❨ ! ❩ Contenido sexual.

La mañana del veintiséis de diciembre, Lisa empezó su celo.

Las cachorros ya estaban de camino a su hogar, y se quedarán con los tíos de JiSoo.

JiSoo y Lisa se quedaron en la cabaña.

La omega estaba acurrucada en la cama.

Tenía puesta una playera grande de JiSoo, y unas bragas de algodón que usaba en sus celos.

—Lils, tienes que tomar agua. —la alfa le acercó un vaso de agua y una vitamina.

La omega se escondió debajo de las sábanas.

—No. —su voz se escuchó bajito.

—¿Por qué no, omega? —JiSoo destapó a Lisa, y esta se levantó para sentarse en su regazo.

—No quiero.

JiSoo rió por la actitud infantil de Lisa.

La omega sintió una ola de calor venir, por lo cual se refugio en el cuello de su alfa.

—Quiero tu marca. —dijo la omega, escondida en su hombro.

JiSoo acarició su cabello y su espalda baja.

—¿Estas segura?

La omega gimió al sentir cerca la ola.

—S-Si —su cuerpo tembló—. Te necesito, alfa...

Levantó su rostro y dejó un suave beso en los labios de la alfa.

JiSoo acarició la cintura de Lisa por debajo de la playera, tocando la suave piel de la omega.

La alfa quitó la playera y acarició el cuerpo de su omega, dejándola acostado en la cama.

—¿Te sientes bien, Lisa?

Lisa asintió y gimió al sentir el lubricante salir de su entrada, esperando por tener el nudo de la alfa.

La mas baja se puso arriba de la omega, presionando sus labios en la clavícula de la Tailandesa y dejando un camino de besos por su cuello y pechos.

—S-Soonie... —la omega jadeo con sus ojitos cerrados.

La alfa quitó las bragas, dejando a la vista el coño de Lisa, rojizo, y bañado en lubricante.

La alfa fue bajando sus besos.

—Qquí llevarás a nuestro cachorro... —la Coreana dejó un beso en el vientre de la omega, que gimió fuerte.

La alfa llevó su boca a la entrepierna e Lisa, empezando a lamerla y chupar. Los gemidos fuertes de Lisa la hacían querer continuar.

Siguió lamiendo superficialmente el coño de la omega, mientras que con sus dedos separaba sus labios vaginales, preparándola para su nudo.

Lisa movía sus caderas, buscando más de los toques que JiSoo le daba.

Sus manos acariciaban el suave cabello de JiSoo.

Después de unos minutos Lisa se corrió, dejando que JiSoo se tragara toda su esencia y sintiendo que su calor aumentaba.

Las manos de JiSoo acariciaron los muslos y caderas de la omega, disfrutando de la sensación de la piel suave con unas pequeñas estrías en su cadera.

La alfa dejó besos húmedos a lo largo de estas.

Lisa movió a JiSoo, quedando arriba de ella, empezando a mover sus caderas y besarla, sus manos acariciaban su cabello y la alentaban a besarla más fuerte y sucia.

—U-Unnie... Necesito tu nudo. —la Coreana sonrió y acostó a Lisa.

Dirigió su miembro a la entrada de la omega y empezó a penetrarla.

Su ritmo era lento al principio, haciendo que la extranjera empezara a gemir y mover desesperada sus caderas, buscando que las estocadas fueran más rápidas.

—¿Quieres que lo haga más rápido, omega? —la alfa empezó a mover sus caderas rápido y fuerte, también comenzó a apretar fuerte las caderas de Lisa, dejando marcas de su dedos en la suave piel blanca de la omega—, te amo tanto, Lalisa. —la alfa susurró y besó el cuello de su omega.

—Soo, e-estoy cerca... ¡Amor!

La omega empezó a gemir fuerte y la sensación de que su orgasmo estaba a punto de llegar la hacían ver directamente a su alfa, que la estaba viendo con tanto amor.

Su orgasmo llegó con la alfa empezando a sentir su nudo crecer, la mayor se acercó al cuello de la omega y mordió fuerte su punto de unión en el cuello de la Tailandesa.

El pene de JiSoo expulsando su semilla dentro de Lisa, y atrapado por el nudo las impedía moverse, pero JiSoo vio con orgullo su marca y empezó a lamerla para empezar los cuidados que se les da a las marcas.

Al terminar, vio a Lisa, quien sonreía viendo directamente a JiSoo con lágrimas en sus ojos.

—T-Te amo, Lils... —susurró.

—Te amo, Soonie. —la omega besó la mejilla de la alfa, y después sus labios acariciando amorosamente las mejillas de la misma.

El celo de Lisa continuó, con la omega siendo atendida por la alfa, que mantenía hidratada, alimentada y follada a la omega.

El ritmo de trabajo estaba empezando a hacer que JiSoo terminara exhausta.

—JiSoo... —la omega despertó de su siesta, y se sentó en el regazo de la alfa.

La alfa acarició sus caderas.

—Lalisa, te amo... ¡Pero ya no puedo! —la alfa sollozó bajito—. No puedo mover mis caderas y no te quiero decepcionar, pero ¡Ya no puedo!

La omega acarició las mejillas de la alfa.

—Unnie, mi celo ya acabo —Lisa rió—. No te mentiré, quería hacerlo otra vez, pero si ya no quieres está bien. —Lisa besó la mejilla de JiSoo.

JiSoo negó muchas veces.

—Yo siempre quiero, amor, pero... Ya no puedo moverme. —la mayor se acostó dramática en la cama.

La omega rió y se sentó en los muslos de la alfa.

—¿Qué tal si te monto? —preguntó coqueta—. Tú solo disfruta, alfa.

La omega le guiñó un ojo y JiSoo rió.

—¡Dios te amo! —y besó a Lisa.

La omega rió y empezó a estimular el miembro de la alfa.

JiSoo jadeo un poco y beso a Lisa, acariciando su cabello.

La omega desvistió a la alfa, quien tenía las mejillas sonrojadas.

—Me gusta que siempre te sonrojes... —murmuró la omega antes de morder suavemente la oreja de JiSoo.

—Normalmente los alfas no se sonrojan... —dijo un poco apenada, pero siguió acariciando las caderas de Lisa, quien estaba arriba de ella.

—¿Eso importa? —Lisa la volteo a ver con sus ojitos brillando—. Creo que es muy sexy.

La alfa sonrió apenado y siguió besando a la omega.

Lisa alineo el miembro de JiSoo a su entrada, y se penetro, sintiendo como la alfa la abría otra vez.

La Tailandesa se separó un momento para ver a la alfa desde arriba, empezando a mover sus caderas y apoyando sus manos en el torso de la alfa.

—Te ves hermosa... —jadeo JiSoo.

Lisa hizo su cabeza para atrás, mostrando su cuello con su mordida, la marca estaba un poco abierta por el hecho de que estuvo todo el fin de semana mordiéndola.

Aun no puede creer que Lisa sea su omega.

Ese dulce olor a flores, acompañado de la sonrisa más hermosa que ha visto en su vida.

Sus lobas eran felices, y JiSoo solo podía imaginar un futuro más hermoso con Lisa.

Lisa aceleró el ritmo, empezando a hacer a la alfa gemir fuerte, y la omega apretar sus paredes al sentir el orgasmo cerca.

Sus movimientos siguieron mientras JiSoo se levantaba un poco para abrazar a la omega, rodeando su cintura y acariciando su espalda.

La omega se corrió apretando sus paredes, y se seguía estimulando con el pene de la alfa, que sentía que estaba apunto de correrse.

Al escuchar el fuerte gemido de su omega, la Coreana se corrió sintiendo su nudo crecer dentro de la omega y soltar semen.

La alfa besó la marca de Lisa, para después besar sus labios.

—¿Te sientes mejor, Soonie? —la omega sonrió inocente.

JiSoo rodó los ojos y sonrió feliz.

—Tu siempre me haces sentir mejor, omega.

Lisa sonrió y volvió a besarla.

¡Gracias por leer!

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