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Colores.

Un mundo rodeado por colores, era un mundo desconocido para ella. Se sentía con una canción que nadie recordaría con el pasar de los tiempos, era una buena forma de verlo, al menos para Dahyun. Esa noche, lo que se suponía que debía ser una salida memorable, termino siendo todo lo contrario por la actitud tan sorpresiva de la japonesa hacía ella. Llegó a casa con los ánimos por los suelos, Taehyung la llevó como Sana se lo pidió, y por esa razón estaba enojada. Se tiro sobre su cama con su cabeza ocultándose entre sus almohadas y no paraba de soltar ligeros suspiros al recordar esa tono de voz que Usaba la japonesa cuando estaba enojada.

Un silencio rodeo toda su habitación, en ese mismo momento en que sus parpados estaban cerrándose poco a poco, estaba realmente muy agotada. Se levantó de manera rápida, sacudió un poco su cabeza e intentaba mantenerse despierta y fue en ese mismo momento en que un recuerdo vino a su mente de una voz que olvidaba.

Flashback. 

Era una tarde de abril, el tiempo era un poco caluroso, ese día su madre le había puesto una ropa ligera porque iría a la playa con sus demás compañeros. Estuvo nerviosa toda la mañana, al llegar a la escuela se sentó aún lado de su maestra en dónde su madre la dejo. Todos estaba ruidoso, se notaba la emoción porque no dejaba de escuchar risas y risas de parte de todos sus compañeros.

—Maestra—Susurro Dahyun—¿Por que soy diferente a los demás? ¿Por qué soy la única que no puede correr libremente por los pasillos? 

La maestra de Dahyun no supo que responder, era una pregunta tan repentina y simplemente no buscaba las palabras adecuadas para responderle. 

—A veces es bueno ser diferente—Termino respondiendo su maestra—Eres especial, en un buen sentido pequeña Dahyun. 

Era una respuesta que odiaba escuchar, el decir que era especial era una forma de decir que era rara sin sonar tan groseros con ella. Tzuyu siempre le recordaba lo patética que era en cada momento que pudiera y se encontrara sola. Su maestra tuvo que ir hablar con una de las madres de su compañero, se quedo completamente sola sin nadie quien la cuidara, ni siquiera esa persona. Normalmente siempre tenía miedo, al no lograr saber quienes o que estaba a su al rededor le creaba una enorme ansiedad, un temor a lo desconocido. 

—No soy para nada especial—Susurro para si misma Dahyun. 

Alguien sujeto su mano con mucho cuidado. 

—Eres especial para quién te miré con la dulzura con la que yo lo hago—Susurro esa voz. 

Era la primera vez que alguien le decía un cumplido, en ese momento se sintió tan especial que olvido sus palabras antes mencionas para ella. Esa persona cuya voz desconocía, cuyo rostro era una mancha negra como la de todas las demás, sin embargo sus manos tan suaves nunca podría olvidarlo.

Fin del flashback. 

Ese recuerdo era uno de sus tantos buenos recuerdos de la infancia, pero era también algo desconocido, es como si sintiera que estaba olvidando algo. No podía memorizar todas las voces, eso era un poco complicado a veces. Pero esas manos eran similares a las de Sana y al terminar de recordarlo se levantó tan de repente de la cama que termino cayendo aún lado lastimándose un poco su brazo y causando un fuerte ruido que su madre tuvo que ir corriendo a su habitación para verificar que nada le pasara. 

—¿Que paso Dahyun?—Pregunto su madre preocupada ayudando a levantarla.

—Estoy bien, no debes preocuparte—Sonrió Dahyun para persuadir a su madre. 

Le ayudo a sentarse en la orilla de su cama con mucho cuidado, su madre se sentó aun lado suyo. 

—¿No te fue bien en tu salida con la chica?—Preguntó curiosa su madre de Dahyun. 

Dahyun negó, no podía mentirle a su madre. 

—Ella se fue enojada, no sé que hice mal. Lo único que quería es que tuviéramos una cena tranquila, pero ni siquiera tuvimos tiempo para que probara mi postré favorito...—La voz de Dahyun se empezaba a quebrar—No quiero que pienses que soy una llorona—Intentaba limpiar sus lágrimas. 

La madre de Dahyun acarició con mucho cuidado su cabello en un intento de querer consolarla, conocía perfectamente a su hija, era una persona sumamente sensible que podía ser lastimada de cualquier manera. Eso hacía tan vulnerable a Dahyun en cualquier sentido. 

—Nunca pensaría tal cosa, pequeña—Su madre se acerco para abrazarla—Si esa chica te hace llorar de nuevo, entonces no deberías estar cerca de ella.

Guardaron silencio en ese tan afectuoso abrazo que lograba hacerla sentir mejor, las últimas palabras de su madre la dejaron en un profundo pensamiento. Entonces en ese abrazo cuando su madre toco sus manos recordó de nuevo esa voz que no logró reconocer y su madre solía conocer a todos sus amiguitos. Se separó despacio para no parecer brusca y no terminar con el abrazo de una manera ruda, su madre solo estaba observándola. Estaba por preguntarle, sin embargo su madre tuvo que ir a su habitación porque su celular no dejaba de sonar, se despidió de Dahyun con un pequeño beso en la mejilla y salió corriendo de su habitación. Luego de que su madre se fuera estuvo cerrando y abriendo su madre intentando recordar el tacto de esa voz en sus pensamientos de aquella persona desconocida. 

No quería pensar mucho sobre eso, llevo sus dedos un poco abajo de sus ojos y notó que permanecían un poco húmedos. Y sonrió, porque por primera vez un recuerdo feliz vino a su mente de nuevo acompañado de una sensación que le daba un pequeño calambre a todo su cuerpo. 

Un rostro desconocido para mis ojos pero no tan desconocido para mis manos.

Ella realmente no conocía nada sobre la chica en la que estaba ocupado sus pensamientos, lo poco que sabía eran cosas que no eran tan relevantes. Sana era como un diamante en bruto, era admirado por todos pero desconocido a la vez. 

 ''Usa ropa muy delgada para este clima y sus tenis están muy desgastados para no decir que son viejos''

Vinieron esas palabras a su mente, lo que Taehyung le dijo no era mentira, realmente Sana usaba ropa demasiado delgada para un clima como el que tenían el día de hoy. Lograba tener esa sensación de frió, lograba recordar como sus manos temblaban y aún así mintió al respecto de no tener frió. 

—¿Que necesito hacer para que no te alejes de mi?—Soltó aquellas palabras al viento—Es como si cada paso que diera hacía ti, te alejaras y tu voz se escuchara cada vez más lejos.

Se tiro de espaldas en la cama con los brazos extendidos y sus pies desnudos en la orilla de la cama casi tocando el suelo.

''Un regalo es la mejor muestra de afecto que puede haber, sin importar que tan pequeño o grande sea, eso lo convierte en algo especial''

Una idea llegó a su mente, ella tenía un poco de dinero ahorrado que solía guardar de lo que le sobraba de sus salidas, no era mucho pero era bastante como para comprar un buen regalo. Lo mantenía guardado en un calcetín dentro de su cajón de ropa. La única persona que podría ayudarle era Chaeyoung y seguramente iría a su casa el día de mañana a visitarla por lo que estaba teniendo una idea de en dónde podrían ir a comprar algún obsequió.

—Esto no puede fallar—Sonrió Dahyun. 

Se quedo dormida luego de terminar de hablar consigo misma. A la mañana siguiente, se levantó un poco tarde, solo despertó porque su madre tuvo que ir a despertarla para que comiera un poco porque ya era medio día. Antes de bajar tomo un pequeño baño, no se cambio al dormir por lo que sentía que estaba un poco sucia. 

La única que estaba en casa era su madre quién estaba muy atenta en su cocina esperando a que desayunara y luego se fuera a un supermercado a comprar algunas cosas para su casa. Estaba en silencio sentada comiendo el pan tostado con un poco de chocolate caliente, estaba demasiado caliente que se termino quemando la lengua y gritó por el dolor. Inmediatamente su madre fue a verla y le entregó un poco de agua helada para que tomara un poco. 

—¡Ten cuidado o podrías lastimarte!—La regañó su madre con el ceño fruncido.

Dahyun asintió. 

—Lo siento—Dijo de repente Dahyun—He estado un poco distraída, quiero hacer algo y quiero que me des un poco de dinero—Sonrió mostrando sus dientes para sobornar a su madre—No te pediré mucho, pero quiero comprarme algo lindo.

Dahyun nunca fue alguien que pidiera dinero de manera tan directa, normalmente ella se conformaba con la ropa que su madre le compraba y Chaeyoung siempre le daba la vista buena. Pero estuvo pensando tantas cosas en su habitación, que termino con esa idea.

—¿Comprar algo lindo?—Preguntó curiosa su madre.

—Quiero comprarme algo lindo para que Sana me vea y piense que soy bonita—Dijo apenada con sus mejillas rojizas y cubriendo su rostro con sus manos—Si ella me mira bonita, podría gustarle... Y quiero gustarle—Exclamó. 

Era la primera vez que veía ese lado tierno y asustado de su pequeña hija, las mejillas totalmente rojizas debido a la vergüenza de ser honesta y ese miedo que lograban hacer temblar sus manos, no era mentirá cuando admitió que le gustaba una chica y Sana estaba aun punto más alto que eso, porque mantenía una esperanza de ser correspondida al mismo tiempo en el que caía en su propio infierno. 

—Claro que te daré dinero para que te veas más bonita, mi pequeña—Su madre se acercó y la abrazó fuertemente—No necesitas ropa nueva para que te mires bonita, porque ya lo eres.

Las manos de Dahyun se aferraron al cuerpo de su madre y oculto su rostro entre sus brazos. Era la primera vez en mucho tiempo en que se abrazaban de esa manera protectora y entendía la razón del porque, porque su madre era la persona que menos quería verla llorar, y lo entendía a la perfección. Pero, ya no era más una niña pequeña, y aún así seguía consolándola todo el tiempo que lo necesitará. Su madre era su ángel.

—Tengo suerte—Susurro Dahyun—Gracias por escucharme y hacerme sentir especial todo el tiempo.

Luego de terminar con el abrazó, regreso a su habitación para llamarle a Chaeyoung y que fueran a una plaza que escuchaba todo el tiempo en la televisión, era nueva por lo que pensaba que era ahí el mejor lugar para encontrar el regalo perfecto de Sana. No tardo en llegar Chaeyoung, solo tuvo que esperar una hora, lo suficiente para que pudiera cambiarse y tomar un baño. Normalmente la esperaba sentada afuera de su puerta, ahí se quedaba hasta que escuchara el carro o los pasos de Chaeyoung, para su buena suerte su madre de su mejor amiga las llevaría hasta la plaza.

La plaza era muy ruidosa mucho más de lo que se imaginaba, guardo su bastón y sujeto fuertemente el brazo de Chaeyoung, caminaban despacio, primero irían a un lugar a conversar que en el caminó no pudieron hablar muy bien, tenía mucha vergüenza que la mamá de su mejor amiga escuchara y por esa razón guardo silenció en todo el camino.

—¿Y que es lo que tienes pensando?—Preguntó Chaeyoung deteniéndose—No me dijiste para que querías que viniéramos.

—Comprare un regalo—Respondió de manera directa—Quiero obsequiarle unos tenis a alguien—Saco dinero de su bolsillo y extendió su mano para que Chaeyoung lo viera—Es todo lo que tengo ¿Me alcanzara para comprar unos tenis bonitos? 

Chaeyoung agarro el dinero que Dahyun tenía en su mano y lo comenzó a contar, quedo sorprendida cuando terminó de hacerlo, en verdad era mucho dinero, con esa cantidad podría comprar 7 pares de tenis originales. 

—Tendrás dinero de sobra—Se rió Chaeyoung—Son para Sana ¿No es así?—El tono en su voz era más fuerte que el anterior—¿Luego de dejarte con Taehyun aún así quieres obsequiarle algo? Eso es estúpido Dahyun... 

—La vida es estúpida, y eso nos hace estúpidos a todos...

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