✶ . ࣪ ׅ OO11' 🃏
꒰ 🦊🧸 ꒱ . ° . ‧ yeongyu!
without guilt ૮ '𖦹 ˕ ×' ა
ᶻ z ᶻ 🃏🥀 いちご ‧ ₊ ୨୧
⠀ ꯭🎭LA CALIDEZ DE LOS RAYOS DE SOL SE FILTRAN POR LA HABITACIÓN GOLPEANDO EL rostro del menor, quien se remueve entre las sábanas de la cómoda cama y trata de acostumbrarse nuevamente a la luz. El desconcierto es más que evidente en su rostro, todo aquello que observa dentro de la habitación es totalmente desconocido y el aroma a café solamente lo sigue confundiendo.
Se revisa asi mismo procurando tener toda su ropa y aunque parece estar perfecto sigue sintiendo esa desconfianza. Las imágenes de la noche anterior están confusas pero sabe perfectamente lo que hizo y todo lo dicho, es consciente de casi haberlo arruinado más parece todo estar bien hasta el momento.
Con desconfianza busca sus cosas situadas en la pequeña mesita de noche, sus zapatos están en la entrada de la habitación y sin perder el tiempo toma todas sus propiedades para salir del lugar lo antes posible. El departamento donde se encuentra es increíblemente lujoso, paredes adornadas y una decoración lo bastante similar a la oficina de Yeonjun.
—Buenos días Beomgyu ¿cómo te sientes? —cuestiona el mayor con cierta preocupación en su rostro. Sostiene una pequeña taza de café, al parecer no había sido el único en levantarse tarde—. Debemos hablar, lo sabes ¿verdad?
—No debí hacerlo, todo lo ocurrido anoche fue una simple equivocación y de verdad lamento mucho si mis palabras o mis acciones resultaron incómodas —hablo totalmente avergonzado—. Jamás habia bebido de esa forma en mi vida, soy poco tolerante al alcohol y se que no es una justificación para esto. No se preocupe, el lunes por la mañana tendrá mi carta de renuncia sobre la mesa y nunca nos volveremos a ver.
Yeonjun dejo de beber su café para acercarse al menor, tomo entre sus manos el rostro contrario, dejo suaves caricias en las mejillas recientemente cubiertas por pequeñas lágrimas. Había sido solamente un beso pero la reacción de Beomgyu después de eso era como si hubiera cometido el peor pecado en el mundo, al final era comprensible porque su padre le había ordenado investigarlo y ahora todo se estaba volviendo mucho más confuso para el menor.
Sabía claramente que está ventaja debía tomarla, aprovecharse de la situación lo más posible para lograr su principal objetivo.
—Nada de lo ocurrido anoche fue un error pequeño, sabes que ambos lo queríamos. No puedo molestarme, al contrario, solamente espero que podamos hablar y resolverlo —expresa escuchando el suspiro profundo del menor, quien no se animaba a levantar su vista y se negaba al contacto del mayor—. Beomgyu, mírame por favor.
Beomgyu siente su labio inferior temblar, siente tanta culpabilidad e irá encima que le cuesta contener esas ganas de llorar. Por fortuna resiste y se limita a encarar al mayor, no puede describir con suma exactitud que trata de expresarle esa mirada pero de forma inexplicable siente una extraña calidez rodeando el ambiente tratando de tranquilizar ese remolino albergando en su interior.
—Me gusto Beomgyu, fue sorpresivo en un inicio pero en verdad agradezco tu gran valentía para romper esa delgada linea entre ambos —sonrie un poco recorriendo con sus dedos los mechones de cabello que impedian observarlo mejor—. ¿Te arrepientes? Si es así entonces respetaré cualquier desición tuya, solamente necesito que me hables con toda la sinceridad.
El menor no puede formular las palabras correctas, siente mucha presión encima y es que tenía una gran decisión entre sus manos, no solamente estaba arriesgando todo con su padre sino también estaba colocando en riesgo algo que podía salir fracturado de todo esto. Valoraba la atención del mayor pero en esa ilusión aún habitaba una pequeña duda y miedo, ese pánico de que probablemente no todo era color rosa.
Estaba entre seguir las voces negativas o esas que le pedían a gritos arriesgar todo, tirar ese juramento a la basura y permitirse ser feliz por una vez en su vida, lamentablemente aún no confiaba por completo en Yeonjun.
Aún con esa barrera solamente se dispuso a ignorar todo, dejar que las cosas fluyeran dándole inicio a una segunda oportunidad, conocer a Yeonjun desde su perspectiva y por una vez en su vida demostrar a todos que probablemente su padre se esté equivocando está vez.
—Me gusto tambien Yeonjun —admitio finalmente dejándose llevar por las caricias sobre su rostro—. Pero tengo mucho miedo.
—¿De qué lindo?
—Arruinarlo. Toda mi vida me la he pasado enfocado en buscar la perfección en cualquier cosa, con el tiempo estuve olvidando todo aquello que me gustaba y soy un total inexperto en muchas cosas...jamás he tenido una relación Yeonjun.
El pelinegro no hace visible su sorpresa pero entiende bastante ahora, debía mantener ciertos límites para seguir llevando acabo su plan. Si aceleraba la situación entonces Beomgyu comenzaría a dudar y cuestionar, lo mejor sería mantener el perfil bajo, continuar jugando al hombre perfecto para Beomgyu.
—Entonces volveremos a lo tradicional, comenzaremos poco a poco y aprenderemos del otro con el tiempo. Mantendremos el ritmo que gustes y eres libre de expresarme si cualquier acción mia no es cómoda —Beomgyu sonrió levemente agradecido por su comprensión—. Me interesas, no se exactamente cuando paso pero lograste llamar mi atención en poco tiempo y ahora resulta difícil intentar sacarte de mi cabeza. Eres genuino pequeño, muy diferente a todo lo que me rodea y por esa razón eres especial, importante para mí.
—No quiero arrepentirme.
—No lo harás, me aseguraré de ello —le regala una dulce sonrisa, un gesto que esconde muchas mentiras y falsas palabras—. ¿Puedo?
—Si, por favor.
Esta vez el mayor tomo la iniciativa, unió sus labios rompiendo cada una de las inseguridades que rodeaban al menor. Siente los inexpertos movimientos de sus labios pero trata de mantener el ritmo guiandolo durante esos segundos, disfrutando de la extraña suavidad de los labios ajenos y las manos contrarias tomando su camisa. Al final los dos seguían siendo completamente nuevos en este tema, ninguno más experto que el otro.
Beomgyu no puede evitar soltar un jadeo cuando el mayor atrapa su labio inferior dándole una suave mordida, finalizando con un pequeño beso antes de separarse por completo.
—¿Fue demasiado? —pregunto con cierta inseguridad—. Beomgyu.
—Estuvo perfecto —responde soltando el agarré en la camisa para posteriormente abrazar al mayor, sintiendo los fuertes brazos rodear su cuerpo. Yeonjun se sentia fuera de lugar más no sentia la necesidad de alejarlo, sabía que Beomgyu lo necesitaba.
—Ahora que hemos aclarado todo esto, te parece si ordenamos algo para desayunar ¿Qué dices?
—¿Nunca cocinas? —Yeonjun niega caminando hasta la mesita de nuevo para tomar su café, el cual se encontraba un poco tibio—. ¿Por qué?
—La mayor parte del tiempo estoy ocupado, muy pocas veces toco la cocina.
—Algun día tu cuerpo te va reclamar esa mala alimentación —su comentario había provocado una risa en el mayor, era tierno su preocupación—. Hey no es broma, mucha comida de fuera hace daño.
—Entonces te dejo utilizar mi cocina, seria bueno adelantar esa comida pendiente entre ambos ¿Por favor?
—¿Seguro?
—Mas que seguro pequeño, siéntete libre de utilizar todo lo que necesites y si falta algo entonces puedo traerlo rápido.
Beomgyu aún con cierta vergüenza decidió acercarse hasta la enorme cocina, era de esperarse lo bien equipada que estaba a comparación de la pequeña en su departamento, prácticamente todo el lugar era dos veces más grande que el lugar donde vivia actualmente.
Yeonjun por su parte observaba las acciones del menor, desde la sonrisa que se formó cuando le menciono sobre cocinar hasta aquella mirada iluminada, igual que un bebé o niño con un juguete nuevo. Era casi imposible no evitar pensar en lo adorable de su actitud, seguramente su padre le limitaba infinidad de cosas y por esa razón debía enseñarle o tratar de hacerle entender que no toda su vida dependía de ese hombre, aprender a valerse por si mismo.
—¿Cuándo comenzó tu interés? —cuestiono observando desde el otro lado de la barra de cocina.
Beomgyu termino por sacar los últimos ingredientes para hacer unos hotcakes y un omelette, seguidamente sonrió bastante enternecido por la curiosidad de Yeonjun.
—Inicio cuando estaba en preparatoria, tenia mucho tiempo libre despues de clases que intente ingresar a varios talleres escolares para generar puntos más en ninguno resultaba bastante bueno, hasta que tenía está última opción y aunque estaba inseguro en un principio al final resulte mejor de lo esperado —explico ingresando cada ingrediente en la licuadora—. Después comence a buscar recetas y realizarlas hasta avanzar creando algunas propias.
—¿Por qué lo dejaste?
—Al parecer para mí familia está muy mal visto que un hombre esté haciendo labores las cuales para un machista están etiquetadas como actividades de mujercitas, me prohibieron eso y tuve que buscar otras alternativas según las cuales me darían un buen futuro —responde comenzando a realizar los primeros hot cakes—. Me gustaba seguir cocinando y en algunas ocasiones lo hacía a escondidas pero ahora es muy complicado todo.
—Lamentablemente aún existen cabezas pequeñas en el mundo, tal vez más adelante puedas hacerlo sin sentir culpa o miedo a ser descubierto. Si de verdad te gusta entonces no escuches lo negativo, solamente haz aquello que te hace feliz y fin de la discusión.
—Suena bastante fácil Yeonjun, pero todo es complicado en ciertos temas y por el momento no es bueno hacerlo.
—¿Es por tu padre? —Beomgyu finge estar confundido por su pregunta ¿Lo sabía?—. Siento mucho si estoy volviéndome entrometido pero cuando llegaste a la entrevista mencionaste que aún contactabas con el y lo supuse, no quieres perderlo como a tu madre.
—Mi madre actualmente finge no conocerme cuando solemos vernos y siento cierta culpabilidad por ello, es una buena razón para no echar a perder todo de nuevo con mi padre —Beomgyu sigue concentrado en sus cosas que se sorprende más cuando los brazos del mayor lo envuelven desde atrás, rodeando firmemente su cintura y dejando un pequeño beso sobre su cuello—. No tienes que hacerlo, no es doloroso actualmente.
—A veces es bueno recibir un abrazo pequeño, aunque creamos que no lo necesitamos —murmuro tomando una fresa para llevarla a la boca del castaño, quien extrañado termino por comer la dulce fruta—. Conmigo siéntete libre de cocinar o realizar cualquier actividad, no tengo el permiso de juzgarte ni debes dejar que lo haga ¿De acuerdo?
—Gracias Yeonjun, de verdad..
La conversación entre ambos fluye de manera inesperada, el ambiente se siente tranquilo y junto a una armonía que comienza acompañar aquel pequeño espacio. Ninguno tiene un buen recuerdo donde el desayuno se sintiera de esa manera, donde ambos compartieran diversas anécdotas junto a esa sensación de sentirse cómodo porque por primera vez algunas mascaras encima de ambos cayeron por unos instantes mostrando una pequeña parte de sus vidas, aunque muy en el fondo ambos sabían que no todo sería de lindos colores.
—¿Qué sabes sobre el muchacho? Algún dato importante o por el cual deba preocuparme.
El joven observo detalladamente los movimientos del mayor, quien tomo la fotografía de Lee Beomgyu con algunos datos relevantes detrás de ella.
—Por ahora está de nuestro lado, al parecer su padre le había dado las órdenes de desenmascarar al verdadero idiota de Yeonjun y va bien mientras no le laven el cerebro —aseguro recibiendo gustoso la bolsa con una cantidad bastante bien de dinero—. Estaré lo más cerca posible de ellos, si puedo entonces trataré de unir a Beomgyu con nosotros, entre más mejor.
—Tienes razón en ello, solamente debes ser precavido. Esta jugando muy inteligentemente con todos, sabe como manipular a todos y se ha librado de varias investigaciones policiacas pero mientras el padre de Beomgyu siga al frente tenemos más ventaja.
—¿Qué pasara si Beomgyu decide retroceder?
—Mientras no nos involucren en serios problemas el chico puede irse con toda la tranquilidad pero si sabe ciertas cosas ajenas a las que ya sabemos m entonces tendremos una cómoda charla entre todos.
Las rivalidades entre los mercaderes crecieron conforme la familia Choi llegó al poder poco años después de iniciar, la buena fama sobre las innovadoras ideas de transportar la mercancía llamaron la atención de grupos cercanos e inclusive de otros continentes quienes no dudaron ni un segundo en formar alianzas rompiendo muchas de ellas en el camino. Por ende, debido a los repentinos cambios durante los últimos años varios enemigos tambien comenzaron a salir pues no muchos de ellos estaban conformes con la innovación ni tampoco del repentino éxito de la familia probablemente más hablada en Corea.
El éxito era una victoria sumamente gloriosa pero así como hace sentir ese poder en aquellos que lo tienen tambien suelen exigir las terribles consecuencias, más aún cuando se obtiene de la manera no tan moral y por supuesto que Choi Yeonjun las conocía perfectamente.
—Lo ha dejado muy dañado señor, recuerde lo ocurrido hace unos años —sonrió caminando hasta el mini bar sirviéndose un poco de vodka—. El muy idiota finge no tener sentimientos pero toquemos un poco de ese tema o se lo hacemos recordar y quiere golpear a quien sea. Tenemos sus puntos débiles hasta el momento y presiento que Kim Beomgyu nos ayudará bastante.
—Es homosexual ¿verdad?
—Segun mis investigaciones lo es ¿Por qué?
—Otro punto a nuestro favor muchacho, está vez y si te interesa más dinero entonces tendrás las importante misión de jugar un poco con el incrédulo hasta lograr convencerlo y ponerlo en contra de Yeonjun ¿Entendido? —el pelinegro asiente, ya no tenia nadamas por perder.
—No lo voy a decepcionar señor, es mi palabra.
Un nuevo plan comenzaba y las cosas del futuro seguramente cambiarán.
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