Corazón roto.
Si el mar tuviera la forma de un humano, seguramente sería como Taehyung y lo odiaría de la misma manera. Nunca pensó que el escuchar salir esas palabras de la boca de Dahyun, sería demasiado doloroso, solo había pasado una semana desde lo ocurrido, una parte de ella quería convencerla de que era lo mejor, pero la otra, solo le recordaba lo estúpida que había sido por dejar ir lo que podría traerle felicidad.
Estaba con los ánimos por los suelos, iba con la cabeza baja a dónde Mina seguramente la estaba esperando. La casa era enorme, se podía perder fácilmente una persona dentro, sin embargo caminó, recordando cada lugar que cruzó para intentar llegar al baño.
—¿Esa no es la chica del restaurante?—Dijo alguien a sus espaldas—Claro que lo es, Jin ten cuidado o podría dañarte de nuevo la camisa.
Sana miró tras sus espaldas, los reconocía perfectamente, el chico de nombre Jin era el más alto del grupo y era al que le había tirado jugo esa noche. Intento ignorarlos e intento seguir caminando pero uno de los amigos de Taehyung sujeto su mano por un corto tiempo evitando de que diera un paso más.
—¿Te gustaría que te invite un trago?—Preguntó el chico alto de nombre Jin—Esa noche fui muy grosero, siento que te debo una disculpa.
—Yo no bebo alcohol—Sana movió su brazo para que este la soltara—No es necesario, yo tuve la culpa esa noche.
—Puedo invitarte lo que quieras, eso no es un problema—Insistió un poco más—Eres muy linda y siento que no debería perder esta oportunidad.
Los chicos siempre la cortejaban, no era una mentira que la japonesa fuera una chica linda. En su instituto en primer año todos quedaron encantados con ella, en ese tiempo tenía su cabello castaño y cuándo cambio al rubio, todos se volvieron locos. Se quedo observando a Jin, era alto, tenía el cabello negro un poco largo cubriendo parte de su frente y manera de vestir tan casual, lograba que eso resaltara aún más.
—Me encantaría pero tengo que volver con una amiga—Sonrió falsamente.
No tenía cabeza para otra cosa más que el recuerdo de aquellas palabras salir de la boca de Dahyun, intentaba querer suprimirlos y eliminarlos, pero todo le hacía recordar. Alzó la cabeza y ahí estaba Mina sonriendo alado de una chica que desconocía, era un poco más baja que su mejor amiga y su cabello era largo un poco ondulado, intentó reconocerla intentando forzar un poco más su vista, pero no tuvo éxito.
Al notar su presencia, se despidieron y quedaron de nuevo solas. Sana ocupo el lugar vació que estaba alado de Mina, y bebió un poco de agua que le habían conseguido para que tomara mientras esperaban la hora de irse. Todo ese silenció se tornaba incomodo, su mejor amiga parecía más concentrada bebiendo todo el alcohol que pudiera y no era muy buena bebiendo.
—La chica con La que estabas antes...—Inició—¿Es la que te gusta?—Preguntó nerviosa.
Mina casi se ahogaba con su bebida, se estaba atragantando y no paraba de toser. Dejó su vaso aún lado suyo e intento respirar un poco para conseguir calmarse.
—¿Por qué preguntas eso tan de repente?
Sana alzó los hombros y sonrió un poco.
—Es solo que nunca te veo sonreír con otras personas—Se bufó la japonesa—Eres reservada y eso me sorprende un poco...
—Es solo una amiga de la primaría—Afirmo Mina.
Sana alzó un poco la cabeza y sus ojos se encontraron con la bella chica de piel pálida, ni siquiera le estaba prestando atención de lo que seguramente Mina le estaba contando. Llevaba puesto un vestido color blanco con unos zapatos bajos, mantenía el cabello suelto y estaba sentada en una de las pequeñas bancas que estaban muy cerca de la puerta, no estaba sola, a lado suyo estaba el chico pelinegro y no soltaba la mano de Dahyun por ningún motivo.
Era más difícil de lo que se imaginaba, era demasiada coincidencia que estuvieran en la misma reunión y que Mina fuera del circulo social de Taehyung, antes de que lo conociera por Dahyun, nunca lo había visto, ni si quiera en otras fiestas a las que Mina le invitaba y obligaba a ir de vez en cuándo para distraerla. Era extraño...
Mina tardo en darse cuenta que no le estaban prestando atención, sacudió el hombro de Sana hasta que reacciono y la miraba de nuevo con una expresión seria.
—¿Qué es lo que tanto mirabas con tanta concentración?—Mina miraba por todos lados y no encontró a ningún chico que pudiera haber llamado la atención de su mejor amiga—¿Algún chico llamo tu interés?
Rió al escuchar la palabra ''chico'' y quedo viendo a Mina con una sonrisa en el rostro
—¿No quieres ir a otro lado? Esta reunión es un poco aburrida—Sugirió la japonesa.
—Me haz leído la mente—Sonrió de vuelta Mina.
Se levantaron de sus asientos, enfrente suyo continuaba Dahyun sentada y riendo con la única sonrisa que podía causar una calidez incontrolable. Se puso del otro lado en dónde Mina la tapará por si alguno de sus amigos de Taehyung se le ocurría hablarla. Todo estaba saliendo bien, estaban apunto de pasar alado suyo, y fue ese momento en el que chico de nombre Jin se levantó rápidamente para taparle el caminó hacía la puerta. Tanto Sana como Mina quedaron sorprendidas por el obstáculo en su caminó.Mina parecía un poco confundida, miraba a Sana de reojo al notar que el chico alto miraba a su mejor amiga y no a ella.
—¿Estas por irte?—Rió el chico alto—Se que dirás que soy un poco inoportuno pero... ¿Me podrías decir tu nombre?
Sana mordió un poco sus labios estaba apunto de responder cuándo la risa de Taehyung llamo la atención de todos y se levantó de su asiento dejando a Dahyun sola.
—Su nombre es Sana ¿Me equivoco?—Dijo sarcástico Taehyung.
Lo quedo mirando, frunció el ceño al escuchar su tan arrogante voz entrar por sus oídos. Intentaba no llevar su mirada hacía la dirección de Dahyun, no pudo evitarlo, al parecer había logrado escuchar su nombre, la expresión en su rostro era distinto, su sonrisa se desvaneció.
—¿No quieren acompañarnos? Harías muy feliz a mi amigo Jin con tu presencia—Volvió hablar Taehyung y se acerco a su amigo dándole unas fuertes palmadas en el hombro—Todavía es temprano para que se vayan.
—Me temo que debo rechazar tu oferte—Sonrió de una manera tan dulce e hipócrita y tomo la mano de Mina—Una persona me esta esperando, por lo tanto no puedo aceptar.
Dejo a todos con la boca abierta, observo la mano de Dahyun cubierta por un venda y trago saliva al recordar la causa de esa herida. Quería preguntarle como estaba, por más inoportuno que fuera, sus pies se movieron por si solos, soltó la mano de su mejor amiga y camino a su dirección, no estaba muy lejos, lo único que deseaba era escuchar de sus labios que estaba bien. Taehyung se puso en el medio y no le permitió dar un paso más y la miraba con el ceño fruncido, como si estuviera molesto por alguna razón en especial, lo cuál confundió más a la japonesa, hasta el momento nunca había tenido una pelea con el y el no tendría motivos para mirarla de esa manera, eso era lo que pensaba.
—¿Pasa algo malo? ¿No puedo saludar a Dahyun?—Sana cambio su expresión a una seria y dominante cada vez que veía a Taehyung.
—¿Podemos hablar en privado?—Soltó de repente Taehyung y le hizo una seña de que lo siguiera—Será rápido.
Dahyun agacho su cabeza.
Sana asintió, le dijo a Mina que la esperara un momento y luego volvería. Siguió a Taehyung hasta la cocina, ahí se detuvo y se sirvió un poco de agua que saco del refrigerador y lo bebió rápidamente y dejo el vaso sobre la mesa. Al principió solo se le quedaba mirando y no decía ni una sola palabra. Ella por el contrario parecía muy tranquila, ni siquiera estaba nerviosa como antes, su pulso estaba tan relajado y su mente se estaba tranquilizando.
—Dahyun me contó lo de ustedes...—Soltó tan repentinamente Taehyung—Se que tu eras la chica que le gustaba—Rió—Se que tu nunca corresponderás sus sentimientos, eso me lo dejo claro. Pero, aún así es incomodo tener que verte cerca de ella.
—¿Me quieres pedir que no me acerque más?—Rió irónica—¿Quién te dio el derecho de meterte en su vida?
—Estamos saliendo y solo quiero lo mejor para ella... Y si tu sigues cerca, es molesto. Acepto salir conmigo, solo porque entendió que lo de ustedes es extraño y que no debería sentir esos sentimientos que tenía por ti—La voz del chico se estaba tornando un poco más ronca y profunda—Por esa razón, siento que solo deberías ignorarla como siempre lo has hecho.
Sana no pudo evitar soltar una fuerte carcajada.
—Eso no es muy caballeroso de tu parte—Sana caminó hasta Taehyung y acomodo el cuello de su camisa—Tu camisa es muy linda—Lo miraba directamente a los ojos—No me había dado cuenta de que tienes unos lindos ojos—Taehyung parecía nervioso al tenerla demasiado cerca, sus manos no respondían y su mirada bajo hasta sus labios—La próxima vez que una chica se te acerque de esta forma, intenta alejarla. Porque aunque los ojos sean ciegos, el corazón se rompe de igual forma.
Lo empujó y salió de la cocina, fue en busca de Mina, ni siquiera se molesto en cruzar la puerta de nuevo, levantó su mano para llamar la atención de su mejor amiga quién al mirarla fue corriendo hasta en dónde estaba parada esperando. Fueron directo hasta su vehículo, no le hizo ninguna pregunta y lo agradecía porque no quería hablar más sobre ese tema.
Iban de camino a casa de Mina, como la ida la regresada fue aún más silenciosa. El tráfico era casi nulo que llegarían aún más rápido de lo que se esperaban, las calles parecían abandonas, muy pocas personas deambulaban por las calles. En el caminó se le ocurrió una buena idea, miró a Mina un par de veces en un intento de pedirlo otro favor.
—Mina—Dijo Sana con tranquilidad—¿Me puedes llevar a un lugar?—Preguntó.
—¿A dónde quieres ir? Pensé que estabas cansada—Dijo confundida Mina.
—Necesito ir a buscar algo a tu casa y lo sabrás—Rió Sana divertida—Tal vez esta sea la única oportunidad.
Aceleraron un poco más, se apresuraron a llegar a casa de su mejor amiga y le entregó las llaves para que entrara corriendo a buscar lo que necesitaba. La japonesa ni siquiera lo pensó tanto, entro corriendo a la casa y busco entre sus cosas hasta encontrar la caja que estaba buscando, la tomo rápidamente y subió de nuevo al vehículo. Le dijo la dirección de en dónde debería llevarla, no dejaba de mirar la caja con el celular nuevo, lo sujetaba fuertemente y media su fuerza para no arruinarla.
Había pensando en entregárselo a su madre, así no tendrían que cruzar palabras. Era la mejor idea, todo parecía ser sencillo pero no lo era realmente. En esos momentos su corazón estaba alterado por todo lo sucedido en esa noche, ni siquiera se dio cuenta que ya estaban estacionados casi al frente de la casa de Dahyun. Mina ni siquiera se molestó en preguntar, solo la observaba un poco curiosa de todo.
—Hemos llegado—Susurro Mina.
Sana asintió, se bajo del vehículo y con pasos pequeños caminaba hasta la puerta y toco un par de veces el timbre, en la primera nadie salió, si no hasta la segunda en el que escuchó un pequeño ruido y la puerta abrirse. La señora tenía un enorme parecido con Dahyun, su piel no era tan pálida, pero sus ojos eran idénticos.
—B-buenas noches—Dijo con nervios—V-venía porque quería entregarle algo—Trago un poco de saliva de los nervios y le acerco la caja del celular cerca de sus manos de la madre de Dahyun—Esto es para Dahyun, fue mi culpa que perdiera su celular—Hizo una reverencia.
La madre de Dahyun rió al escuchar los pequeños tartamudeos de la japonesa.
—¿Sana? ¿No es así?—Sana asintió—Mi hija no se encuentra, si gustas puedes esperarla no debe tardar en llegar, seguro estará muy feliz de verte.
—No creó que sea buena idea, seguramente su hija no querrá verme—Hizo una pequeña sonrisa—¿Le podría decir de mi parte que lo siento mucho?
La madre de Dahyun agarro la caja del celular y asintió un par de veces.
—Yo le diré.
Sana hizo una pequeña reverencia de despedida y regreso al vehículo junto con Mina. La puerta de la casa de Dahyun se cerró de nuevo y ella se mantuvo observando unos minutos más antes de que se fueran de vuelta a casa. Sonrió una última vez antes de que sus ojos se cerraran.
Estaba perdida, siempre lo estuvo.
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