Lisa y JiSoo llegaron a su hogar a las siete de la mañana.

JiSoo quería asegurarse de que todo estuviera bien con su omega.

Lo único que le dijeron era que necesitaba comer más.

La alfa pasó por un drive thru de Starbucks, comprando donas, unos paninis, y un chocolate caliente para Lisa.

—Unnie, no tengo hambre. —susurró la omega en el auto.

JiSoo negó.

—Tienes que ponerte más fuerte, amor. —JiSoo llegó al lado de su puerta, al llegar a esta la abrió, dejando a Lisa salir del auto—. ¿Cómo te sientes?

Lisa suspiró y acarició la mejilla de JiSoo.

—Bien —besó sus labios suavemente—. ¿Tu como te sientes?

JiSoo se acercó a Lisa y acarició su cintura.

—Estoy bien.

Las dos entraron a la casa.

Lia estaba en el sillón viendo la televisión.

Mina estaba en la cocina, y al ver a Lisa fue a abrazarla.

—¿Estas bien? ¿Qué pasó? —Mina acarició los hombros de Lisa.

—Estoy bien , Minari, solo fue un sangrado normal durante el embarazo. —Mina al fin pudo respirar tranquila.

Lia se acercó a su madre y la abrazó.

—Me alegra que estés bien, mamá.

Las semanas pasaron hasta que Lisa ya había cumplido cuatro meses de embarazo.

Usualmente estaba de buen humor, la Tailandesa seguía siendo amable, linda y muy dulce con su familia.

Mina seguía en la casa de las Kim, haciéndose cargo de cuidar a Lisa y trabajaba en la cafetería con NaYeon.

La pancita de Lisa se empezaba a notar por lo cual las cachorras veían curiosas a Lisa.

Especialmente ChaeWon, quien había empezado a tener una obsesión por poner su carita contra la pancita de Lisa.

—Hueles más dulce aquí, mamá. —la pequeña alfa abrazó a su madre.

—¿Tú crees, cachorrita? —ChaeWon asintió.

Lisa bostezo y empezó a sentir sueño, era hora de su siesta.

ChaeWon al verla se levanto de la cama.

—¿Quieres que te traiga una manta? —ChaeWon pregunto dulce.

Lisa sonrió y asintió.

ChaeWon salió de su cuarto y corrió hacía el pasillo, tenían un armario lleno de cobijas y mantas en el pasillo.

Minutos después regreso ChaeWon con una manta calientita y sus peluches a su lado.

—Estarás más cómoda con mis peluches junto a ti. —ChaeWon puso sus peluches a los lados de Lisa, dejando su dinosaurio de peluche color purpura cielo al lado de Lisa.

Cobijo a Lisa.

—¿Puedo dormir contigo, mamá?

Lisa rió bajito y asintió, pegando a su cachorrita a su lado.

Las dos se quedaron dormidas, la habitación era pacífica y todo tenía un dulce aroma a Lisa y JiSoo que hacía que ChaeWon se sintiera en paz.

Después de unas dos horas, JiSoo llego a casa.

Tenía un ramo de rosas rojas en sus manos, y un pastel de chocolate blanco que dejo en la cocina.

Lia estaba en el patio trasero enseñándole a MinJeonggie como usar sus patines.

Últimamente las cachorras habían desarrollado una conexión muy grande por cosas relacionadas con los deportes.

Lia ya era una gran jugadora de voleibol, este era su segundo año e iba a aspirar para poder ser capitana de su equipo.

ChaeWon se inscribió a clases de hockey sobre hielo.

Y al parecer a MinJeonggie le llama la atención lo que hace ChaeWon, pero JiSoo primero quiere que aprenda a patinar en patines normales.

JiSoo subió a su habitación, encontrándose con Lisa y ChaeWon dormidas en la cama.

Ambas se veían tranquilas, por lo cual JiSoo sonrió y se acerco.

Se agacho al lado de ChaeWon y acarició su mejilla, despertándola lentamente.

—ChaeWonnie... —susurró la alfa.

ChaeWon abrió sus ojos débilmente y sonrió adormilada al ver a su padre.

—Quiero seguir durmiendo... —la pequeña alfa se acurruco contra su madre.

—¿Entonces no quieres ir a tu práctica de hockey?

ChaeWon negó débilmente y se levanto.

Lisa abrió los ojos lentamente.

Al abrirlos vio a su alfa frente a ella cambiándose de camisa.

—Hola, alfa bonita. —susurró Lisa.

JiSoo sonrió y volteo para sentarse junto a Lisa.

—¿Cómo estuvo tu siesta, amor? —la alfa tomó las flores y se las acerco a la omega—, te traje flores.

La omega sonrió y se sentó en la cama que estaba llena de peluches suaves.

—ChaeWon decidió hacerte un pequeño nido. —JiSoo rió.

—Creo que ya deberíamos decirle a las cachorras. Lia no puede soportar más el secreto, en cualquier momento explotara. —rió Lisa.

JiSoo le dio un beso y se levanto.

—Hay que llevar a ChaeWon a su entrenamiento, luego iremos por helado.

La Tailandesa sonrió feliz y se levanto emocionada.

El verano estaba cerca.

y Lisa tenía un lindo vestido celeste puesto, su pancita empezaba a notarse, y lq omega se veía diferente.

ChaeWon estaba feliz en con sus patines.

MinJeonggie estaba en el regazo de JiSoo, y quería ir a la pista.

—Quiero ir. —MinJeong dijo por quinta vez.

—No. —todas las veces JiSoo decía con su rostro serio.

Lisa se ríe.

Ahora le estaban enseñando a ChaeWon a como saltar en el hielo.

Su entrenador era un alfa de cuarenta años, era muy amable con los niños y se llevaba bien con JiSoo.

JiSoo se levanto yendo hacia donde estaba el cristal que separaba la pista de los asientos.

La omega estaba recargada en su asiento, tenía sus manitas acariciando su vientre, que estaba cada día más grande.

—¿Quieres palomitas? —Mina llegó junto a ella y le dio un recipiente que tenía uvas.

Lisa estaba feliz.

La fruta le gustaba mucho, pero ahora solo quería comer demasiadas frutas dulces como uvas, fresas, cerezas y duraznos.

Ya casi no quería comer vegetales, solo los que estaban en su dieta.

—Quiero fresas. —Lisa hizo un puchero.

NaYeon iba llegando al lado de Mina, sentándose justo cuando Lisa lo dijo.

Las dos omegas extranjeras la vieron.

—Me rehusó a ir cuando te había preguntado que era lo que querías. —NaYeon dijo despreocupada y comiendo las palomitas de la bolsa de Mina.

Lisa hizo un puchero.

Mina también.

La alfa las vio mal y se levanto para ir por fresas.

Mina rió.

—¿Cómo te sientes? —Mina acarició el vientre de Lisa.

—Bien, ya quiero que las cachorras sepan del embarazo, posiblemente lo haremos en la cena.

Mina asintió, y vio a la pista donde ChaeWon grito para que su madre la viera.

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mírame! —ChaeWon le pego al disco, haciendo que entrara en la portería.

Lisa aplaudió y vio a JiSoo, quien veía orgullosa a ChaeWon.

Después del entrenamiento de ChaeWon, la familia llegó a su casa, viendo a Lia en sofá acostado, con RyuJin y YeJi junto a ella.

Las tres estaban sentadas con los pies hacía arriba, pegados a la pared, sus cabezas colgando del sofá y con las bocas abiertas.

—¿Qué están haciendo? —JiSoo las vio extraño.

Lisa se paro frente a Lia.

—Estamos viendo quien se marea primero.

YeJi estaba junto a ellas, su blanco rostro se veía rojo casi como su cabello.

—Hola, señora Kim. —dijo como pudo, a pesar de que su rostro le decía que iba a vomitar.

—Hola, YeJi-ssi —vio a RyuJin—, hola, RyuJinnie.

Se alejo de las chicas y entro a la cocina.

—Levántense antes de que vomiten en mi sala. —JiSoo dijo seria, haciendo que las chicas se levantaran.

Al entrar en la cocina, escucho como ChaeWon corría hacia la cocina y el sonido de alguien vomitando.

—¿Qué fue eso? —pregunto Lisa con su ceño fruncido.

—Nada —la alfa la llevo al jardín—, cenaremos en el jardín hoy. —la Coreana sonrió y se dirigió a la sala para limpiar el vomito de cualquiera de las tres que vomito.

Estaban cenando pizzas que JiSoo pidió, y unas ensaladas que preparo Lisa.

—Tenemos que decirles algo. —JiSoo sonrió y tomo la mano de Lisa.

—Estoy embarazada. —Lisa dijo feliz.

Lia exhalo relajada, y se desparramo en la silla.

—¡Al fin! ¡Sentí que iba a explotar con este secreto!

ChaeWon estaba feliz, y fue junto a Lisa para abrazarla.

MinJeonggie vio a todas confundida.

—No entiendo. —dijo la bebé, apenada. MinJeonggie era muy tímida a diferencia de sus hermanas.

JiSoo se acerco y cargo a la bebé para ir junto a Lisa.

—Mami esta embarazada, eso significa que tendrán una hermanita o hermanito. —JiSoo beso la mejilla de MinJeonggie, quien sonrió feliz.

La familia festejo el embarazo de Lisa, y las cachorras decidieron dormir con Lisa y JiSoo, acurrucándose junto a ellas.

¡Gracias por leer!

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