Lisa y MinJeonggie estaban jugando en el cuarto de la cachorra, quien estaba de un buen humor.

—Hola, Lisa.

JiSoo entró a la habitación con su maletín en mano, y la corbata desecha.

—Es temprano, ¿Qué haces en casa?

—Tome unas semanas libres, tengo que pasar tiempo con mis cachorras, en especial si Lia está cerca de su celo.

Lisa asintió, y se mantuvieron jugando con MinJeonggie por un buen rato.

A la alfa le parecía impresionante como la bebé nunca se aburría con Lisa, en sí ver a Lisa era interesante.

Este tiene un aura de amor y felicidad a su alrededor, que parece nunca abandonar su persona.

De un momento a otro el celular de la omega empieza a escucharse, llamando la atención de la alfa y de la bebé, que se sienta en las piernas de Lisa.

—Una disculpa, JiSoo.

La omega, a pesar de las quejas de la bebé, abandona el cuarto para poder tomar la llamada en el pasillo.

Dos minutos después Lisa entra al cuarto de nuevo con un lindo sonrojo en sus mejillas, y una gran sonrisa en su rostro.

—Alguien recibió buenas noticias. —JiSoo tomó a la bebé en su regazo, y la usó como marioneta.

—No son exactamente buenas noticias, sino que tengo una cita.

JiSoo se puso rígida en un momento, y su alfa gruñó un poco. era confuso, ¿Por qué le importaba tanto que la omega saliera con alguien?

—Ouh... —los movimientos de la alfa se hicieron torpes, mientras jugaba con el trenecito de su bebé—. ¿Con quien? Si es que puedo saber.

—La doctora Bae, ya nos habíamos conocido antes, de hecho, ese fue la alfa que habló conmigo en el supermercado, por la cual ChaeWon estaba molesta.

JiSoo rió.

—Excelente, Lisa. Creo que es genial que tengas una vida social fuera de nosotras, tomamos mucho tiempo tuyo. —las palabras de JiSoo sonaban un poco más para ella misma, que para la omega, que estaba un poco distraída.

No le gustaban mucho las citas, la hacían sentir nerviosa, y normalmente los alfas se terminaban aburriendo de ella.

—Si, pero JiSoo, yo adoro a tu familia. Estas cachorras son las mejores —abrazo a MinJeonggie, quien soltó una carcajada feliz—, creo que solamente iré a esa cita porque mi madre de verdad cree que debo de conseguir un alfa, o al menos intentar salir con alguien nuevo. —la omega rió.

Eso era verdad.

Las últimas citas de la Tailandesa habían sido un asco totalmente, llenas de momentos incómodos, silencios, y en muchas ocasiones, alfas u betas molestos tratando de aprovecharse de la omega.

Las citas eran la perdición para Lisa.

Empezando por las que tuvo en la secundaria con Park Rosé; Rosé es asombrosa, pero simplemente no eran ‹‹una buena pareja››, pensaron que al ambas ser las extranjeras de la secundaria, se complementarían fácilmente, pero desde el odio interminable de la madre de la alfa hacía Lisa; hasta los cuchicheos en los pasillos acerca de cómo Rosé solo salía con ella para poder acostarse con la ‹‹Tailandesa rara››, o por pena, todo fue en picada.

El haber crecido en un ambiente sin mucho dinero le hizo darse cuenta a Lisa que no es importante tener las mejores cosas materiales, sino que es importante ser amables y trabajar duro, como lo ha hecho desde que tiene memoria.

Claro que no tuvo la oportunidad de entrar a la universidad como ella había deseado, pero era eso, o el poner comida en la mesa, igual aprovecho la oportunidad de entrar a cursos que llenaron su currículum técnicamente.

—¿Entonces no eres una gran fanática de las citas? —JiSoo vio a la omega que se veía adorable jugando con su cachorra.

—Nop, o bueno, nunca he tenido una con la persona adecuada.

El sonrojo de Lisa hizo feliz a la alfa de JiSoo.

Lisa vio el reloj en su mano, y alejó un poco a MinJeong, quien gateó hacia su padre.

—Es hora de hacer de comer.

Al ver salir de la habitación a la omega, la alfa se sintió un poco vacía. Y su cachorro comenzó a llorar buscando a la dulce omega con olor a flores.

JiSoo la tomó en sus brazos, y la abrazó, llenándola de su aroma.

La bebé veía con atención a la alfa, resaltando sus grandes ojos miel.

MinJeong era la que más se parecía a su madre, su cabello era técnicamente castaño y sus ojos eran iguales a los de él. Sus pestañas eran delgadas, y su nariz de botón.

La cachorra era adorable, y su padre la adoraba.

—No entiendo porque no te agrado últimamente.

La bebé tomó la nariz de JiSoo, y esta rió.

JiSoo se pregunta si para sus hijas es necesario que ella tenga una pareja, un omega que tome el lugar como su madre.

Ella no quiere eso, no quiere una pareja justo ahora.

P tal vez si la quiere, pero esa omega que tanto le gusta está apunto de salir en una cita.

Al final el veredicto de la alfa es que sus hijas no necesitan tener opinión en la vida amorosa de ella, quien no quiere siquiera empezarla porque la omega que a ella le gusta está fuera de su alcance.

JiSoo suspira.

Lisa se encontraba cocinando la comida para las cuatro alfas que se encontraban en la casa.

Ese día en la noche tendría su cita cuando su horario de trabajo terminará.

Se siente un poco nerviosa, y su aroma lo demuestra.

Las citas siempre le serían complicadas, es un poco insegura acerca de si ella es lo que un alfa busca.

Es parlanchina, y sus modales no son los mejores, tiene muchos defectos, y siente que no está en forma.

Lisa se siente poco atractivo para un alfa.

ChaeWon entra a la cocina, dándose cuenta del olor nervioso de Lisa.

—¿Qué sucede, mamá?

La omega ríe nerviosa.

—Estoy un poco nerviosa. Tengo una cita hoy.

La alfa empezó a saltar emocionada.

Vio a su padre hace unos minutos.

¿Acaso será que esta le pidió una cita?

—¿Cómo es la alfa que te llevará a tu cita, mami?

—Muy linda, es educada, y muy inteligente.

La pequeña alfa saltó emocionada, otra vez.

Tal vez fallo en la característica de linda, su padre parece una rana. Pero totalmente es su padre, educada e inteligente.

—¡Iré a buscar que te puedes poner! —la omega rió y asintió con la cabeza, dejando a ChaeWon elegir su ropa.

La alfa salió de la cocina corriendo, y se encontró a su padre en el pasillo.

Le dio un abrazo.

—¡Gracias, papá!

Y volvió a salir corriendo, dejando a su padre confundida.

ChaeWon entró a la habitación de Lisa, y empezó a ver en su armario.

Los colores suaves que utilizaba Lisa usualmente no iban a funcionar esta vez.

La alfa, dudosa, le fue a preguntar a su hermana, quien hacía la tarea.

—Lia —esta la volteo a ver, quitándose sus audífonos—. ¿Qué ropa encuentras atractiva en una omega?

Las mejillas de la alfa se pusieron rojas y muchas imágenes pasaron por su cabeza.

Negó con la cabeza, nunca le diría eso a su hermana.

—¿Las faldas?

—¡Excelente!

La pequeño alfa empezó su trabajo de encontrar la ropa perfecta, para que la omega pueda salir con su padre.

¡Gracias por leer!

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