El terrible sentimiento de no entender lo que pasaba por tu cabeza, era algo que estaba atormentándola desde ese día. Aquellas palabras que formaban piezas de un rompecabezas, eran letales para una persona insegura como lo era Kim Dahyun. 

Estaba sentada en el pasto escuchando una película nueva que le recomendó ver mucho Chaeyoung, era de terror, y le frustraba un poco aquellos efectos de sonido que lastimaban su oído, y era la causa por la que gritaba en medio de todo el patio. No estaba sola por lo que tanto ella como Nayeon gritaban simultáneamente a cada segundo, reían imaginándose lo gracioso que las personas las debían estar mirando.

—Gracias por aceptar escuchar esta película conmigo—Soltó una pequeña sonrisa Dahyun—Me alegra saber que he echo una nueva amiga. 

—Es divertido, siendo honesta tiempo atrás seguramente no te hubiera hablado—Dijo Nayeon un poco apenada. 

—Me hubiera encantado eso, así tu estarías viendo el mundo y no viviendo en una obscuridad interminable—Sonrió Dahyun—Se que no debería preguntar esto, pero me gustaría saber como eres tengo curiosidad.

Nayeon quedó sorprendida con la respuesta de la chica de piel pálida.No recordaba mucho como era, la última vez que se miró en un espejo llevaba el cabello totalmente negro y largo.

—Tengo el cabello lacio, negro y largo—Soltó una risita Nayeon—Pero mi punto atractivo son mis dientes del enfrente, son como el de un conejo—Volvió a reír tocándolos suavemente—Te hubieran encantado verlos.

Dahyun quería imaginarse como eran esos dientes de conejo pero no iba a pedirle que los dejara tocarlos, eso ya era un poco personal, y no debía ser imprudente.

—¿Y tú? ¿Sabes como eres?—Le preguntó esta vez Nayeon. 

Recostó su cabeza entre sus rodillas y jugaba con una rama que estaba aun costado suyo logrando hacer un pequeño hoyo. 

—Mamá dice que mis ojos son pequeños, que cuándo me rió no se logran ver—Soltó una risa—No sé exactamente a lo que se refieren con eso, también se que mi piel es pálida, y muy blanca como la nieve, y mis mejillas son como un trozo de tofu.

Nayeon se imagina como era Dahyun con la pequeña descripción que le dijo. Sonrió, se la imaginaba bonita con una sonrisa encantadora dado que ella era verdaderamente encantadora. 

—Debe ser difícil ser ciega de nacimiento desconociendo el mundo ¿Verdad?—Su voz era nostálgica sujeto la mano de Dahyun como muestra de aprecio. 

Dahyun sintió la mano de Nayeon tocar la suya, esperaba la misma reacción que sentía cuándo era la japonesa quién tocaba su mano debido a que eran desconocidas aún. Pero eso, no sucedió, no sentía nada, era como si Chaeyoung lo hiciera. No sentía nervios o miedo alguno.

—Nayeon...—Susurro Dahyun nerviosa quitando su mano de dónde esta la estaba sujetando—¿Te puedo hacer una pregunta?

—¿Que es lo que pasa? Claro que puedes hacerla...

Tragó saliva intentando dar con la pregunta correcta. 

—¿Como sabes que gustas de alguien?

Aquella pregunta dejo con la boca abierta a la chica con dientes de conejo. Rasco su barbilla y parte de su cabello debido a la pregunta. Ella tampoco sabía muchas cosas del amor, solo había tenido un novio, pero no es como que en verdad le gustara demasiado, ya que lo único que quería era divertirse. 

—Es muy diferente la manera de ver el amor, pero supongo que es cuándo una persona te pone nerviosa y te hace sentir cosas extrañas. Muchas veces no nos damos cuenta, pero esa persona empieza a ser especial en nuestro corazón—Suspiro Nayeon recordando la única vez que se enamoro de alguien—No lo debes pensar mucho, solo se sincera con la persona cuándo ese momento llegue. 

Dahyun llevó sus manos justo en su corazón y apretaba su ropa. Nerviosismo, y sentimientos extraños que sentía cuándo estaba con una chica extraña de nombre Sana, pero ambas eran dos chicas y eso era imposible. 

—¿Las chicas entran también aunque yo también sea chica?—Preguntó nerviosa la menor.

Nayeon se rió debido a las preguntas inocentes de Dahyun. 

—Lo dudo, seguramente solo sientes ese cariño porque es una buena amiga. Te darás cuenta cuándo te guste un chico. 

Eso último le sirvió para que entrara en una pelea con sus propios pensamientos. Pero le ayudo para que pudiera formar las piezas de su rompecabezas. No pensaría en amor cuándo se refiriese a Sana porque Nayeon tenia toda la razón, era un amor hacía una amiga porque ambas eran chicas. 

Se despidieron luego de una hora, era el timbre de la salida. Salió en busca de su mejor amiga, hoy llegaría temprano a casa ese era el acuerdo que tuvieron, por toda la semana difícil que tuvieron. Quedaron en verse en la entrada de la escuela, pero un ruido en particular llamo su atención venía de los costados. Era el sonido de ramas siendo aplastadas, y se escuchaba cada vez más cerca. Caminaba más rápido, la presencia de personas extrañas la ponían nerviosa, al menos de que estuviera Chaeyoung con ella. Cargaba su mochila, saco su bastón y caminaba rápido, normalmente contaba los pasos que daba pero gracias al bastón podía ver las pequeñas escaleras y evitar que se cayera.  

—¿Por que huyes de mi chica de piel pálida?—Dijo aquella voz chillona de Sana—¿No quieres verme más? 

—¿Sana? ¿Que haces aquí?—Dahyun se detuvo—No he sabido de ti en toda la semana. 

Sana camino un poco más y quedo cerca de la espalda de Dahyun.

—He estado un poco ocupada ¿Me disculpas?—Le susurro cerca del oído, volvió a llevar un poco de su cabello detrás de la oreja y le coloco esa margarita que se había caído debido al viento—Ahora te miras muy bonita pequeña—Sonrió de oreja a oreja Sana.

Dahyun alzó la cabeza, sonrió ocultando su rostro entre sus manos y cerro por unos segundos sus ojos. Todo era tan bonito, la molestia de darle de nuevo una margarita por perder la otra era un pequeño gesto, y único. 

—Me tengo que ir a practicar, cuídate mucho pequeña—Sana le volvió a revolver su cabello.

Las voces a su alrededor empezaron a ser una molestia. Todo estaba bien hasta que esas personas llenaban de veneno sus oídos. ''¿Será su próxima victima?'' ''¿También la va a obligar a suicidarse?''  ''¿Será que sabe la clase de persona que es?'' ''Sana siempre finge ser una buena persona para destruirte como lo hizo con esa chica'' ''Pobre chica''. Apretó su blusa, tiró aquella margarita al suelo y sin importarle si se caería pero no quería estar más cerca de Sana. 

—No te quiero cerca de mi. Todos tienen razón, eres mala persona, y no quiero estar cerca de alguien que le hace daño a los demás—Aquella voz apagada y arrogante salió de su boca.

Sana volteó de nuevo a mirarla. 

Todas esas cosas que murmuraban entre ellos, era molesto y le irritaba, no quería seguir escuchando eso. Corría sin rumbo alguno, chocando con personas a cada segundo, hasta que tropezó con unos escalones, y fue ahí cuándo por instinto cerro los ojos y cubría su rostro con sus manos.

Alguien la envolvió en sus brazos atrayendola a ella y sujetando su cabeza para que no se golpeara. El ruido del fuerte golpe resonó en toda la escuela, pero ella no fue quién recibió el golpe, si no la persona que uso su cuerpo para evitar que ella se lastimara. 

—¿Te lastimaste?—Dijo Sana acariciando un poco su cabeza—Pensé que no llegaría a tiempo, pero no eres tan rápida.

Dahyun se levantó un poco, escuchaba los quejidos de la japonesa cada vez que se movía. Sintió miedo, seguramente se lastimo mucho porque fue la que recibió el golpe con todo ese peso. 

—¿Por que lo hiciste?—Dahyun se sentía mal—Te dije que no te quería cerca.

—No quería que te hicieras daño—Fue lo único que respondió Sana. 

Sana se levanto con cuidado sujetando los hombros de Dahyun, sacudía parte de sus ropas, saco un pañuelo de su bolsillo y le limpió con mucho cuidado su rostro que tenía un poco de polvo. Dahyun mordía su lengua, alejo la mano de Sana lejos de su rostro. Buscaba su mochila para levantarse y caminar, todos murmuraban, y de nuevo quería huir de ahí. Odiaba ser el centro de atención o el tema de conversación. 

Ninguna decía una sola palabra, lo único que hizo Sana fue levantarse para tomar sus cosas e irse al teatro en dónde seguramente la estarían esperando. No volteó a verla, ni le dijo nada para despedirse. La única manera en la que Dahyun se dio cuenta de que no estaba más cerca suyo es porque todos pararon de hablar y continuaron su camino. 

—¿Dahyun? ¿Que paso? ¿Estas bien?—Pregunto desesperada Chaeyoung revisando a su amiga por todas partes para asegurarse de que estuviera bien—Me gritaron de que te habías caído en las escaleras y me preocupes ¿Por que corrías? Sabes que eso es peligroso.

—¿Nos vamos a casa?—Dijo Dahyun en murmuro para que solo Chaeyoung la escuchara—¡Quiero ir a casa!

—Llamare a mi mamá para que venga por nosotras—Saco su celular para llamar a su madre—Ven, caminemos todos nos miran. 

Iban caminando, en ningún momento Dahyun levanto el rostro. Quería que la tierra la comiera en ese momento. Caminaban rápido para llegar en la entrada en dónde esperarían a la madre de su mejor amiga. Empezaba a desesperarse al notar que pasaba muy lento, y no se iban de ahí. 

—¿Nos siguen mirando?—Preguntó en murmuro Dahyun.

Chaeyoung miró por todos lados. 

—Algunas personas. Tranquila seguro solo piensan que eres torpe por caerte de las escaleras, no todos saben si eres ciega o no—Dijo Chaeyoung para intentar calmar a su mejor amiga quién era un mar de nervios—Ya esta aquí mi mamá, vamos. 

Dahyun casi sube corriendo, fue la primera en hacerlo y dejar sus cosas en el suelo del auto. Le pidió a la madre de Chaeyoung que pusiera un poco de música, todas las canciones que escuchaban eran triste, quería tirarle su zapato a la radio por poner esas cosas en un momento como el que estaba pasando. 

Chaeyoung se quedaría en casa de Dahyun un rato, quería quedarse con su amiga por lo alterada que estaba, y no quería dejarla sola. Subieron a su habitación, tiraron sus cosas y se tiraron en la cama ambas con la cabeza apuntando el techo. A diferencia de Chaeyounh, Dahyun saco un fuerte suspiro que seguramente se escucharía hasta el otro lado de la calle. 

—¿Que sucedió? ¿Por qué corrías?—Chaeyoung se acomodo para ver a su mejor amiga quién seguía en la misma posición—¿Me contaras?

Dahyun asintió.

—Escuché cosas, y lo único que quise hacer fue correr lejos. Sentía todas esas miradas directamente a mi como si quisiera devorarme en cuestión de segundos—Dahyun jugaba con sus manos frotando un poco las sabanas. 

El celular de Chaeyoung sonó era un mensaje adjunto con un vídeo que estaba publico en todas las redes sociales. Mientras lo miraba no dejaba de mirar a su mejor amiga quién jugaba con las almohadas lanzandolas arriba y atrapándolas.

—¿Sana te salvo?—Se preguntó extrañada de lo que miraba en el vídeo.

Al escuchar ese nombre dejo caer la almohada sobre su cara ocultándolo intentando ignorar aquellas palabras que salieron de la boca de su mejor amiga.

—Pensé que después del partido no volviste a estar cerca de ella—Dijo con un tono interrogatorio—¿Me ocultas algo Kim Dahyun? 

Dahyun negó. 

—Le pedí que no se acercara más a mi—Respondió Dahyun—Dijiste que era mala persona, y si Chaeyoung cree eso entonces lo debe ser.

—Me alegra que me hicieras caso. No quiero que su grupo de amigas te hagan su nueva victima de bullying—Le sonrió Chaeyoung y sujeto su mano—Siempre cuidare de ti, no permitiré que nadie te haga daño. 

Dahyun se lanzó sobre Chaeyoung para abrazarla fuertemente y pero termino quejándose de dolor, parecía herida porque presionaba mucho una parte de su hombro.

—¿Te duele algo?—Preguntó Dahyun—¿Te lastimaste jugando basquet? 

—Estoy bien, no debes preocuparte. 

Esas palabras para intentar calmarla de que se preocupara, pero Dahyun no era tonta. Sabía cuándo algo no estaba bien, pero Chaeyoung nunca le ocultaba nada siempre eran transparente entre ellas.

—Esta bien...

—Debo irme a casa—Chaeyoung se levantó con mucho cuidado tomo sus cosas—Hasta mañana.

Cerró la puerta con mucho cuidado. Dahyun volvió a recostarse en su cama con su rostro boca arriba jugando de nuevo con esas almohadas. 

—¡Que me ocultas Son Chaeyoung!