🌻 extra 2 ‹ 2.
—¿Sabes que eres hermosa? —MinJeong estaba recostada en el jardín.
Yoo JiMin, su novia, estaba al lado de ella, acariciando sus mejillas.
La alfa de ojos afilados y piel bronceada había conseguido a la tímida alfa de ojitos de Bambi y -ahora- cabello rubio.
—¡Cállate! —MinJeong chilló apenada, se acercó un poco más al pecho de la alfa mas alta y de increíblemente proporcionada figura.
Se habían conocido en clase de física.
MinJeong era la mejor de la clase, tímida e increíblemente buena con las fórmulas.
JiMin era ‹‹mala›› en la física, por lo cual le pidió ayuda a la tímida alfa, y después de unos meses, empezaron a salir oficialmente.
A JiMin le encantaba la forma en que las mejillas de MinJeong se ponían rojizas solo por guiñarle el ojo, o como su cabello era suave y sedoso, aunque, de alguna manera, siempre dejando unos mechones sueltos cada vez que se hacia peinados y arreglos para el cabello muy bonitos.
A MinJeong le encanta la forma en que JiMin habla, su seguridad y la forma en que la hace sentirse protegida. No puede superar la vez que un alfa la estaba acosando y JiMin sin dudarlo lo golpeó solo para que dejara de molestarla. También le gusta la forma en que JiMin tiene una lengua rápida y llena de sarcasmo en el momento en que necesita decir algo.
—¡Ey! ¡Tus manos donde las pueda ver! —JiSoo gritó desde el balcón.
JiMin se alejó un poco asustada de MinJeong.
Lisa pasó junto a JiSoo y le dio una nalgada.
—¡Deja a MinJeong en paz!
JiSoo las vio y les hizo señas de que las estaba vigilando, pero se alejó del balcón con un Lisa mirándola mal.
MinJeong sentía sus mejillas rojas y JiMin sonreía viendo a MinJeong.
—¡Deberías estar empacando para nuestra escapada! —Lisa pasó junto a JiSoo otra vez, y le dio otra nalgada.
—¡Deja de tocarlas!
—¡Tu siempre tocas mi trasero!
JiSoo sonrió, y tomó a su omega en sus brazos, sus manos debajo de su trasero y las piernas de Lisa alrededor de su cintura.
—Es inevitable.
—Eres una tonta. —Lisa rió y besó sus labios.
—Una tonta con la que tienes sexo.
—Una tonta con la que me case —Lisa mostró su anillo—, mañana en la mañana nos iremos y tendremos el mejor fin de semana.
—Mis fines de semana siempre son buenos porque son contigo. —JiSoo besó los labios de Lisa, haciendo un puchero después.
—También los míos, amor, pero tú entiendes a que me refiero. —Lisa susurró y acarició los cabellos en la nuca de JiSoo.
La alfa de JiSoo ronroneo y JiSoo sonrió feliz.
—Entiendo, y yo también estoy emocionada.
Lisa volvió a sonreír y besó los labios de JiSoo.
—Presiento que estás nerviosa por dejar a los cachorros solos.
—Estoy temblando.
—Ya son grandes, no necesitan una niñera.
—Por eso estoy nerviosa —JiSoo suspiró—, son mayores, y tienen parejas.
—Pero confiamos en ellos, bebé. —Lisa acarició sus mejillas.
—Confiamos en ellos. —repitió JiSoo.
Lisa sonrió y continuó haciendo sus maletas.
JiSoo volvió a ver por el balcón disimuladamente.
MinJeong seguía acostada junto a la alfa, que ahora solo tomaba su mano y veían las nubes.
Es una buena chica.
JiSoo lo sabe y nunca haría nada para manipular la vida de sus hijos, pero aún le pone nerviosa el saber que irán al mundo real, donde ella no puede mantenerlos al cien por ciento seguros.
Sin ningún tipo de peligro.
—Amor.
—¿Si, hermosa?
—¿Prefieres la lencería negra o roja?
JiSoo volteo a ver a su omega, que la veía coqueta.
La alfa sintió sus mejillas sonrojarse, y una sonrisa formarse en sus labios.
—Lleva ambas, bebé.
La habitación del hotel era hermosa.
Un jacuzzi exclusivo en la habitación.
Una cama amplia.
Y todo se veía tan cómodo.
JiSoo estaba un poco cansada por el simple hecho de que acababa de tener un acuerdo muy importante en su empresa.
Y Lisa estaba exhausta porque los días pasados habían sido el primer celo de DoYoung, por lo cual la omega mayor estuvo bajo mucho trabajo manteniéndolo hidratado y alimentado.
Al llegar a la habitación, JiSoo sonrió y se dejó caer en la suave cama.
Lisa rió al ver a su esposa y bostezó.
—¿Cansada, alfa?
JiSoo negó y recostó su cabeza entre las almohadas, pero veía directamente a la Tailandesa.
—Para nada, omega.
Lisa rió y bostezo un poco.
Empezó a quitarse la ropa lentamente.
Las suaves telas abandonaron su cuerpo para dejar ver un juego de lencería negra que apretaba las curvas de la omega y dejaba ver su apetitosa piel, que JiSoo deseaba morder.
—La mejor vista del mundo —JiSoo sonrió adormilada—, ven aquí, omega.
Lisa sonrió y se acercó a la cama, gimiendo al sentir el colchón.
—¡Oh dios! ¡Es tan suave! —la omega se acercó a JiSoo y se recostó junto a ella.
Su cabeza en la almohada junto a la de JiSoo.
Las dos se vieron fijamente, con la alfa acercando el cuerpo de la omega al abrazarla por la cintura.
Lisa quito la camisa simple que estaba usando JiSoo y prosiguió a empezar a desabrochar el sostén y luego su pantalón, mientras dejaba suaves besos en el cuello de la alfa.
—Omega... —gimió JiSoo, acercando sus labios a los de Lisa, que terminó de quitar las prendas de la alfa con delicadeza.
Ambas se recostaron.
Lisa tenía su cabello despeinado y JiSoo sonrió adormilada al ver a su hermosa omega.
Sin darse cuenta las dos se quedaron dormidas.
Los rayos de sol en su cara despertaron a Lisa, quien se sorprendió al darse cuenta que eran las diez de la mañana.
Tenían la habitación para todo el fin de semana, y apenas era sábado, pero se impresionó por la cantidad de horas que durmió.
—¿Amor? —Lisa bostezo y acarició el rostro de JiSoo, quien roncaba suavemente.
Lisa sonrió y acarició el cabello de la Coreana, que poco a poco fue despertando.
La alfa sonrió adormilada, con sus ojos aun cerrados.
—Nos quedamos dormidas.
—Ya estamos viejas. —JiSoo hizo un puchero.
—Eso creo, hermosa —Lisa sonrió a su alfa—. ¿Qué quieres hacer?
—Quiero mimarte. —JiSoo abrazó más la cintura de la omega que rió.
—Tienes que despertarte más.
—Estoy despierta. —murmuró JiSoo, somnolienta.
—¿En serio? —Lisa rió y se acercó a JiSoo.
Se sentó arriba del regazo de JiSoo y besó suavemente sus labios, hasta después bajar a su cuello y siguió por el pecho de su alfa.
JiSoo gimió y acarició las caderas de la omega, que sintió escalofríos por la nueva sensación.
Lisa fue bajando sus besos, jugando un poco con los senos ajenos, hasta llegar a la entrepierna de la alfa, que estaba cubierta por unas bragas.
Dejó un beso en la punta del pene de la alfa cubierta por tela.
Después de unos segundos bajo las bragas, dejando ver la erección.
Empezó a chupar el miembro de su alfa mientras escuchaba sus gemidos, sintiéndose en el cielo.
Unos segundos después la alfa separó a la omega de su miembro y la besó intensamente, con sus manos rompiendo la lencería que la omega usaba.
—Hermosa... —susurró besando su cuello.
—A-Alfa. —gimió Lisa.
JiSoo la penetro sintiendo a la omega lubricar, y su miembro apretándose por la entrada estrecha de su omega.
Ambas gimieron.
La omega movía sus caderas suavemente hasta que una de las manos de la alfa apretó la cadera, moviéndola a su gusto y dejando marcas en su piel.
—¡Oh Dios!
—Sigue así, amor... —JiSoo gimió al ver a su omega moviéndose y montarla fuerte.
La alfa plantó sus pies en la cama y subía sus caderas en el ritmo con el que la omega subía y bajaba.
—¡Amor!
La alfa gimió al sentir a la omega correrse y apretarla dentro de ella.
Su nudo se hinchó y la alfa besó torpemente los labios de la omega.
Lisa gemía suavemente y sentía su cuerpo sensible.
—Extrañaba esto... —Lisa suspiró.
—Yo también... —JiSoo rió y besó sus labios—. Nunca podemos hacer ruido.
Lisa rió y continuaron con suaves besitos hasta que el nudo de la alfa se fue, dejándola salir de su omega, que fue a limpiarse al baño.
La Tailandesa regresó con una esponjosa bata de hotel en su cuerpo y un menú.
—¿Quieres pedir room service y ver películas?
La alfa sonrió y asintió, sintiéndose en el paraíso por el simple hecho de estar con su hermosa omega.
¡Gracias por leer!
—🌷
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