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Blanco.


Un nuevo día en el que el sol se ponía en la cima para alumbrar toda la ciudad y el mundo. Hoy a diferencia de otros sería diferente porque hoy empezaba una nueva etapa en su vida y era la que más esperaba... su etapa escolar. 

Se despertó desde muy temprano para poder bañarse y su madre ya tenía lista su ropa desde la noche anterior. La verdad, es que a veces se preocupaba por la ropa que su madre escogía para que llevara y su costumbre era preguntarle a Chaeyoung como se veía. Lo bueno es que su mejor amiga le prometió llegar temprano para solucionarle ese asuntó de la ropa. 

Normalmente llevaba el pelo suelto, lo tenía largo llevaba tiempo sin cortarlo y parte de su cabello cubría parte de su rostro. De tal manera se sentía muy cómoda, entonces no le molestaba el cabello en su cara.

—Espero hacer muchos amigos hoy—Susurro feliz. 

El corazón le latía fuerte debido a su entusiasmo. 

—¿Ya lista?—Escucho a Chaeyoung mientras abría la puerta de su habitación. 

—Sí...—Expresó con entusiasmo—¿Como me veo? ¿Estoy bien? ¿No me veo extraña?

Chaeyoung inspeccionaba todo su atuendo de pies a cabeza.

—Tu madre escogió ropa muy linda para tu primer día. Debo felicitarla—Sonrió Chaeyoung.

Salieron de su casa para caminar a la escuela que no les quedaba muy lejos de hecho estaba relativamente cerca. Chaeyoung era la que cargaba su mochila porque era un poco pesada y al menos quería hacer eso por ella. 

La costumbre de Dahyun era que al caminar sujetara la camisa de cualquiera para guiarse al caminar. Eso siempre lo hacía con Chaeyoung, ella iba un paso adelante y Dahyun un paso atrás para sentirse segura. 

Solo prestaba atención a sus pasos, al llegar escucho todo el ruido de los estudiantes y empezaba a ponerse nerviosa. Chaeyoung la llevaría a su orientación que eran en las aulas de atrás, esa era la nueva sección de personas como ella ''especiales''. 

Conocería a personas con diferentes dificultades, tanto visuales como auditivas y de otros más. Era un nuevo programa para integrar a personas como ella al mundo y que las personas no los vieran como ''Diferentes''

Chaeyoung la sentó en una de las mesas asignadas que se encontraba vacía, puso sus cosas aún lado y le enseño en dónde dejo su mochila para que no la perdiera. 

—Volveré para la hora de comer. Espérame aquí y vendré a buscarte y te enseñare todo el lugar para que te vayas familiarizando con todo.

—No te preocupes, mamá me entregó mi bastón blanco para tener más cuidado—Sonrió Dahyun para intentar calmar a su mejor amiga.

—Aún así vendré por ti para comer juntas. 

—Esta bien—Se despidió. 

El timbre sonó y dio inicio a sus clases. La profesora tenía una voz muy cálida, le causaba tranquilidad y eso logró calmar sus nervios. Hicieron algunas actividades de inclusión para el caso de Dahyun eran más especificas y la profesora todo el tiempo estaba a su lado. Era más fácil enseñarle a niños sordos a leer que a una chica ciega que ni siquiera conoce su rostro, ni si quiera sabe si tiene algo en particular y único que la hace diferente a las demás personas. 

El ruido de sus alrededores empezaba a ser escandaloso, no era dentro de su entorno pero si muy cerca. Chicos salían a su clase de deportes y esa era la razón de su escándalo. Quería concentrarse en lo que le decía su profesora, pero parecía estar más interesada en lo de afuera. A ella le hubiera encantado practicar algún deporte, correr libremente por todo su vecindario, saltar para encestar en baloncesto o simplemente sentarse a mirar un partido, y poder emocionarse al respecto. Ella no podía hacer cosas mínimas como esas.

El timbre sonó de nuevo, ya era la hora de la comida y a esa hora todos tenían hambre. Esperaba paciente a que viniera Chaeyoung por ella, porque aunque quisiera explorar un poco se sentía intimidada y miedo... 

—¿Dahyun?—Escucho de su lado izquierdo.

—¿Chaeyoung?—Pregunto de igual manera la chica de piel pálida. 

Chaeyoung sonrió.

—Claro que soy yo ¿Oh es que esperas a alguien más?—Se bufó su mejor amiga.

Dahyun rió.

—Eres mi única amiga... claro que no espero a nadie más.

—Verás que en poco tiempo harás nuevos amigos y tal vez te consigas un novio—Le dio un pequeño golpe en la espalda a su amiga para luego sujetar su mano y guiarla a los comedores—¿Vamos a comer?

Dahyun asintió.

Mentiría si decía que no se sentía extraña, era un lugar nuevo con un montón de personas desconocidas y un montón de emociones que no comprendería del todo. Escuchaba la variedad de pláticas que mantenían los jovenes de su misma edad y muchos eran un poco éroticos. 

El comedor incluso era más ruidoso, Chaeyoung evitaba a toda costa que tropezara con alguna persona, mesa o incluso una silla. La sentó en una mesa vacía de un rincón, le indico que no se moviera de ahí hasta que volviera con su desayuno de ambas. De todos modos ella no tenía intención de moverse si no esta Chaeyoung. 

Empezó a taradear una canción que escucho la noche anterior antes de dormir, tenía buena letra y parecía tener sentido con respecto a su día a día. Fue entonces cuando entre su cantó escucho la misma voz del parque, esa dulce y tierna voz que le pertenecía a la chica grosera de la cafetería. 

—No sé para que venimos a este lugar repleta de gente extraña—Decía la voz de aquella chica.

—Es normal querer venir a comer, no todas queremos mantener una buena figura—Se burlo una de sus amigas ganándose un golpe de la chica.

Dahyun se puso nerviosa. 

—Escuché que hay chicos extraños ahora de personas sordas e incluso ciegos, eso es un asco más raros aquí—Dijo una de sus amigas. 

Aquellas palabras hirieron el corazón de Dahyun, porque el no poder ver no quería decir que ella fuera extraña. En verdad odiaba que las personas tuvieran esa mentalidad tan pequeña, que lo que era diferente resultara ser extraño. 

No quiso seguir escuchando esa conversación ignorante, solo le prestaba atención a la voz de Chaeyoung que ahora se escuchaba más cerca. Su apetito se había ido, junto con su buen día todo gracias a esas estúpidas chicas. 

—¿Pasa algo Dubu?—Pregunto Chaeyoung preocupada asentando sus platillos enfrente de Dahyun—¿Por que tienes esa cara? ¿Alguien te molesto mientras no estaba? Dime quien es y lo golpeare por ti—Dijo enfurecida.

Dahyun negó con la cabeza. 

Busco los cubiertos que estaban sobre la mesa, su amiga le había comprado un platillo sencillo que contenía un poco de carne de cerdo con fideos. No quería comer, solo jugaba con la comida y eso era de mala educación hasta para ella misma, pero no podía sacarse esas palabras de su mente ''Gente extraña''.

—Chaeyoung...—Susurro Dahyun para lograr llamar la atención de su mejor amiga—Crees que soy extraña? ¿Te incomoda tenerme a tu al rededor? 

Chaeyoung se atraganto con la comida debido a las preguntas de Dahyun. No dejaba de toser e intento darse unas palmadas ella sola para que se calmara un poco.

—No eres extraña, Dubu ¿Por qué me preguntas esto de repente?—Se pregunto un poco extrañada de las preguntas de su mejor amiga. 

—No es por nada en particular—Respondió.

Dahyun no volvió a decir ni una sola palabra en toda la comida, lo único que hacía era asentir ante la plática que intentaba sacar Chaeyoung, pero fracaso en el intento. Al terminar, la llevó de nuevo a su aula en dónde ahora debía esperarla al final del día para que fueran a casa juntas. 

Todo parecía ir bien de nuevo, olvido por unos momentos esas palabras ya que estaba demasiado ocupada apilando cosas. Hoy los retirarían temprano, no había muchas cosas que hacer por lo que tenía la oportunidad de salir una hora antes. Y debido a que no estaría repleto de muchos estudiantes era una buena oportunidad para poder explorar un poco y conocer, para que no fuera muy difícil andar sola por los pasillos de vez en cuándo.

Tomó su bastón para empezar a caminar, era muy útil y lo usaba muy pocas veces debido a que todo el tiempo había una persona con ella. Pero una de las cosas que se propuso es ser un poco más independiente. 

—Lo conseguiré seguramente—Se susurro a si misma sonriendo en el acto. 

Una persona parecía estar cantando en un lugar muy cerca de ella, se acercaba por la voz hermosa de esa persona y sin darse cuenta estaba caminando con cuidado siguiendo el sonido de ese canto. Parecía muy cerca, ahora lo escuchaba un poco más fuerte y era muy buena con su oído que no se sentía perdida. La canción que salía de la boca de esa persona, la conocía era una de sus canciones favoritas.

—Demonios Sana, debes esforzarte más esto no es un juego—Gritó fuerte un hombre con voz gruesa y ronca.

—No he dormido bien estos días, debo ir a trabajar y venir aquí...—Respondió aquella chica de voz bonita.

Ahora conocía el nombre de esa chica que la ayudo y que termino siendo una estúpida... Sana.

—Si no lo consigues en dos semanas, entonces estarás fuera de la obra. 

—Pero...—Intento responder la chica de nombre Sana. 

Escucho los pasos de alguien irse, parecían lejanos a diferencia de antes y ahora solo estaba el silencio. Dahyun sin querer tropezó con una lata que estaba tirada en el suelo y eso provoco que cayera encima de uno de los basureros. Estaba por irse pero el ruido pudo ser escuchado adentró de aquel edificio. No parecía poder mantener el equilibrio y termino lastimándose la rodilla.

Escucho los pasos de una persona venir hacía ella, intento gatear un poco para esconderse pero era inútil ni siquiera podía moverse, ni mucho menos ver a dónde dirigirse.

—¿Te has lastimado?—Pregunto Sana.

—E-estoy bien—Respondió con miedo Dahyun. 

—No lo estas—Volvió a responder. 

Sana buscaba algo entre su mochila, le sujeto la pierna a Dahyun y luego de unos minutos sopló un poco su herida para ponerle un poco de alcohol y limpiarle el pequeño raspón de su rodilla.

—Eso duele—Decía Dahyun entre quejas. 

Volvió a soplar su herida para que no le ardiera demasiado. Sacó una bandita de su mochila y se la puso para cubrir su herida completamente.

—Ya esta listo, no fue muy profunda por lo que pudiste observar—Sonrió la japonesa.

—Quisiera poder haberla visto pero eso es imposible para mi. Soy ciega...

Aquellas palabras dejaron sorprendidas a Sana. Se sintió un poco tonta por no haberlo notado, no es como si fuera algo que no se pudiera identificar o saber rápidamente.

—Lo siento mucho—Respondió apenada—Déjame ayudarte entonces—Le sujeto la mano a Dahyun para ayudar a levantarla.

Al principió Dahyun no quería aceptar pero termino haciéndolo porque no quería verse grosera. Limpió un poco su ropa ya estando de pie, parecía concentrada cuándo un trueno sonó en el cielo causando que esta se asustara y brincara para abrazar a la persona del frente. 

Ese sentimiento y esa sensación, era un poco extraño. 

—¿Le tienes miedo a los truenos? Es muy gracioso para una persona de tu edad—Se reía Sana—Vayamos a dentro o te mojaras. 

Dahyun termino aceptando ir a dentro con Sana. No tenía palabras para establecer una conversación, si ella reconocía su voz entonces porque no la reconocía si ella podía ver perfectamente.

—¿P-porque te comportaste grosera? ¿No recuerdas que soy la chica que le diste tu paraguas para que no me mojara?

Sana guardo silencio un minuto e hizo ruido al mover una silla del teatro. 

—Claro que te recuerdo—Respondió Sana—Fui muy grosera ese día, lo siento. Debía darte una mala impresión de mi, no tuve un buen día pero esa no es excusa para tratarte de esa forma... en verdad lo siento mucho—Susurro en voz baja debido a la pena que sentía. 

Sana estaba sentada en las sillas de enfrente observando a Dahyun directamente viendo como jugaba con sus dedos. 

—Ahora entiendo porque no te movías de ese parque aún con la lluvia, debes tener más cuidado porque podría pasarte algo malo—Al terminar de hablar su celular empezó a sonar y al mirar el número supo que era hora de irse—Debo irme ¿Estarás bien sola?

Dahyun sentía que si hablaba su lengua se trabaría y parecía una chica ciega tonta. 

—Muchas gracias por lo de hoy, fuiste de mucha ayuda—Le sonrió. Escuchó que estaba por levantarse de la silla—Espera...—Pidió con amabilidad con esa voz tranquila que le pertenecía. Sabía su nombre pero quería escucharlo de sus labios—¿Me puedes decir tu nombre?

—Me llamo Sana...—Sonrió. 

No parecía la chica egocentrica que hablaba con sus amigas. Esta era amable y se trataba de la misma persona, era Sana la chica que la salvo dos veces, la chica que hablo de mala manera y que la trato mal cuándo quiso agradecerle. Entonces porque actuaba de esas maneras contradictorias y porque le importaba saberlo, ni ella misma lo sabía.

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