Los días pasaban, se convertían en semanas, y sin darse cuenta Lisa ya había estado más de un mes en la casa de las Kim.

Las flores y colores abundaban en la casa, con una Lisa comprándolas en puestos, y poniéndolas en lindos jarrones de cristal.

Como todas las mañanas, Lisa despertó a sus pequeñas alfas con su suave voz y su desayuno casi listo.

—Lia, es hora de despertar, cariño.

—Lisa, no me siento bien. —Lia susurró, y la omega la vio curiosa.

Toco la frente de la alfa y la sintió ardiendo, tenía la nariz congestionada, y su voz sonaba rota.

—Por las lunas de saturno, tienes un resfriado, cariño.

Lisa acarició el cabello de Lia, quien ronroneó por la acción.

Lisa rió.

—No te preocupes, descansa, llamare a la escuela para justificar tu falta.

La alfa sonrió, y se acurrucó en su almohada.

—Gracias, Lisa.

Después de eso, Lisa salió de la habitación y preparó a las niñas.

Tendría que ir a la escuela de Lia para justificar la falta, y poder recoger los libros que necesitaría después.

—Lisa, ¿Donde está Lia? —JiSoo se veía de mal humor y cansada, Lisa solamente le extendió una taza de café, y esta sonrió un poco.

—Tiene un resfriado, iré a su escuela para poder justificar su falta, y recoger sus libros.

—Iré contigo.

—N-no es necesario. —la omega siendo tímida es una de las cosas favoritas de JiSoo en el mundo.

—No tengo problema con esto, solo tengo una junta hasta las once, andando.

Sin más, Lisa tomó a MinJeong en sus brazos, y ChaeWon tomó la mano de su padre.

Para JiSoo, Lisa lucia especialmente adorable el día de hoy, con unos moms jeans y un suéter negro, este era esponjoso y suave, esto hizo que MinJeong luchara con su vida para no despegarse de la omega cuando subieron al auto, pero esta se rehusaba a correr el riesgo de tener a la bebé en sus brazos, y que ocurriera un accidente.

Al llegar a la escuela, Lisa dejó a ChaeWon en la entrada del área de primaria donde este estudiaba, y JiSoo se acercó a Lisa con MinJeong en sus manos.

—Ten un día excelente, ChaeWonnie.

—Gracias, LisLis.

Lisa le dio un beso esquimal, y la cachorro rió para después salir corriendo y entrar a la escuela.

—¿LisLis?

JiSoo río por el apodo tierno.

—Es algo entre ChaeWonnie y yo, no lo entendería, señora Kim.

JiSoo rió.

—Lisa, puedes llamarme JiSoo.

Lisa rió.

—No puedo, tengo que respetar a mis mayores. —le dio una sonrisa burlona a JiSoo, quien fingió indignación.

Entraban al area de preparatoria, llena de adolescentes hormonales, alfas que no sabían como controlar su enojo y fuerza, y omegas asustados sin poder controlar su aroma, los betas simplemente trataban de disfrutar su preparatoria con seres cien veces más disfuncionales que ellos.

—¡Disculpa, solamente tengo treinta y cinco años!

—Exacto, cuando tú te graduabas de la preparatoria, yo apenas aprendía a deletrear mi nombre. —Lisa rió.

—Oh vamos, aun así, no es tan amplía nuestra diferencia de edad, te aseguro que tu adolescencia fue muy parecida a la mía.

—No lo creo, la mía tenía internet, y la tuya el inicio de las computadoras apple. —rió Lisa.

—Te aseguro que tú adolescencia fue cien veces mejor entonces.

—¿Por qué asumes eso? —pregunto curiosa Lisa.

—Eres una omega hermosa, eres amable y cordial, lo más seguro es que todos los alfas luchaban por tu amor, o una cita contigo.

Lisa se sonrojó por el comentario, y la alfa de JiSoo quiso gruñir ante tal comentario.

—No exactamente, vivía en la parte ‹‹fea›› —hizo comillas—, de Busan desde que llegue a Corea, por lo cual no tenía tiempo para interesarme en alfas entre mis trabajos, además de que los alfas solo me veían como la omega pobre. —Lisa susurró.

—Yo creo que eres más que eso, Lisa.

Llegaron frente a la oficina del director, y JiSoo se detuvo viendo a los ojos de Lisa.

Se perdieron unos segundos en la mirada de la otra, hasta que JiSoo empujó la puerta de la oficina.

La secretaria les sonrió con amabilidad.

—Buenos días, les puedo ofrecer algo.

—La alumna Kim JiSoo no asistirá a clases hoy, y posiblemente mañana, tiene un resfriado, soy su niñera. —Lisa habló amable y mantenía a MinJeong en sus brazos.

La otra omega le sonrió amable, y le entregó el horario de la alfa, antes de salir de la oficina, un alfa se detuvo frente a Lisa, bloqueando el paso de la omega.

—Lalisa Manoban, ¡Soy yo, Park Rosé! —se acercó a abrazarla cuando escuchó un gruñido bajo de la bebé en sus brazos.

—Es un poco celosa. —rió Lisa.

—¿Qué haces por aquí, caramelo? —Lisa se sonrojó por el viejo apodo.

—Ya sabes, cosas de la vida de niñera —le hizo una señal con la cabeza a la pequeña MinJeong en sus brazos—, ella es MinJeong, y ella es JiSoo, la padre de estas lindas cachorras. —JiSoo veía un poco molesta a Rosé por el apodo cariñoso con el que llamó a Lisa.

Posiblemente su alfa solo reaccionaba a proteger a la linda omega, no por algo más.

—Entonces eres soltera. —sonrió Rosé, con un gesto coqueto.

—S-si. —rió Lisa nerviosa.

—Nos vemos luego, Lalisa. —le guiño un ojo a Lisa, y la dejó pasar.

JiSoo avanzó rápido con el nudo en su garganta, y una Lisa distraída detrás de ella.

¡Gracias por leer!

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