𓂋 🍓 ۪ ―︭︦✿ falling to temptation♡̲𝆬
︵ ۪ ⭒ 𔓘 capitulo nueve 𓈒
ㅤ ꕀ 🍷 ۠ ♥︎ 𝅄 ੭̲
ㅤ ꣑୧ ۠ ⭒ sonder
▮BEOMGYU PODÍA SENTIR EL ALIENTO potente y cálido del alfa chocar contra su rostro. No estaba seguro si era él o Yeonjun quien inició el beso, pero de repente se encontró apoyado contra la pared, el frío de esta provocando un jadeo suave que se perdió entre el beso.
Estaba confundido, pero no quería que el momento terminara. Se suponía que debería estar molesto, gritándole a Yeonjun y golpeándolo por haberlo besado pero en lugar de eso, le permitía explorar cada rincón de su boca quedando hipnotizado por el aroma de vino y menta que Yeonjun desprendía. Su lobo interior chillaba de placer, agradecido por los deliciosos olores. Sus brazos se envolvieron alrededor del alfa, acercándolo aún más hasta que no hubo ni un centímetro de distancia entre ellos.
—Vino y menta —murmuró Beomgyu cuando Yeonjun finalmente soltó sus labios, dejándolos rojos e hinchados. Después de días de haberse conocido y tener esa incógnita por fin reconoció el aroma del alfa—. Si seguimos aquí Ji-ah podría encontrarnos.
Yeonjun lo miró sorprendido, esperando un golpe del omega. —¿Quieres continuar con esto? Fue un impulso, no debí hacerlo.
Pero Beomgyu no lo dejó escapar de sus brazos. Con un pequeño salto, se aseguró de que Yeonjun lo sostuviera por sus muslos, evitando que cayera. Podía sentir la erección del pelinegro presionar contra su entrada necesitada, sabiendo que estaba lubricando. Pero como Taehyun había dicho, tal vez solo sería una noche para liberar la tensión. Después de eso, podrían volver a odiarse como antes, ¿verdad?
—Dijiste que mi boca luce mejor cerrada, sería mejor que la ocuparas para algo más que hablar ¿Verdad Junnie? —el apodo recorre sus labios en un tono sensual y juguetón, donde mientras sus manos traviesas recorren el duro torso del alfa siente como este aprieta su trasero moldeandolo a su antojó—. Quieres esto, es tan tan necesito de tacto que el simple roce de mis manos te esta haciendo temblar alfa. Después de todo me doy cuenta que no tienes todo el control de la situación, detective Kim.
Yeonjun finalmente cae ante aquello deseos tan prohibidos. Su lobo lo quiere y el está más que dispuesto para terminar con ese capricho, solo seria una vez.
—¿Tu habitación o la mía? —suelta mientras sube las escaleras cuidando de no tirarlo.
—Mi habitación por favor —pide regalándole una dulce sonrisa—. Solo mantendremos cualquier lazo o sentimientos fuera de esto, no me gustar lidiar con ese problema.
—Totalmente de acuerdo, solo es una noche, después de eso volvemos a como estábamos antes ¿Esta bien para ti Gyunnie?
Beomgyu asiente, agarrando la corbata de Yeonjun para reunir nuevamente sus labios. El beso es ansioso y lleno de deseo, la nube de excitación los envuelve de nuevo en cuestión de segundos. Beomgyu está ansioso por explorar cada rincón de Yeonjun, por sentir sus manos en su cuerpo, satisfaciendo esa necesidad que ha surgido entre ellos. No le gustaba que lo traten con delicadeza, parecía que Yeonjun estaba empezando a entender eso.
—Sabes nene, tomaré tu palabra —Beomgyu, confundido, observa los movimientos del más alto—. ¿Por qué no te arrodillas y me muestras todo lo que esa linda boquita puede hacer?
El omega no duda, se arrodilla quedando a unos centímetros de la erección de Yeonjun. Antes de que pueda hacer algo, Yeonjun lo toma del mentón obligándolo a levantar la mirada. Siente como si Yeonjun estuviera penetrando cada uno de sus sentidos, y su mente queda en blanco cuando un suave beso es depositado en sus labios, un contacto tan sutil que apenas puede saborear.
—Comienza bebé —La mano tatuada de Yeonjun acaricia la cabellera castaña de Beomgyu, cada mechón es tan suave que no puede evitar apretarlos en un puño.
Beomgyu le regala a Yeonjun una mirada inocente, bajando lentamente su boxer y mostrando una sutil sonrisa antes de sacar su lengua y lamer la punta de la erección de Yeonjun.
Primero juega con sus manos recorriendo el gran falo, después de unos segundos y de ver el líquido blanquecino en la punta comienza a chupar la larga extensión, tratando de abarcar la mayor parte posible. Beomgyu estaba casi salivando, estaba seguro de que era más grande que la de Taehyun y mucho más gruesa. Tal vez sería la única vez que la probaría, así que intentaría tomar todo lo que pudiera.
Sus pequeñas manos abarcan el resto de la erección, moviéndose de arriba a abajo, se siente satisfecho al escuchar a Yeonjun suplicar por más. Su lengua chupa y saborea como si fuera un dulce, y en ocasiones mira a Yeonjun, orgulloso por las expresiones del mayor. Estaba gimiendo y su lubricante estaba saliendo a chorros, llenando un poco el piso. Se movía sobre su propio lugar, buscando un poco de fricción en su entrada.
—Eres excelente Gyunnie, tan bueno —dice en un ronco gemido.
—¿Te gusta alfa? —pregunta batiendo sus largas pestañas, luciendo de lo más inocente cuando estaba tan desesperado por tener esa polla jodiendolo—. Dime una cosa ¿Desde cuándo querías joderme la boca de esta manera?
Yeonjun gruño cuando el lindo castaño se dedica a chupar solo la punta, dando lamidas igual que un gatito.
—¿Te comió la lengua el ratón, alfa?
Yeonjun no responde, está al borde del clímax y con todas sus fuerzas lleva a Beomgyu de vuelta a la cama. No lo había pensado antes, pero esta sería la primera y última vez que vería al joven de esta manera: su cabello un poco desordenado cayendo sobre su frente, sus labios rojos e hinchados dejando escapar pequeños gemidos cuando crea una deliciosa fricción entre sus miembros y, por supuesto, sintiendo y oliendo lo excitado que está solo por él.
—Desde esta mañana, para ser exactos. Te aseguro que tuve que hacer un gran esfuerzo para no tomarte ahí mismo frente a todos y demostrarles que puedes ser un chico obediente —responde Yeonjun, quitándole la molesta camisa y dejando al descubierto gran parte del cuerpo de Beomgyu—. ¿Va a ser un buen chico para mí, joven Choi?
Beomgyu mentiría si dijera que esas palabras no le han excitado aún más—¿Por qué no intenta controlarme esta noche, detective?
La boca de Yeonjun se dirige a sus erectos pezones, juega con ellos, los toca y chupa a su antojo, mordiscos recorren todo su torso y sabe que para mañana las marcas estarán ahí, rojas y con un sutil tono morado. Siente la respiración del alfa contra su oído, es pesada y caliente.
—¿Quieres seguir con esto, omega?
—Creo que el hecho de que te haya chupado y esté debajo de ti a tu completa disposición dice mucho, no hace falta que lo confirme.
—¿Los condones? —No hace falta usar lubricante, puede sentir a través de los pantalones la humedad del omega y el dulce aroma que emana.
—En el cajón de la izquierda.
Yeonjun está completamente desnudo excepto por su ropa interior, y Beomgyu puede apreciar mejor el cuerpo de su guardaespaldas: espalda ancha y tonificada, brazos fuertes, un ligero six pack adornando su abdomen y, después de un rato, nota el tatuaje que adorna su hombro izquierdo que luce increíblemente sexy en esa zona.
—Si no te detestara créeme que te dejaría joderme las veces que quieras —menciona el omega cuando Yeonjun vuelve hacia el quitándole el estorboso pantalón y con ello su ropa interior—. Aunque me estás decepcionando mucho, eres más bueno hablando que haciendo otras cosas.
Yeonjun suelta un gruñido, era mucho mas fuerte así que sin nada de esfuerzo Beomgyu ya se encuentra boca abajo dándole una buena vista de ese trasero bien formado, siendo tentado por el lubricante que comenzaba a salir y recorrer esa blanquecina piel. El omega podía ser de caracter fuerte pero su lobo era todo lo contrario, su simple tacto lo hacía temblar y fue algo que Yeonjun descubrió esa noche.
—Tal vez ya eres demasiado viejo para esto, tardas mucho —Beomgyu réplica en un tono burlón. Lo que buscaba era finalmente quitarse esas ganas que tenía, si debía provocarlo para tener su polla jodiendolo entonces eso haría por el resto de la noche—. Ahora entiendo porque estás tan frustrado sexualmente, no sabes hacer sentir bien a un omega.
Entonces sucede, la primera palma cae fuertemente en su trasero, dura y precisa que siente aún el ardor recorrer esa zona. Fuera de dolerle Beomgyu suelta un delicioso gemido disfrutando de la sensación.
—Y yo aclare que esa boquita luce mejor cerrada, si dirás algo más solo espero que sea lo mucho que disfrutas mi polla dentro de tu agujero ¿Entendiste?
Sus dedos tocan la sensible entrada del omega, el líquido blanquecino escurre por sus dedos que quitándose la tentación se lleva estos a la boca disfrutando del exquisito sabor, Beomgyu no solamente olía a fresas y cerezas sino también sabía y era algo que su boca disfruto tener dentro. Un primer dedo se hunde dentro del omega, este suelta un gemido ante la intromisión y ahoga un grito entre las sábanas cuando la lengua del alfa también lo acompaña creando un chasquido delicioso que resuena en toda la habitación.
—Eso se siente muy bien Junnie —formula sorprendido por los movimientos tan profundos y expertos. Yeonjun está perdido en el sabor, su lobo no puede dejar de pedir por más mientras ambos están complacidos por la preciosa vista—. Mete otro dedo por favor.
Yeonjun hace caso y un segundo dedo le hace compañia, acelera sus movimientos queriendo joder al castaño de todas las maneras posibles y recordarle por al menos unos días que estuvo bajo su total control.
Beomgyu está siendo un desastre de gemidos, sus caderas se mueven involuntariamente buscando una penetración más profunda, muerde su labio inferior tratando de no ser tan ruidoso ni demostrarle al alfa lo bien que lo estaba haciendo sentir. Sabía que puntos exactamente encontrar, los dedos haciendo su trabajo mientras la boca de Yeonjun trataba de tragar todo ese lubricante que salía lo estaban acercando. Su abdomen bajo comenzó apretarse y cuando menos lo espero las sábanas estaban manchadas con su esencia mientras el trataba de regular su respiración.
El primer orgasmo y la noche apenas iniciaba.
—Dejame montarte —pide Beomgyu entre besos, el sabor de los labios del alfa junto a su esencia tenía una extraña combinación que le gustaba—. Por favor.
—No, me dejaste joderte así que lo haré a mi manera y como yo quiera —menciona deteniendo las traviesas manos sobre su dura erección—. Te acabas de correr hace un minuto y mira lo duro que ya estás otra vez mocoso, eres demasiado sensible.
—Estas tan seguro que es por eso, tal vez tus dedos no me follaron como debian —sonrió disfrutando de la exquisita vista de Yeonjun colocándose el condón—. No quiero que seas suave.
—No pensaba hacerlo, te he preparado muy bien y tú mismo te corriste —Beomgyu solo lo beso devorando los esponjosos labios, recorriendo con su lengua cada parte de ella—. ¿Estás listo para recibirme?
—Recuerde detective Kim, solo es una noche —y Yeonjun no se había puesto a pensar en lo mucho que le prendía ser llamado por su profesión.
—Solo una noche.
Finalmente Yeonjun toma su miembro deslizando dentro del omega, parando en ciertos momentos para que se acostumbrara a su tamaño. La sensación es exquisita, las paredes de Beomgyu lo recibían y apretaban tan bien que se tento a moverse porque escuchaba los leves quejidos del omega.
—Eres...demasiado grande Junnie —susurra sobre sus labios. Yeonjun mantiene su mirada sobre su rostro, estaba analizando cada detalle y asegurándose que no hubiera un rastro de dolor en el, tampoco sería un idiota para lastimarlo—. Creo que ya puedes moverte.
Yeonjun da la primera embestia, siente a Beomgyu temblar bajo sus brazos mientras sus ojos se cierran disfrutando de la deliciosa sensación, se sentía tan lleno. Sus labios se abren cuando el alfa continúa moviéndose en un ritmo lento, tratando de profundizar lo envuelve en sus piernas atrayendolo más a su cuerpo, sintiendo como su propia erección rozaba entre ambos.
—Mas rápido alfa —pide enterrando sus uñas en la fuerte espalda, se sentía jodidamente bien. Sus delicadas manos se sujetaron de los hombros del alfa, desde esa distancia observo los tatuajes en su hombro, solo era uno y era curioso por el diseño de una rosa. El resto de su brazo seguía siendo adornado por aquella tinta oscura y diferentes figuras—. Ah dios, se siente tan bien Junnie.
Yeonjun entraba y volvía a salir para enterrarse nuevamente en el, sus embestias nunca bajaron su velocidad, estaba disfrutando mucho de las expresiones contrarias que por un momento llegó la tonta idea de repetirlo pero estaba muy seguro que después de esto su lobo dejaría de molestarlo.
Beomgyu era un mocoso respondón pero precioso, tenerlo debajo suyo gimiendo y suplicando por más tal vez fue la mejor jodida vista que pudo tener.
—¿Te gusta como te hago sentir nene? —Beomgyu asintió soltando un lloriqueo cuando Yeonjun volvió a salir—. Eres tan bonito pero lástima que esa actitud tuya arruine todo.
—Pero fue la misma que nos llevo hasta aquí ¿Es un agradecimiento o un reproche? —cuestiono sentándose sobre la dura erección, en un momento de descuido Yeonjun había dejado al omega tumbarlo sobre la cama.
—Tomalo como tú quieras —Beomgyu sonrió tomando el pene del alfa y volverlo a introducir dentro de el. Un fuerte gemido sale de sus labios debido a lo profundo que se sintió por la nueva posición—. Más despacio lindo, te vas a lastimar.
—Folleme detective Kim —murmuro sobre su oído, mordiendo el lóbulo de su oreja con sensualidad—. Enseñame hacer un niño educado.
La mano tatuada del alfa rodeo la pequeña cintura ayudándole con sus movimientos, fuertes y profundos, Beomgyu saltaba como un experto mientras se dedicaba a morder y marcar el cuello del alfa. Quería dejar una marca en su piel, una que le dijera que esa sería la única vez donde estaría bajo su total control.
—Estas tan apretado Beomgyu —el omega abrió sus ojos cuando una mano rodeo su cuello, los tatuajes en ella solo habían encendido más esa chispa dentro suyo, el apretón era fuerte pero no tanto para lastimarlo—. Eres un buen niño, me recibes tan bien.
—Besame Yeonjun.
Sin soltar su agarre lo acerco chocando sus bocas en un profundo beso, donde el chasquido de sus bocas junto al ruido de sus cuerpos fue una exquisita melodía para sus oídos.
La mezcla de sus olores era hipnotizante, Beomgyu estaba mareado por el aroma a menta y vino, demasiado perdido entre esa sensación. Yeonjun, por su parte, jamás creyó que un aroma tan dulzon como el del omega lo llevará hasta este límite, convirtiendo sus pensamientos en realidad y pasando muchos límites de su trabajo.
Las palabras no salían pero Beomgyu estaba disfrutando ser rodeado por aquellos fuertes brazos, se sentía tan pequeño y frágil aunque solo fuera por un momento.
—Agh Junnie, no aguantaré mucho.
—Tocate para mi.
Beomgyu llevo su mano hasta su pene bombeando este al ritmo de las embestias, era todo un mar de sensaciones que junto a la calidez de sus aromas se dejó llevar sintiendo el líquido caliente manchar su mano. Yeonjun sin dudarlo toma la mano lamiendo toda la esencia que escurría sobre ella, definitivamente nunca había probado cosa más deliciosa.
La sobre estimulacion junto a la forma en que Yeonjun seguía besando y tocando su cuerpo lo había llevado hasta su límite teniendo un tercer orgasmo al mismo tiempo que Yeonjun soltó un ronco jadeo indicándole que el también se había venido.
—Vez mocoso, no están difícil seguir órdenes —Beomgyu sonrió mientras su cuerpo descansaba sobre el del alfa y su cabeza reposaba sobre el hombro ajeno. Sentía las delicadas caricias en su espalda y sus ojos comenzaban a pesar por todo el cansancio.
—¿Qué significa la rosa? —pregunto interesado por ello.
—Es una historia muy corta pero ahora no.
—¿Pareja del pasado o alguien importante?
Yeonjun solo sonrió algo enternecido por tener al omega encima de su cuerpo tal como un pequeño koala en busca de calor.
—Beomgyu.
—¿Si?
—Callate y duérmete.
—Mandon.
Beomgyu no supo con exactitud pero al pasar los segundos se había perdido entre sus sueños, se supone que debió enviar a Yeonjun a su habitación pero lo había dejado acariciar y abrazar su cuerpo porque de alguna forma su lobo lo quería y el estaba cansado para discutir.
Yeonjun después de unos minutos de meditar la situación se aseguró asi mismo que no debería volver a pasar, era su guardaespaldas y esto no tenía porque afectar o significar algo en su relación. Después de recostarlo y limpiarlo se deshizo del condón tirándolo en el cesto de basura, Beomgyu era lindo también durmiendo
Debería estar caminando hasta su habitación pero se metió entre las sábanas abrazando al omega y aspirando el dulce aroma, después de todo mañana volvería todo a la normalidad.
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