Girasol marchito
Flashback:
El invierno estaba llegando a Seúl, la mayoría de las calles estaba cubiertas de una capa mínima de nieve. Todos los niños salían a los parques a tirarse y jugar sobre la nieve, Dahyun no era la excepción. Aprovechaba que sus padres no estarían en todo el día y le pedía a la señora Kang que la llevará al parque a jugar con Yoshio. No había día en el que no se divirtiera, estando sola o acompañada, aunque no pudiera ver la nieve le encantaba intentar imaginarse, le describían como era y terminaba con un dolor de cabeza al final, eso realmente le divertía.
Iban saltando al parque, Dahyun parecía demasiado animada aunque el ambiente en casa no lo estuviera del todo, llevaba días teniendo un mal presentimiento. No podía imaginar lo que le causaba esa enorme angustia. Una enorme bola de nieve la saco de sus pensamientos y congeló su nariz que se puso en un tono un poco rojizo debido al frió.
—Te di... —Rió Yoshio.
Dahyun frunció el ceño y se agacho, intentaba buscar nieve y formar una bola del mismo tamaño con la que la golpearon.
—¿Cuál es tu problema?—Se levantó con la bola de nieve entre las manos—Ahora es mi turno—Gritó divertida.
Lanzó la bola con todas sus fuerzas. Todo fue en vano por que ni siquiera estuvo cerca de darle, lanzó la bola de el lado contrario golpeando solamente un árbol. Se avergonzó tanto que intentaba esconderse debajo de su gorro de invierno.
—Eres mala en esto, Dubu—Se bufó Yoshio—Tengo que enseñarte a lanzar mejor—Rió de nuevo.
Se cruzo de brazos y frunció el ceño. Estaba molesta y avergonzada al mismo tiempo.
—No te burles—Se defendió Dahyun—No me gusta este juego—Se dio la media vuelta.
La señora Kang los miraba desde una banca que no estaba muy lejos del centro en dónde solían jugar.
—Espera—Le gritó Yoshio—Hoy no pelemos, no quiero eso.
Dahyun alzaba su rostro con superioridad y no le respondió.
—Le diré a mamá que te compre un helado de fresa si sonríes—La sobornó.
—Eso si te lo aceptó—Respondió emocionada saltando sobre la nieve.
Yoshio corrió hasta dónde estaba su madre, luego de rogarle unos minutos por fin accedió a darle un poco de dinero, les parecía demasiado extraño que con todo el frió tuvieran energías y valor para comer un helado en medio de invierno. Regreso a dónde Dahyun esperaba ansiosa, la ayudo para que se sentaran en una de las bancas cerca y le entregó su lado.
—Muchas gracias Yoshio, eres un gran amigo—Sonrió hasta hacer sus ojos aún más pequeños de los que ya eran.
—Dahyun—Dijo en voz baja—Cuándo estemos grandes—Se trabo un poco al hablar y guardo silenció un momento—¿Me darías una oportunidad de ser tu novio?
Dahyun se atragantaba con su helado, tocia consecutivamente y se daba pequeñas palmadas en el pecho. Yoshio le ayudaba con las palmadas en la espalda para que se calmara.
—¿Novio?—Repitió extrañada la menor—Aún somos muy chicos para eso—Rió apenada.
Yoshio agacho la cabeza y miraba a la nieve jugando con sus zapatos.
—Pero creceremos y estoy seguro que me aceptaras. Te buscaré, lo prometo—Dijo decidido y con la frente en alto.
Gritaban sus nombres, no le dio tiempo de responder a Dahyun y no le tomo tanta importancia, ella sentía un enorme apreció por Yoshio, pero era muy pequeña para que pensara en cosas del amor. Su nana los llamaba para volver a casa y que tomaran algo de chocolate caliente para no resfriarse.
Esa fue la ultima vez que supo de Yoshio y a la señora Kang. Al día siguiente no volvieron.
Fin del Flasback.
Olvido el nombre de un chico que de pequeña cuidaba de ella, recordó todos sus momentos en la escuela, en casa y sus divertidas salidas al parque. Y fue el primer chico que se le declaró, no pudo evitar sonreír al recordar su pequeña y tierna confesión.
—¿Te encuentras bien?—Dijo la señora Kang llamando su atención—Te quedaste callada de repente—Señalo.
Dahyun sacudió la cabeza y soltó un fuerte suspiro.
—Solo recordaba a Yoshio, me siento mal por haberlo olvido—Dijo con total sinceridad—Siempre soñaba con un pequeño niño, nunca pude recordar su nombre... Soy una mala amiga.
La señora Kang rió y luego sonrió dejando ver sus dientes.
—Eras pequeña y despistada, no te atormentes por ello.—La animó—¿Te gustaría venir a comer hoy a mi casa? Te prepararé ese platillo favorito que tanto me pedías de pequeña.
Chaeyoung toco el hombre de Dahyun y le dio unas pequeñas palmadas. Estaba segura que no aceptaría por su pequeña salida a comer helados. Notó desde el principió la emoción de la menor por reencontrarse con la persona que cuido de ella de pequeña.
—A Dahyun le encantará ¿Verdad?—Chaeyoung alzó su dedo pulgar—Le avisaré a su madre y ella pasara por ella en unas horas—Extendió un pedazo de papel—Solo deme la dirección.
Dahyun asintió un par de veces con las mejillas sonrojadas.
—Será un gusto volver a ver a tu madre luego de mucho tiempo—Sonrió.
—Entonces la dejo en sus manos—Sonrió Chaeyoung y alzó el dedo pulgar como aprobación.
Y como en los viejos tiempos, sostuvo su mano como lo solía hacer. Iban en busca de un taxi, sus manos eran buenas recordado, nunca olvidaban y su mano sintió el mismo calor que cuándo era pequeña. No paraba de sonreír, estaba emocionada por encontrarse con su viejo amigo, esperaba verlo con tanta alegría como de pequeño. Aún así, ese terrible mal presentimiento continuaba enterrado en su pecho.
Se subieron a un taxi que luego de 10 minutos se detuvo, escuchó la dirección y no reconocía aquellas calles que le indicó al chófer. La ciudad era demasiado grande como para conocer todas las calles, y ella solamente iba a los mismos lugares. Tardaron unos 30 minutos en llegar, escuchó la puerta abrirse y el sonido de las bolsas. Le ayudo a salir y cerró la puerta del taxi. Mantenía mucho cuidado, subían como unos escalones, su nana reía y sacaba las llaves de su casa para poder abrir la puerta. De pequeña nunca supo en dónde vivía, era la primera vez que le presentaba su casa y la emocionaba.
—¿Y Yoshio vendrá? Estoy emocionada por escucharlo—Susurro Dahyun luego de sentarse en un pequeño sofá—Seguramente no me reconocerá—Sonrió.
La señora Kang dejo caer las bolsas sobre la mesa y apretaba fuertemente la orilla de la mesa.
—¿Dije algo malo?—Volvió hablar.
—No dijiste nada malo—Respondió la señora mayor—El no vendrá...
Se empezó a sentir un poco inquieta, la voz de su nana sonaba desanimada.
—¿Paso algo con el?
Escucho un fuerte suspiró.
—El murió hace tiempo—Susurro evitando que sus lágrimas abandonaran sus ojos—Fue un accidente. Lo siento mucho por que no lo podrás escuchar.
La boca casi se le cae al suelo y su piel se puso chinita, era como si un balde de agua fría cayera encima suyo. Estaba tan emocionada por escucharlo una vez más y que platicaran sobre el pasado. Nunca se imaginó que estuviera muerto, siendo tan joven.
—Lo siento mucho—Dijo desanimada Dahyun—No tenía idea—Soltó un fuerte suspiró—El era su única familia—Agacho la cabeza y apretaba con las palmas de su mano su falda.
—No lo sientas, el se fue queriéndote mucho. Estoy segura de eso—Rió intentando animar la conversación—Mejor me iré a preparar el platillo que te prometí, no tardaré.
La señora Kang fue directamente a la cocina, ella se quedo escuchando la radió mientras esperaba. Le pidió que la esperara un poco, no se aburría, estaba acostumbrada a estar solas por horas en su habitación escuchando la radio, la tele o cualquier sonido que le llamara su atención. Intentó no deprimirse con la mala noticia que recibió, sin embargo le era imposible, no podía evitar sentir nostalgia.
Cuándo terminó ayudo a poner la mesa con mucho cuidado y mucha concentración. El aroma de la comida entraba por su olfato y era un olor tan exquisito que hizo sonar su estomagó del hambre. Era un platillo que solía prepararle de pequeña, era un poco picosa y siendo tan joven nunca la desprecio ni por lo picante que era.
—¡Estoy huele delicioso!—Gritó emocionada tomando la cuchara de la mesa—Mi madre lo prepara seguido y el olor no es igual—Probo un poco y sus ojos consiguieron un poco de brillo y un fuerte suspiró—¡Estoy si es realmente delicioso!—Recalcó con entusiasmo.
—Me alegra que te gustara—Le sonrió y le dio un bocado a su comida—Este platillo es una especialidad mía, tú madre nunca la supo hacer bien por más que le explicaba—Rió recordando.
Dahyun dejo de comer, y puso su cuchara aun lado. Bebió un poco de agua, su gargantas estaba un poco seca.
—Señora Kang—Susurro Dahyun y consiguió que parara de comer—¿Por que se fue sin despedirse? Usted y mi madre solían llevarse muy bien, no entiendo.
—Ella lo sabía—Empezó hablar—Antes de que tomara mi decisión hable con tu madre, no podía continuar cuidándote, esa misma tarde el doctor me dio una mala noticia. Si continuaba como hasta ahora, no tendría mucho tiempo—Miró el cuadro que tenía colgado en la pared justo detrás de Dahyun—Mi corazón no estaba bien, necesitaba mucho reposo y no podía dejar a mi hijo solo—Saco una foto de su bolsillo izquierdo—Me sentí mal porque tu madre me ayudo mucho cuándo me separe del padre de Yoshio.
Guardaba silencio y escuchaba cuidadosamente cada palabra que salía de la boca de la señora Kang.
—Solías preguntarme sobre mi familia—Sujeto la mano con ambas manos—Nunca fui honesta, Yoshio no era mi única familia.
—¿De que habla?—La interrumpió—¿Nos mintió? A que se refiere con ello.
—Yoshio no es mi único hijo...
Se atraganto con un trozo de comida, justo le estaba dando otro bocado a su comida. Tomó un poco de agua rápidamente y se daba pequeños golpes cerca del pecho. Yoshio nunca le menciono a ningún hermano, lo que respectaba a su padre el solía cambiar de tema todo el tiempo.
—¿Tiene un hermano? ¿Y en dónde estaba el?
—Cuándo eres joven crees en todas esas mentiras que dicen—Susurro con delicadeza—El padre de Yoshio no era buena persona, era violento y manipulador, muchas veces prometió que cambiaría y nunca lo hizo—Apretó la fotografía—Yo quede embarazada, el parecía haber cambiado, era muy atento y fue en ese momento en el que recibí la noticia que tendría mellizos—Sonrió—¿Quién no estaría feliz con esa noticia? ¿No crees?
—¿Por que su voz suena triste? ¿Acaso murió al nacer?—Volvió a interrumpir Dahyun.
No podía verlo pero si escucharlo, escuchaba como la persona que la cuido de pequeña contenía sus lagrimas.
—No, no murió—Respondió a su pregunta—Los dos nacieron saludables o eso es lo que creímos al principió—Le entrego la fotografía a Dahyun la puso en su mano—Muestrasela a tu madre, ella te confirmara si te estoy mintiendo o no—Le pidió.
Dahyun rozaba la yema de sus dedos en la fotografía, era solo una pequeña foto un poco rota y vieja. De la apariencia física nunca tuvo duda alguna, ni siquiera toco su rostro de Yoshio, esa costumbre la adquirió un poco más grande.
—¿Y como se llama?—Dijo sin dejar de tocar aquella foto—Tal vez lo conozco.
La señora Kang trago saliva y miró de nuevo la fotografía detrás de su espalda. Era la primera vez en mucho tiempo que hablaba sobre ese tema, no era nada fácil, pero lo agradecía. No quería llevarse todo eso a la tumba.
—Su nombre es Minatozaki Sana.
Dejo caer la fotografía sobre la mesa, su boca parecía querer caerse al suelo y sus ojos se abrieron como enormes platos. En ese momento se dio cuenta de lo pequeño que era el mundo, de como tenían una conexión desde hace tiempo. Parecía casualidad, eso quería creer, que todo era una simple casualidad o mala broma. Yoshio gustó de ella y Sana también. Trago saliva y un enorme nudo en su garganta que evitaba que hablara.
—¿Por que esa expresión? ¿A caso conoces a mi hija?—Le preguntó preocupada la señora Kang.
—Me sorprendió un poco escuchar el nombre—Mustió Dahyun—Y si, la conozco...
Hola, buenos días, tardes o noches.
No soy de poner notas en los capítulos, hoy decidí hacerlo porque he empezado a escribir una próxima historia. Llevo tiempo trabajando en ella, después de varios meses por fin llegue a la idea concreta que deseaba. Y bueno, nunca he escrito nada Michaeng y esta vez quise hacerlo.
Así que esperemos que si pueda subirla e igual les guste. ^^
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