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𓂋 🍓 ۪ ―︭︦✿ photoshoot♡̲𝆬

︵   ۪ ⭒ 𔓘 capitulo ocho  𓈒  
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ㅤ     ꣑୧  ۠ ⭒ sonder

LA RELACIÓN ENTRE AMBOS NO MOSTRÓ SIGNOS DE mejora, y lejos de hacer un esfuerzo para resolver sus diferencias, parecía que se aferraban aún más a su indiferencia mutua. La tensión era palpable, como si estuvieran atrapados en un perpetuo invierno emocional. Beomgyu, por su parte, parecía haber desarrollado una especie de rutina: solo se permitía desayunar o comer cuando su nona Ji-ah estaba en la cocina. Si el alfa se encontraba en el comedor, Beomgyu simplemente recogía su comida y se retiraba a su habitación, ignorando la presencia del otro como si fuera un fantasma.

Finalmente después de una pequeñas vacaciones volvería a su trabajo como modelo, justo se estaba preparando para su sesión de fotos algo larga, donde mostraría algunos perfumes y ropa de la empresa. Soobin le había dejado esa pequeña agenda, sabía que era libre de tomarla o no mientras todo estuviera dentro de su tiempo, obviamente después de tanto, regresar a su trabajo le agradaría bastante.

—Su sesión de fotos inicia a las cinco de la tarde, el tiempo de duración no está aún decidió ya que podemos tardar debido a todo lo que nos mandó su hermano para el catálogo —informo la omega de ojos grandes y adorables—. Puede ir alistarse y regresas al set cuando las chicas terminen.

—Gracias Yuna ¿Ya comieron?

—Si Beomgyu, su hermano contrato un servicio especial y también tenemos una mesa de pequeños bocadillos y bebidas —explico señalando el lugar donde se encontraba—. Tenemos todo listo y solo estamos esperando a que lo vistan y maquillen, puede pasar con las estilistas. Sobre su guardaespaldas, le hemos asignado un lugar para que pueda estar cómodo.

—Comencemos con la sesión por favor.

El tema principal trataba de un color rojo y tonalidades blancas, parte del lugar daba un contraste filtro cherry debido al aroma del nuevo perfume, su vestuario también era acordé de la temática: una camisa de seda en color rojo que caía por sus hombros dejando al descubierto parte de sus clavículas y pecho, junto a ella venía una falda color negro larga que dejaba poco al descubierto de sus finas piernas. Su maquillaje consistió en un delineador rojo que al final de este tenia en cada lado de sus ojos pequeñas cerezas, una sombra ligeramente blanca con brillos y sus labios pintados de un gloss rojo que solo hacían lucir a estos más apetecibles, también el mismo labial tenía un ligero aroma a fresas.

—Quedo bellísimo joven Beomgyu —halago una beta con una preciosa sonrisa en su rostro, quien con mucho cuidado coloco un collar y unos aretes pequeños—. Ya está listo, asegúrese de no tocar nada del maquillaje para no arruinar.

—Tranquila, tu obra de arte no puede destruirse está tarde —sonrió bastante satisfecho por el resultado.

Las personas preparaban las cámaras y algunos mencionaban que ya alistaran las luces porque Beomgyu ya estaba listo, Yeonjun estaba algo perdido con la situación pero aún así no dejo de ser atento a todo lo que hacían, desde colocar pequeños cojines y algunos productos de la marca en canastas hasta hacer del escenario algo natural.

—Escogimos el vestuario perfecto Yuna —menciono el camarógrafo con una radiante sonrisa.

Al principio, Yeonjun estaba desconcertado, su mirada todavía estaba fija en el escenario, perdido en sus propios pensamientos pero entonces, algo cambió. Su atención se desvió hacia la entrada del estudio cuando una figura familiar hizo su aparición. Era Beomgyu, pero había algo diferente en él, su vestuario era inusual, un desvío de su estilo habitual que no pasó desapercibido. Vestía una combinación de colores perfecta que hacía resaltar su piel lechosa, haciendo que brillara bajo las luces del estudio. El maquillaje ligero en sus ojos realzaba su brillo, añadiendo un toque de misterio a su ya encantadora apariencia. No había forma de negarlo, Beomgyu se veía absolutamente deslumbrante.

—Encantador, simplemente todo lo que esperamos para esta sesión de fotos —aplaudió el mismo hombre—. Ahora acuéstate o siéntate entre los pequeños cojines, quiero expresiones suaves pero atrayentes. Sostén entre tus manos algún labial y juega con ellos para tener las tomas perfectas.

Beomgyu asintió acatando cada orden para llevarlas acabo en cada fotografía, desde la actitud hasta los movimientos de sus manos.

Las primeras cinco fotografías fueron recostado sobre las suaves mantas y cojines, las siguientes fueron sentado mientras una especie de tinta roja recorría desde la zona de su cuello hasta perderse entre la camisa y su piel.

—Eres espléndido Beomgyu.

El alfa no podía describir que sucedía, estaba perdido pero a la vez hipnotizado por lo que observaba, nunca pensó que Beomgyu tendría esa pasión al trabajar y esa habilidad de hipnotizar con sus sutiles movimientos y miradas coquetas.

Pasaron las primeras dos horas y Beomgyu ya llevaba al menos unas veinte fotos con tres vestuarios diferentes, solo serían cuatro y ya estaba siendo preparado para el último.

—Este último solo consiste en una fina camisa blanca, conseguimos una que llegara un poco más grande a tu talla pero estás en tu desición si usarlo, también tenemos un short corto de mezclilla para tu comodidad.

Beomgyu medito la situación por unos segundos, realmente no sería nada revelador si lo pensaba, solo era una camisa y un short.

—Lo usaré no te preocupes.

La camisa le llegaba unos centímetros arriba de su rodilla pero lo que más le sorprendió fue lo muy ajustados que estaban aquellos shorts, no le avergonzaba porque tenía un cuerpo precioso conformado por bonitas curvas y debido al ejercicio sus glúteos tampoco estaban tan mal. Con una sonrisa termino de alistarse, después de que despeinaran un poco su cabello y retocaran partes del maquillaje finalmente el omega caminaba de vuelta al estudio.

Exhaló un suspiro profundo, intentando calmar la tormenta de emociones que se agitaba en su interior. Con pasos decididos y apresurados, se dirigió hacia el escenario. Allí, unas mantas rojas ya estaban dispuestas, esperando para ser colocadas sobre el omega y a su alrededor. Mientras lo preparaban para colocarle las sábanas, no pudo evitar echar un vistazo rápido a su entorno, a unos pocos metros de distancia, justo en su línea de visión, estaba Yeonjun. Sus ojos oscuros y felinos estaban fijos en él, Beomgyu supuso que era por el tiempo que habían estado en ese lugar, tal vez estaba molesto. La intensidad de su mirada era casi tangible, como si intentará analizarlo o juzgarlo con ella.

—Cariño necesito de tu completa atención ahora ¿Si? No muevas tu cuerpo y solo quiero expresiones faciales, por el momento este es del perfume pero solo enfocaremos tu rostro y el espacio necesario —menciono entregándole la botellita de perfume y cortando ese contacto visual entre ambos—. Quiero que en ocasiones roces un poco en tu cuello y agrega sonrisas perfectas, esas que tanto me gustan.

—Esta bien.

Mientras Beomgyu se concentraba Yeonjun estaba hecho un completo desastre aunque no lo hiciera notar, los primeros vestuarios fueron una prueba fácil pero este último solo había activado una alarma peligrosa. Sus ojos no evitaron recorrer el pequeño y delicado cuerpo del omega, sus lindas piernas, esas caderas que solo hacían resaltar su pequeña cintura y aquel respingón trasero que se moldeaba perfectamente a la tela de mezclilla.

Su lobo luchaba por mantener el control mientras que el solo evitaba no perder todo y tomar al omega. Estaba realmente mal pensar de esa forma solo por ver aquel niño pero ya no podía parar sus pensamientos.

—¿Una botella de agua? —pregunta una omega extendiendo dicha bebida en su dirección—. Es bueno que el joven Beomgyu tenga compañía en esta clase de lugares, suele ser muy agotador cuando terminan. Una pregunta y no la responda porque está en su derecho ¿Es el alfa de nuestro querido Gyunnie?

—Gracias por el agua. El joven Beomgyu y yo estamos muy lejos de ser pareja, fui contratado por su hermano para cuidarlo.

—Oh, realmente lo siento mucho por el malentendido.

—No te preocupes.

—De echo Beomgyu es un ángel señor, no solamente lo digo por su apariencia tan delicada sino porque a muchas de nosotros nos dio la oportunidad de mostrar nuestro talento en una empresa tan famosa como está, el nos dio el trabajo cuando más lo necesitábamos y actualmente creo una escuela pequeña para enseñarle a más jovencitas como nosotras.

—No sabía nada sobre eso.

—De echo parte del dinero por está campaña se dará a hospitales y orfanatos, el siempre se encarga de llevar el dinero personalmente.

—¿Y cómo se llama usted?

—Que descortés, soy Yeji.

—Un gusto Yeji, Yeonjun.

—Encantada. No lo tome a mal pero usted mira muy diferente a Beomgyu, no puedo describirlo pero realmente aprecia las cosas bonitas.

—Solo estoy sorprendido, no sabía la pasión que tiene con estas cosas del modelaje —respondió volviendo su vista al omega, quien de alguna forma los miraba ambos sin ninguna expresión en su rostro—. La mayoría del tiempo solo está en la escuela y en su casa así que este cambio de rutina si me sorprende.

—Bueno supongo que es normal aunque realmente lo dudo, ya no diré nadamas. Un gusto conocerlo detective Yeonjun, debo ir a guardar lo que el joven Beomgyu utilizo.

—Igualmente Yeji, gracias por la pequeña compañía.

El alfa no pudo explicarlo como tal pero en ese momento cuando Beomgyu decide mirarlo mientras esta sentado en medio del escenario con aquella fina camisa cayendo por sus hombros, de alguna forma se da cuenta que estaba muy jodido y más de lo que pensaba. Beomgyu seguramente pensó muchas cosas pero el solo esperaba que fuera una de ellas.

ꕀ 🍷  ۠  ♥︎ 𝅄  ੭̲🍒

El señor Lee había enfermado y debido a eso tuvo que descansar en su casa por órdenes de Beomgyu, entonces durante esos días tenía que pasar más tiempo a solas con Yeonjun y realmente odiaba esa idea.

—No comiste nada durante la tarde —menciona Yeonjun rompiendo el silencio tan incómodo entre ambos, pero a pesar de eso no recibe respuesta—. ¿Quiere que lo lleve algún lugar joven Choi?

Beomgyu solo niega con la cabeza reusandose hablar con el alfa.

—Seguirás con la ley del hielo entonces, está bien.

Tal vez después de volver a casa y encontrarse con Taehyun hablando con Ji-ah le sorprendió demasiado, se supone que su amigo tenía asuntos por arreglar hasta el sábado por esa razón no había ido el resto de la semana a la escuela. Pero tan pronto lo vio, corrió hacia el alfa abrazándolo, del alguna forma le tranquilizaba tenerlo cerca.

—Alguien me extraño mucho —menciono con una sonrisa—. Yo también Gyunnie.

—Se supone que regresabas mañana —dice un tanto confundido.

—Tambien lo pensé pero al parecer las cosas salieron muy bien y regrese antes, en parte porque mis padres quieren verme, por fin después de dos meses van a visitarme —responde acomodando los mechones algo largos del omega—. Ya necesitas un corte de cabello. Por cierto, buenas noches detective Yeonjun.

—Buenas noches Taehyun.

—Bueno entonces salúdame a tus padres, sobre tu otro consejo creo que voy a dejarlo crecer un poco —sonrió—. ¿Ya comiste?

—Creo que estarán encantados de verte pero por ahora necesito hablar con ellos. Después de mi viaje solo vine hasta acá asi que no he probado ningun bocado.

—Ji-ah, puedes decirle a las chicas que coloquen la comida por favor.

—Claro mi niño.

—¿Comerás con nosotros Yeonjun? —pregunta el peliazul.

Yeonjun le da una rápida mirada al omega notando la molestia en su rostro, sabía que en lo poco de conocer su relación entre esos dos nunca se negaban o se decían no, por eso ahora usaría ese pequeño detalle a su favor.

—¿Qué dice joven Choi?¿Puedo comer con ustedes? —queria burlarse, pero esa sonrisa que mantiene en su rostro es suficiente para que entre dientes Beomgyu suelte un débil “si".

Taehyun está un tanto confundido, pero no es tonto, la tensión entre esos dos es mucha que comenzaba asfixiarlo. Durante la comida el único ruido fue el choque de los cubiertos, Beomgyu estaba perdido en su propio mundo mientras Yeonjun estaba de lo más tranquilo aunque pensara que nadie se daba cuenta algunas veces miraba al omega.

El peliazul tenia una vaga idea y sabía que en ese instante estaba sobrando mucho, aunque muy pronto podia cantar victoria sabiendo que siempre tuvo la razón.

—¿Qué tal el trabajo Yeonjun? Me imagino lo difícil de la situación hasta este punto —Taehyun de alguna forma trata de mantener un ambiente cómodo—. Sabes siempre tuve curiosidad.

—Estamos resolviendo el problema, por el momento tenemos algunos sospechosos pero fuera de eso el peligro no es tanto hasta ahora —responde—. ¿Qué necesitas saber?

—¿Los entrenan como en las películas? Así les ponen pruebas difíciles para llevar sus sentidos al máximo o solo un entrenamiento militar normal.

—Es un hombre de pocas palabras, no esperes que te responda mucho.

—Tampoco confíes tanto en una persona que cree que dejándote de hablar solucionará todos los problemas.

—Oh disculpe señor tengo que controlar a todos, no sabía que ahora tener a alguien hasta cuidándote en el baño era algo bueno —bufa sin despejar su mirada del pelinegro—. La próxima vez haz bien tu trabajo.

—Yo no tengo la culpa de que tus actitudes infantiles me hagan seguirte a todas parte cuidando de que no hagas una tontería.

—No soy un idiota ni tampoco un inútil.

—Nunca dije que lo fueras.

—Pero parece que en realidad eso piensas.

Taehyun estaba callado, demasiado que asimilar sobre estos dos.

—Creo que yo ya debo irme Gyunnie, nos vemos el lunes en la escuela.

—¿No quieres quedarte? —pregunta casi haciendo notar que en verdad lo necesitaba ahora mismo—. Ya es muy noche.

—Vine en mi carro, no te preocupes, estaré bien —deposita un dulce beso sobre su frente antes de tomar su chamarra—. Nos vemos después detective.

Cuando el joven de cabello azul cruza la puerta, un silencio ensordecedor se apodera del lugar. Beomgyu se encuentra cerca de la entrada, y Yeonjun, a unos metros detrás de él observa cada uno de sus movimientos con una mirada tensa.

—Termina rápido tu trabajo y después de eso, por favor, hazme el favor de irte sin despedirte —dice Beomgyu, su voz cargada de resentimiento.

—Entiendo que me odies, pero no puedes seguir con estas actitudes —responde Yeonjun, su tono sereno contrasta con la tensión del ambiente—. Cuando decidan atacar, tu única solución será mantenerte a mi lado y dejar de comportarte como un mocoso malcriado. ¿Entiendes?

Beomgyu ignora sus palabras y camina hacia un lado, su expresión es de desafío.

—Esperemos nunca tenga que recurrir a ti —contesta Beomgyu, su voz llena de desdén.

—Entonces trate de comportarse y evitar ponerse en riesgo —responde Yeonjun, su mirada fija en Beomgyu.

—Nunca lo hago, tu solo estás molesto porque un simple trabajo se te dio y por un descuido ni siquiera supiste como quien estaba ni en donde —Beomgyu no pierde de vista a Yeonjun, sus ojos se encuentran en un duelo silencioso—. La próxima vez realiza bien tu trabajo y deja de desquitarte conmigo.

—No me desquito contigo, solo estoy haciendo mi trabajo como en un principio debí hacerlo —replica Yeonjun, su mirada analizando cada detalle del rostro de Beomgyu—. Evitar que un mocoso creyera tener el control sobre mí y darle mucha libertad cuando debí haberle puesto un alto.

—No puedes hacerme daño —balbucea Beomgyu, un rastro de miedo se filtra en su voz.

—¿Quién ha dicho que quiero hacerle daño? Solamente digo que debí ser más duro contigo —responde Yeonjun, su tono es firme.

—Como en un principio detective, le deseo mucha suerte porque no soy un omega al cual pueda controlar tan fácilmente —replica Beomgyu, su voz llena de desafío.

—Sabes algo Beomgyu, desde que te conocí siempre he pensado que esa boquita luce mejor cerrada —dice Yeonjun, su voz baja pero clara.

—Pues mucha suerte en mantenerla cerrada.

—¿Quiere ver cómo puedo mantenerla cerrada? —la voz de Yeonjun es un desafío, una provocación que Beomgyu no puede ignorar—. ¿Te comió la lengua el ratón, omega?

Beomgyu no responde, pero su mirada desafiante se mantiene. No está seguro de qué sucede después, todo parece suceder en cámara lenta. Siente cómo una mano cálida se desliza por detrás de su cabeza, acercándolo. Y entonces, el impacto.

La boca de Yeonjun contra la suya, un choque de labios que hace que su corazón se acelere. El beso es profundo, intenso, lleno de una pasión que parece consumir todo a su alrededor. Los labios de Yeonjun son exigentes, dominantes, pero al mismo tiempo hay una dulzura subyacente que hace que Beomgyu se derrita.

Puede sentir la textura de los labios de Yeonjun, suaves pero firmes, y el calor que emanan. El sabor es embriagador, una mezcla de dulce y salado que le hace desear más. La mano de Yeonjun en su nuca se tensa, manteniéndolo en su lugar mientras profundiza el beso, explorando cada rincón de su boca.

El mundo parece desvanecerse, dejándolos solo a ellos dos y a la intensidad de sus sentimientos. Cuando finalmente se separan, ambos están sin aliento, sus rostros sonrojados y ojos brillantes. Pero a pesar de la intensidad del momento, hay una sonrisa en los labios de Yeonjun, una promesa silenciosa de que esto es solo el comienzo.

omg ya iniciamos, espero subir por la noche el siguiente cap

mientras dios mio, ya era momento de romper esa tensión.

gracias por leer 💘

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