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El día del festival terminó en un abrir y cerrar de ojos, tuvieron que volver a sus lugares aquellos en los que estaban sentadas antes de que se fueran por la discusión. No volvieron a tener ni un solo problema y el equipo de Chaeyoung resultó vencedor por lo que al terminar fueron a festejar yendo a comer un rico helado. Y ni así, logro quitarse ese mal presagió que no la dejaba tranquila, esperaba que todo fuera un producto de su propia imaginación. Tuvo que dar un montón de explicaciones al llegar a casa con lo referente a su ropa, no era buena mintiendo por lo que terminó diciendo al verdad y recibió un fuerte regaño por parte de su madre, lo único que hizo fue callar y no decir nada, su madre tenía toda la razón de enojarse. 

Un fuerte trueno azotó su ventana, estaba en la esquina de la cama de su habitación con un auricular en uno de sus oídos; estaba escuchando música en la tranquilidad de su cuarto. Apagó la música y otro trueno volvió a resonar en su oído, muchos odiaban ese ruido pero para ella eso traía un bonito recuerdo; el primer encuentro que tuvo con Sana en un día en el que pensó que sería un día normal y fue el inició de una historia que no quería que tuviese un final. Sostenía con todas sus fuerzas su aparato de sonido cada vez que un trueno sonaba, era un sonido que odiaba al mismo tiempo que amaba escucharlo. 

—¡Dahyun!—Gritó su madre del otro lado de la puerta de su habitación—¿No bajaras a cenar? 

—No tengo hambre, estoy bien—Dahyun bostezo entrecerrando los ojos.

—Si tienes hambre me gritas.

Luchaba con el sueño profundo en el que iba a caer, poco a poco sus ojos se iban cerrando y aunque luchara con todas sus fuerzas el sueño no quería ceder, hasta que quedará totalmente dormida. No supo en que momento calló en un profundo sueño, estaba sentada con su mejilla pegado al hombro y su aparato de sonido calló aún lado de ella. Ningún ruido logró despertarla hasta la mañana siguiente, abrió los ojos con cuidado y se concentró en los sonidos de su entorno, los truenos no se escuchaban más y eso era un gran alivió. 

Flashback: 

El ruido de los pájaros resonaban en su oído, el clima era tan caluroso que no dejaba de sudar aún estando sentada bajo un enorme árbol en el patio de la escuela. Estaba sola esperando a su querido amigo quién fue muy apresurado a comprar unas bebidas para acompañar a su desayuno, insistió en acompañarlo pero no se lo permitió, en su lugar la dejo cuidando el lugar para que nadie se los arrebatara. 

—¡Dahyun!—Gritó Yoshio del otro lado del campo quién venía corriendo con mucha prisa. 

Dahyun regreso a la realidad y alzó la mano para saludarlo, y sonreírle a Yoshio. 

—Te he traído el jugo de naranja que me pediste—Dijo Yoshio apenas llegó a donde Dahyun la esperaba—Había una fila enorme, creí que no llegaría a desayunar contigo—Le puso la botella de jugo en su mano—Es tu favorito, lo pedí especial para ti—Rió suavemente. 

Yoshio tomo asiento aún lado de la chica de piel pálida y acomodo la comida enfrente de ambos, de un lado puso la de el y del otro la de Dahyun. Le entregó los cubiertos que venían cubiertos de un pañuelo y se los entregó acercando también la comida. Era una costumbre que tenían, el de desayunar juntos y sentarse bajo ese árbol. 

—Sabes Dahyun—Yoshio dejo de comer y miró a Dahyun. 

—¿Que pasa Yoshio?—Dahyun dejo en el pasto su plato de comida—No te escuchó bien ¿Paso algo en casa? 

—Ayer vino alguien a quién quiero mucho a visitarme desde muy lejos—Apretó fuertemente parte de su pantalón del uniforme—Venía con una venda en el brazo y varias curitas esparcidas por todo su cuerpo—La garganta se le iba secando—Le pregunté si estaba bien y ella sonrió respondiendo que sí ¿Crees que este muriendo o algo parecido? Yo no lo entiendo, soy un niño, pero no me gusta verla de esa manera.

Dahyun no sabía que responder ante esa pregunta, nunca se lo había preguntando a si misma y no era como si pensara en ello todo el tiempo. La muerte era una palabra que no le gustaba escuchar ni siquiera por error porque venía acompañado de tristeza. 

—Pregunté algo extraño, me disculpo por ello—Yoshio se disculpo.

—No tienes que preocuparte, si dice que estaba bien... debe estarlo—Busco la mano de Yoshio y puso la suya encima en un intento de tranquilizarlo—Si tu sigues a su lado estoy segura de que estará bien, tu eres bueno y me cuidas de mi también. 

—Eres tan buena, Dubu—Yoshio apretó fuertemente la mano de Dahyun sin lastimarla—Cuando regrese, te presentaré con ella estoy segura que se harán amigas también. 

—Así tendré otra amiga—Dahyun sonrió. 

Una hoja seca cayó enfrente de ellos y no era otoño aún. 

Fin del flashback.

Dio un pequeño brinco al despertar, el sol quemaba parte del brazo y soltó un enorme bostezo al despertar. Se toco el rostro, estaba pensativa recordando aquel sueño en dónde la voz de Yoshio estuvo presente, no recordaba si era solo un sueño o realmente había sucedido. Si fue real, en esa conversación estaba segura que la persona a la que el mencionaba se trataba de Sana. Y si era cierto, eso solo explicaría la terrible infancia que tuvo. Se levantó de la cama, las piernas le temblaban y contrabajo se mantuvo en equilibrio para que no cayera al suelo. Fue directo hasta el baño y se echo un poco de agua en el rostro estragando un poco sus manos en la cara. 

—Dahyun, ya esta el desayuno—Gritó su madre desde la cocina. 

—Ahorita voy—Respondió de inmediato. 

Fue rápido hasta la cocina o si no su madre no la dejaría de molestar. Se sentó en la misma silla de siempre, era una rutina que tenían todas las mañanas o todos perderían la cabeza. Sirvieron la comida y desayunaron en total silencio, no era normal de las mañanas pero hoy por alguna razón ambas andaban muy calladas. 

—Mamá—Llamó a su madre—Olvidalo—Se resigno la menor.

—Si hay algo que quieras decirme, sabes que puedes confiar en mi—Su madre sostuvo la mano de Dahyun—Siempre puedes contar conmigo. 

Dahyun jugaba con la comida nerviosa. 

—Es solo que—Trago saliva la menor—Quería pedirte permiso de que me dejaras ir al festival que inicia hoy con Chaeyoung y Sana—Agacho la cabeza para que su madre no mirara su rostro colorado—Es mi primera cita con Sana, yo la invité a que fuéramos juntas y no quiero faltar. 

La madre de Dahyun soltó un fuerte suspiro de alivió. 

—Creí que algo malo pasaba—Se bufo su madre de si misma—Claro que puedes ir, es más te alistaré un conjunto muy bonito para esta noche—Se quedo mirando a su hija—De todos modos, yo saldré esta noche con unas amigas, solo asegúrate de que Chaeyoung cierre bien la puerta cuando regresen.

—¿De verdad?—La sonrisa de Dahyun era enorme y en sus poros destilaban felicidad—¿Me puedes maquillar también? 

—Claro que sí, mi pequeña—Le dio un pequeño beso en la frente a Dahyun y acarició un poco el cabello—Ahora termina tu desayuno que será un día largo. 

Desayunaron entre risas, la atmósfera silenciosa se desvaneció entre el viento de esa mañana.  Y el resto del día paso demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos la tarde llegó y con muchas cosas que hacer. Desde que Dahyun entro a bañarse su madre tuvo que ir y planchar aquel conjunto que llevaría, era un vestido no tan largo pero ni tan corto, era blanco con pequeños detalles florales y una chamarra que iba de acompañamiento para que no pasara frió, le escogió también unos zapatos blancos bajitos y un collar que tenía un pequeño girasol. Dahyun se baño lo más rápido posible, quería apurarse ya que no quería hacer esperar a la japonesa. Tenía que vestirse, peinarse y maquillarse para quedar lo más perfecta posible. 

—Es una de las pocas veces que te veo realmente emocionada—Dijo su madre desde la puerta de la habitación de Dahyun—¿Ya estas lista para que te maquille?

—Sí, me he cambiado ¿Como me veo?—Dio un pequeño giro modelando aquel vestido que llevaba puesto para que su madre la mirara. 

—Te ves hermosa, mi pequeña—La alago. 

Se prepararon y Dahyun se sentó enfrente del tocador de su habitación, no dejaba de moverse por lo que tenían que regañarla en muchas ocasiones. Era un maquillaje natural, no quería sobre exponer su cara y que se mirara como payasa, solo quería un poco de maquillaje para resaltar sus ojos y labios. El cabello era mucho más fácil, solo lo quería lacio y bien peinado, quería verse bien sin perder la sencillez. Cuando terminaron le tomaron un par de fotos como recuerdos, y pose en cada una de ellas con una enorme sonrisa. Fueron hasta la sala a esperar a que tocaran la puerta, soltaron un suspiro porque al sentarse el timbre sonó y Dahyun casi corrió hasta la puerta, se acomodó el cabello y arreglo un poco su vestido. Soltó un enorme suspiró y abrió la puerta que la separaba de la japonesa. 

—Dahyun—Dijo Sana con una enorme sonrisa al encontrarse con el rostro de Dahyun—Te vez demasiado hermosa hoy, me pondré celosa hoy ya que tendrás la atención de todos. 

—¿En serio lo crees?—Sus mejillas se ruborizaron de la vergüenza—Mi madre me maquillo y me vistió para nuestra cita. 

Sana sujeto la mano de Dahyun y le dejo un pequeño beso.

—Eres hermosa como sea, mi pequeña—Sana no perdía ese brillo al mirarla—¿Nos vamos? Mina nos esta esperando en el auto. 

Dahyun asintió y se despidió de su madre con una enorme sonrisa. Subieron al auto y se pusieron en marcha al festival que era en el centro. En todo el caminó conversaron acerca de la escuela y de la salud de Sana, que era lo que más curiosidad causaba. Si Dahyun pudiera ver, se habría dado cuenta de como la japonesa la miraba en el caminó con una mirada brillos y un ligero toque rojizo en las mejillas, se perdía tanto en ella que ni siquiera prestaba atención a la conversación. Estacionaron el auto muy cerca del festival, Dahyun les pidió que la llevaran cerca de los puestos de comida en dónde Chaeyoung los esperaba. La cita se convirtió en cita doble gracias a la japonesa quién llevo a Mina con ella. Se encontraron y caminaron muy cerca, adelante iban Chaeyoung y Mina y detrás Dahyun y Sana. 

—¿Y a dónde vamos?—Preguntó Mina deteniéndose y mirando a Sana. 

—Ustedes en dónde quieran, yo caminare con Dahyun por todos lados de este festival—Entrelazo los dedos con los de Dahyun—Es nuestra primera cita, espero que no sea una molestia mi petición. 

Mina y Chaeyoung asintieron con las mejillas ruborizadas. 

—Cuida de Dahyun, mucho—Indico la más bajita. 

Cada quién tomo su caminó, Sana decidió caminar por todo el festival en busca de un lugar tranquilo, nunca antes había asistido a uno, era la primera vez que iba a una cita como la que ahora estaba teniendo y estaba muy nerviosa. Caminaron por todos lados, se quedaban paradas en puestos y Sana le describía todo lo que veía a Dahyun con detalle, no podían disfrutar el festival como una pareja normal, y es que de normal no tenían nada, pero eso lo hacía único, luego de caminar durante un tiempo parecían cansadas. Dahyun apretó su mano llamando la atención de la japonesa y se detuvo un momento. 

—Sana—Dahyun apretó su mano llamando la atención de la japonesa y se detuvo un momento—¿Podemos ir a comer algo?—Pidió la menor. 

—¿Que quieres comer? 

—Cualquier cosa esta bien para mi. 

Sana llevo a Dahyun en unas bancas cerca de un poste de luz para que se sentara y la esperara. 

—No tardaré, no te muevas de aquí—Sana le dio un golpecito en la frente a Dahyun—Ya vuelvo. 

Dahyun asintió y se quedo sentada jugando con sus pies en esa banca. A pesar del ruido estaba muy contenta escuchando la risa de las personas que pasaban casi aún lado de ella. Ese festival fue el último que paso con Yoshio antes de que se fueran. 

—Disculpe señorita—Dijo un chico—Es solo que aún amigo le pareciste linda y quería saber si le puedes dar tu numero. 

—No puedo darte mi número, lo siento—Dahyun agacho la mirada. 

—¿Tienes novio?—Rió nervioso el chico—Me disculpo entonces—Hizo una reverencia como disculpa.

—Si tiene novio—Intervino Sana en la conversación—Así que dile a tu amigo que vaya a molestar a otra chica.

—Entiendo, me disculpó de nuevo—Volvió hacer una reverencia antes de irse. 

Sana asentó en la banca la comida que había comprado e intento calmarse un poco. 

—¿No te hizo nada?

Dahyun negó con la cabeza.

—El solo quería pedirme mi número, eso es todo—Dahyun alzó el rostro—Solo ignóralo. 

—Esta bien—Sana se sentó alado de Dahyun—Compré un poco de Sotteok, espero que te guste—Tomo la vara del sotteok y la acercó a al boca de Dahyun—Di ''AHHH''—Le pidió Sana. 

Dahyun abrió la boca y le dio una mordida a la comida, el sabor le encantaba y aquella comida le había gustado, disfrutaba cada bocado dentro de su boca. 

—Es muy rico—Dijo con la boca llena—Dame más. 

Sana solo rió y obedeció, le dio otro bocado a la comida y ella estaba fascinada con la inocencia que desbordaba Dahyun. Saco una servilleta del bolsillo y limpió un poco los labios de la chica pálida despertando su atención hacía ella de nuevo.

—¿Te asuste?—Le murmuró Sana. 

—Un poco—Dijo al terminar de comer la menor. 

Se quedaron calladas, Sana hizo aún lado la comida y acariciaba el rostro de Dahyun con ternura y delicadeza en cada toque. Cerró los ojos y se fue acercando poco a poco a los labios de la menor, estaba tomando el valor para besarle enfrente de todas esas personas y cuando por fin estaba decidida un trueno resonó en el cielo. Dahyun saltó abrazarla por el susto y se aferro a ella tanto como pudo. 

—Lloverá, tendremos que volver a casa—Sana miró al cielo. 

Las gotas empezaron a caer del cielo. Salieron corriendo en busca de sus amigas pero no las encontraron por ningun lado, la lluvia iba empeorando y las gotas cada vez eran más y más fuertes. No tuvieron más opción que ir a buscar un taxi, le entregó la chamarra de mezclilla a Dahyun para que se cubriera de la lluvia. Buscaron un taxi rápido y se subieron en el, dieron la dirección de la menor. 

—Nuestra cita se arruino—Dijo con los ánimos por los suelos la menor—El destino no esta de nuestro lado. 

—Lo importante es que no te enfermes, tendremos más citas—Sana limpió el rostro mojado de Dahyun—Solo si tu quieres, claro. 

Llegaron, se bajaron del taxi y  corrieron hasta la puerta, no había nadie adentro, la madre de la menor no estaba, Sana abrió la puerta de la casa de Dahyun con las llaves que traía en el bolsillo.

—Es hora de que me vaya—Sana le entregó las llaves a Dahyun—Es una lastima que no tardara como esperamos.

—No tienes que irte, mi madre no volverá pronto—Dahyun sujeto la mano de Sana para que no se fuera—Podemos poner una película, pero no te vayas. 

—No quiero irme—Sana rodeó su cintura de la menor y la atrajo hasta su cuerpo—Te deseo tanto, que mi mente se nubla. 

—Yo tam-tambien a ti—Tartamudeó avergonzada. 

—Si me pides que me detenga, lo haré en cualquier momento—Sana la miraba con deseo con un deseo intenso en su mirada. 

Y la noche que tanto deseaban estaba apunto de llegar, acompañada de la fría noche de lluvia de ese día.

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