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Dahyun.

Dahyun estaba en silencio, aún lado estaba la caja de chocolates que no le entregó a Sana como agradecimiento. Le pidió a su mejor amiga que le buscara un moño amarillo para decorar la pequeña caja. No podía verlo pero no dudaba que se viera muy bonito aunque la caja estuviera un poco maltratada.  Estaban sentadas en el gimnasio observando el partido, hoy era el festival deportivo. Todo el día habrían cualquier tipo de competencias, las personas disfrutaban de este día debido a que no tenían clases y podrían tomar un descanso para dejar ir su estrés. Lo único que se escuchaban por todos lados eran gritos, la emoción de los estudiantes y la competencia. 

Llevaba 3 horas sentada y no había logrado escuchar la voz de Sana, estaba comenzando a ponerse un poco ansiosa, no buscaba la manera de preguntarle a Chaeyoung por la japonesa porque no le había contado nada de lo que estaba pasando ni mucho menos de lo que sentía. 

—¿Y no me dirás para quién son esos chocolates?—Chaeyoung le dio un pequeño golpe en su hombro—¿Es para alguien especial? ¿Tienes novio y no me contaste? 

—Quería agradecerle a alguien, pero dudo que me encuentre a esa persona el día de hoy—Respondió incomoda y le sonrió—Creo que estos chocolates quieren que sean comidos por mi. 

Chaeyoung no dejaba de mirar a Dahyun.

—¿Conoces su nombre? Podría llevarte con esa persona—Respondió con sinceridad Chaeyoung. 

Dahyun negó, no quería tener que explicar todo y aún no estaba segura de sus sentimientos, quería callar al respecto, no podía preocupar más a su mejor amiga, menos luego de lo que escuchó esa mañana. No buscaba la manera para preguntarle, tenía demasiados pensamientos en su cabeza que pronto colapsaría. 

—Iré a caminar, los gritos me causan dolor de cabeza—Dahyun se puso su bolso y tomó su bastón—Solo quiero distraerme un poco. 

Salió con mucho éxito del gimnasio, no mentía cuándo dijo que los gritos le causaban mucho dolor de cabeza. Alguien como ella, solo podía concentrarse en las voces y al estar rodeada de tantas personas no lograba quedarse tranquila. Ni siquiera tenía idea de dónde iría, conocía muy poco el instituto y los únicos lugares a los que podría ir es a dónde estaba la mayor parte del tiempo. 

Chocaba con algunas personas, se disculpaba y continuaba caminando. No prestó atención a su número de pasos, solo estaba caminando sin rumbo alguno hasta un lugar en dónde hubieran personas. Logró escuchar unos fuertes ruidos venir de un lugar muy cerca, se detuvo cuándo estos se escucharon más fuerte y no se movía. No reconocía ninguna voz, estaba por sentirse perdida. 

—Pero miren a quién tenemos aquí...

Dahyun dio un paso para atrás e iba a caminar del lado contrario.

—¿Por que huyes niñita?—Rió Momo—¿No que no me tenías miedo? 

—No lo tengo, no estoy de humor de tener que lidiar contigo...—Respondió a la defensiva. 

Momo se acercó más a ella, la sujeto del brazo y la estaba arrastrando por todo el instituto. Dahyun lo único que podía hacer es intentar soltarse y gritar que la soltara, pero aunque grito un millón de veces, la japonesa solo se reía de su intentó fallido por escapar. 

—Hoy nos divertiremos tú y yo—Rió Momo—Yo al menos lo haré...

Estaban cerca de una cancha de atletismo, era enorme y en el lugar estaban un montón de estudiantes siendo espectadores de la carrera. Se detuvieron, Dahyun intentaba oler algo que reconociera para poder volver al gimnasio con Chaeyoung. Estuvieron paradas 5 minutos sin hacer nada, escuchó que hablara a unas personas y eso fue todo, hasta que sintió que la jalara de nuevo, ahora no estaban solas. Escuchó un par de risas, ninguna era la voz de Sana, era voces desconocidas y se reían, no paraban de hacerlo. 

—¿Que tienes en tu bolsa?—Volvió hablar Momo y se la arrebato a Dahyun de manera fuerte. 

—Dámela...—Exclamó con miedo Dahyun—Tengo cosas importantes adentro—Recalcó. 

—¿Escucharon? ¿Quiere que se la entregue?—Se bufó Momo alzando la bolsa—Veamos que tienes de importante.

Empezaron a tirar todo lo que estaba dentro lo único que llevaba era la caja de chocolates y una botella de agua. 

—¿Cuál es tu problema?, Yo nunca te he echo nada malo—Dahyun agacho la cabeza—Solo detente... 

—¿Detenerme?—Momo pisó la caja de chocolates hasta que se salieran del empaque—¿Le ibas a regalar a alguien chocolates? ¿A caso alguien como tú tiene novio?—Se bufaba de nuevo. 

Dahyun se agacho para recoger sus cosas, era claro que escuchó como Momo pisó la caja de chocolates, los buscaba y cuándo sus manos se encontraron con el obsequió que era de Sana, quería soltar lágrimas porque estaban totalmente arruinados. Los arrastró hasta dónde estaba ella, y los tocó con ambas manos, no quería imaginarse lo sucio que estaría el listón con el que lo decoró.

—¿Ya te divertiste? Solo váyanse de aquí...

Todos se estaban riendo de Dahyun, le tomaban fotos y hasta habían grabado todo. No quería levantar la cabeza, estaba segura que seguramente le tomaron fotos y hasta la grabaron, y no quería que eso llegara a manos de su madre o eso la lastimaría. 

—Ya esta aquí—Susurro Momo—Sana... ¿No te quieres divertir también? 

Al escuchar el nombre de la japonesa, rápidamente limpió sus lágrimas y su cuerpo temblaba aún más que antes. 

—¿A quién molestas ahora Momo?—Respondió Sana—¿Ya encontraste nuevo juguete? 

Escuchar esas palabras de la japonesa la decepcionaron por completo. No era algo que le ocultara, siempre le recalcó que no era una persona buena y hoy lo había comprobado. Se levantó del suelo sin levantar la cabeza y apretaba sus manos. 

—¿Juguete? ¿Eso son las personas para ti?—Preguntó Dahyun sin pensar—Eres igual que todos los que están aquí.

Dahyun quería evitar que sus ojos lloraran pero esas palabras tan vacías lograron herirla, pero eso era, un juguete de diversión para todas las personas a su al rededor y sentía un vació por querer obsequiarle chocolates a la persona que veía a las personas como ella como juguetes.

Sana no había reconocido a la chica de piel pálida hasta que se quitó una de las amigas de Momo y logró reconocerla. No pudo quitar la mirada de su ropa sucia y de las cosas que estaban tiradas cerca suyo. Empezó a caminar cuándo la reconoció, 

—Vayámonos de aquí—Sana caminó hasta dónde estaba Dahyun y la agarro del brazo—Te llevaré a otro lugar. 

—No quiero que me toques—Dahyun le dio un fuerte manotazo a Sana—No necesito tu ayuda, ni ahora ni nunca. 

Aunque su cuerpo temblara de miedo, se agacho a recoger sus cosas e irse caminando. Dio la media vuelta, solo quería caminar a otro lugar que no fuera ese para que pudiera hablarle a Chaeyoung y fuera por ella, la tendrían que buscar porque no tenía idea de en dónde estaba. Caminó hasta llegar a una pequeña banca, apretaba su vestido con la cabeza baja y estaba evitando que las lágrimas salieran. Las risas de todas esas personas no salían de su mente y las palabras de Sana mucho menos.

—Referirte a una persona como un objeto, eso esta mal...—Susurro para si misma Dahyun. 

FlashBack:

La misma tarde en la que le confesó sus sentimientos a su madre, fue el mismo día en el que le ayudo a escribir una pequeña nota que quería entregar con la caja de chocolates. Le había mentido sobre la razón por la que quería entregarlo, pero que quería poder ponerle una nota para que pudiera leer y sonriera al comerlo. 

No buscaba las palabras para expresarlo, no tenía que contener palabras que dieran una referencia al amor y eso era difícil. Su madre se reía por todas esas notas fallidas que ahora pertenecían al bote de basura.

—¿Por que ríes?—Le preguntó a su madre confundida. 

—Es la primera vez que te veo tan nerviosa—Soltó una risa su madre—Espero que esa chica no te haga daño. 

Dañar a una persona, lo entendía perfectamente. Todas las personas o la mayoría se acercaban para hacerle daño, físicamente y mentalmente, lo hacían todo el tiempo.

—Las personas solo pueden herirte si tú se los permites—Exclamó Dahyun.

Así pasaron más de dos horas hasta que lograron escribir la nota perfecta, no decía muchas palabras, era una pequeña cita que daba a a entender justo lo que ella quería trasmitir. Hizo que su madre se la leyera muchas veces, no dejaba de sonreír cada que lo escuchaba y deseaba que la persona que lo leería se sintiera de la misma manera. 

—Gracias mamá, por ayudarme—Dahyun no paraba de sonreír cada vez que miraba a su madre. 

—Espero que le gusté—Su madre se acercó abrazarla—Ya no eres mi niña, haz crecido. 

Fin del flasback. 

Lo único que deseaba era tener un día pacificó, en dónde no parara de sonreír y se divirtiera todo el día. Resultó todo lo contrario, estaba en una banca sola llorando con su rostro oculto entre sus piernas, escuchando las risas de las personas que la miraban y los murmullos de chistes sobre de ella,''Es lamentable'' ''Pobre chica ciega'' ''No debe ser fácil ser ciega'' ''Al menos no terminará como Jeongyeon''.

Al escuchar ese nombre, alzó la cabeza de nuevo y quiso escuchar si volverían a mencionarlo. Porque todos parecían interesados en ese nombre, era la segunda vez que lo escuchaba y ahora su curiosidad aumentaba más, y el porque Nayeon le dijo que no debía preguntar al respecto. 

—¿Te encuentras bien?—Murmuro una chica que se sentó alado suyo—Supongo que no, debido a que estas llorando. No dejes que esas personas te hagan daño.

Logró reconocer esa voz, era la misma chica que estaba con Chaeyoung cerca del kiosco esa mañana. 

—Las personas aquí son malas—Exclamó Dahyun. 

—No es que sean malas, solo son estúpidas—Rió la chica. 

—¿Como te llamas?—Preguntó Dahyun. 

Era su única oportunidad para poder saber el nombre de la chica. Lo único que escuchó era su risa y sintió su mano quién le entregó un pañuelo. 

—Limpia tus lágrimas—Ordeno esa chica quién ignoro su pregunta—Tengo que volver a la pista de atletismo. 

—Se que es mucho pedir, no se exactamente en dónde estoy—Rió Dahyun—¿Me podrías llevar al gimnasio? 

—De acuerdo. 

Dahyun sintió un poco de alivió de volver de nuevo al gimnasio de dónde nunca debió salir. Lo único que consiguió era ser victima de burlas y no se lo podría ocultar a Chaeyoung. Todo el camino estuvo en silenció, en lo único en lo que estaba concentrada era en no tropezar y no ser una carga para la chica quién la llevaba amablemente hasta dónde estaba Chaeyoung. Caminaban juntas una alado de la otra y si que tardaron un poco en llegar, al parecer si estaba un poco alejada y hubieran tardo mucho en buscarla. 

Antes de que llegaran a la puerta, la chica se detuvo y toco un poco su hombro de Dahyun. Se despidió con el pretexto de que no podía tardar más o su profesor la regañaría, pero eso lo escuchó más como una excusa para no tener que encontrarse con Chaeyoung o al menos eso pensaba Dahyun. 

Entró de nuevo al gimnasio para poder llamar a Chaeyoung, había sacado su celular y la llamó para que la fuera buscar en la entrada, y se pudiera sentar de nuevo a disfrutar del partido de baloncesto. 

—¿Te encuentras bien?—Chaeyoung llegó corriendo a revisar a Dahyun—Vi los vídeos, no creí que te estuvieran intimidando.

  —La chica de nombre Momo, solo es estúpida y todas sus amigas también lo son—Dijo enfurecida.

Normalmente Dahyun no era una persona que usara un vocabulario grosero, ahora estaba realmente enojada que no dudaba en llamar a las personas ''Estúpidas''.

—¿Como te enteraste?—Volvió hablar Dahyun. 

—El vídeo lo subieron, estaba por ir a buscarte antes de que llamaras—Mustió Chaeyoung—Debí insistir en que te acompañara, lo siento mucho. 

Dahyun se acercó para abrazar a Chaeyoung, lo único que necesitaba era un abrazó de una persona que lograra llenar su corazón con paz y la única persona capaz de hacerlo era su mejor amiga. 

—Eres mi mejor amiga—Susurro Dahyun—Yo también te protegeré de lo que sea que te preocupe.

Unas palabras que llevaban a una enorme verdad que descubriría más adelante.

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