winieminie

¿Por qué me haces esto? ¡¿Por qué?!

Yoongi

El día era perfecto para un pícnic, por lo decidió salir fuera de la ciudad con su pareja, Hoseok. Ese chico de actitud tan encantadora que iluminaba todos sus días con su resplandeciente sonrisa, con su cabello amarillento, sus ojos cafés, no hay nada de él que ha Yoongi no le guste.

No necesitaba nada más que pedir si tenía a Jung Hoseok a su lado, por eso mismo ese día se odio con todo su ser, el día en que su amado se convirtió en lo que siempre quiso ser ,una hermosa estrellita amarillita.

Ellos iban tranquilamente manejando dándose amor sin importar qué, como cualquier otra pareja enamorada, cuando de la nada el auto que iba en el carril contrario se estrello contra ellos.

Todo fue tan rápido que en cuestión de segundos lo tenía sobre sus pálidos brazos ensangrentados.

El día en que su amado le regaló su última sonrisa, su último "Te amo".

¡¿Por que a él?!
¡¿Por qué?!

●●●

Yoongi se despertó con lágrimas en sus ojos, su cabello despeinado y temblando. Otra vez el mismo sueño, buscó su celular para mirar la hora, 4:45 AM.

Se levantó de la cama buscando sus pantuflas, esas que que su lindo novio le había regalado para su aniversario número seis, antes de irse.

Fue a la cocina por un vaso de agua, miró hacía afuera atraves del ventanal lo abrió dispuesto a salir, sintió el suave viento soplar sobre su rostro pálido, se recosto sobre el suave césped mirándolo ahí estaba él tan brillante como siempre.

Su estrella favorita.

- Hoy volví a tener ese sueño de nuevo. - Dijo mirando el cielo estrellado pero mirando una estrella en especial.

- No sabes lo difícil que es sin ti... - Dijo aguantando los lágrimas que amenazaban con salir - A mi lado, tu deberías estar aquí junto a mi.

- Se que dijiste que querías ser una de ellas, pero no debía ser tan pronto... - Sintió como una lágrima surco por su rostro sin permiso.  

- Te extraño... - Rompio en llanto - ¡Te extraño! ¡Te extraño mucho!

- No sabes cuanto... - Dijo rompiéndose en mil pedazos.

Levantó su rostro una vez más encontrándose con el rostro de su novio.

Se veía igual a la última vez, pero más brillante.

- Eres hermoso, siempre tan brillante - Dijo sonriendo
- Ah pasado un tiempo...

- Dos años... - Dijo nostálgico y triste.

Yoongi a lo largo de esos dos intensos y deprimentes años había sufrido mucho por la partida de su amor. Sin embargo siguió adelante enfrentando la negación y depresión que su muerte le había causado, siempre estaba a lado suyo, y el siempre lo llevaría en su frío corazón.

Se levantó dispuesto a ir a la cama de nuevo, pero se detuvo en el antiguo armario que compartía con su amado, una pequeña caja le llamó la atención, la bajó y se sentó en la cama abriendo la caja.

Cuando la abrí dentro de esta se encontró con hermosas fotos de ellos juntos, dándose amor como siempre.

Y vio un pequeño cuadernillo de color amarillo, lo abrío y eran notas de Hoseok durante sus clases, contando lo aburrido que eran y como se ponía nervioso por los exámenes.

Siguió revisando y cuando llego a las paginas intermedias notó, como en las hojas habían pequeños mensajes de sus iniciales juntas con corazónes por doquier, y se encontró con un dibujo de un gatito enojado ¿Que se supone era él?

Yoongi fue a las últimas páginas y se encontró con los deseos que su hobi, hubiera querido cumplir, entonces a Yoon se le ocurrió una idea. Cumplir los pocos deseos que su autor original no pudo.

Número 1: ir a las montañas y mirar las estrellas con Yoongi.

Sonrió recordando la cara de su novio cuando le contaba sobre lo maravilloso que sería.

Min decidió cumplir por lo menos ese último deseo de su amado, y tomó camino a las montañas, no sin antes llevar consigo el pequeño cuadernillo amarillo.

Luego de haber llegado a la cima de esas hermosas montañas, se recosto en el césped nuevamente, mirando lo hermoso que se veía su hobi ahí tan brillante, tan... amarillo.

Empezó a recordar los momentos que habían pasado juntos, cuando solían viajar por el mundo, cuando aquélla vez fueron al acuario.

- Yoongi amor, mira ahí - Decía un Hobi emocionado por ver tantos peces.

Ó cuando en clases solían pasarse notas sin que la profesora no se diera.

Y así tenía miles de recuerdos qué jamás borraría de corazón. Se sentó en forma de indio sobre el suave césped y sacó de su bolsillo trasero el pequeño cuadernillo.

Empezó a escribir todos los recuerdos más lindos y divertidos qué pasaron juntos.

De la nada empezó a escribir una canción sobre todo lo qué habían pasado.

Nunca había caído tan bajó por alguien, pero Hobi, él era especial, él tenía algo que nunca nadie podría reemplazar.

Y Min Yoongi era muy afortunado a que la vida y el destino decidieran cruzar sus vidas, Yoongi y Hoseok se conocieron en una cafetería.

Él realmente agradecía eso con todo su ser.

Flashback.

Yoongi estaba mirando la vidriera de los pasteles con deseo, su estómago rujia, cuando por fin se decidió por un pastel, alguien más lo tomó Min levantó su cabeza con una mueca de enojó, pero se arrepintió al ver de quien se trataba. Un chico bastante lindo a su parecer, con ojos grandes y brillantes una sonrisa tan encantadora.

- Oye yo iba a tomar ese. - Dijo con un puchero el cual al chico le causó ternura.

- Oh de verdad, lo siento no sabia qu- fue interrumpido por el pálido.

- No importa lindo, quédatelo - Dijo Min sin ganas y salió del lugar.

Dejando al chico confundido.

Yoongi estaba mirando los pajaritos del parqué hasta que sintió alguien tocando su hombro, se volteó encontrándose con el lindo chico con su sonrisa encantadora, le sonrió y le indicó qué se sentará.

- Hey... Lo siento mucho por lo de hace rato. - Dijo apenado.

- No te disculpes lindo.

- Mira lo que traje - dijo mostrando el pastel.

- Es para ti, ¿quieres compartirlo conmigo?

- Claro, ¿como te llamas lindo?

- Un gusto soy Hoseok, pero puedes decirme Hobi.

- Encantado de conocerte Hobi, soy Yoongi.

- Wow, que lindo nombre.

- Jaja, gracias el tuyo también es lindo.

- Bien, comamos.

Los dos comenzaron a comer el pastel, dos completos desconocidos, conociéndose entre risas y halagos.

- Sabes, pareces un pequeño gatito muy tierno.

Yoongi solo se limitó a reír, él era muy lindo, a la hora de despedirse Min le dijo si podrían intercambiar números y él gustoso aceptó.

Desde ese día se volvieron los mejores amigos, por años , los dos completamente enamorados del otro, hasta finalmente confesar sus sentimientos.

Fin de Flashback.

Yoongi jamás olvidaría esos momentos, esos momentos amarillos...

Y nunca olvidaría a ese lindo chico.

Que alguna vez fue su pequeña estrella amarilla.

                      Fin.

Holaaa, esta es mi primera vez escribiendo una historia propia espero les haya gustado.

Historia hecha especialmente para los Fairy contest awards