𑁍┊ ❝december 22th❞ˎˊ˗
› 〉 🍁.ೃ desde ese momento sus cumpleaños dejaron de importarle, los tomo como un día cualquiera aunque eso le doliera ☕ „ ↴
━━━EL PEQUEÑO BEOMGYU CELEBRABA SU CUMPLEAÑOS número once, varios de sus compañeros de la escuela estaban en el pequeño patio donde se divertían con los inflables rentados para el evento mientras que otro jugaban los ya tradicionales juegos escolares. Todo era muy divertido desde cualquier punto de vista, en tan solo unas horas el único hijo de la familia Choi también estaría revelando su posición en el mundo: omega, alfa o beta.
Los padres del lindo muchachito esperaban con mucha paciencia ese momento, querían y deseaban que aquel niño fuera un fuerte e intimidante alfa, cómo su padre por supuesto.
Cuando la fiesta se da por finalizada, toda la familia reunidos esperaba ya preparada el momento, tenía todo listo sabiendo muy bien los dolores junto a las muchas incomodidades que se sentían al momento de la transformación.
Beomgyu comenzó a sentir ese calor en su cuerpo, acompañada de pequeños dolores en varias zonas, teniendo que soltar jadeos de dolor y las primeras lágrimas por no soportar los mismos. Su padre fue quien le ayudo a ir hasta la habitación, donde lo recostó y junto a su madre le ayudaron a bajar la fiebre y dándole algunas medicinas para no sentir más malestar.
-Esto no puedo ser posible -murmuro el padre del muchachito.
El intenso olor dulce rodeo la habitación, una combinación entre chocolate dulce y galletas, bastante empalagoso para el alfa mayor. Al final de toda la transformación fue su madre quien estuvo cerca de el para seguir cuidándolo, aunque estuviera muy confundida por todo y algo decepcionada, al final de todo seguía siendo su hijo pero las cosas no volverían hacer igual.
-Mamá...-murmuro Beomgyu casi en un susurro. Las mantas calientitas aún rodeaban su cuerpo, sintió a su lobo ronronear por la comodidad y el aroma de su mamá aún envuelto entre las sábanas-. ¡Mamá!
No hubo respuesta nuevamente.
Beomgyu, estaba demasiado extrañado. En cuando salió de su habitación y bajo a la cocina solo se encontró a sus padres desayunando como si nada hubiera pasado, ninguno lo miraba y podía notar la mirada indiferente de su padre. No terminaba de comprenderlo y eso lo ponía muy triste.
-Mamá, soy un omega, mamá -sonrió dando un pequeño saltito de felicidad, estaba mucho más tranquilo que hace dos días-. ¿Esta bien papá? Huelo a galletas, mi postre favorito.
-Toma tu desayuno y vete a tu habitación, Beomgyu -ordeno el mayor con aquella fría mirada puesta en su hijo. El niño no lo entendía por completo, pero nunca en sus once años de vida le había hablado su padre haci hasta hoy-. Ahora.
El no pudo negarse, siempre un omega debía obedecer a la voz de mando de cualquier alfa, no importaba la situación o el peligro de ellas.
Con la mirada triste tomo su plato de comida y camino hasta su habitación nuevamente, donde sin muchos ánimos termino su desayuno para nuevamente enrollarse entre las mantas de su dulce cama. Al menos el olor de su mamá lograba tranquilizarlo y reconfortarlo en esta situación.
Nada cambio en los siguientes años, al menos después de varios meses su padre pareció aceptar su puesto como omega y sobretodo su olor. En cuanto a su madre, la mayoría del tiempo lo obligaba a cuidar mucho de su apariencia y de siempre mantener la mejor actitud con alfas de su edad, según palabras mismas de su progenitora alguien como el debía servir solo para ser la cara bonita a lado de un buen alfa.
Debido a toda esa constante presión desarrollo ansiedad y bajo amor propio, no podia verse en el espejo sin tener que llorar o sentirse muy mal por no haber logrado al menos recibir una bonita sonrisa del mejor alfa de la reunión. Los constantes regaños de sus padres por no hacer su mejor esfuerzo, más la falta de desiciones propias hicieron de Beomgyu alguien muy inseguro y temeroso de la vida.
Todo eso se terminó en cuanto entró a la preparatoria. Decidido a salir de ese mundo dónde no tenía voz ni voto fue que se dispuso a tratar de cumplir su sueño, dónde como era de esperarse sus padres lo tomaron como un loco y le negaron cualquier ayuda para realizarlo. Trabajando doble turno y haciendo algunos pasteles para diferentes fiestas finalmente obtuvo el dinero para comenzar con su cafeteria, con ayuda de Huening Kai tuvo un lugar donde vivir el primer año, después sintiendo que robaba espacio del rubio fue que se cambió a un lugar más cómodo donde siguió viviendo hasta la actualidad.
Desde que trabajo en su sueño no volvió a saber de sus padres y eso de alguna manera lo mantuvo tranquilo porque no escuchaba las mismas palabras todos los días, no escuchaba las palabras decepcionantes o hirientes, solo palabras de aliento y felicidad de su mejor amigo. Y eso de alguna forma lo hacía sentir muy feliz.
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-¿Cuando es tu cumpleaños Beomgyu? -pregunto Yeonjun entregándole al muchacho el pase para el divertido parque de diversiones-. Ya te he dicho el mio y varias cosas personales.
-24 de diciembre Junnie -sonrió cuando ambos entraron a la atracción de la bella y la bestia. Al inicio les entregaban un bonito libro con un paquete de colores-. No tiene importancia, en verdad.
-Claro que tiene importancia, bonito -hablo caminando junto a Beomgyu hacia el salón principal, donde habían varias proyecciones de la película o algunos vestuarios de lo mismo-. Es navidad y tú cumpleaños, de ahora en adelante se celebran dos cosas muy importantes para mí.
-No digas eso Junnie -rió tratando de desviar el tema, no era cosa importante y Yeonjun lo mencionaba como una festividad nacional-. De verdad, estoy acostumbrado a solo celebrar navidad, siempre hago como si mi cumpleaños no existiera.
Yeonjun observo al pelirrojo, no había rastro de tristeza en su rostro más que simple tranquilidad reflejada. Beomgyu estaba observando todo muy interesado, mucho mas que el tema de su cumpleaños podría decirse.
Cuando entran al salón de baile una voz se expande por todo el lugar indicando que la canción estaba apunto de comenzar. Muchas parejas ya estaban ocupando gran parte de la pista principal, tanto Beomgyu como Yeonjun seguían muy quietos en su lugar tratando de atreverse a decir algo.
No fue hasta que el alfa rubio paso su brazo derecho por la cintura del omega, ambos acercándose hasta casi estar en el centro del gran salón. Beomgyu algo nervioso coloco su mano sobre el hombro de Yeonjun, el fine agarre en su cintura más el suave toque entre sus manos libres fue suficiente para juntos comenzar a bailar al ritmo de la suave canción.
Sus miradas nunca se perdieron, era la intensa y profunda conexión de ambos, eso provocaba la desconexión total de mundo a su alrededor. Beomgyu sintiendo algo de pavor por su siguiente movimiento recostó su cabeza sobre el pecho del alfa, escuchando y sintiendo los latidos del alfa sobre su mejilla, sonriendo aún más cuando Yeonjun decide abrazarlo con un poco más de fuerza.
Era lindo porqué Yeonjun estaba ahí, junto a él.
-Tu cumpleaños es mucho más especial que la navidad, Beomgyu -susurro el alfa siendole muy difícil separar al omega de su cuerpo para mirarlo-. De ahora en adelante yo estando en tu vida siempre te lo recordaré.
-Gracias Junnie, por estar conmigo -menciono tratando de no ser muy sentimental y arruinar la cita.
Yeonjun sonrió dejando un dulce beso en su mejilla.
Disfrutando de la bonita noche donde juntos recorrieron cada atracción, comprando algunas cosas a juego o pequeños recuerdos. Yeonjun nunca se había divertido tanto en su vida y Beomgyu no recordaba alguna vez donde le dolieran las mejillas de tanto sonreír y reír. Estaban en el lugar correcto y agradecían por haberse dado cuenta a tiempo.
Ordenaron comida dentro del restaurante con temática de Toy Storie, donde el platillo principal era la pizza y algunos otros que la acompañaban.
Algunos los miraban con ternura debido a la diademas de alien que llevaban a juego como una pareja, demasiado lindo de ver para cualquiera.
-¿Por qué no te gustaba celebrar tu cumpleaños Gyunnie? -cuestiona Yeonjun temiendo estar sobrepasando esa confianza entre ambos-. Tienes todo el derecho de no responderme si gustas.
-No, nada de eso Junnie -mordió su labio inferior tratando de no verse afectado por la pregunta, hablar de su vida junto a sus padres le dolía mucho pero con el tiempo solo aprendió a sobrellevarlo y tratar de evitar el tema-. Cuando cumplí once años y me presenté como omega mis padres me detestaron por eso, mi padre no aguantaba mi olor y mi madre no soportaba ver cómo rechazaba cualquier cosa que tuviera como objetivo cambiar cosas de mi. Ellos deseaban mucho un alfa que llevara el apellido Choi hasta la cima, alguien que logrará hacerlos sentir orgullosos y protegidos, no alguien a quien tuvieran que estar cuidando del mundo. Dentro de sus reglas y casa mi voz estaba muy debajo de las suyas, no opino ni mucho menos me tenía que quejar cuando debía estar agradecido por no haberme corrido.
»Lo único importante para mí mamá era tenerme como omega, haci podía juntarme con el alfa más rico y apuesto de la sociedad o las juntas de trabajo. Lo único divertido era ver sus caras cuando los alfas terminaban por rechazarme por no ser igual a los demás, la ovejita negra entre todos los omegas que me rodeaban. Mi cumpleaños dejaron de recordarlo y solo celebraban la navidad, nunca hubo regalos para mí fuera de un saludo de buenas noches.
Yeonjun observo los preciosos ojos del omega cristalizados, más ninguna lágrima salía de ellos. Se sentó junto al omega rodeándolo con sus brazos, sintiendo aquellas primeras gotas de agua caer sobre su saco y al omega aferrarse al mismo como si su vida dependiera de ello.
-Tres años sin saber de ellos y solo por una visita inesperada supe que tenía un nuevo hermano, el único hijo de la familia Choi de ahora en adelante -sollozo buscando el aroma de su alfa, acariciando con su naricita la parte descubierta del cuello contrario, llenándose del mismo siendo algo más que su consuelo-. Nunca me buscaron y me cansé de ellos Yeonjun, ya no quiero seguir viendo como me sustituyen cuando yo los amo apesar de su rechazo. Si alejarme de ellos significa seguir bien entonces lo hice, por mi sobretodo.
-Gyunnie, eres el ser más adorable y maravilloso para mis ojos y cualquiera que apenas te conozca lo dirá también. Fue muy injusto todo lo que viviste, nunca debieron tratarte de esa manera porque solo eras un niño y si la vida te eligió como un omega no tiene que verse como una maldición, al contrario, tienen un estereotipo muy diferente porque para mí un omega significa alguien dedicado -tomo suavemente el mentón de Beomgyu, eliminando cualquier lágrima de sus delicadas mejillas-. Alguien quien puede hacer lo mismo que un alfa o ser mucho mejor que uno, son más inteligentes en todas las situaciones de la vida. No son débiles simplemente la asquerosa sociedad los quiere volver así para su propio beneficio.
-Junnie...
-Aun no termino corazón -sonrió por lo tierno que era Beomgyu, esos lindos ojitos mirándole tan tiernamente-. Eres un omega precioso Beomgyu, para mí no necesitas usar la mejor ropa o el maquillaje más bonito porque ya eres más que precioso de esta manera. Te voy a enseñar amarte a ti mismo viéndote de cualquier forma, porque yo ya lo estoy empezando hacer.
No supieron con exactitud cuál fue la razón de su siguiente acción, si las emociones dulces junto a tan bonitas palabras o la poca fuerza en si mismos desapareciendo al instante. Solo fueron pequeños segundos donde sus labios estuvieron juntos, teniendo a sus lobos chillando de pura felicidad al pequeño roce de sus bocas.
Un beso significativo para ese algo que ya estaba construido.
se vienen capitulos bastante lindos, después de la siguiente actualización se vienen dos más pero con contenido smutt, si alguien de aquí le incómoda leerlo puede saltarse esos dos sin ningún problema.
gracias por su apoyo, de verdad que es muy bonito saber que les gusta la historia.
aquí hacemos una referencia al porque su papá le enseño a no dejarse dominar tanto por una voz de mando (alfa) para no hacerse cargo de el ni mucho menos tener que estar cuidandolo )):
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