68
El amor era más complicado de lo que imaginaba, pero por fin había tomado una decisión. Deseaba que ese miedo se fuera, y que no volviera más. Decidió que confiaría en la chica que dormía profundamente en la cama de un hospital, y que aunque tuviera que esperar días, meses o años, no abandonaría ese sentimiento.
El fin de semana llegó, la semana fue tan larga que esperaba con todas sus fuerzas de que llegara sábado. El viernes por la noche, no consiguió dormir bien, toda la noche estuvo despierta pensando en la cita que tendría con Taehyung el día de hoy. Entre más pasaran las horas, más nerviosa se estaba sintiendo. Chaeyoung iría un poco más tarde a visitarla, le pidió de favor si podía ayudarla a escoger su ropa para la cita de la noche, y acepto con mucho gusto. Creyó que estaría molesta por todas las palabras hirientes que le dijo en el taxi, sin embargo de caminó a casa, la que se terminó disculpando fue Chaeyoung. Aunque no estuviera de acuerdo, dijo que la apoyaría o al menos lo intentaría.
La madre de Dahyun fue a buscarla hasta su habitación, le entregó unos materiales que le habían pedido en clase. Los asentó a un lado y acomodó un poco algunas cosas que estaban fuera de su propio lugar. Se sentó en la orilla de la cama, justo alado de ella y observaba los gestos de su hija, siempre que estaba nerviosa solía arrugar un poco la nariz.
—¿Ya te sientes mejor?—Le preguntó su madre preocupada por ella.
Dahyun se levantó de la cama y se sentó en la orilla de la cama alado de su madre.
—Terminaré con Taehyung—Le respondió tragando un poco de saliva—Lo he pensando mucho, no quiero lastimarlo.
—Todo estará bien, mi pequeña—Abrazó a Dahyun—Ya no estés deprimida, estas haciendo lo correcto—Se separaron y rió bajito—El lo entenderá, es un buen chico—Pudo darse cuenta de como su hija se mordía ligeramente el labio inferior por la preocupación—¿Pasa algo más que no me has contado?
Dahyun asintió.
—Antes de que Sana tuviera ese ataque—Guardo silenció un momento—Tuvimos una pequeña discusión, Chaeyoung dijo cosas feas y le dije que se fuera... ¿Y si no quiere verme más?—Agacho la cabeza—Tengo miedo y todos los días pienso en eso.
La madre de Dahyun sujeto la mano de su hija y la apretó fuertemente sin herirla.
—Me pregunto cuando pasamos de hablar sobre películas a escucharte hablar sobre Sana—Se bufó su madre divertida de la situación—En estos últimos meses has crecido mucho, pensé que sería mala idea que fueras a ese instituto. Ahora no creó que lo fuera, eres una adolescente que no vive encerrada en su habitación, y eso me hace muy feliz—Acariciaba el dorso de la mano de Dahyun—Tú padre se sorprenderá al ver cuanto has crecido.
Dahyun alzó la cabeza, sentía las caricias de su madre sobre el dorso de su mano y la tranquilidad que esto le trasmitía. Guardo silencio unos momentos, cerro los ojos y apretaba los dientes, estaba intentando concentrarse, y recordando la manera en la que solía ser. Antes lloraba porque la rechazaban, ignoraban o le hacían burlas por ser ciega. Nunca nadie se preocupo por ella más que su familia y amigos. Y esa Kim Dahyun insegura temerosa de la vida, estaba desapareciendo para convertirse en esa chica fuerte que no quería seguir perdiendo.
—¿He cambiado?—Le preguntó a su madre—Si lo he hecho, espero que esas sean buenas noticias—Sonrió dejando ver sus dientes y limpiando un poco el moco de su nariz—Solo quiero vivir la vida que yo escoja y que nadie más lo haga por mi.
—Esa es mi hija—Le susurro su madre con dulzura en sus palabras—Hoy tienes una cita, no puedes llegar tarde—Se levantó de la cama soltando la mano de Dahyun y mirando a la ventana—¿Irás al hospital más tarde?
Dahyun negó con la cabeza.
—Hoy es fin de semana, seguramente Tzuyu estará con Sana todo el día, y no quiero interrumpirla.
—Ya veo, le preguntaré a la señora Kang sobre su estado por si acaso—Le revolvió un poco el cabello a Dahyun—Ahora bañaté que no debe de tardar en llegar Chaeyoung.
Dahyun asintió, se levantó de la cama y fue en busca de sus cosas para bañarse. Sentir el agua sobre su cuerpo era como una medicina que lograba relajara, llevaba muy tensa desde hace días y sin poder dormir lo suficiente. No lograba ver esas enormes ojeras debajo de sus ojos, pero si podía sentirlas con las yemas de sus dedos. Se quedo un buen tiempo debajo de la regadera, dejaba caer el agua sobre su rostro y el sonido del viento venir de la ventana, era una anestesia que necesitaba.
No tardo en llegar Chaeyoung, la esperaba en su habitación tranquilamente mientras salía de bañarse. Le gritó al llegar, escuchaba el ruido de su closet siendo invadido por su mejor amiga. Le había pedido que quería verse casual y no muy atrevida, solo irían a almorzar, y no quería algo extravagante. Salió del baño con una toalla cubriendo su cuerpo desnudo, le daba pena pero no quería desvestirse para vestirse de nuevo.
—Te has vuelto muy atrevida Dubu—Se bufó Chaeyoung al ver a Dahyun parada sujetando la toalla fuertemente para que no se le cayera—O tal vez te emociona saber que saldrás con Taehyung.
—Cállate—Murmuro indignada consiguiendo que Chaeyoung riera de ella de nuevo—¿Y ahora porque te ríes?—Preguntó molesta.
—Por nada—Se calmó Chaeyoung y le entregó la ropa que se pondría—Ve a cambiarte—Le ordenó.
Dahyun entro muy molesta al baño con su ropa, le había escogido una falda no muy corta y una blusa holgada de manga larga que dejaba ver su ombligo. La última vez que utilizo un conjunto como ese fue en su cita con Jinyoung. Se la puso sin protestar, le gustaba como la sentía, no lograba verse pero era demasiado cómodo. Salió del baño con ayuda de Chaeyoung y se quedaron sentadas en la orilla de la cama. Le entregó sus zapatos los cuáles eran unos pequeños zapatos bajos muy cómodos que siempre utilizaba. Se quedaron en silencio varios minutos sentada la una junto a la otra ocasionando un silencio incomodo en la habitación.
—Dubu—Susurro Chaeyoung llamando la atención de Dahyun—Lo que me dijiste la otra vez, me ayudo mucho a darme cuenta de lo cobarde que he sido—Trago saliva remojando ligeramente sus labios de saliva—Tenía miedo de que mi madre pensara que era extraña, termine por lastimar a Mina quién no merecía lo que hice—Soltó un fuerte suspiro—Quise explicarle el mal entendido pero ahora no quiere hablarme. Eso me merezco por todo lo que te hice, termine perdiendo a la chica que quiero.
—Estoy segura de que si hablas con Mina, ella lo entenderá—Dahyun le sonrió a Chaeyoung—Ella es tan buena, que terminará perdonándote, pero no la vuelvas a lastimar—Se quedo pensando unos minutos en como ayudar a su mejor amiga—¿Por que no vienes mañana conmigo al hospital? Mina vendrá, es una buena oportunidad—Le ofreció.
—¿Crees que sea buena idea? ¿Y si no quiere hablarme?—Preguntó asustada de la reacción de la japonesa.
—Será todo lo contrarió. Lo prometo—Le sonrió de nuevo a Chaeyoung.
Llegó la madre de Dahyun a interrumpir la conversación. Al parecer Taehyung había llegado por Dahyun, le llamó pero no logró escuchar el celular sonar. Se levantaron de la cama, le pidieron a la madre de Dahyun que le dijera al pelinegro si podía esperar un poco más. Se pusieron manos a la obra, peinó a la menor tan rápido y la maquillo con mucho cuidado y que pareciera natural para que estuviera lista para su cita. La miró una última vez de pies a cabeza y le dio la vista buena. Le entró la pequeña mochila en dónde guardaba sus cosas, como su celular y el bastón por si lo necesitaba.
La llevaron hasta la puerta, el chico parecía muy emocionado sus ojos brillaban como si viera una de las 7 maravillas del mundo, así de encantado quedo al ver a Dahyun. Le ofreció su mano para ayudarla a ir al carro. Le ayudaba de manera cuidadosa consiguiendo que no tropezara con ningún escalón. Le abrió la puerta y le coloco el cinturón de seguridad y cerro la puerta con cuidado. Se despidieron de todas y subió al carro para ir de caminó a su cita tan esperada.
—¿A dónde quieres ir primero?—Le preguntó ansioso el pelinegro—¿A comer primero y vamos por el helado?—Le sugirió.
—¿Podemos ir por el helado primero?—Le pidió Dahyun—Llevo tiempo sin ir a esa heladería y es un lugar muy tranquilo para conversar un poco.
—Entonces se hará como desees—Le dijo con una voz animada sin dejar de mirarla.
El resto del caminó permitieron que el sonido de la música hablara por ellos. En todo el caminó puso baladas que eran realmente bonitas que nunca había escuchado antes. Esas voces lograron calmar sus nervios y hacer que se olvidará de todo. Se estaciono enfrente de la heladería a la cuál fueron en la primera cita que tuvieron, le ayudo a bajarse y quisieron sentarse en una de las mesas de fuera debido al clima que había.
—¿Que helado te gustaría probar?—Le preguntó entusiasmado.
—Uno de fresa estaría bien—Le indicó.
El asintió y entró a la heladería a ordenar. Era un día demasiado tranquilo, no había tanto tráfico como de costumbre, era como si la ciudad estuviera triste y que todos estuvieran encerrados en casa comiendo helado y viendo películas todo el día. Le hubiera encantado poder hacerlo, la única diferencia es que ella solo podía escucharlas.
—Ya he vuelto—La sacó de sus pensamientos llamando su atención y dejando el helado de fresa en frente suyo—Te pedí uno grande, no importa si no lo terminas todo. Solo disfrútalo—Rió suavemente.
—Gracias por todo—Le dijo Dahyun con sinceridad.
Comían el helado tranquilamente sin decir una sola palabra del asunto, y es que el silenció se había convertido en su cosa favorita en momentos en dónde las palabras no figuraban en ese panorama y no deseaba hablar todavía. El sujeto su mano para que no siguiera comiendo el helado y Dahyun quedo congelada con esa acción que la tomo por sorpresa. El apretaba su mano, se aferraba a ella con una fuerza que empezaba a doler un poco por aquella acción.
—Insistí tanto en esta cita porque siento que necesitamos hablar de nosotros—Le murmuro suave y evitando que se diera cuenta de esas emociones negativas que cargaba—Hay muchas cosas que debemos aclarar y si me permites, quiero empezar yo ¿Te parece?
Dahyun asintió nerviosa. Tragó saliva debido a los nervios.
—En esta cafetería nos conocimos. Todo fue gracias a Chaeyoung, han pasado muchos días desde entonces, pareciera que no son tantos pero ya llevamos un tiempo saliendo y eso me hace muy feliz—El sonrió cerrando sus pequeños ojos de la emoción y un corazón latiendo a mil por hora por esa emoción que desbordaba en todo su cuerpo—Se que lo nuestro al principió fue complicado, tu estabas enamorada de esa chica rubia del restaurante y yo no podía competir contra eso, sin embargo me diste una oportunidad—Se levantó de su asiento y se paro enfrente de la silla de Dahyun sujetando sus dos manos con mucha suavidad y delicada—Estoy enamorado de ti, y no quiero que lo nuestro termine—Se acercó al rostro de Dahyun invadiendo su espació personal consiguiendo que sus labios se rozaron el uno al otro—Espero que tu también hayas conseguido amarme.
Rompió la distancia entre ambos y junto sus labios en un tierno beso en dónde sus labios se movían de una forma tranquila y con una suavidad evitando que se volviera un beso morboso y lleno de lujuria. Y es que siempre la besaba de una forma tranquila sin necesidad de volverlo intenso. Dahyun fue la primera en separarse tomando un poco de aire, tocaba sus labios sorprendida de ese beso robado que nunca se esperó y su corazón latía de los nervios. Rozaba la yema de sus dedos en sus propios labios, y guardo silencio un momento. A pesar de que estaba nerviosa, ese beso solo parecía uno sin ningún sentimiento especial.
—Lo siento Taehyung—Dahyun agacho la cabeza—Me alegra que seas sincero con tus sentimientos, por esa razón debo ser honesta contigo—inhalo un poco de aire para que sus emociones se estabilizaran y su cuerpo se relajara un poco—Yo no he podido olvidar a Sana, y no quiero mentir diciéndote que siento lo mismo por ti. Yo no quiero lastimarte.
Taehyung frunció el ceño, sus manos se hicieron puños a sus costados y apretaba sus dientes debido a lo molesto que se encontraba. Cada vez sentía más desagrado por Sana Minatozaki, pedía con todas sus fuerzas que ella nunca despertara.
—¿Y ella te quiere a ti?—Le preguntó intentando herirla—Te quiere tanto que por esa razón sale con Tzuyu, te quiere tanto que prefiere el dinero que a ti—Guardo silenció y regreso a su asiento—Quisiera molestarme, pero desde un principio supe que lo nuestro sería difícil, soy un chico paciente.
Todas esas cosas que el dijo, realmente le hirieron y se aguanto con todas sus fuerzas para que el no se diera cuenta. Era un chico enamorado, enojado por no ser correspondido.
—Taehyung—Le susurro Dahyun para llamar de nuevo su atención—Tenemos que terminar.
El se levantó de la mesa sorprendido de escucharlo. Apretaba fuertemente la cuchara que sostenía en la mano y su respiración comenzaba a sonar agitada.
—¿Terminar? ¿Estas bromeando verdad?
Dahyun negó.
—Lo siento mucho...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro