
𑁍┊ ❝yeonjun doesn't like that❞ˎˊ
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━━━ESA MISMA NOCHE DE LA CENA BEOMGYU NO volvió a su casa, de echo la familia de Yeonjun les propuso quedarse en la casa, ya pasaba de la medianoche y sería muy tonto mandarlos a sus hogares sabiendo las muchas cosas que podían suceder. Ninguno se negó a tan buena propuesta, el omega estaba demasiado cansado para negarse y porque de cierta pero bonita forma extrañaba mucho dormir en los brazos de Yeonjun, le gustaba bastante el calor de su alfa porque era muy relajante y adictivo.
Yeonjun le dio su privacidad, termino cambiándose en el baño mientras esperaban que Beomgyu le pidiera volver a la habitación. Le daba mucha ternura esa diferencia entre su omega y el, al momento de cualquier acto íntimo entre ambos quien era más descarado era el lobo de Beomgyu mientras que del lado contrario el otro quería huir y esconderse en cualquier lugar por mera vergüenza, tierno era la mejor palabra para describir lo que pensaba cuando eso sucedía.
—¿Tu...estuviste cómodo durante la cena? Se que el tema de tus padres sigue siendo un muy difícil de hablar Beomgyu, lamento si en cualquier momento te llegaste a sentir muy incómodo por las preguntas —bastante tierno podría describirlo Beomgyu, nunca en tu vida verías a un alfa disculparse pero Yeonjun rompía con ese esquema—. Entiendo si ahora estas enojado o decides no hablarme...uhm, mañana mismo te dejo en tu departamento y si gustas no me hables en días ¿Esta bien eso, eh?
Beomgyu soltó una pequeña carcajada antes de negar y tomar las mejillas de su alfa—Sabes que creo Choi Yeonjun...que eres el alfa más adorable del planeta, si, eso eres.
—¿Adorable? —Yeonjun tenia ojitos demasiado tiernos cuando Beomgyu se comportaba de esa manera, ojos de cachorrito, no había mejor descripción—. ¿No me odias, Gyu?
—No, ya nunca podría hacerlo Yeonjun —dejo un corto beso sobre sus labios antes de prácticamente correr a la cama, no le gustaba dormir cerca de la pared porque se sentía asfixiado—. Lo siento Junnie pero no soy Harry Potter, odio dormir en espacios pequeños así que te toca la pared.
El omega se envolvió completamente en las cobijas dejando a la vista solo sus ojitos y parte de ese cabello pelirrojo.
—Harry Potter se tuvo que acostumbrar a dormir en un lugar así.
—Pero yo no, ahora corre a la cama porque tengo frío...por favor —pidió señalandole al alfa ese espacio de la cama.
Al momento que Yeonjun se acuesta completamente Beomgyu solo puede rodearlo con una de sus piernas y envolver su mano alrededor del brazo del alfa, ronroneando por la simple calidez de sus cuerpos y las ligeras feromonas que comenzó a soltar el rubio para relajarlo.
—¿Te gusto la cena? —rompe el silencio mientras siente como Beomgyu recuesta su cabeza sobre su pecho.
—Estuvo deliciosa, me gustó conocer a tus padres —sonrió aunque sabia que Yeonjun no veia—. Son personas muy agradables y amables.
—Yo....estoy feliz de escuchar eso Gyunnie —era cómodo el simple de echo de solo abrazarse y escuchar la calmada respiración del otro, estaba bien así—. Tengo una sorpresa para ti en unos días, se que ahora estás ocupado con tu cafeteria pero me gustaría tener una cita contigo y uhm, bueno no tienes que aceptar sino quieres pero mhm...puedes hacer un espacio o puedo pedirle a alguien que cuida de ella mientras no estás.
—Tengo tiempo Junnie, no todo el tiempo es mi cafetera ¿Entiendes? Ahora tengo muchas cosas que cuidar también y nuestra extraña relación es una de ellas —sonrió—. Me gustaría esa cita contigo, alfa.
—¿Seguro?
—Puedo dejarle a Kai la cafetería, el no tendría problema.
—Gracias Gyunnie, por aceptar.
Beomgyu solo termino de relajarse para minutos más tarde caer rendido, las caricias del alfa sobre su cabello fueron más que suficiente para hundirse en un sueño profundo.
Yeonjun dejó un último beso en la cabellera de su omega ahora dormido y sonrió ante lo tierno que era, acurrucado en el para disfrutar a detalle de su aroma del que no tenía suficiente, dejo otro beso ahora en la piel que tenía a su alcance no pudiendo ocultar su felicidad ante él.
Dormir teniendo a lado a Beomgyu tal vez se estaba volviendo una necesidad, pero sería un problema así que se propuso a dormir rápidamente aprovechando la comodidad que sentía y sabía hoy que tendría dulces sueños entre el aroma del Omega junto al suyo.
Beomgyu tenía veintiun años y tal vez, cuando cumplió tan sólo diecinueve se había resignado a la idea de ser feliz, no encontrar a alguien quien lograra comprenderlo o aceptara que no era un omega común como otros decían debía ser. Había sido demasiado difícil cuidarse y sobresalir por si solo después del constante rechazo de su familia, haberse salido de su casa fue la mejor opción pero teniendo ese miedo y pánico por aquello del exterior, tener que cuidarse asi mismo cuando un alfa se sobrepasaba con el o cuando esas olas dolorosas de su celo llegaban por la falta y la necesidad de uno.
Ese fuerzo que llevaba haciendo desde hace tres años finalmente había tenido una recompensa para el, Yeonjun era un regalo y no específicamente por lo material. Su lobo apenas se conocieron salto de alegría y trataba de buscar ese aroma cuando el alfa rubio llegaba a la cafetería, Beomgyu en un principio creyó que era porque de alguna extraña forma su omega se alteraba por la simple presencia de alguien así pero con el tiempo se negó a la idea y no quería, Yeonjun no sería un alfa para el y viciversa, le fue muy difícil aceptarlo pero las conversaciones con Kai le habían hecho entrar en razón y se permitió esa oportunidad que la luna le estaba dando.
Estaba feliz, más que eso si existía otra emoción que describiera su estado junto a Yeonjun. El trato, las palabras dulce y esas miradas llenas de muchas cosas solo confirmaban todo, ambos habían encontrado su otra mitad en medio de una guerra entre insultos y problemas. Difícil, pero ya no se podia llamar imposible cuando aquella joven pareja dormia profundamente en esa cama demostrando lo mucho que necesitaban la presencia o la más diminuta atención del otro.
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LOS PLANES DE YEONJUN SE ESTABAN ATRASANDO pero la mayoría era su culpa, al ser alguien muy perfeccionista no tenía la idea en claro de como pedirle a Beomgyu ser oficialmente su omega. Las pequeñas salidas y todas esas ocasiones donde dormían juntos fue suficiente, claro que lo habían hablado, fue una conversación larga donde buscaba que en todo su omega estuviera bien y no estuvieran siendo demasiado rápidos o insistentes pero durante esos minutos ambos al final se dieron cuenta que estaban listos...
Listos para comenzar una vida juntos
La mayoría de sus mañanas eran Beomgyu y sus deliciosos desayunos, no era muy bueno en la cocina como su omega pero trataba de ayudarle en lo que podía mientras en esos momentos de completa calma admiraba al talentoso pelirrojo, no podía evitar mirarle con orgullo y una sonrisa llena de felicidad pues la luna lo había recompensado con un omega precioso y trabajador. No tenía un tipo en específico pero Beomgyu...el ya había creado uno cuando tampoco estaba planeado.
Se comportaba como una pareja cuando aún no lo era, eso seguía siendo mucho más inquietante para el alfa.
—Entonces te veo abajo en cinco minutos —menciono Soobin terminando de cerrar su computadora, ambos habían revisado las ventas de la última semana—. Sería bueno que dejaras el trabajo por unos momentos.
—Solo déjame darle estos papeles a mi secretaria y responder el correo para la nueva tienda en Francia ¿Si? No te preocupes, voy a bajar.
—Volvere por ti si no lo haces.
—Se que lo harás Soobin.
Yeonjun podría tener una actitud demasiado dura y sería con las personas pero estando en su trabajo o cerrando negocios importantes era inclusive tres veces peor, no podías hacer chistes ni soltar una risa durante juntas importantes sin tener la intensa mirada del alfa sobre ti. Su empresa era importante para el aún más la competencia con edificios cercanos, como buen alfa estratégico siempre terminaba siendo la empresa con más ventas en el mes o al año pero teniendo como principal regla no perder el control ni tampoco vivir mucho en su nube de grandeza, también había ocasiones donde debía pisar suelo y seguir trabajando para superarse aún más.
La cafetería de Beomgyu volvió abrir sus puertas desde hace dos semanas, las cosas tambien marchaban muy bien para el omega. Todo omega, alfa o beta que visitaba muy seguido el lugar se alegro cuando nuevamente esas bonitas flores de le entrada y el letrero de "abierto" les dio la grata bienvenida un lunes por la mañana, muchos queriendo quitarse la curiosidad le preguntaban al omega las razones de su repentina aparición pero no queriendo darles muchos detalles solo les respondía que fueron días muy duros para el y eso era más que suficiente.
La atención en Beomgyu de algunas alfas tampoco paso desapercibida, nadie estaba dispuesto a negarlo pero aquel barista estaba mucho más bonito que antes y eso atrajo la atencio de uno o tres clientes. Teniendo caminos muy equivocados, pues Beomgyu estaba los bastante feliz junto a alguien como para entender o captar aquellas indirectas.
—¿Qué vez? —cuestiono Soobin después de haber ordenado y que Kai fuera el responsable de traerles sus pedidos.
—¿Quién está con Beomgyu? —suelta la pregunta sin despejar su vista de aquel alfa castaño, unos centímetros más bajo que Yeonjun.
—Es un cliente bastante recurrente según Kai, siempre venía a la cafetería y se quedaba en la barra hablando con Beomgyu —responde con simpleza—. Siempre intento una cita con tu omega pero lo rechazo todas esas veces, está tampoco será la excepción.
—No me gusta que esté cerca de Beomgyu —suelta un pequeño gruñido apenas notable para Soobin, también el leve chocolate amargo estaba siendo más agrio por los celos, el aroma de Yeonjun también estaba cambiando—. Tiene problemas de olfato muy seguramente...¿No nota el aroma mío sobre Beomgyu?
—Calmate, tal vez solo esta feliz de volver haberlo como todos sus clientes aquí.
Y para Soobin nada fue más interesante que el bonito omega rubio con olor a fresas que pasa justo en ese momento para llevar el pedido de una mesa dos lejos de la de ellos. Esos bonitos cabello cayendo sobre su frente y el bonito perfil de Kai era la perdición de Soobin, aquellos pantalones de vestir resaltaban en excelencia su figura curvilínea, se sintió muy grosero por mirar más allá del precioso rostro.
Da un sorbo a su frappé de capuchino sin despejar si quiera su mirada, probablemente casi moría allí mismo cuando Kai le sonríe acompañando con un gesto de mano como saludo.
—¿Y ustedes dos cuando? —pregunta Yeonjun después de mirar todo desde su lugar—. Te quejas de mi pero tú conoces a Kai desde inicios que de la cafetería...¿Qué ocurre entre ustedes dos uhm?
—Hemos tenido citas y hace una semana lo bese pero salí corriendo Yeonjun, por pura vergüenza y no le he visto hasta ahora. Yo...creí que ya no estaría trabajando aquí.
—Mejor amigo de Beomgyu, claro Soobin, ya no estaría trabajando aquí —menciona con mero sarcasmo y una sonrisa divertida—. Viene tu omega y yo tengo que arreglar un asunto.
—¿Qué ocurre?
—El tonto ese le tocó su cabello.
Había olvidado lo territorial que era Yeonjun con lo suyo.
La situación se había salido de control, Beomgyu no supo en qué momento Yeonjun estaba detrás de la barra arreglando varias cosas y nada disimulado soltando sus feromonas para rodear el omega pelirrojo. Jay —quien aún seguía sentado frente a la barra—, solo dirigió su mirada al extraño alfa que continuaba fingiendo ayudar a Beomgyu, el olor agrio era mucho más claro que cualquier cosa y solo pudo aguantarse la risa porque era divertido verlo actuar de esa forma.
—¿Quieres ordenar otra cosa Jay? —pregunta el omega rompiendo el incómodo silencio—. Nosé, un pastel o tartas.
—Creo que por el momento estoy bien así, tengo diez minutos para volver al trabajo, es mejor que me vaya ahora.
—Y por favor vuelve hasta mañana —intervino Yeonjun apareciendo de la nada, Beomgyu confundido solo le proporciono un golpe pequeño en sus costillas por su actuar tan grosero—. Puedo atenderte yo mismo si gustas.
—¡Yeonjun!
—No te preocupes Gyu —sonrió Jay—. Tal vez si quiero venir en la noche.
—Mañana —recalco el rubio soltando un leve gruñido de molestia—. Tal vez le pida a mi omega cerrar temprano para salir juntos.
—Probablemente Beomgyu no quiera cerrar temprano y así puedo traer a mi omega —finalizo la discusión con Yeonjun mirándole sorprendido—. Puedes dejar de marcar territorio, ya estoy ocupado.
—Nos vemos mañana Jay.
—Adios Beomgyu.
—Que lindo es mirar la cafetería desde este lugar —comento Yeonjun bajo la atenta y molesta mirada de su omega—. Ya me voy.
—Choi Yeonjun —llamo tomando del brazo al alfa—. Tu...de verdad eres increíble alfa.
—Lo siento —murmuro escondiendo su rostro entre la cobertura del cuello contrario, disfrutando de ese exquisito aroma que lo volvía loco—. Creí...que el te estaba coqueteando.
—No alfa tonto, es un buen amigo y el ya tiene una familia —sonrió acariciando los mechones rubios—. Vino porque hace dos semanas su bebé nació y quiere un pastel para dentro de tres días.
—Eso...es lindo Gyu.
—Verdad que si —beso su coronilla escuchando el leve ronroneo del alfa—. Muchos nos estan viendo Junnie.
—No me importa, que se den cuenta quien es tu alfa Gyunnie.
Tal vez ahora tenía una estrategia para demostrarles a todos que Choi Beomgyu ya tenía un alfa.
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