Black and White.
El mundo era estúpido, eso no era mentira. La mayoría de las personas buscaban su propio bienestar y otras entregaban su bienestar a otros sin importar cuán lastimados estuvieran. Era un ciclo de la vida que se mantenía, a pesar de ser una persona que desconocía muchas cosas era consciente que en esta vida, ella solo era una hormiga con humanos a todo su al rededor y teniendo miedo de no ser pisada por los demás.
Comprendía a la perfección los sentimientos de Chaeyoung, porque ella también sentía lo mismo. Aún recordaba esa plática privada que escuchó de su mejor amiga con esa chica extraña, y no se rendiría hasta saber la identidad de esa voz suave y bajita.
Estaban sentadas en unas sillas del enorme comedor de la plaza, quisieron comer un poco antes de caminar como locas en busca de los tenis perfecto y también quisieron detenerse para platicar un poco sobre lo que realmente quería Dahyun o buscaba en los tenis. Pidieron una pizza pequeña, era suficiente para ellas dos y un par de refrescos.
—Tu que conoces a Sana ¿Que tipo de tenis usa?—Preguntó de repente Dahyun—Es decir, los que más utiliza.
—Yo no conozco nada de Minatozaki—Chasqueó los dientes Chaeyoung.
La pequeña sonrisa de Dahyun empezó a desaparecer debido a la respuesta de su mejor amiga.
—Esto es tonto—Se bufó Chaeyoung—Siempre utiliza unos converse negros.
Volvió a sonreír al escuchar esas palabras de la boca de Chaeyoung y se sintió ganadora.
—¿Como son los converse? ¿Negro? Ese solía ser mi color favorito antes y el único que conozco—Preguntó inocente—No conozco nada de eso, seguro deben ser muy bonitos—Hizo una pequeña sonrisa.
Las palabras llenas de inocencia y de tristeza al mismo tiempo al desconocer algo tan pequeño como unos tenis, eran cosas tan insignificantes para muchos pero para ella al menos le hubiera gustado verlos.
—Son una marca de tenis muy populares aquí en corea—Chaeyoung suspiró—No son la gran cosa, no pongas esa cara por eso ¿De acuerdo?
Dahyun asintió muchas veces.
—Hay un pequeño detalle—Susurro Dahyun despacito—No conozco su número.
—Si sabías que conocer el número que es a la hora de comprar zapatos es importante ¿Lo olvidaste?—Se bufó Chaeyoung—No te preocupes por eso, conozco un pequeño secreto que nos servirá.
Tenía suerte de que Chaeyoung conociera ese pequeño detalle o su regalo no tendría exito como tanto esperaba. Comieron de manera rápida apenas llegó la pizza, llevaban un poco de prisa, querían ir a una reunión de uno de los amigos de Chaeyoung y no querían llegar tarde, lo olvido completamente.
Llegaron a la primera tienda, dieron un montón de vueltas por todo el lugar porque su mejor amiga se distraía en cada oportunidad que tenía para mirar otras cosas. Estaban cerca del área de los tenis, se escuchaba una música que sonaba por toda la tienda y se concentraba en eso mientras Chaeyoung pedía los converse. No logro escuchar el número, estaba un poco alejada sentada en uno de los sillones que tenían en expansión esperando como una niña pequeña comiendo una pequeña paleta.
La espera se hacía eterna, pero requería que los envolvieran para que no tuvieran que ir a otro lugar hacerlo y eso les quitara más tiempo. Escuchó la voz de Chaeyoung venir del lado izquierdo suyo, se puso en una postura recta con sus manos en sus rodillas.
—Misión cumplida—Chaeyoung alzó su dedo pulgar y gritó—Yo misma escogí la envoltura así que no puedes fallar—A chaeyoung nunca le agradó Sana, la única razón por la que la estaba alentando es porque quería demostrar su apoyó y deseaba verla feliz—Seguramente le encantará si es viniendo de ti—Le regaló una pequeña sonrisa.
Chaeyoung le entregó el regalo en sus manos, la caja era un poco pesada y realmente estaba envuelto. Sonrió al sentir esa simple caja de cartón que llevaba un par de tenis adentro, era algo importante que debía cuidar hasta que se lo entregara a la japonesa.
—No podré ver la sonrisa de la persona a la que quiero hacer feliz con este obsequió—Mustió Dahyun—Es lo único que me causa tristeza.
—Esa sonrisa será por causa tuya y eso te hace a ti una ganadora—Chaeyoung revolvió un poco el cabello de Dahyun—Venimos aquí a divertirnos no a ponernos tristes.
—Lo olvide por unos momentos—Sonrió Dahyun de nuevo—Hay otra cosa que quiero pedirte—Dejo la caja aún lado suyo—Quiero verme bonita ¿Podrías ayudarme? Mi madre me dio un poco más de dinero.
La pequeña sonrisa en sus labios de Dahyun era como el de un pequeño gatito pequeño en busca de un poco de cariño, la manera tan dulce de decir esas últimas palabras demostraba que realmente quería verse bonita, no era para nadie más que para los ojos de Sana.
—Si que vas muy en serio con respecto a lo de Sana—Murmuro Chaeyoung—Pensé que simplemente estabas confundida, ahora me doy cuenta que no. Te envidió—Apretó los dientes al recordar algo que siempre quería olvidar—Quisiera ser igual de valiente que tú, teniendo un montón de obstáculos... continuas luchando por lo que escogiste y eso que tu corazón se lo entregaste a una chica que desconoce lo que es esa palabra tan linda que tu sientes ''Amor''.
—No soy valiente, las personas valientes no tienen miedo y yo vivo con miedo todo el tiempo—Apretaba su ropa—No sé exactamente como paso, mi corazón duele al tenerla cerca y duele tanto al punto de querer llorar—Llevó su mano cerca de su pecho—Dicen que el amor no debería hacerte llorar, pero yo todo el tiempo quiero hacerlo. ¿Sabes el porque? Porque, me gustaría al menos poder ver el rostro de la chica que me gusta.
En una tienda de zapatos sacaron esos sentimientos guardados en un pequeño lugar de su corazón acompañado de todas esas inseguridades que las atormentaban todo el tiempo. El amor un sentimiento que es hermoso y que se puede volver tu peor pesadilla. Dahyun realmente deseaba pocas cosas en la vida, una de ellas era ver el rostro de su amada y lograr verla sonreír al menos unos pequeños segundos.
—Eres más madura de lo que pensé, eso me alegra mucho, Dubu—Chaeyoung volvió a sonreír sin quitarle la mirada a Dahyun—Si Minatozaki no se enamora de ti, eso quiere decir que la ciega es ella—Rió—Sin ofender—Recalcó.
—Tonta—Le correspondió la risa y volvió sujetar la caja solo que esta vez la mantenía abrazada—Quiero verte sonreír, japonesa tonta—Susurro para si misma.
Salieron de la tienda, irían en busca de esa ropa que Dahyun tanto pedía. Normalmente su estilo no era malo, su madre se mantenía al tanto con la moda en la televisión y no le comprara cosas que la hicieran ver bien y no mal. No sabían con exactitud que estaban buscando y tuvieron que ir a un montón de tiendas, y tener que probarse una por una todas las prendas que le llevaba Chaeyoung. No se percataron de que pronto darían las 5 de la tarde, tendrían que volver y tuvieron suerte de encontrar algo con lo que se sentía verdaderamente cómoda y que termino comprando sin pensarlo dos veces. Llevaba un par de bolsas en ambas manos y las cuidaba demasiado que no dejaba que nadie ni siquiera Chaeyoung las cargara.
La llevaron a casa, se tendría que arreglar en menos de una hora y le pidió a su madre que acomodara su ropa para que saliera y así pudiera meterse a bañar, y no perdiera más el tiempo. Ella solo cantaba en los baños cuando se sentía feliz y hoy era ese día, no paro de cantar hasta que salió del baño, la sonrisa en su rostro no se borraría por nada del mundo.
Al menos eso pensaba.
Ansiaba poder mirarse en el espejo y ver lo bonita que era con esa ropa que su madre escogía con mucho cariño para ella. Era una costumbre rara que mantenía pero daba vueltas en el espejo que estaba en su cuarto, sus padres no estuvieron de acuerdo de ponérselo al principió pero luego de mucha insistencia terminaron cediendo y desde entonces posaba en ese espejo en dónde solo se veía reflejada pero no lograba verse.
Chaeyoung la fue a buscar hasta su habitación y la guió hasta el vehículo de su madre. Se sonrojo al escuchar los pequeños elogios que la madre de su amiga siempre le daba. Era fácil de sonrojarse cuando escuchaba decir a las demás personas que ella era bonita, porque ella no se sentía ''Bonita''.
—Alguien esta feliz de verte—Le pegó un pequeño golpe con su codo en el hombro de Dahyun—Estuvo preguntando mucho por ti.
—No digas esas cosas, Chaeyoung—Respondió totalmente apenada.
Todo el tiempo se la pasaron riendo, Chaeyoung no dejaba de molestarla y hacerla sentir incomoda. No lo hacía con mala intensión, lo único que quería es que no dejara de sonreír y que se divirtiera esta noche, haría todo lo posible porque nada saliera mal y tuviera un bonito recuerdo de fin de semana.
Las dejaron justo en la puerta de ese restaurante, iba sujetada al brazo de su mejor amiga y seguía su paso hasta que llegaran a la mesa en dónde las estaban esperando. No tardaron mucho cuándo escuchó la voz de ese chico, ese chico que no dejaba de ser atento con ella y que lograba que riera todo el tiempo, pero más que nada es que le demostraba que podía llegar a ser muy confiable.
—Me alegro que vinieran esta noche—Gritó emocionado Taehyung—¡Se ven muy lindas el día de hoy!—Extendió su mano para sujetar la mano de Dahyun—¿Me permites ayudarte a sentarte?
—Eso es muy lindo de tu parte—Dijo apenada soltando el brazo de Chaeyoung—Me encantaría.
La sentó justo de lado suyo, en la silla de su derecha y no paraba de dejar de mirarla. Todos eran conscientes del interés que tenía Taehyung por Dahyun, era algo que no quería ocultar, si no todo lo contrario, quería demostrarlo porque realmente le gusta la chica de piel pálida desde que Chaeyoung se la presento. No dejo de mirarla desde entonces y poco a poco buscaba la forma de llamar su atención con todas esas pláticas que buscaba en Internet de temas de todo tipo para mantenerla entretenida.
Estaban esperando a que las demás personas llegaran, la reunión resulto ser un adelante del que sería su cumpleaños, al parecer no podría festejarlo el mero día y quiso adelantarlo casi un mes. El era un chico reservado, solo invitaba a personas muy cercanas a el y con las que se sentía totalmente a gusto.
—Tenía la ilusión de verte esta noche y me costó trabajo convencer a Chaeyoung para que te convenciera de venir—Empezó a sacar platica el chico pelinegro.
—Ahora entiendo porque fue muy insistente—Se bufó Dahyun dándole un golpecito a Chaeyoung en el brazo—Es mi primera vez en este restaurante, espero que no sea un problema ir al baño—Se volvió a sentir apenada.
—Yo te cuidaré esta noche—Sujeto una de sus manos y le dejo un pequeño beso—Presiento que esta noche será maravillosa para los dos.
No lograba procesar lo que paso hace unos momentos, se quedo totalmente quita con su mano congelada. No podía creer que alguien como Taehyung le hubiera dado un pequeño beso aunque fuera en su mano, era algo que no se esperaba y que logro dejarla con la boca totalmente abierta de la sorpresa. No sabía como sentirse al respecto, ni como corresponderlo adecuadamente ya que su mente no estaba en el, si no en una japonesa.
—Taehyung—Susurro Dahyun totalmente nerviosa.
—Lo siento, fui muy descortés de mi parte—Taehyung soltó la mano de Dahyun—Esta noche quiero ser honesto contigo, no quise asustarte...
—Me sorprendió un poco—Dijo con vergüenza limpiando su mano—No sé que responder.
—Lo entiendo—Susurro Taehyung como respuesta—Luego de la cena ¿Podríamos hablar?
—De acuerdo...
La noche apenas estaba por empezar y eso era un echo rotundo.
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