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🌻 : veintitres.

Felix aún no quería hablar con SeungMin.

Estaba enojado.

Y muy triste.

De verdad quería que su alfa confiara en él.

Felix sabía que era atractivo.

Mantener una dieta saludable, hacer ejercicio y tener cuidado de su apariencia es algo que siempre le ha gustado.

Tal vez antes no tenia tanto dinero como ahora. Acepta que ha tomado un poco de provecho del dinero de su alfa, ¡Pero era inevitable!

Comprar ropa, cremas y pagar su gimnasio le era sencillo ahora.

Especialmente porque él alfa se lo ofrecía en bandeja de plata, y con su trabajo le es más sencillo.

Pero eso no lo volvía frívolo o un infiel.

Sabe que los alfas lo desean, que lo ven, que sus miradas se desvían cuando él pasa. Pero él ama a SeungMin.

De verdad lo ama.

No se puede imaginar una vida sin él, pero que él alfa no confíe en él... Lo lastima demasiado.

Felix es joven y hay veces en que llega a sentirse inseguro e ingenuo junto a SeungMin, él Coreano tiene catorce años más de experiencia y él omega de verdad necesita que él alfa le demuestre que confía en él, porque justo ahora, no lo está sintiendo.

—Felix.

SeungMin entró a la cocina mientras él omega hacía sándwiches para los cachorros.

—Felix, ¿Podemos hablar?

—Justo ahora no tengo nada positivo que decirte, alfa. Así que no quiero hablar. —él omega pasó a su lado y abrió el refrigerador.

SeungMin se sentía culpable.

Llevaban tres días sin poder tener una buena comunicación, cuando empezaban a hablar acerca del tema, uno de los dos explotaba y terminaban en una gran discusión.

Para este punto Felix estaba cansado, agobiado y con muy pocas ganas de pelear con su alfa.

Se sentía inútil y sin paciencia, no quería hablar con su alfa y terminar en una gran pelea en que se dijesen cosas que podrían lastimarse.

—Felix, quiero que hablemos acerca de esto. —tomó la mano del Australiano.

Felix se sentía agobiado mientras preparaba la cena y además tenía a SeungMin junto a él implorándole hablar otra vez, con esos ojos de cachorro dulce, pero ese tono de voz que hace a Felix querer morderle la cara.

Ese tono de voz que cualquier pareja conoce, que no es exactamente agradable y que lo lastima porque lo hace sentir como un cachorro pequeño junto al alfa fuerte junto a él.

Las lagrimas empezaban a salir y sentía un nudo en su garganta.

Sin pensarlo limpio la lágrima que caía por sus ojos.

—¡Ya basta, SeungMin! ¡No quiero hablar ahora!

Él omega se aparto.

Escondió su cabeza entre sus manos recargándose en la barra.

—Perdón, Lix...

—SeungMin... —Felix se sintió mal por gritarle al alfa—. No quiero hablar ahora mismo, perdón por gritar, pero necesito espacio. —se acercó suavemente al alfa y acarició sus manos.

Él alfa vio directamente al omega.

—¿Q-Quieres terminar esto? —tartamudeó él alfa.

Felix negó muchas veces.

—N-No, SeungMin... —se acercó al alfa y besó sus labios sosteniendo su rostro entre sus manos—. Lo que quiero decir es que ahora no quiero hablar de eso... Quiero tener la cabeza fría para no ofenderte o no decir algo que sea por el calor del momento, dame espacio para poder pensar... —las lágrimas en los ojos de Felix hacían que sus ojitos se vieran más claros.

—T-Te daré el espacio que necesites. —susurró él alfa.

Felix bajo la mirada y abrazó a su alfa, de verdad lo necesitaba, pero se sentía estúpido.

Se sentía enojado y estúpido por hacer sentir mal a su hermoso SeungMin.

Pero de verdad no podía hablar con él, no ahora que tiene sus sentimientos a flor de piel y que sus palabras pueden herirlo.

Necesita pensar bien las cosas y encontrar una forma de no perder a su hermoso SeungMin.

El tono de llamada tan característico del teléfono de Felix empezó a escucharse en la cocina, llamando la atención de ambos.

Era HyunJin.

—Hola, Hyung. —Felix solo podía escuchar respiraciones rápidas a través de la llamada.

—Es mi c-celo... ¿C-Crees que puedas venir a cuidarme estos días? —HyunJin lloriqueo—. No tengo a nadie más que pueda venir ahora, mi celo se adelantó. —HyunJin chillo.

Felix sabía que HyunJin estaba solo en ese pequeño apartamento, y no quería que su amigo estuviese solo.

—Si, HyunJin... Llegaré lo más rápido que pueda. —vio a SeungMin frente a él.

Él omega vio al alfa y lo abrazó.

—Iré con HyunJin unos días, es su celo... —Felix murmuro—. Solo serán unos días y además me dará la oportunidad de pensar en que es lo que quiero decirte... Solo quiero que resolvamos esta situación.

SeungMin sintió que su alma abandonaba su cuerpo.

¿Qué tal si Felix salía por esa puerta y ya no regresaba?

¿Y si perdía lo más hermoso que tenía?

Felix llegó de la nada a su vida en el momento en que más lo necesitaba, y podría irse en cualquier momento.

—E-Está bien... —él alfa pegó su frente a la de Felix.

Felix acarició las mejillas de SeungMin.

Felix le dio los sándwiches a los cachorros y les dio un beso en la frente a cada uno de ellos.

Él omega subió escaleras y tomó una pequeña maleta.

Empezó a llenarla con unas cuantas cosas.

—¿Te vas a ir? —susurro MinHo desde el marco de la puerta.

Felix se asustó volteando a verlo.

—Y-Yo ire a casa de un amigo unos días, tengo que acompañarlo mientras esta en celo... —él omega limpio las lágrimas de sus ojos para que su cachorro no lo viera llorar.

MinHo cerró la puerta.

—Papá lo siente mucho. —él joven alfa susurró.

—MinHo, es diferente... Yo volveré en unos días, solo iré a ayudar a mi amigo, además no tienes porque preocuparte por cosas de mi relación con tu padre.

—RyuJin se fue una noche y ya nunca regresó, nos trató como si fuéramos desechables... —él alfa susurró—. Sé que no eres ella, pero me duele pensar que te puedas ir, mamá.

Felix se acercó a MinHo y besó su cabeza quitando la gorra de su cabeza.

Acarició el suave cabello color chocolate.

—Yo nunca me iría de su lado, MinHo... Son mis bebés —besó su frente—, pero... Tengo que ir con mi amigo, no lo puedo dejar solo. te prometo que volveré en unos días.

Él alfa abrazó a su mamá, llenándose del olor de Felix.

Esperaba que el olor a dulces flores durara todos esos días que se iba a ir.

Felix terminó su maleta y la dejó fuera.

Fue a la habitación de JeongIn.

—Bebé, me iré unos días para ayudar a un amigo... Regresaré pronto. —él pequeño alfa se levantó de la cama y corrió hacia su madre.

—¡No! ¡Mamá, no te vayas! —JeongIn escondió su rostro en el cuello de Felix. Las lagrimas empezaron a salir y caían por sus rojas mejillas—. Llévame contigo, por favor. —susurro.

—N-No, bebé. Te quedarás aquí y obedecerás a tu padre —dejó un beso en su frente—, te lo prometo que en unos días vuelvo y que todos los días te llamaré. —Felix le sonrió y besó su carita.

Felix lo llevo a su cama y arropo.

—Dentro de unos días me verás otra vez, solamente tengo que visitar a un amigo...

JeongIn se acurruco con la mano de su madre, y él omega dejo salir su esencia materna, él cachorro lentamente se quedo dormido.

Al asegurarse de que JeongIn estaba dormido, salió de su habitación y fue a la de O.De, dejando un beso en la frente del bebé que se sintió feliz por tener cerca el aroma de su madre.

Después de un rato contemplando al lindo bebé de cabello suave y casi castaño, salió de la habitación y se dirigió a la entrada.

—Te amo. —susurro SeungMin.

La noche estaba llegando, por lo cual la temperatura bajo, una pequeña lluvia empezó. Felix necesitaba ir rápido hacia la casa de HyunJin.

—Yo también te amo, perdón por tener que irme justo ahora, pero HyunJin me necesita —Felix abrazo a SeungMin—. También tomaré estos días para poder relajarme... Lamento mucho lo qué pasó, alfa, hablaremos cuando regrese.

Él omega empezó a llorar y él alfa acariciaba su cabello.

—No tienes que irte, Felix.

—Tengo que pensar las cosas, justo ahora siento como si no confiaras en mi... SeungMin, entiendo que es algo diferente porque confío en ti y tú confías en mi, pero no puedo leer tu mente... Necesito que pienses en cómo podemos solucionar las cosas.

Él Australiano acaricio la mejilla de SeungMin, y dejó un beso casto en sus labios.

—Te amo, Felix.

—Yo también te amo, SeungMin. —dijo triste él omega.

Él mas bajo pudo ver el uber que había pedido para poder llegar a casa de HyunJin.

Dejó un beso en la mejilla del alfa y se apresuró a entrar al auto.

Cuando el auto ya estaba tan lejos que SeungMin no podía ver las fuertes luces rojas, cerro la puerta.

La casa se sentía fría, su corazón se sentía vacío.

Con ese sentimiento que tienes cuando alguien te desilusiona, pero la diferencia es que el mismo SeungMin fue el que se decepciono a si mismo.

SeungMin no pudo dormir esa noche.

No cuando su cama estaba fría y no estaba su bello omega que le gustaba acurrucarse en medio de la noche buscando calor.

¡Gracias por leer!

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