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Habían pasado unos días, creyó que todo volvería a la normalidad; se equivoco. En cada pasillo lograba escuchar todo lo que las personas pensaban de ella, muchos no eran malos comentarios, otros si que eran verdaderamente horribles. Nunca se puso a pensar que no todas las personas pensaban de la misma forma, en un país como lo era corea mucho menos, la gran mayoría solo aceptaban lo que consideraban ''normal'' y el tipo de amor en el que ella creía no era normal para los demás. No le comentó nada a Sana de lo que estaba pasando en el instituto, no quería que se preocupara por nada, ya que saldría pronto del hospital. Luego de esa confrontación por parte de Tzuyu, no había escuchado ninguna noticia de ella, ni tampoco había escuchado su voz por los pasillos e incluso Nayeon había faltado todos esos días. 

Ya no se divertía viniendo a la escuela, los días parecían demasiado largos, y ya no tenía el ruido de Nayeon en cada clase. Cargaba los auriculares cada que salía a su hora de descanso, se sentaba en el árbol esperando a que Chaeyoung fuera a buscarla a desayunar y para que no estuviera sola. Últimamente se había vuelto adicta a la música, escuchaba todo el día la radió escuchando un montón de canciones con los que lograba identificarse, se llenaba la memoria con esas letras y no con los comentarios de los demás. Le entraron ganas de ir al baño, se levantó del pasto y con su bastón al frente se puso en caminó hacía los baños. No le quedaba nada lejos, era cuestión de contar sus pasos e ir caminando en línea recta hasta topar con unas pequeñas escaleras que debía subir para llegar. Las subió con mucho cuidado, abrió la puerta con cuidado y soltó un suspiro de alivió al percatarse que estaba vació. No tuvo ninguna dificultad para llegar, entró a la primera puerta y cerro cuidadosamente. El silenció era como una canción triste. 

—¿Crees que le pase lo mismo que Jeongyeon?—Dijo una chica cuya voz desconocía—Sana, solía ser muy cruel con ella, llegué a sentir mucha pena por como la trataban.

—Las personas como Jeongyeon o la ciega no deberían existir—Se rió—El amor entre mujeres no existe. Si existiera, personas como Jeongyeon siguieran vivas... 

Un enorme escalofríos hizo temblar su cuerpo. No quiso hacer ruido que mordió sus labios para que no lograra hacer ni el más ligero sonido. Solo quería quedarse dentro esperando a que esas dos chicas se fueran. Escuchó la puerta cerrarse, abrió con mucho cuidado y se dio la media vuelta para ir a los lavados, se quedo parada ahí en silencio varios minutos. Metió sus manos al agua, estaba helada y hacían temblar sus manos por el frió; saco sus manos del agua al escuchar sonar su celular en su bolsillo izquierdo. Se apresuro, pensó que seguramente Chaeyoung estaba esperandola en el árbol. Abrió la puerta y al querer dar el primer paso para bajar el escalón, tropezó con un pie y cayó al suelo raspándose las palmas de sus manos al meterlas para que no se golpeara la cabeza. 

—¿Te tropezaste ciega?—Dijo un chico detrás de ella—Fíjate en dónde caminas o podrías lastimarte—Se bufó. 

Todas las personas al rededor empezaron a reír, las risas eran tan fuerte que terminó avergonzándose y quiso pararse rápido, pero no encontraba su bastón. Buscaba con desesperación por todos lados en el suelo y no lograba encontrarlo. Comenzó a desesperarse y a gatear poco a poco sin siquiera recibir ayuda. Estaba pasando por un enorme estrés debido a su desesperación y a las risas de los demás quién la veían. 

—¿Dahyun?

Alzó un poco su rostro al reconocer la voz de la persona que dijo su nombre. Logró tranquilizarla un poco

—Mina, no encuentro mi bastón... 

Mina levantó el bastón que tanto buscaba la chica de piel pálida. Se agacho en dónde estaba buscándolo desesperadamente y sostuvo su mano para que se detuviera. 

—Levántate—Le susurro la japonesa—Ya he encontrado lo que buscas, tranquila—Le pidió. 

—¿L-lo encontraste?—Tartamudeó Dahyun.

—Lo encontré—Rió Mina. 

Todos se callaron al ver llegar a la japonesa. Siguieron su caminó y guardaron los celular en los bolsillos. Mina miró al chico que estaba enfrente de los baños y quién termino huyendo del lugar. Con mucho cuidado levantó a Dahyun del suelo y acomodó un poco su ropa que se había desarreglado debido a la caída. 

—¿Que paso? ¿Alguno de los que estaban aquí te empujaron?

Dahyun negó con la cabeza un par de veces.

—Es culpa mía, tropecé por descuidada—Le sonrió a Mina para tranquilizarla—No te preocupes, estoy bien. 

—Te creeré—Mina le entregó su bastón a Dahyun y se la quedo mirando unos segundos—Quería hablar contigo desde hace días, escuche por los pasillos un montón de comentarios sobre de ti. 

—Solo olvida lo que escuchaste, aquí nadie me conoce de todos modos. 

Dahyun dio un paso al frente, realmente no quería tener esa conversación. 

—Aquí todos conocen a todos... Si alguien te molesta, solo dime.

—Lo tendré en cuenta, pero no pasa nada. 

Hizo una reverencia para despedirse de Mina, no podía perder más tiempo. Chaeyoung seguramente la regañaría al llegar por haberse ido sola. Toda la atmósfera se calmó, lo único que escuchaba eran unas cuantas risas, no era nada del que preocuparse. Intentó calmar y relajar su mente, despejarla de todo lo que había pasado. Llegó a dónde Chaeyoung la esperaba, fue corriendo a buscarla apenas la miró a lo lejos, sostuvo su mano y la ayudo a llegar al enorme árbol. 

—¿Por qué te fuiste sin avisarme?—La regañó Chaeyoung—Llevó esperándote como 15 minutos aquí. 

—Solo fui al baño—Soltó un pequeño suspiro Dahyun. 

—De acuerdo—Chaeyoung se rasco la cabeza—Te traje lo que me pediste la otra vez—Le entregó un sobre—Espero que te sea de ayuda. 

Dahyun sostenía aquel sobre con ambas manos, sonrió al sentir el papel entre sus manos. Le había pedido un pequeño favor a su mejor amiga. Le sonrió con una enorme sonrisa e hizo una pequeña reverencia como agradecimiento. Dentro de ese papel, estaba escrito algo muy importante que se relacionaba con Sana. 

—Muchas gracias, se que no te di una explicación del porque—Dahyun guardo un poco de silencio—Esto es algo muy importante para mi. 

—Lo entiendo, te ayudaré en todo lo que pueda—Chaeyoung se acerco y abrazo a Dahyun, la acobijo de una tierna manera entre sus brazos—Haz crecido, ya no eres esa niña que sostenía mi mano con miedo.

—Nunca dejes de ser mi amiga, Chae. 

Se abrazaron durante varios minutos, el amor que Dahyun tenía por Chaeyoung era tan grande que le dolería si algún día perdieran esa bella amistad que construyeron durante tanto tiempo. Le encantaba escucharla elogiarla, que la abrazara y no la tratara como a una persona diferente. Eso era por lo cuál decidió hacerse su amiga, aún con ese miedo a ser rechazada lo intento hasta conseguirlo. Se separaron, ambas se sonrieron y aunque no pudiera verlo, sabía que Chaeyoung sentía lo mismo y que estaba feliz por ella. No pudieron conversar mucho, se sentaron en el pasto y sin hacer más preguntas desayunaron a toda velocidad. El timbre las termino venciendo, no terminaron de desayunar y tuvieron que despedirse. No la vería de nuevo, su madre pasaría por ella para llevarla al hospital a visitar a Sana. Estaba sintiéndose una mala amiga, no logró preguntarle si quiera en como iban las cosas con Mina, si mejoraron o todo era lo contrario.

—Chaeyoung, espera—Le susurro a su mejor amiga antes de que se fuera—Antes de que te vayas, quiero desearte la mayor de las suertes con Mina y espero que todo este yendo bien. 

—No tienes que preocuparte—Chaeyoung se dio la media vuelta de nuevo—Soy una persona necia y las personas necias nunca pierden. 

No pudo evitar sonreír al escucharla con tanto entusiasmo en cada palabra que salió de su boca. Guardo sus cosas y con su bastón se dirigió al salón de clases. En toda la clase, no pudo quedarse quita, movía el pie debajo de la mesa contando el sonido del reloj de la pared que estaba muy cerca de ella. Su celular vibraba dentro de su mochila, estaba en media clase por lo que no podía responder por más que quisiera hacerlo y no tenía ninguna idea acerca de quién podría llamarle a esa hora durante clases. 

Al terminar las clases caminó directo a la entrada en dónde esperaría a que llegaran a recogerla, no tuvo que esperar mucho tiempo, su madre llegó muy puntual. Conversaron un poco en el caminó, al parecer tenía una buena noticia que no quiso contarle por más que le insistió que se lo dijera, su madre solo se escudaba con querer darle una sorpresa. No insistió más, guardaron total silencio durante el resto del caminó. Llevaba días sin poder visitarla por cuestiones de la escuela, no podía evitar ponerse nerviosa, recordaba la última conversación la cuál no pudieron terminar debido a que las interrumpieron. Hoy estaba más que lista para terminarla y lo mejor de todo es que iba preparada. 

—Hoy pareces más ansiosa—Su madre tomo la mano de Dahyun—¿Estas feliz por escuchar su voz? 

Dahyun asintió con una enorme sonrisa en su rostro.

—Quiero que me de un pequeño beso—Se sonrojo al terminar de hablar que intento ocultar su rostro con su mano libre.

—No me digas esas cosas—Rió su madre al terminar de hablar—Niña tonta. 

Dahyun le sonrió de vuelta y caminaron juntas hasta el décimo pisó. La esperó en el pasillo cerca de la sala de espera. Contaba cada paso hasta que por fin llegó a la puerta de la habitación de la única persona que deseaba escuchar desde la mañana. Abrió la puerta y el acondicionado refresco su piel al entrar. Sana estaba sentada en la orilla de la cama con un libro en las manos, parecía estar demasiado concentrada leyendo. Escuchó la perilla de la puerta abrirse y dejo aún lado el libro solo para concentrarse en la chica de piel pálida que sonreía en cada paso que daba. Verla sonreír era lo único que necesitaba y lo más hermoso que sus ojos podían ver. 

—Pequeña, me alegra verte de nuevo—Sana sonrió sin dejar de mirarla. 

Dahyun se detuvo antes de llegar a la camilla al escuchar la voz de Sana. 

—¿Porque no te acercas más a mi? ¿Hice algo que te molestara? —Sana bajo la mirada. 

Dahyun negó con la cabeza. 

—Es solo que estoy tan feliz de escuchar tu voz ahora—Dahyun dio dos pasos al frente y se detuvo, estaba tan cerca de Sana que su respiración podía acariciar su rostro—¿Tú me extrañaste también?—Le preguntó. 

—Te extrañe cada día en el que no viniste—Sana se arrimó un poco más a la orilla y sujeto ambas manos de Dahyun—¿Que le pasaron a tus manos? ¿Tzuyu te lastimó? 

Dahyun volvió a negar con la cabeza.

—Tropecé esta mañana, soy un poco torpe ¿Lo olvidas? 

—Si ella te hace algo, dímelo—Sana acariciaba las manos de Dahyun delicadamente—No quiero que nadie te haga daño... tenía miedo de no volverte a ver entrar por esa puerta—Trago un poco de saliva—Le pedía a Mina que consiguiera tu número e intente llamarte por la mañana, no recibí respuesta alguna—Confeso apenada. 

—Te lo diré—Dahyun agacho la cabeza—¿Fuiste tú la que llamó?—Los ojos le brillaron de la emoción—Si hubiera podido ver que la que llamaba eras tú, te hubiera contestado sin pensarlo. Solo que no he podido venir por cosas de la escuela y también por otra cosa—Dahyun soltó sus manos y busco entre sus cosas el sobre que Chaeyoung le había entregado por la mañana—Quería venir hasta que viniera con buenas noticias—Le entrego el sobre a Sana—Le pedí a Chaeyoung que hablara con la amiga de su madre para que te recibiera y pudieras hablar con ella. 

Sana abrió el sobre, dentro habían un par de folletos y una pequeña carta escrita. Primero saco los folletos, eran de la prevención de la depresión, venía escrito todo desde los síntomas más comunes a como prevenirlo. Los dejo aún lado y saco la pequeña nota que era lo último que venía dentro, no decía gran cosa pero venía resaltado en letras negras ''Espero poder ayudarte'', no sabía como reaccionar al respecto. 

—Hablar acerca de como te sientes es muy bueno—Dahyun hablaba con entusiasmo—Estoy segura que te será de buena ayuda para que te olvides de todos esos pensamientos negativos que solo te hacen pensar en tonterías. 

—¿Tonterías?—Repitió Sana sarcástica—¿Crees que lo que te platique es una tontería?

—No, no lo es pero... creí que sería buena idea que buscaras ayuda con una profesional—Mustió Dahyun. 

—¿Buscar ayuda? Si hubiera querido buscar ayuda, lo habría buscado desde antes—Sana frunció el ceño—¿No crees?—Finalizo. 

Dahyun dio dos pasos hacía atrás y apretaba los dientes. Frunció el ceño e intentaba contener todas sus emociones. 

—Solo quiero ayudarte para que no te tenga que decir adiós, solo no quiero que sigas pensando de esa manera y quiero seguir escuchando tu voz en cada atardecer, en los días lluviosos en los cuáles no podamos vernos y escucharte reír en esos días nevados—Trago saliva—Es mucho pedir que vayas aunque sea solo una vez, y si no quieres volver, respetaré tu decisión, y me quedaré contigo. 

Sana se levantó de la cama dejo caer los folletos al suelo y dio un paso al frente. Rozó la mejilla de Dahyun con sus dedos y se quedo mirándola unos segundos. 

—Lo intentaré, si eres tú la que me lo pide, no puedo negarme—Cerro los ojos de Dahyun con las yemas de sus dedos y le pidió que guardara silencio—Eso es trampa—Le susurro cerca de los labios. 

No pudo contenerse más, cerro los ojos de la misma manera y sello sus labios con los de ella. Era un pequeño beso, en dónde sus labios parecían irse encontrando de nuevo, con toques y roces suaves y una pequeña mordedura. Era el primero beso después de mucho tiempo, no lograba contenerse, cada vez quería más, sus manos bajaron a las caderas de Dahyun y rozaba su espalda con mucha delicadeza. El airé empezaba a faltar debido a la intensidad. 

Dahyun se fue separando poco a poco de Sana, quedó con la boca abierta y todo sus labios con sus dedos, estaba sorprendida. El corazón la traicionaba y se alteraba, los labios de Sana aún con ese pequeño toque de re sequedad, eran dulces. 

—No quiero perder este sentimiento que es solo nuestro y de nadie más...

Ese beso era como darle la bienvenida al sol luego de tanta tormenta.


Nota

Estas últimas semanas he tenido actualizaciones más lentas y me disculpo por eso. Estoy escribiendo dos historias al mismo tiempo y es un poco agotador algunos días, debido a que trabajo y estudio al mismo tiempo. Intentaré esforzarme al doble para que no se vuelvan lentas las actualizaciones. 

Muchas gracias por leer.

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