso y se cuestionó si deba quitar la suya o no.

Son ese tipo de detalles que debió aprender antes de aventurarse. La probabilidad de que las cosas salieran mal iban en aumento.

Ya no estaba seguro de si sería capaz de llevar a cabo lo que Daniel le pedía.

Tragó saliva y entonces quitó su mano, pero rápidamente tomó un puñado de palomitas y se lo llevó a la boca, llamando la atención de Soobin, pero este pareciera quitarse las dudas al notar que el rubio seguía con la mirada plantada en la pantalla.

Su corazón latía a mil, intentaba de todas las formas posibles de no mantener contacto físico que pudiera parecer sospechoso. Intentando concentrarse en la película.

Al menos hasta que su celular volvió a hacer de las suyas con otro mensaje de Beomgyu.

"¿Quién es ese chico?"

Miró a Soobin, quien ya no parecía interesado en tomarle la mano o tener esos roces coquetos, más bien, se había interesado más en la película.

Sin embargo, a pesar de que estaba consciente de que Soobin no estaba atento como para hacer nacer nuevas preguntas, prefirió ignorar el mensaje de su novio y ya no seguir con la conversación.

Le hablará cuando sus emociones se hayan calmado.

Daniel no se estaba llevando la mejor parte.

Acompañó a un amigo de Yeonjun al supermercado, puesto que ese día habría un partido y pues, preferible era sacar de quicio al novio de su amigo que fallarle a los amigos de su amigo.

Fue divertida esa frase en su mente.

Pues, no fue tanto problema, ya que Kang Taehyun ya llevaba una lista de qué llevar y escogió las cosas que por excelencia habría seleccionado en tiempos donde el verdadero Yeonjun le acompañó.

Quería saber si podía manejar una situación suplantando la identidad de Yeonjun sin la ayuda de este, puesto que sabe muy bien que podría darse una situación de verdad y Yeonjun no podrá darle un consejo o guiarlo. Iba bien, la verdad actuaba según su pregunta de "¿Qué haría Yeonjun?" Y hasta ese momento ha acertado de buena forma.

Pero no creía que Beomgyu fuera a contarle sus problemas a todo el mundo.

—Para haber discutido con Beomgyu, te veo muy animado —comentó Taehyun, llamando la atención del rubio.

— ¿Ah?

—Cuando te invité a venir, creí que te ibas a negar y que te mantendrías en el plan de no asistir al partido o a la parrillada, te mantendrías a en tu cuarto o yo que sé —tomó un paquete de cervezas y la dejó en el carrito —. Es la primera vez que te veo tan tranquilo después de discutir con tu noviecito.

Parpadeó un par de veces, él no le había contado nada, claramente no lo haría, ni siquiera tenía su número de celular. Pero se tiene que haber enterado de alguna parte, y podía apostar que el verdadero Yeonjun no tenía nada que ver.

De lo contrario le hubiera dicho.

Suspiró mientras tachaba las cervezas de la lista, volviendo su mirada a Taehyun.

—Qué me veas tranquilo no quiere decir que no me duela. Pero ya no podía perder el sueño por algo que sigue repitiendo él.

— ¿Se puso celoso de Daniel?

Asintió, entonces Taehyun negó con la cabeza mientras suspiraba.

—De verdad es un tonto —contestó —. Me alegra que hayas tomado la decisión de volverte duro con él en ese aspecto. No puede aislarte de todos diciendo que estás juntando demasiado con tus amigos. Serim y él pasan tiempo que incluso me pregunto de dónde sacan y no les dices nada.

— ¡Exacto! Beomgyu es libre de hacer lo que quiera, pero que no venga a molestarme. Soy su novio, no un objeto —se cruzó de brazos, hasta que una notificación de Yeonjun se hizo ver.

Yeyito

Creo que Beomgyu me vio en el cine
Ha estado molestando todo este rato
Quiero llorar, nunca antes fue así de frío
Y me siento peor
Soobin me ha estado preguntando si estoy bien…

Hizo una mueca y guardó su celular.

— ¿Ocurre algo? —preguntó Taehyun, y asintió.

—Debo irme, Beomgyu está insistiendo en que fui al cine con alguien más. Seguramente se encontró con Daniel y su amigo.

El castaño guardó silencio por unos segundos, antes de volver a abrir la boca.

—Creo que no es necesario.

Frunció el ceño y se volteó, viendo a Beomgyu junto a quien supuso y se trataba de Serim, el compañero de la universidad del castaño.

Parecía bastante molesto, eso no lo podía negar nadie. Pero, se metió con el chico equivocado, y se lo haría saber en menos de dos segundos.

—Tú…

— ¿Te divertiste en el cine, Beomgyu? —preguntó mientras se cruzaba de brazos, interrumpiendo las palabras del chico y haciéndolo cerrar la boca, aún le sorprendía ver a su novio molesto—Espero que hayas saludado a Daniel por mí.

Beomgyu no dijo nada, en cambio, miró a Taehyun, quien le sonrió de lado, indicando que en realidad estaban a punto de humillarlo de todas la maneras posibles. Y que se le venía uno de los mejores espectáculos.

— ¿Pensaste que te estaba mintiendo? Te dije lo parecidos que somos, pero ¡adivina! No me escuchaste, no sólo quisiste hacerme pasar un mal rato, y eso, no te lo soportaré.

—Yo no dije eso.

— ¿Y entonces qué fue todo eso entonces? ¿Vas a venir a decirme que no quisiste insinuar que soy un mentiroso? Te dije que estaba en el supermercado, y aquí estoy, me estás viendo.

Daniel se preguntó si acaso Beomgyu tenía alguna buena cosa que de verdad haya hecho que Yeonjun se enamore tanto al punto de querer mantener su relación a toda costa, o si acaso hay algún sentimiento que esté carcomiendo el interior de Yeonjun, como la responsabilidad o de mero compromiso, porque no era normal que alguien quisiera estar con alguien que tuviera ese raro sentimiento de pertenencia y encima fuera un infiel. Le espantaba.

Pensó en que era suficiente por ese momento, de lo contrario terminaría con la relación y no iba a incumplir con Yeonjun, así que tomó aire y se acercó a Taehyun.

Todos se quedaron paralizados y en silencio durante unos segundos, muy probablemente esperando que el Yeonjun que acostumbraban a ver se hiciera presente y comience a llorar, se tire a abrazar a Beomgyu y le pida disculpas por actuar así. Pero eso no iba a pasar, porque él no es Choi Yeonjun, y él no iba a dejar que sigan pisoteando a ese pobre corazón de pollo.

—Eres mi novio, no mi dueño como para controlar lo que puedo o hacer o no —contestó mientras miraba a Beomgyu una vez más, luego divisó al acompañante del chico y arrugó la nariz —. Disfruten de su salida.

Taehyun tapó su boca con su mano con cierta sorpresa, no creyó que viviría para ver a Yeonjun poniendo en su lugar a su encaprichado novio.

Finalmente ambos abandonaron el pasillo donde sacaron las cervezas, Daniel yéndose sin mirar atrás ni con una pizca de culpa en sus entrañas, sólo quedaban las ganas de haberle dicho más, de hacer que Beomgyu deseara nunca haberse metido con Yeonjun ni engañarlo de la forma en la que lo hizo. Pero al menos se llevó la satisfacción de ir acompañado de alguien que compartiera la misma idea.

Pues mientras le toque suplantar a Yeonjun, hará que el resto del mundo vea el tremendo ser que es.

Miraba de manera constante los distintos puntos donde pudiera emerger gente, preocupado de encontrarse con Beomgyu.

Si lo hacía, iba a llorar en frente de él y se iba a destapar todo, sería el fin del plan y arruinaría todo.

Después de que terminara la película, Soobin le preguntó si podían ir a comprar ciertas cosas, puesto que ese día habría un partido de fútbol y le gustaría verlo, y por supuesto que aceptó. De todas formas, él también iba a ver el mismo partido con sus amigos.

Así que ahí estaban, en el supermercado y esperando a que Soobin se decidiera por las botanas que llevaría para ver el partido, lo cual estaba tensando cada vez más al rubio.

No es tonto, vió a Beomgyu entrar junto a Serim, y el miedo de que él hubiera estado siguiéndolo le estaba poniendo los pelos de punta.

—No puedo creer que te haya tratado así…

Se congeló por completo al escuchar esa frase proveniente de la segunda persona que menos quería oír.

—No lo entiendo, su actitud ha estado así desde la mañana —tomó aire y jaló a Soobin del brazo y le sonrió.

—Creo que es más divertido hacer uno mismo las botanas, de todas formas aún queda tiempo para preparar algo antes del partido —aconsejó, intentando no verse tan tenso como estaba.

— ¿Tú crees? —asintió ante la pregunta del pelinegro, quien rascó su nuca y entonces se apresuró a salir del pasillo, encontrándose cara a cara con Beomgyu y Serim.

Los tres guardaron silencio, entonces Soobin lo alcanzó y posó una mano en su hombro, haciendo que se pusiera demasiado nervioso.

Su novio estaba viéndolo fijamente, pero en lugar de dar paso al enojo, más parecía que iba a tener un infarto.

Se retuvo de decir algo, mordiendo su labio y entonces desvió la mirada.

—Tú… Tú debes ser Seo Daniel, ¿no?

Soobin lo miró confundido y con la cabeza alzada, algo intrigado por la presencia del chico que estaba ahí presente.

—Sí, lo soy.

Serim lo miró por unos segundos más antes de darle un golpe en el brazo a Beomgyu, haciendo que este se quejara y sorprendiera en cierta parte a Yeonjun.

— ¡¿Y eso a qué vino?!

—Pues resulta que sí hay un doppelganger de Yeonjun, ¡Eres un celopata!

— ¿Doopelganger?

—A-ah, Yeonjun y yo nos parecemos un poco.

— ¡¿Un poco?! —se metió Serim —Oye, estos dos son como dos gotas de agua, te lo juro, ¡es más! Acabamos de ver a Yeonjun.

Beomgyu miró con regaño a su amigo, quien le sacó la lengua.

—Escucha, juraba que Yeonjun estaba descargando todas sus rabias con Beomgyu porque sí, pero ahora que eres prueba viviente de sus palabras le creo totalmente, ¡es como ver doble!

— ¡Serim!

No dijo nada, puesto que sabía lo que implicaba aquello y entonces se volteó a Soobin.

— ¿Te apetece comer tteokbokki? Aprendí una receta hace unos días y es muy buena —Soobin alzó los hombros y le sonrió.

—Si los preparas tú puedo jurar que quedarán bien.

Yeonjun alzó las cejas al oír eso y rió de forma nerviosa, pero entonces asintió y se decidieron por dejar a ambos muchachos ahí, al menos hasta que un suave jalón se sintió en su brazo, deteniéndose y volviendo en sus pasos, quedando otra vez frente a Beomgyu.

Soobin se volteó e iba a intervenir, al menos hasta que el mismo Yeonjun habló.

— ¿Puedes soltarme?

—Necesito tu ayuda.

—Oye… —Soobin intentó intervenir otra vez, pero Yeonjun no lo dejó.

— ¿Ayuda con qué?

—Con Yeonjun —alzó una ceja, lo que el castaño quisiera decirle será posible motivo de dos cosas. O darle un beso, o largarse a llorar —. A bajarle los humos.

—Vete al demonio —espetó y se soltó del agarre de su novio, jalando suavemente de la camisa a Soobin y abandonando a Beomgyu ahí, intentando tragarse el amargo sabor de querer darle una fuerte cachetada.

Se disculpó con Soobin una vez estuvieron lejos de su novio, pero no se sintió mejor cuando Soobin le sonrió y le dijo que estaba bien, porque se seguía sintiendo culpable. Estaba claro que aquello le afectó, pero no iba a dejárselo saber al mejor amigo de Daniel.

Porque, mientras le toque suplantar a Daniel, intentará encantar a Soobin con alguien más, y así olvidarse un rato de Beomgyu.