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La noche había sido demasiado larga para ambas, ninguna consiguió conciliar el sueño esa noche y enormes bultos crecieron debajo de sus ojos. Para Dahyun, fue un poco más complicado, estaba preocupada y triste, sus padres pelearon toda la noche por su culpa y se sentía demasiado culpable por ello. Lloró de nuevo al escuchar a su madre defenderla y queriendo hacer entender que lo que ella sentía no estaba mal y que era normal enamorarse a tan temprana edad. La mañana llegó, la pequeña alarma del celular comenzó a sonar y decidió levantarse de la cama e ir a tomar un baño para ir a la escuela. Hoy, eran de esos días en los que estaba demasiado nerviosa y quería pedirle a sus padres que no la llevaran, y se quedará en casa a dormir todo el día escondida en la cama de su habitación. La llamaron para desayunar, todo era silencio a excepción del sonido de la televisión. Todos parecían más calmados que a noche, y lo agradecía enormemente porque no deseaba discutir de nuevo solo quería una mañana tranquila disfrutando de su cereal por las mañanas.
—¿Vendrá Chaeyoung por ti?—La madre de Dahyun rompió con el silencio—Si no, para que te lleve en el auto.
Dahyun negó.
—No, Chaeyoung entró un poco más temprano hoy debido a las prácticas—Jugaba con su plató de cereal—Lo más seguro es que hoy salga también tarde.
El padre de Dahyun sonó los cubiertos y los acomodó aún lado del plato de su comida.
—Yo te llevaré, quiero hablar con el director de tu escuela un poco—Dijo el padre de la menor—Quiero saber si esa chica estudia en el mismo lugar que tú y de ser así, dejarás de ir.
La madre de Dahyun no quiso responderle a su esposo, contradecirlo lo único que iba a causar era otra discusión como la de anoche y no quería que Dahyun los escuchara de nuevo pelear.
—Ya te respondí—Dejo de jugar con su plato de cereal y frunció el ceño—¡Sana es mi novia y la quiero!—Le alzó la voz a su padre.
Era la primera vez que le gritaba, desde pequeña tuvieron la mejor relación padre e hija. Y le dolía tanto levantarle la voz, pero no iba a permitir que nadie se metiera en su vida y menos que discriminará el caminó que ella misma escogió.
—Vuelveme a gritar—Dijo su padre alzando la voz y levantandose de la mesa, se quedo observando a Dahyun y le dio una fuerte bofetada que hasta causo que su rostro quedará mirando al otro lado—A mi no me vuelves a faltar al respetó.
La madre de Dahyun se puso en medio de ambos.
—Yo llevaré a Dahyun, tu sube a la habitación—Le ordenó a su esposo—Cuando venga hablaremos—Le indicó.
—No hay nada de que hablar, mientras este aquí... yo no permitiré que mi única hija este haciendo estupideces ni mucho menos que vuelva a cometer el mismo error que ayer—Rasco su cabeza y no le quitaba la mirada a su pequeña hija—Mejor despídete de tus amigos.
El padre de Dahyun abandono la cocina furioso. Dahyun no dejaba de cubrir la mejilla con la mano, le dolía, fue muy una fuerte cachetada que hasta hizo sonar hasta el cuello cuello cuando se miró del otro lado. Su madre intentó calmarla un poco, la abrazó y revolvía su cabello en un intento de consuelo.
—Tranquila, el debió estar sorprendido por la situación en la que te encontró—Tragó saliva sin saber que decirle exactamente—Te llevaré a la escuela mejor y ahí estarás más tranquila y platicaras con Sana sobre lo que paso.
Dahyun le sonrió a su querida madre quién la sujeto de la mano para llevar al vehículo e irse a la escuela. Estando en el auto prendieron la radió para alegrarse un poco, la canción que sonaba era una valada que solo lograba hacerla sentir peor, In Your Time - LEE SUHYUN.
Flashback:
La habitación había quedado vacía y la única intrusa era ella misma que estaba cubierta entre las sábanas, eran su único escudo protector. Todo parecía calmarse, escuchó que su padre estaba en la sala de la casa y prendió la tele. No paso mucho tiempo para que esa tranquilidad se esfumara, al primer paso que su madre dio dentro se convirtió en un campo de batalla entre ellos mismos.
—¡COMO PERMITISTE QUE SE APROVECHARAN DE TU HIJA EN TU MISMA CASA!—Le gritó tan fuerte el padre de Dahyun a su madre—Esa chica de cabello rubio se aprovecho de nuestra hija ¿Y tu que hacías en ves de cuidarla?
—Dahyun no es más una niña—Se defendió su madre—Sana es una buena chica y dudo mucho que se haya aprovechado de nuestra hija.
El padre de Dahyun se escuchaba bastante molesto, tiró una de las sillas que estaban cerca a la pared, el ruido se escuchó tan fuerte que Dahyun cubrió sus oídos para no escuchar nada.
—¿Tú sabías que nuestra hija se estaba volviendo lesbiana?—Rió su padre—Esto es increíble, ni siquiera sirves para criar bien a tu hija.
—Mi hija como tú la llamas, es la niña más increíble y no pude haberla criado mejor. Y si se enamoro de un chico o una chica, no somos nadie para entrometernos.
—Yo no permitiré que mi hija sea una rara, suficiente tenemos con que sea ciega para que se vuelva lesbiana.
Fin del flashback.
Llegaron a la escuela, estuvo sentada durante 5 minutos sin bajarse del vehículo. Quería quedarse con su madre en casa y escuchar un par de películas con ella, que rieran toda la tarde y que la abrazara tan fuerte que la hiciera sentir protegida.
—¿Crees que el amor es malo?—Le preguntó Dahyun a su madre—Nunca había escuchado a papá hablar de esa forma tan grosera y lo que le hizo a Sana no tiene perdón alguno.
La madre de Dahyun le dio unas palmadas en la espalda a la menor.
—El amor nunca será malo, si las dos personas saben amar de verdad y más que nada respetarse el uno al otro—Miró del otro lado de la calle y se encontró con la chica rubía y pudo notar algo extraño en su mejilla—Mejor ¿Por que no me cuentas que paso a noche?
Los labios de Dahyun permanecían secos, la piel se erizo recordando aquellos horribles ruidos de esa noche tormentosa en dónde ni los rayos lograron evitar que resonaran en su oído.
—Sana y yo, tuvimos eso, lo que los adultos hacen cuando se quieren—Agacho la cabeza de la vergüenza—Te juro que ella no me obligo a nada, si paso fue porque yo quise—Mordió su labio por unos segundos—Estaba apunto de irse a casa cuando papá llegó y la golpeó, el ruido que escuché fue muy feo, pero ese no fue el peor—Guardo silencio—El le disparó con el arma con el que siempre anda y yo te juro que escuché el llanto de Sana, y yo no pude hacer nada para defenderla.
—Tranquila—Sostuvo las manos de Dahyun los cuales no paraban de temblar—Tú padre a veces puede ser muy impulsivo, pero no justifico su mala acción.
—¡Se que el piensa que sigo siendo una niña y yo ya no lo soy!—Gritó Dahyun.
Algunos alumno que lograron escuchar gritar a Dahyun voltearon a verla.
—Mejor hablemos más tarde, te llevaré por un helado, si estas de acuerdo.
—Esta bien...
Se bajo del vehículo y saco su bastón blanco, y caminó hasta llegar al salón de clases. Estaba bastante nerviosa que solo llegó a sentarse y a tirar sus cosas al suelo. Dejo caer su rostro sobre la mesa y su mejilla chocaba con la madera. Ignoro por completo su al rededor y se coloco aquellos auriculares que siempre llevaba con ella y puso la música tan alta como pudo. Cerro los ojos y colocó una mano sobre la mesa, saltó casi de la silla al sentir otra mano debajo de la suya y se quitó los auriculares. El corazón no dejaba de latirle con prisa.
—¿Sana?—Preguntó nerviosa.
—Soy Nayeon—Le susurro la mayor avergonzada—Me disculpo por no ser quién esperabas.
—Nayeon, me alegró de volver a escucharte de nuevo—Rió bajito la menor—Estuve muy preocupada por ti.
—Creí que me odiabas por todas las cosas horribles que te dije esa tarde—Nayeon quito la mano de la mesa y las escondió entre sus piernas—No debí juzgarte, al fin de cuentas Tzuyu fue la de la culpa, por eso no es más mi amiga.
Dahyun guardo silencio al escuchar lo último, sintió un enorme nudo en la garganta en ese preciso momento.
—No te podría odiar, eres mi amiga y aún así te mentí—Ese nudo en su garganta se hacía cada vez más grande—Y lo siento mucho por lo de Tzuyu.
—¿Te puedo dar un abrazo Dahyun?
—Puedes darme uno—Dahyun rió y luego sonrió para si misma.
La calidez que desprendía en ese momento la mayor era tan acogedor, aquel abrazo que venía cargado de un gran sentimiento de arrepentimiento. Estuvieron abrazadas varios minutos, ninguna quería soltar a la otra ni terminarlo, no habían conversado desde hace tiempo que parecía una eternidad.
—Gracias Dahyun—Le susurro de una manera dulce a la menor.
La maestra entro al salón de clases y tuvieron que separarse, se limpiaron rápidamente aquellas pequeñas lágrimas en sus ojos que salieron debido a toda la emoción que tuvieron. En toda la clase recuperaron ese tiempo perdido y se pusieron al día acerca de la vida de la otra, lo único que omitió la menor fue lo que paso la noche anterior para no preocuparla. Salieron de clase, esperaron unos minutos mientras venía Chaeyoung a buscarlas para ir a desayunar. Llegó Chaeyoung por ellas y sin discutir ni preguntar, tomo a ambas de las manos y las llevó hacía el enorme árbol el cuál era el lugar favorito de Dahyun.
—¿Como les fue con la lluvia a Sana y a ti?—Le pregunto curiosa Chaeyoung.
—Bien, me llevó a casa ¿Y a ti y Mina?—Le preguntó mientras se sentaba aún lado de Nayeon dejando aún lado sus cosas—Espero se hayan divertido.
—Estuvo bien, Mina es muy considerada—Las mejillas de Chaeyoung se tornaron rojizas—¿Y tú Nayeon no fuiste al festival?
Nayeon comía a gusto escuchando la conversación de ambas chicas.
—No, no me gusta ir a esos lugares, no sirve de nada no puedo verlos...—Le respondió Nayeon—Regresaré al salón de clases mejor, la próxima prometo no irme—Guardo sus cosas con cuidado y se levantó—No llegues tarde a clases—Rió antes de despedirse.
Chaeyoung se movió al lugar en dónde Nayeon estaba antes, no quiso preguntarle desde que llegó pero ese color rojizo en la mejilla de Dahyun, no era por un simple sonrojo.
—¿Quién te pegó?—Le pregunto furiosa la más bajita.
Dahyun se atraganto con la comida y la dejo aún lado pegándose en el pecho. Bebió un poco de agua tan rápido como pudo y se limpió la boca con una servilleta que tenía aún lado.
—¿Se nota mucho?—Dahyun estaba avergonzada.
—Un poco ¿Que te paso?—Chaeyoung examinaba la mejilla de Dahyun.
—Fue mi padre, perdió control esta mañana—Dahyun trago saliva—El no quiere que Sana sea mi novia, dice que no puedo ser lesbiana.
—¡¿El te pego?!—Gritó enojada Chaeyoung—No tiene derecho a pegarte por algo tan estúpido.
—No grites, nos pueden escuchar—Le susurro Dahyun agachando la cabeza—El también le pegó a Sana en la noche cuando me llevo a casa—Soltó un fuerte suspiro y abrazo sus piernas ocultando su rostro—¿No la has visto? ¿Ella esta bien?
—Solo la vi esta mañana cuando iba con Mina a clase, llevaba puesto unos enormes lentes eso es todo lo que vi—Chaeyoung asco su cabeza intentando acordarse de más.
—Espero que este bien—Dijo Dahyun en voz baja.
—¿Y porque no vas a preguntarle?—Chaeyoung quedo mirando a su mejor amiga—Estoy segura de que quiere verte.
—No puedo, no podría dirigirle la palabra...
Chaeyoung miró por todos lados en busca de Sana entre toda la multitud, no tuvo tanta suerte no logro encontrarla por ningún lado.
—¿Y por que no?—Chaeyoung se cruzo de brazos—Sana siempre es la que corre detrás de ti—Miró a Dahyun—Deberías intentarlo tú también.
—¿Y si esta molesta?
—Si no la buscas, nunca lo sabrás—Chaeyoung volvió a mirar hacía enfrente—Aún no termina el descanso.
Dahyun asintió, recogieron todas las cosas que estaban sobre el pasto y corrieron por toda la escuela en busca de la chica rubia la cuál era su novia. Fueron a la cafetería, al teatro, a la piscina y a la cancha de atletismo y no lograron encontrarlas. El único lugar que les quedaba por ir, era al kiosco que era el lugar favorito de ambas chicas. Fueron corriendo hasta allá, no les quedaba mucho tiempo y se apresuraron, corrían con todas sus fuerzas hasta que se detuvieron a la mitad antes de llegar, ahí se encontraba Sana junto a Mina y Momo.
—Ahí esta Sana—Chaeyoung le dijo en voz baja a Dahyun
Dahyun sujeto fuertemente la mano de su mejor amiga, inhalo un poco de airé y remojó un poco los labios.
—¡SANAAAAA!—Gritó con todas sus fuerzas sin importarle que todo el mundo la escuchara.
Sana volteó a verla y se quedo mirándola.
—¿Esta viniendo?—Preguntó con miedo la menor.
—No—Respondió Chaeyoung.
Todo el valor que acumuló para atreverse a ir a buscarla iba disminuyendo a cada segundo. Se dio la media vuelta Dahyun y empezó a caminar dejando a Chaeyoung parada en el mismo lugar.
—¿Por que te vas?—Sana sujeto el brazo de Dahyun—¿No viniste porque querías hablar conmigo?
Dahyun agacho la cabeza.
—¿Podemos ir a otro lugar hablar?—Le pidió a la japonesa.
—De acuerdo, hablemos en otro lado.
Y con los nervios por los cielos, era lo que más necesitaba, escuchar la voz de Sana.
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