Una semana había pasado desde que la linda omega había llegado a la casa.

Las cachorras la adoraban, especialmente MinJeong, quien no se despegaba de la omega en ningún momento, disfrutaba de su olor y le gustaba lo suave que era.

ChaeWon disfrutaba jugar con la omega y seguirla a todas partes, mientras le hablaba de cosas triviales las cuales Lisa le ponía atención.

Y Lia; Lia simplemente le parecía adorable la omega, la escuchaba y le preparaba waffles cuando quería, además de que le daba muchos abrazos y mimos.

Ahora mismo se encontraban en la cocina tomando el desayuno antes de irse a la escuela, la omega preparaba el desayuno de sus ‹‹pequeñas alfas››, gracioso debido a que Lisa era más alta que incluso la propia JiSoo, de seguro es hilarante ver a Lisa llamándole la atención a alguna de ellas.

—Puedes creer que el entrenador me amenazo con sacarme del equipo, Lisa. —Lia se encontraba molesta, y hablando con la boca llena de waffles.

—Julia, tienes que aprobar cálculo, sé que es fastidioso, pero lo necesitas. Y no hables con la boca llena.

Lisa ponía los almuerzos en la mochila de cada una, y también hacía figuritas graciosas con la fruta con la intención de llamar la atención de MinJeong, quien tenía una fascinación por las manzanas en forma de estrella.

JiSoo bajó corriendo y se escuchó como tropezaba en la escalera.

—Cachorras, es tarde, andando. ¡Diablos, necesito café!

Lisa le extendió un termo con café y una lonchera gris.

—Tu café, además de tu desayuno y almuerzo en la lonchera.

La alfa se sintió tranquila al saber que no tendría que pasar la mañana con el estómago vacío.

—Gracias, Lisa, eres un sol.

Lisa rió.

—Andando, pequeñas alfas, a la escuela. ChaeWon, no molestes a tus maestros, además comete las uvas. Lia, pon atención en cálculo —se acercó a la alfa y susurró en su oído:—, habla con RyuJin de biología.

La alfa rió y dejó un beso en la frente de Lisa, y ChaeWon dejó un beso en su mejilla poco después.

—Lisa, aquí esta la lista de compras y el dinero. —JiSoo dejó todo en la mesa y salió apurada, cerrando la puerta.

La omega suspiró, y puso una mueca en su cara.

Segundos después la puerta se volvió a abrir, dejando ver a una JiSoo apurada en la entrada de la cocina, donde estaba Lisa.

—Que tengas un excelente día, Lisa.

—Usted también, señora Kim. —Lisa sonrió y JiSoo abandonó el lugar.

La omega estacionó la mini van en el estacionamiento de la tienda y tomó a MinJeong en sus brazos.

Al entrar a la tienda empezó su trabajo.

Adoraba pasar tiempo con esas cachorras y mimarlas, son dulces y la adoran.

Los primeros días ellas se sentían un poco incómodas por la presencia tan repentina de Lisa en su casa, pero después de unos días, estas se emocionaban con la presencia suave de Lisa.

Les gustaba su dulce aroma, la forma en como susurraba en Tailandés para si misma cuando algo le molestaba, sus suéteres suaves y su deliciosa comida.

Con eso JiSoo se preguntaba como una linda omega como Lisa seguía soltera.

La linda omega que usaba suéteres y faldas, además de oler a dulces flores. Tiene la personalidad más amable y cordial que ha conocido.

Sus pensamientos vagan mientras que camina por la oficina.

Últimamente sus empleados han notado la sonrisa en el rostro de la alfa, y la lonchera gris con comida caliente, esto considerando que la alfa solía no comer, o simplemente pedir comida de fuera.

Minutos después, Jennie Kim, su mejor amiga entra a la oficina.

La alfa la veía pícara.

—¿Cómo van las cosas en casa, Unnie?

—Excelentes, Lisa es asombrosa.

Jennie sonríe.

—Es una linda omega, que cocina y cuida a tus cachorras, sospechoso que los últimos días haz llegado con sonrisas enormes a la oficina.

JiSoo rió.

—No es lo que piensas, pero si. Lisa me da alegría porque le da alegría a mis cachorras.

La omega que llenaba la casa de color y flores la hacía muy feliz.

¡Gracias por leer!

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