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🌻 › O22.

El fin de semana había llegado, con la familia yendo de camino hacia esa cabaña que estaba entre Seúl y Busan.

La cafetería donde trabajaba Lisa estaba cerrada porque NaYeon tenía que ir a visitar a su hermano, y JiSoo decidió tomarse unos días libres del trabajo.

Las cachorras estaban emocionadas y con frío también.

Lia invitó a RyuJin y YeJi, quienes estaban en la camioneta junto a ellas.

Lia estaba un poco acurrucada con RyuJin, para darle un poco de calor a la omega.

—¿Crees que deba separarlas? ya sabes, ¿Es apropiado? —JiSoo pregunto insegura.

Las chicas estaban durmiendo plácidamente, pues el camino era largo. Estaban abrigadas y cómodas en los asientos traseros.

JiSoo y Lisa estaban en los asientos de adelante, con JiSoo conduciendo y Lisa cambiando las canciones.

La omega Tailandesa estaba muy abrigada, y JiSoo realmente solo usaba unas pocas capas.

Los días eran frío y con lluvia, la nieve aún no llegaba, por lo cual JiSoo estaba feliz de haber decidió ir ese fin de semana.

—No lo creo, amor. No hacen nada malo. —Lisa tomó la mano de JiSoo y acarició los nudillos.

El viaje estaba siendo cómodo, con Lisa poniendo música relajante y manteniendo una conversación viva con la alfa.

—Alfa...

—¿Si, amor?

—¿A ti te gustaría tener más hijos? —preguntó la omega preocupada.

—¿E-Estás-...

Oh, no... Yo tomo mis supresores... Solamente que en el futuro-...

La Coreana besó los nudillos de la omega.

—Me encantaría si tú quieres, Lalisa.

La omega sonrió.

Al llegar a la cabaña las cachorras despertaron.

La cabaña se veía bien, solamente que se notaba que no tenía lo suficiente para poder pasar en invierno en esta.

Las alfas bajaban las maletas mientras Lisa le ofrecía un chocolate caliente a RyuJin.

En la cocina, las dos conversaban y se reían juntas sobre cosas absurdas sobre Lia, como su amor irracional hacia los gorros.

—Casi nunca puedo ver su lindo cabello, ni se para que se lo tiñe, es injusto. —rió RyuJin.

—Créeme, en casa parece que solamente no usa su gorro cuando está en su habitación. —rió Lisa.

La amiga alfa de Lia se quedó embobada viendo a la linda omega de ojos almendrados y piel suave.

—Deja de ver a mi mamá. —Lia la golpeó en el brazo.

YeJi sacudió su cabeza y acarició la zona en que Lia la golpeó.

—P-Perdón... No es por ofender pero tú madre es hermosa.

JiSoo le gruñó atrás, haciendo a la joven alfa temblar y reír nerviosa.

—Sé que mi omega es hermosa, consíguete a la tuya. —JiSoo empujó un poco a YeJi, quien deseaba poder desvanecerse o no pensar en la cintura de la omega frente a ella.

JiSoo se acercó a Lisa y abrazó su cintura, quien rió.

la tarde siguió con las chicas pasando el rato explorando el bosque, y las cachorras divirtiéndose con Lisa y JiSoo en la cocina, mientras hacían galletas y chocolate caliente.

La casa era cálida, pero se dieron cuenta que una lluvia estaba empezando con las adolescentes regresando a casa.

—Vimos unos mapaches. —dijo RyuJin, feliz.

Lisa les ofreció una taza de chocolate a las tres, y YeJi se sonrojó y bajo la mirada cuando tomaba la taza.

La tarde siguió con la casa llena de risas.

El trío de amigas jugaba un juego de mesa, y las cachorras veían caricaturas en la televisión.

Lisa y JiSoo conversaban en un sillón alejado, la mayor alfa tenía a la omega en su regazo, y la marcaba con su olor.

Las manos de la alfa acariciaban sus tobillos.

Lisa sonreía.

La lluvia estaba siendo más fuerte, por lo cual los celulares estaban cargándose y las cosas que podían descomponerse se desconectaban.

Unos golpes en la puerta llamaron la atención de todas, y haciendo a JiSoo levantarse de su lugar.

Despacio se acercó a la puerta y la abrió, encontrando a NaYeon mojada en su porche.

—H-Hola, disculpa la molestia pero mi auto se averió y la lluvia es muy fuerte. Espera-... ¿JiSoo?

JiSoo le sonrió, forzada.

—Hola, NaYeon. Que mala suerte.

La mayor se hizo a un lado, dejándola entrar a la casa.

Lisa al ver a NaYeon se preocupó, y corrió para darle una toalla y una manta.

—¡Dios mío! Tienes que tomar un baño, te traeré ropa y te prepararé un té.

Lisa se movió rápido para prepararle algo a la alfa, que temblaba en medio de la sala.

Le entrego un cambio de ropa y le señaló el baño.

JiSoo mantenía su mayor sonrisa, pero su alfa era territorial, y no le gustaba como la alfa rubia estaba cerca de su omega.

Mientras le preparaba su té a NaYeon, Lisa hablaba con la alfa.

—NaYeon es muy agradable, JiSoo. Te aseguro que serán buenas amigas, por esta noche déjala quedarse.

Lisa le rogó y JiSoo no se pudo negar.

Tomó las caderas de su omega y le dio un beso, un poco posesivo.

—Bien, pero que no se acerque mucho a ti.

JiSoo se mantuvo junto a la omega mientras esta conversaba feliz con la alfa de tonificados brazos.

Malditas camisas, ¿Por qué resaltaban mas los músculos de la alfa?

La noche pasó con la omega, e incluso las cachorras conversando con laalfa de ojos tiernos y figura espectacular.

Era agradable, JiSoo lo admitía, pero no quería hablar con ella.

Posiblemente se sentía un poco insegura, o molesta, pero no quería hablar con esa alfa.

Al día siguiente, la lluvia paró y JiSoo decidió levantarse temprano para empezar a arreglar unos detalles de la escalera del porche.

Estaba cortando madera y arreglándola para que quedases perfecta en el porche.

NaYeon salió de la casa con una sonrisa.

—Lisa está haciendo el desayuno, amigo —llegó junto a JiSoo y palmeó su espalda, sacándole un poco el aire a la alfa mayor—. ¿En que te puedo ayudar? La grúa llegará dentro de muchas horas por el clima. —admitió NaYeon.

—En nada. —dijo seria JiSoo, y siguió cortando la pesada madera.

NaYeon se dio cuenta que JiSoo estaba ejerciendo muy poca fuerza, por lo cual la madera no se partía correctamente.

—Te puedo ayudar a cortar la madera, hay que ejercer un poco más de fuerza. —NaYeon tomó el sierra manual y empezó a dar con fuerza.

JiSoo frunció el ceño, su alfa iba a empezar a actuar irracional.

—Creo que sé cómo partir madera, amiga. —dijo lo último con un tono brusco.

NaYeon empezaba a sentirse un poco incómoda.

—Solo era una sugerencia, JiSoo. Tu omega debe de tener lo mejor, ¿No? —rió un poco.

JiSoo frunció el ceño.

—¡Créeme que le puedo dar lo mejor a mi omega!

—JiSoo, nunca dije que no pudieras hacerlo.

—Como tú digas, roba omegas.

NaYeon frunció el ceño.

—¿Disculpa?

—¿Qué buscas con tus amables sonrisas y tus chistes? ¿Robar a mi omega?

—¿Disculpa? Yo respeto a Lisa, que tú no seas lo suficientemente segura de ti misma no es culpa de las demás personas.

JiSoo no supo que decir, pero tomó una de las pelotas de básquetbol que tenía ChaeWon afuera, estaba llena de lodo y húmeda.

Se la lanzó directamente a NaYeon, quien la atrapó en su pecho.

Ahora la ropa estaba manchada de lodo.

La alfa de cabello rubio le lanzó más fuerte la pelota, haciendo a JiSoo tambalearse.

JiSoo la volvió a lanzar, pegándole en el pecho a NaYeon.

JiSoo empujó a NaYeon, haciéndola caer al suelo lleno de lodo, pero NaYeon tomó a JiSoo y la lanzó al lodo con ella.

Las dos empezaron a luchar, llenándose de lodo en todo el cuerpo.

Era más una pelea de ver quien podía derribar a quien, justo ahora las dos se veían ridículas.

JiSoo tomó lodo y se lo embarró a NaYeon en el cabello; y NaYeon tomó más lodo y se lo pegó a JiSoo en el rostro.

Las dos forcejeaban hasta que Lisa salió de la casa con dos cafés.

—¡¿Qué demonios les sucede a las dos?! —gritó la omega.

Las dos se separaron al ver a Lisa, quien las veía enojada.

—¡JiSoo, tus cachorras están adentro! ¡NaYeon, esperaba más de ti!

Las dos alfas se levantaron apenadas.

JiSoo vio a NaYeon apenada.

—D-Disculpa, NaYeon... Y-Yo tengo que ir a hablar con mi omega.

—JiSoo, espera —la detuvo NaYeon—. Eres una gran alfa, deja de ser tan insegura, Lisa te ama.

JiSoo le dio una media sonrisa, y bajo la mirada corriendo hacia la casa.

La Tailandesa lavaba los platos enojada.

—Lal-...

—N-No quiero hablar ahora. —la omega temblaba de enojo.

—perdón, mi alfa se sentía amenazada.

—JiSoo —la omega se dio la vuelta—. ¡Te amo a ti! —dijo exasperado—. ¡¿Podrías por favor confiar en mi?!

Las lagrimas en los ojos de la omega se estaban formando, y su aroma era triste, haciendo a la alfa querer abrazarla.

Se acercó, pero Lisa se alejó un poco, limpiando sus lágrimas y sorbiendo su nariz.

—Te amo, Unnie. Y justo ahora no quiero decir nada hiriente, ¡Pero estoy muy enojada! Quiero que confíes en mí porque soy tu omega, Eres mi alfa y ¡Solamente te quiero a ti!

—Lisa, yo confío en ti. —tartamudeó la alfa.

—No se nota, alfa. —la omega soltó seca.

Lisa tomó su abrigo.

—Por favor, ayuda a NaYeon a que pueda salir de aquí, hay toallas en la lavandería y ropa limpia en la cama de invitados —la omega dijo exasperada—, volveré luego.

La Coreana vio a su omega tan triste y decepcionada.

—perdón, Lalisa.

—Ahora no, JiSoo. —la omega salió de la casa.

La alfa hizo lo que su omega le pidió y le ayudó a NaYeon a salir para poder ir a casa de su hermano.

Las horas pasaban y Lisa no volvía.

Las cachorras estaban preocupadas al no ver a su madre, y Lia estaba enojada.

Lia se encerró con JiSoo en una de las habitaciones.

—¡¿Es enserio que hiciste eso?! ¡¿Perdiste la cabeza?!

—¡Lo sé, Julia!

Un relámpago se escuchó, haciendo a JiSoo preocuparse más y tomar su abrigo.

Antes de llegar a la puerta entró Lisa.

Estaba mojada por completo y se veía triste.

La alfa intentó acercarse, pero ChaeWon fue más rápido.

—¡Mami! —saltó a los brazos de Lisa y la omega la abrazó.

—Ya estoy en casa, bebé. No te preocupes —la omega vio a JiSoo, pero no le sostuvo la mirada—, iré a darme un baño.

Pasó al lado de JiSoo, y le dio un beso en la mejilla a Lia.

JiSoo suspiró.

—Tienes que arreglar esto. —sentenció Lia, preocupada.

—Lo sé. —dijo la alfa.

¡Gracias por leer!

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