🌻 : quince.
Las suaves pestañas de SeungMin acariciando su piel blanca.
La tranquilidad en su rostro.
Su suave cabello castaño sin control acariciando delicadamente su rostro, con algunos mechones caídos en la almohada.
Felix adoraba la idea de despertar junto a SeungMin, y poder ver la tranquilidad que tiene el Coreano todo el tiempo.
Claro.
SeungMin era un alfa increíblemente tímido, era lindo, suave, y prefería estar callado en lugar de gritar por todo el lugar llamando la atención.
SeungMin era sutil, simple y delicado.
Podías estar contándole una historia, y este te escucharía con atención y no diría ni una sola palabra si no lo necesita.
Era tierno, como un perrito de peluche.
Felix de verdad amaba a SeungMin.
Sus manos grandes, pero suaves, sus hoyuelos, su olor a café recién hecho, y su intelecto.
Le encantaba escucharlo hablar por horas de cosas que él realmente no entendía.
¿La fabricación de autos parece importante cuando él alfa más lindo en esta existencia mueve sus labios de forma lenta y pausada?
La respuesta es no.
Los rayos del sol que entraban por la ventana empezaron a molestar a SeungMin, quien frunció el ceño.
Su mano estaba alrededor de la cintura de Felix, aprisionándolo.
—Buenos días, Seunggie.
Él omega dejó un besito en su cuello.
Él alfa despertó, y al ver a Felix, sonrió.
—Buenos días, Lix —lo acercó y dejó un beso en sus mejillas—, mi sol.
Él Australiano sonrió y besó sus hoyuelos.
Siguieron acurrucados unos minutos más hasta que él alfa escuchó ruidos en la cocina.
Sus cachorros estaban despiertos.
SeungMin se despegó despacio de Felix y besó su frente.
—Baja, sol. Tenemos que hablar con MinHo.
Él omega hizo un puchero.
—No seas muy duro con él. —se levantó y abrazó por detrás la cintura del alfa.
—No seré duro, seré justo —él alfa lo vio—, ya es la segunda vez que reprueba cálculo, iremos a la escuela para poder hablar con su profesor, porque somos sus padres y necesitamos saber que está sucediendo.
Él omega asintió y se despegó despacio del alfa para que los dos empezaran a bajar las escaleras.
En la cocina, estaba MinHo comiendo cereal, y O.De en su sillita comiendo trocitos de manzana.
—Hola, mi bebé. —Felix se acercó a O.De, quien se emocionó al ver a Felix.
MinHo vio preocupado a Felix, quien solo le sonrió y acaricio su cabello.
—No veas a tu madre, ponme atención. —MinHo dejó caer su cuchara en el cereal.
—Ma...
—Hice lo que pude, bebé. —Felix se paró junto a SeungMin.
—Ahora me traiciona mi propia madre. —MinHo revolvió su cabello.
—Un poco sucio que hicieras que tú madre te salvara el trasero, MinHo —SeungMin se dirigió hacia su máquina de café y preparó uno para él—. MinHo, no entiendo porque estas reprobando solamente cálculo, ya son dos años seguidos.
MinHo dejó caer su cabeza en la mesa.
—Ese profesor me detesta. —gruñó.
—No gruñas, bebé. —Felix le dijo, y MinHo solamente le hizo un puchero.
—Papá gruñe más. —dijo MinHo.
Felix rió, pero cuando SeungMin lo vio serio, este regreso a su semblante anterior.
—Deja a tu padre en paz.
SeungMin se acercó a MinHo.
—Iremos a hablar con ese maestro hoy.
—¿Irá mamá?
SeungMin lo vio confundido.
—Obviamente, ¿Por qué?
—Ugh, detestó ese profesor, solamente hostiga a omegas y me odia porque no dejo que se acerque a Chan Hyung.
Felix chillo de alegría.
MinHo y SeungMin lo vieron confundido.
—Odio a tu profesor desde este momento —dijo rápido—. ¡Pero hablas con Chan!
MinHo sonrió, y asintió apenado.
—¿Quién es Chan? —pregunto SeungMin.
—Algo entre mamá y yo. —confesó MinHo, y Felix le guiñó un ojo, sonriendo emocionado.
SeungMin bufo.
Las manos de Felix y SeungMin estaban entrelazadas mientras caminaban por la escuela.
Iban hacia el salón del profesor Lim, quien le daba clases de cálculo a MinHo desde hace dos años.
SeungMin llevaba ambos exámenes, que tenían una calificación equivocada.
Él alfa estaba enojado.
Y Felix también.
También un poco apenado porque realmente no entendía nada de lo que decían los exámenes.
Nunca fue bueno en matemáticas.
—¿Sigues pensando en eso, Lix?
Felix salió de sus pensamientos.
—Un poco, Seung.
—¿Sabes que no es importante, verdad?
Él omega bajo la cabeza.
—Solamente quisiera ser igual de inteligente que tú.
SeungMin se detuvo frente al salón, y acarició los nudillos de Felix.
—Tú eres muy inteligente, Felix. Eres talentoso, y eres muy especial. —dejó un beso en la frente de su omega, antes de tocar la puerta.
Al abrirse, se vio a un beta castaño, se veía joven, SeungMin le calculaba unos veintinueve años, era alto y se veía fuerte.
Él beta los vio curioso y le sonrió a Felix, quien apretó la mano de su alfa, qué pasó junto a él.
—Buenas tardes, señores Kim. —él beta los dejó sentarse frente a su escritorio. Veía mucho a Felix, y esto no le agradaba a SeungMin.
Claro que SeungMin sabía que tenía un omega muy atractivo como pareja. Felix era hermoso, tenía una cara delicada, bañada en hermosas pecas, ojos hermosos decorados con largas pestañas, y unos labios que se veían con un color rosa oscuro naturalmente, además de que su cuerpo era técnicamente perfecto.
Contemos aparte con el hecho de que Felix era joven.
Catorce años.
Catorce años de diferencia.
Felix tenía veintidós años, y SeungMin recién cumplía los treinta y seis, seguidos él uno del otro en septiembre.
Claro que podía notar las diferencias entre los dos, a pesar de que él alfa se consideraba atractivo, podía notar las canas por estrés y su descuido a su apariencia.
—MinHo ha reprobado mi materia dos veces. ¿Qué haremos al respecto? —él beta pregunto, y le sonrió a Felix.
—De hecho, revise los exámenes de MinHo, yo mismo —él alfa se levantó y le mostró los exámenes al beta engreído en el escritorio—. En su primer examen al menos merece un ocho, y en el segundo merece un nueve. —los errores en la prueba estaba marcados.
Él profesor veía un poco intimidado al castaño frente a él.
—¿Cómo sé que no los acaba de corregir?
Felix se levantó.
—Les tome foto antes de corregirlos.
Acercó su teléfono, y él beta rozó a propósito sus dedos con los de Felix.
—Te ves muy joven —él beta le dijo a Felix. Él omega lo miro confundido—, no debes tener más de veintitrés, ¿Cierto?
SeungMin lo vio molesto.
—¿Qué diablos tiene que ver esto con lo que estamos haciendo?
—Puedo cambiar la nota de MinHo —dijo rápido él beta—, si eres amable conmigo, omega. —le sonrió a Felix.
Él Australiano chillo alarmado y SeungMin lo abrazó.
—No sabes en qué problema te haz metido.
Él alfa tomó los dos exámenes junto con el teléfono de Felix y salió rápido del salón.
No donó tanto dinero a esa escuela como para que un estúpido maestro incomodara y le faltara el respeto a su omega.
¡Gracias por leer!
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