🌻 › O24.
Recomendación: escuchen este cap con 'Knock Knock' de twice de fondo, al final entenderán porque...
Mina vivía en un apartamento muy pequeño, técnicamente igual que el que Lisa abandono cuando se fue a trabajar a casa de JiSoo.
Aun así la omega Japonesa de verdad se esforzó en hacerlo un hogar.
Lo mantenía limpio, bonito y muy hogareño.
Usualmente horneaba galletas y pasteles que le ofrecía a sus vecinos.
Era extraño, sus vecinos eran curiosos, considerando que unos eran unos delincuentes, otros una pareja de ancianos que no eran muy amables y uno que otro alfa que vivía ahí porque quedaba cerca de su universidad.
Aun así todos adoraban a Mina.
Aun recuerda como la señora Lim del quinto piso, una mujer con el cabello pintado de azul, tatuajes por todo su brazo izquierdo, y una frase de prisión en el brazo, amablemente arreglo el baño de Mina cuando este se descompuso.
Todo porque la mujer afirmo que ese delicioso pay de manzana le alegro el día.
El celo de Mina había terminado finalmente, después de tres días de Mina llorando durante horas y de Lisa encontrando dos horas en la noche para poder hablar por teléfono con sus cachorras, pero las extrañaba mucho.
Además de que extrañaba más que a nada a su alfa.
Ahora mismo Mina se encontraba amasando una masa para pay de melocotones, que planeaba darle a esa no tan adorable pareja de ancianos enfrente de su apartamento, la primera vez que vieron a Lisa el alfa le apunto una escopeta de casería hasta que Lisa les dijo que era amiga suya.
Ellos adoraban a Mina e iban a hacer lo posible por protegerla, especialmente después de que esa idiota de ChaeYoung la hubiese abandonado con una marca recién hecha.
—¿Planeas regresar a casa de JiSoo? —pregunto Mina.
—Si —dijo Lisa segura—, solo necesito tiempo para no explotar en cuanto la vea, me sentí tan culpable porque le grite —lloriqueo Lisa—. ¡Le grite a mi dulce alfa!
—Pero tenías un punto, Lalisa —dijo la dulce omega—, estuvo mal que gritaras, si. Pero igual ella tiene que entender que necesita confiar en ti.
—No tengo idea si es que ella no confía en mi o no, simplemente ella oculta sus sentimientos una y otra vez, te lo juro que nunca le di alguna razón para que desconfiara de mi.
—Esto no es solamente por ti, Lis. Ella tiene que tener más confianza en sí misma, claro que los alfas son territoriales, pero tienes el derecho de tener amigos.
Lisa suspiro.
Extrañaba a su alfa.
Esa noche no fue sencilla con ella durmiendo al lado de Mina, no era lo mismo, necesitaba el delicioso olor a café de su alfa, necesitaba su calor, sus pequeñas manos y su cabello suave.
En la casa, la alfa se veía triste.
Las cachorros también.
Lia no había salido de su habitación en todo el día, y cuando decidió salir fue en camino a casa de RyuJin, necesitaba a esa intrépida omega de ojos gatunos para sentirse más tranquila.
ChaeWon no quería salir de su cuarto, ni siquiera hacía ruido, solamente estaba ahí.
Extrañaba a su mamá, por lo cual estaba triste.
A JiSoo no le gustaba eso. ChaeWon era una especie de bolita de energía, la idea de que estuviera tan quieta y apagada la preocupaba.
Y MinJeong lloró al no encontrar a la omega en ningún lugar de la casa.
JiSoo había olvidado por un momento como era su vida antes de Lisa.
Y no le gustaba.
Claro que ama a sus cachorritas, y si ellas llegasen a faltar algún día la alfa no soportaría esa perdida, pero Lisa era... Lisa.
Era su alma gemela, era su omega.
No quiere volver a su vida vacía y solitaria que tenía sin la omega extranjera.
Fueron tres días en que la omega había estado apoyando a Mina con su celo, y un día extra para que la pelinegra mayor pudiese recuperarse por completo.
La Tailandesa hablaba por teléfono todos los días con las cachorritas, pero aún así ella no se sentía lista para ir a casa a pesar de lo mucho que quería ir y abrazar a su familia.
La alfa estaba triste sin su omega, y Lisa no estaba mejor realmente.
Las dos se sentía vacías.
La casa de Mina era hogareña, y la omega a veces la hacía reír, pero no se sentía en su hogar.
Quería volver con sus cachorritas, quería volver a jugar con ChaeWon en el patio, abrazar a MinJeong y acariciar su suave cabello, extraña darle consejos a Lia para poder conquistar a RyuJin.
De verdad extraña el sentimiento de tener a sus cachorritas cerca.
Pero ese sentimiento no le pesaba tanto como el saber que no tenía a JiSoo cerca.
JiSoo JiSoo JiSoo JiSoo JiSoo.
Su suave cabello, sus ojos brillantes, manos toscas pero que la tocaban como si fuera cristal, su forma de verla con tanto amor, la forma en que sonríe, su inteligencia, sus labios pomposos, sus lunares, la cicatriz en su frente, todo de JiSoo era perfecto.
Lisa amaba todo lo que era JiSoo, pero admite que esta enojada por la forma en que su alfa actuó.
Una cosa es que la defienda de un alfa o beta que no entienden un no por respuesta, y otra es que desconfié de la omega con sus amistades, al menos eso era lo que la omega sentía.
Lisa no era una frívola que solo le interesaba el físico de una persona, ella se enamoro tanto de JiSoo que ya no puede ver a nadie más.
Nunca la engañaría, y justo ahora no comprende que es lo qué pasa por la cabeza de la Coreana, porque esta no se lo dice.
Ahora mismo JiSoo reflexionaba acerca de lo que le dijo Lisa, y al mismo tiempo lo que le dijo NaYeon.
¿Por qué no se podía sentir segura de sí misma y el amor que le ofrecía su omega?
Ella sabía que Lisa la amaba, y confiaba en ella tanto como para dejarle a sus hijas, pero algo en su interior seguía diciéndole que no era suficiente para una omega como Lisa.
Que esa bonita omega fácilmente podría conseguir a alguien mejor.
Que ella no era lo mejor.
Que Lisa era joven, bonita y segura de sí misma, fácilmente otro alfa se enamoraría de ella.
Y JiSoo, ¿Qué tiene para ofrecer?
Sacudió la cabeza quitando esa idea de su cabeza.
Claro que era suficiente.
Era exitosa, intentaba ser una buena persona, padre y pareja, era hermosa, inteligente y daba lo mejor de sí misma.
Su mayor problema, y lo que estaba causando inconvenientes con su omega era su falta de seguridad, y lo más obvio era que no se lo comunicaba a la Tailandesa, es decir, ¿Cómo quería que la omega lo supiese si no se lo decía?
La mañana del domingo, una semana después de que Lisa se hubiese ido, el sonido metálico de las llaves en la puerta llamó la atención de JiSoo quien estaba en su cuarto privado de pintura.
Al bajar las escaleras vio a Lisa.
Delante de ella estaba el mismo Lisa que había visto hace una semana.
Pero JiSoo corrió hacia ella como si no la hubiese visto en años.
La tomó entre sus brazos con miedo a perderla, y Lisa devolvió el abrazo dejando un beso en la frente de JiSoo.
—Te extrañe tanto, Unnie. —la omega susurró temblando, estaba llorando.
La alfa levantó la mirada de su omega y limpió sus lágrimas.
—Perdóname, Lis.
—Unnie, te amo demasiado, pero necesito que confíes en mí.
La alfa tomó las manos de la omega y las besó.
—Confío tanto en ti que dejaría mi vida en tus manos... —vio directamente a esos bellos océanos profundos—. Esto fue culpa mía y de mi inseguridad, pero trabajaré en eso, te lo prometo.
La omega asintió y la abrazó.
—Te amo, JiSoo. No quiero volver a alejarme de ti. —la omega la vio directamente a los ojos y suspiró—. ¿Podríamos hablar de esto? De tus inseguridades y las mías, amor.
—Nunca te dejare ir otra vez, omega —susurró la alfa y besó la cabeza de la omega—, a veces siento que no soy suficiente para ti, que no valgo la pena...
La omega suspiró triste y besó los labios de su alfa.
—Eres más que suficiente... —la pelinegra la vio directamente a los ojos—, por favor, si te llegas a sentir así otra vez dímelo... Te lo ruego, alfa, porque te amo, pero no siempre sé lo que está pasando por tu hermosa cabecita —la omega sonrió—. ¿Por favor?
La más baja asintió y acarició las mejillas de Lisa.
La alfa tomó la mano de su omega y la condujo escaleras arriba.
Al llegar a la última puerta, el cuarto privado de JiSoo, Lisa cerró los ojos.
—T-Tus pinturas, alfa.
—Quiero que las veas, Lalisa —susurró la alfa y cerró la puerta detrás de ellas—, esta es mi forma de decirte que confío en ti.
La omega abrió los ojos con su corazón palpitando fuerte.
El cuarto estaba lleno de pinturas coloridas y hermosas, todas tenían tonos distintos donde perduraba el azul y el amarillo.
La principal era un bosque hermoso.
—Esa es para nuestra habitación. —susurró la alfa.
Lisa se volteo y vio directamente a la alfa.
—Te amo, JiSoo. Nunca te cambiaría por nada en este mundo.
—Te amo, Lisa.
Unieron sus frentes y sonrieron.
¡Gracias por leer!
—🌷
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