¿DE VERDAD me tengo que poner esto? -le pregunté a Veronica mirándome en el espejo-
Sí. De verdad, ya verás como todo saldrá bien -me dijo. Suspiré, asentí, dejé una nota en mi cama sabiendo que era probable que Jughead viniera y luego me fui. Al llegar a la casa de Ethel me quedé sentada en la piscina mientras que Veronica estaba en el jacuzzi y Chuck mirándonos. Hasta que Betty, o algo parecido, apareció por la puerta. Tenía una peluca negra y ropa que Betty nunca se pondría. O la Betty que conozco no. Estaba sentada aún en la,piscina ignorando a Chuck hasta que mi teléfono sono-
Enseguida vuelvo -les dije entrando a la casa. Descolgué y sonreí al escuchar la voz de Jughead- Jughead. Te necesito. ¿Donde estás?
Sam, ¿va todo bien? -me preguntó-
Creía que podría ayudarlas pero esto se está yendo de las manos. Quiero irme a casa -le dije. Estaba sonando cobarde pero no podía seguir aquí. Lo de ellas era como un asunto más personal-
Sam, tranquila. ¿Dónde estás? -me preguntó. Suspiré aliviada y agarré un largo abrigo-
En la casa de Ethel pero iré hacia el Pop's -le dije mientras me ponía el abrigo y lo cerraba-
Esta bien. Te veo allí -me dijo. Colgué y salí de alli-
Me tengo que ir -les dije. Creo que Veronica me entendió cuando la miré y ella asintió-
Ve. Nos vemos mañana -me dijo. Asentí y me fui de allí hacia el Pop's. Al llegar fui hacia Jughead y le abracé fuertemente-
Sam, ¿estás bien? -me preguntó-
Ahora si, Jug -murmuré sin querer soltarle- pensé que podía darle una elección a Chuck pero sentí que era algo más personal. No se porque pero no pude quedarme
¿De que hablas? ¿Qué te hizo? -me dijo Jughead. Entonces nos sentamos y le expliqué todo mientras cenabamos algo. Hasta le expliqué porque llevaba un abrigo solo- Dios mío, Sam...
Lo sé. Lo sé. Pero se lo merecía -le dije. Me sentí mucho mejor cuando pasó su brazo por mi hombro y me pegó hacia él-
No te pasará nada. No dejaré que ninguno de esos idiotas te haga nada -me dijo Jughead. Levanté la cabeza, sonreí mínimamente,  besé su suave mejilla y volví a apoyar mi cabeza en su hombro para quedarnos hablando de otras cosas-
¿Puedes venir a casa hoy? -le pregunté cuando nos quedamos en silencio mientras íbamos a casa-
Claro -asintió él. Llegamos a mi casa, fui al baño, me duché, me puse el pijama y me acosté a su lado tratando de no ocupar su espacio personal pero rato después estábamos los dos abrazados en el medio de la cama-
Te quiero mucho, Jug -le dije acariciando su pelo-
Y yo a ti -murmuró. Su tranquila respiración se mezcló con varias preguntas en mi cabeza : ¿somos mejores amigos? ¿que somos? ¿me verá como yo a él? ¿será muy pronto?...-

A LA MAÑANA SIGUIENTE habían expulsadoa Chuck y los otros gorilas sin neuronas y se hizo justicia por Ethel y las demás chicas. Al menos ese asunto estaba arreglado pero se formó otro. Dealton apareció en el Azul y Dorado y nos dijo que el coche de la señorita Grundy estaba allí el 4 de julio