🌻 › O16.
JiSoo estaba enojada.
O bueno, no está enojada.
Estaba furiosa.
¿Cómo se atrevía un beta faltarle el respeto a su omega?
O en sí, el hecho de que esté fuera un profesor y acosara a sus alumnos omegas, esto era inaceptable.
El padre de JiSoo pudo haber sido controlador y un padre terrible, pero siempre le enseñó lo obvio:
Nunca toques a un omega o cachorro.
—Soonie... —Lisa corría técnicamente con JiSoo, tomando su mano y dando pasos muy largos que le dificultaban a la omega seguirle el pasó.
—¿Qué? —dijo de forma fría y seca, haciendo a Lisa soltar un chillido triste.
JiSoo al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se detuvo justo enfrente de la puerta del director, abrazó a su omega y después dejó un beso en su frente.
—Perdóname, Lils. No considere ni siquiera que ese idiota te insulto a ti. —la omega se refugio en el pecho de su alfa, suspirando.
Lisa sabía cómo se sentía que tus maestros fueran... Imbéciles con sus alumnos.
Claro, nunca llegó a pasar algo fuera de una mirada o propuesta indecente, pero los maestros adoraban la mirada inocente de Lisa y su cara dulce, además de aprovecharse del hecho de que no había ningún alfa en su vida aparte de Rosé, y Rosé realmente no estaba en la vida de Lisa.
Cuando Lisa perdió a su padre, ella supo que la protección y seguridad de tener un padre alfa en su casa se había perdido. y eso le aterraba, su madre también era una omega, y sus hermanos cachorros que se presentaron después como alfas, pero realmente no podían ser la protección de Lisa.
Lisa tuvo que aprender a defenderse de los alfas y betas estúpidos que intentaban sobrepasarse con ella.
Claro, cuando JooHyun llegó a su vida, ella de verdad pensaba que esa alfa la cuidaría de la forma que un alfa cuida a su omega, claro que no lo hizo.
Pero todo cambio con JiSoo.
JiSoo y esas dulces tres pequeñas alfas que la protegían como su madre.
—Amor, tranquilízate. —Lisa notó que JiSoo temblaba.
—No me gusto que te mirara, que te tocara, y que pensara en ti —la alfa marcó a Lisa con su olor—, nunca nadie debería de tratar a un omega de esa manera, nunca nadie debe de tratarte a ti así.
La omega levantó la cabeza, y besó la mejilla de JiSoo.
Juntos entraron a la oficina del director.
El director trató a JiSoo como si fueran grandes amigos.
Porque técnicamente JiSoo donó el gimnasio de la escuela.
Al llegar a casa, las tres cachorras estaban en la sala viendo televisión.
Lia tenía a MinJeong dormida en sus brazos, mientras esta le acariciaba el pelo.
ChaeWon veía entretenida una película en la televisión.
Últimamente JiSoo y Lisa han tenido más confianza de dejar a las cachorras al cuidado de Lia, claro que seguía siendo el trabajo de Lisa, pero realmente esta ya no era una niñera, era su madre.
Incluso lo había hablado con JiSoo, y las dos acordaron que como pareja, Lisa ya no era una empleada y JiSoo no era su jefa, simplemente: alfa y omega.
Lisa discutió un poco con JiSoo el hecho de que ella iba a conseguir un empleo, lo cual JiSoo se negó por completo.
—Yo te puedo dar lo que tú quieras, omega. —Lisa negó y golpeó a JiSoo con su almohada, farfullando que iba a conseguir un empleo pronto.
Lia al ver a sus padres, vio con terror a su padre y con súplica a su madre.
Pero al ver a Lisa solo pudo ver que se veía pálida, apagada.
Rápido dejó a MinJeonggie en el sofá, y se acercó a su madre, abrazándola.
—¿Estuvo tan mal?
Lisa la abrazó de vuelta, y negó.
—No, bebé. fueron otras cosas.
JiSoo vio a las niñas, y llamó a ChaeWon.
—Cachorra, necesito hablar con tu mamá, ve arriba.
ChaeWon negó, y abrazó las piernas de Lisa.
ChaeWon detestaba ver a Lisa triste.
—No.
JiSoo negó.
—Tenemos que hablar con Lia de algo serio, en cuanto vuelvas, puedes estar con mamá. —le dijo Lisa, agachándose a su altura.
—¿Podemos hacer galletas? Eso siempre te hace feliz. —la pequeña alfa abrazó a Lisa, y se envolvió en su olor dulce.
—Si, bebé.
La omega sonrió, y dejó a ChaeWon irse a su habitación.
Esta prosiguió a ir por MinJeong, para poder llevarla a su cuna.
—¿Qué pasó? ¿Por qué mamá estaba tan triste?
—Tu maestro le falto el respeto a tu mamá.
Lia vio enojada a JiSoo.
—¡¿Qué hizo que?! —la alfa gritó—. ¡¿Al menos hiciste algo?! —la alfa gruñó.
JiSoo no lo tomó personal realmente, era su madre, claro que iba a estar a la defensiva.
—Tranquilízate, Julia —Lisa llegó a su lado y abrazó a la alfa enojada, que al verla lo abrazó fuerte, pegándola a su pecho—. Claro que tu padre hizo algo, y estoy bien, y feliz de que no volverá a molestar a ningún omega.
La alfa menor pegó su nariz al cabello de su madre, para oler el dulce olor materno de Lisa que la tranquilizaba.
—Hablamos con tu director, y completamente pasaste la materia, el maestro cambiaba tus notas porque no dejabas que se acercara a los omegas.
Lia lo sabía.
Claro que lo sabía, especialmente porque no dejaba que RyuJin se acercara a él, Lia siempre la esperaba fuera de su salón, y cuando esté la citaba, Lia se quedaba dentro del salón con las excusas más bobas en el planeta.
Lia, otra vez, gruñó.
—No gruñas, bebé. —Lisa la regañó.
—Papá gruñe más.
—No es cierto. —dijo confundida JiSoo.
Separó a Lisa de Lia, y le dio un abrazo a su hija.
—No te preocupes, y disfruta de tu verano, hija.
Lia asintió y abrazó fuerte a su padre para salir.
—Iré a casa de RyuJin. —dijo la alfa, tomando su casco para su bicicleta.
JiSoo la detuvo, y sacó las llaves de su auto.
—Vuelve antes de las once o te juro que no volverás a usar mi auto. —le dijo, sería, pero al final le ofreció una sonrisa a Lia, quien saltó emocionada.
—Gracias, papi. —abrazo a su padre, y salió corriendo.
La omega vio con cariño a su alfa.
—¿Qué sucede, omega?
La Tailandesa se acercó a su alfa y puso sus manos en el pecho de JiSoo, acariciando su camisa.
La alfa puso sus manos en la cintura de Lisa, abrazándola.
—Solamente creo que te ves muy linda hoy. —la omega sonrió, coqueta.
—¿Acaso los demás días me veo mal? Yo creo que tú siempre te ves hermosa, omega.
Lisa rió y le pegó en el hombro a JiSoo, su tímida alfa estaba tomando confianza.
—Solamente creo que hoy te ves especialmente sexy. —susurró en su oído, y le dio un beso en su mandíbula.
La alfa chillo nerviosa.
—¿T-Tú crees? —tartamudeó la alfa, sonrojada.
Lisa rió y asintió.
—Te amo, alfa bonita.
—Te amo, mi sol.
¡Gracias por leer!
—🌷
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