Lisa siempre había sido una persona segura de sí misma.

Odiaba cuando la gente era grosera.

Y también odiaba a la gente irresponsable.

Había crecido en una casa pequeña y una familia amorosa.

Su padre falleció en un accidente de tránsito, y su madre se encargó de todos a pesar de ser una omega inmigrante con el solo trabajo de camarera.

Tal vez no creció en una casa grande, tal vez muchas veces el agua estaba helada porque no podían pagar para tener gas en la casa, y muchas veces ella tuvo que cuidar a sus hermanos por las tardes porque su madre tenía turnos extras, pero su infancia fue asombrosa, su madre nunca le exigió crecer rápido, sino que le permitió lo que muchos no le dejaban a sus hijos cuando tenían problemas económicos, le dio el amor suficiente a cada uno de ellos, por eso todos tenían un corazón enorme, en donde guardaban tanto amor que su caras adorables lo demostraban.

Por el otro lado, JiSoo creció en un ambiente hostil, su padre era dueño de una empresa que próximamente heredó, pero al perder a su madre, este se volvió cruel y frío. nunca le permitió a JiSoo ser quien ella quería ser, nunca vio ninguna de sus pinturas —y vaya que era talentosa—, le exigía ser una alfa fuerte y sin emociones, cuando esta era como una masita llena de amor que solo quería abrazar a los demás. Cuando termino la universidad, este le exigió contraer matrimonio con un omega, un omega cruel y frívolo, aunque JiSoo pensara que era una mala persona, jamás lo odiaría, y feliz le brindaría todo el dinero del mundo para que se mantenga feliz y alejado en su casa en Japón, esto porque le brindo a sus hermosas cachorras.

Esas pobres cachorras... Quienes fueron abandonadas por su madre sin siquiera pestañear, esas pobres cachorras quienes escucharon todos los días el odio de su madre, quien les repetían constantemente que él no era su madre, él pudo haberlas procreado, pero él no era su madre, él no era la persona a la que podrían abrazar o llorar en su hombro, él solo era la que los creo.

Una fría noche de noviembre él se fue, dejando una nota en la cama y tomando todas sus pertenencias —y una que otra cosa valiosa de los cajones de JiSoo— exigió sus cheques continuos, dejó un contrato de divorcio firmado que pudo empezar a tramitar después de la muerte del padre de JiSoo; JiSoo por un segundo se sintió mal, pero solamente por sus cachorras, ya que no sabía cómo reaccionarían, pero después de ese segundo, JiSoo sintió paz.

Inhalo y exhalo sin ese molesto olor a coco que él dejaba.

Las cachorras solo asintieron con su cabeza y no dijeron nada, igual, él nunca fue su madre.

Lisa se encontraba enfrente de la enorme casa, con un currículum en la mano y su mejor ropa, que consistía en un pantalón que no tenía hoyos, que robó del armario de Mina, y un suéter suave de color azul cielo.

Sus manos temblaban cuando tocó el timbre de la bella casa.

Segundos después una joven alfa de cabello azabache y ojos almendrados abrió la puerta.

—¿Quién eres? —la chica acomodaba su cabello debajo de su gorra.

—Buenas tardes, soy Lisa, vengo por una entrevista como niñera. —le ofreció una sonrisa, pero la alfa solo analizó las facciones de la omega.

—Adelante, traeré a mi padre.

Sin más la alfa abandonó la sala, dejando a la linda omega que se encontraba igual de nerviosa, mucho más si consideraba que la joven alfa de seguro era la hija de otro que era el doble de atemorizante.

—¿Quién eres? —una vocecita atrás de Lisa llamó su atención, dejando ver a una niña de cinco o seis años apuntando una nerf a la omega frente a ella.

—Apuntar a la parte de atrás de alguien no es muy honorable, jovencita. —Lisa sonrió, y la pequeña alfa rió, tenía un olor fuerte a menta fresca.

—Kim ChaeWon. —extendió su manita a la omega frente a ella.

Lisa la tomó, y la saludó cordial.

—Soy Lalisa, me puedes decir Lisa.

La alfa asintió.

—Eres una omega bonita, ¿Quieres casarte con mi papá? —Lisa se sonrojó por el comentario de la niña, y escuchó como alguien aclaraba su garganta en la puerta de la sala.

—ChaeWon, deja a la omega en paz. —la alfa entró, tenía un traje formal puesto, haciendo a Lisa sentirse un poco fuera de lugar con su ropa, pero no bajo la cabeza.

—Buenas tardes, soy Manoban Lisa, vengo por el anuncio de niñera. —sonrió con seguridad.

Su madre siempre le enseñó a ser segura y confiada, en especial en una entrevista de trabajo.

La alfa le sonrió, Lisa admite que la alfa es un poco linda.

—Kim JiSoo, te necesito urgente, así que hagamos la entrevista.

Lisa asintió y le extendió el currículum que trajo.

La alfa se impresionó por la cantidad de trabajos que había tenido previamente la omega.

—Tienes veintiún años y ya tuviste diez trabajos, me da un poco de desconfianza hacia ti.

—Eran trabajos temporales que tomaba, con estos pagaba la escuela, pero además de eso tengo experiencia cuidando niños, provengo de una familia grande y mi trabajo de verano era cuidar cachorros en mi barrio.

La alfa se asombró.

Esta linda omega no provenía de una familia adinerada, o al menos estable parece, se notaba el contraste entre estas, la omega posiblemente trabaja en múltiples trabajos en su verano, mientras que esta viajaba a Paris o Nueva Zelanda en primera clase.

—Mis cachorras son tranquilas, pero necesito que alguien esté en casa más tiempo del que yo estoy, tiendo a llegar tarde y encontrarlas viendo películas o jugando videojuegos a las tres de la mañana. —rió nerviosa la alfa.

La omega le dio una sonrisa.

—Me encantaría trabajar para usted, señora Kim.

—¿Podrías comenzar hoy? Te ofrecería el cuarto de arriba al lado de el de MinJeong, puedes tomar lo que quieras de la despensa, y si necesitas algo en especial solo pídelo, si cocinas me serías de gran ayuda. —empezó a subir las escaleras indicándole que la siguiera.

Al llegar a la primera puerta, encontró una puerta negra la cual golpeó con delicadeza, segundos después la joven alfa que la recibió abrió la puerta.

—Lisa, esta es JiSoo segunda —Lisa le sonrió a la menor, quien conservó su semblante serio, pero con una mirada menos intimidante—. Para no confundirnos puedes llamarla Lia, es diminutivo de Julia, nombre bautizado por su tía. —agrego con cierta gracia.

—Un gusto, Lisa, tranquila, no somos una familia de locas que odia a las omegas, o a las niñeras. —cerró la puerta lentamente y Lisa rió nerviosa.

Al llegar a la segunda puerta la toco, y la abrió dejando ver a ChaeWon, quien jugaba con sus dinosaurios de juguete.

—¡No me mates, tengo huevos que cuidar! —gritaba, simulando la voz de un velocirráptor.

Lisa rió.

—ChaeWon, esta es Lisa, será la nueva niñera. —la niña sonrió.

—Es linda, cásate con ella.

JiSoo se sonrojó al igual que Lisa.

La alfa rió nerviosa, y cerró la puerta.

El olor de JiSoo es agradable.

Café.

Lisa tenía un dulce olor a flores.

Tal vez más de una ocasión, JiSoo se perdió en sus pensamientos por ese delicioso y suave aroma.

Al llegar a la puerta de la bebé, JiSoo simplemente la abrió, dejando ver a la linda bebé de pelo lacio y castaño jugando con sus juguetes.

—Hola, Jeonggie. —se acercó la alfa, y la cargó, besando su mejilla.

Una imagen adorable y dulce para la omega.

—Esta es Lisa, y te cuidará de ahora en adelante. —la bebé extendió sus manitas para acercarse a Lisa, y al tenerla en sus brazos, Lisa simplemente sonrió y la bebé disfrutó de su aroma.

—Iré a traer mis cosas.

Lisa sonrió, y JiSoo sintió un gran alivio en su pecho.

¡Gracias por leer!

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