Felix terminaba de salir de la ducha y entró a su habitación, tomando la ropa que JeongIn eligió para él.

Acepta que los nervios eran muy usuales en él, en la secundaria los alfas y los betas se burlaban de él por su ropa desgastada, pero les encantaba ver su linda figura cuando este volteaba y caminaba triste a la dirección a la que iba.

ChangBin fue lindo con él, pero se notaba que no estaba interesado al cien porciento, aun así disfruto de tener su primer beso con él.

El repentino interés de los alfas hacia Felix le demostró que realmente lo que la gente hace o dice en secundaria no interesa, todos somos personas increíblemente diferentes cuando salimos.

Alisó la falda negra de gamuza suave, las medias negras estaban acompañadas por unas botas negras y su suave blusa color verde dejaba descubiertos sus delicados hombros.

Se sentía cómodo y al mismo tiempo atractivo, se siente con confianza.

Por otro lado, SeungMin está cocinando unos pastelitos con sus hijos, MinHo escoge la música a pesar de que su celular sigue confiscado.

—Papá, tú musica es un asco.

SeungMin lo vio ofendido.

—¿Un asco? ¿Kim MinHo, un asco?

JeongIn vio serio a su padre.

—La música de mamá es mejor.

SeungMin puso una mano en su pecho, como si lo hubiese golpeado directamente en el corazón.

Tal vez si lo lastimó un poquito.

—Mi música es mejor, SeungMin.

La dulce voz de Felix se escuchó, llamando la atención de los alfas que estaban en la cocina.

Los tres lo vieron sorprendidos, y O.De solamente quería ir a sus brazos para llenarse del rico olor dulce del omega.

—¿Qué sucede?

—H-Hacemos pastelitos. —SeungMin no quería alejar sus ojos del lindo omega frente a él, tartamudeaba, y sus manos sudaban.

MinHo reía en silencio por la actitud de su padre.

Felix rió nervioso.

JeongIn jalo el pantalón de su padre emocionado.

—Felix se ve bonito, ¿Verdad?

Las mejillas de SeungMin se encendieron.

—S-Si.

JeongIn sonrió cómplice.

—¿Y a donde planean ir?

SeungMin sacudió la cabeza, despertándose ante ese comentario.

—Felix irá a una cita, yo me quedaré con ustedes.

SeungMin veía a Felix.

Admiraba su linda cara, refinada y suave, lo esponjoso que se veía su cabello y la forma en que sus pestañas decoraban sus hermosos ojos.

Por otro lado, JeongIn se encontraba confundido, y al procesar la información se da cuenta que la cita no era entre su padre y Felix, un puchero empieza a formarse y lágrimas se forman en sus ojos.

Rápidamente sale de la cocina porque no quiere arruinar la noche de Felix haciendo un berrinche, él solo quiere que él omega sea feliz.

A pesar de que la atención de SeungMin estaba en Felix, pudo notar el repentino cambio de actitud en él pequeño alfa.

MinHo se quedó conversando con Felix en la cocina, y O.De en su sillita especial.

SeungMin llegó a la habitación del pequeño alfa.

Al entrar encontró a su hijo escondido debajo de las sábanas, hecho bolita.

—Knock, knock. —golpeó suavemente la sábana.

—No estoy. —la voz ahogada de JeongIn por las almohadas se escuchó.

—Estoy seguro que si estás, JeongInnie —SeungMin rió—, puedes decirme que es lo que te tiene triste, hijo.

SeungMin espero pacientemente a que las pequeñas manos del alfa destaparan su rostro.

—Es tonto. —hizo un puchero el pequeño alfa.

—Si te hizo sentir triste o molesto, entonces no es tonto, Nini. —SeungMin acarició su mejilla.

JeongIn ronroneó, y acercó su mejilla a la mano de SeungMin.

—Creía que tu y Felix iban a salir juntos. —susurró como si acabara de decir un secreto, aunque la triste voz de JeongIn delató decepción.

SeungMin suspiro.

—¿Tú quieres que tenga un omega?

—Quiero que Lix sea tu omega. —susurró JeongIn.

—Te dire un secreto —JeongIn se acercó a SeungMin, quien susurró en su oído:—, yo también.

El pequeño alfa sonrió, y los dos rieron.

—¿Entonces amas a Felix?

Las mejillas del alfa se sonrojaron, nunca se había sentido tan encantado con un omega, pero no lo amaba.

—No, JeongInnie —rió SeungMin—, para amar tienes que conocer muy bien a una persona, cada detalle de esa persona... —siguió susurrando SeungMin—. TIenes que... Sentir que cada aspecto de esa persona te hace querer conocer más y más, o amarla a pesar de sus imperfecciones.

—¿Entonces después amarás a Felix?

SeungMin rió.

—Si él me lo permite, si. —susurró SeungMin.

—¿No te enoja que vaya a una cita cuando te gusta? —JeongIn se escuchaba alarmado.

SeungMin bajo la mirada.

—Si, pero ¿Qué puedo hacer? Él no ha mostrado interés en mí, y realmente no quiero incomodarlo.

SeungMin y JeongIn suspiraron tristes.

—Yo creo que eres un buen alfa, papá.

SeungMin le sonrió a su hijo, y dejó un beso en su frente.

Después de eso abandonó la habitación, y siguió pensando.

¿Por qué Felix le atraía tanto? ¿Por qué se sentía vacío cuando este no estaba? ¿Por qué su olor lo hacía querer enterrar su cara en su fuente de aroma y no salir de ahí nunca más?

Felix era encantador, divertido, inteligente, y hermoso, tenía la capacidad de hacer sentir a todos cómodos y cálidos, era amable y carismático, nunca tenía comentarios de odio o llenos de veneno, y adoraba a sus cachorros.

¿Por qué Felix no podía ser suyo?

El Australiano se encontraba conversando feliz con el alfa rubio frente a él.

—Creo que el cine es aburrido. —Felix abrió la boca sorprendido y alarmado.

Chillo.

—Ver una película es asombroso, desde aspectos tan insignificantes como la luz hasta el guión, créeme, ver una película es una experiencia de otro mundo.

Él alfa frente a él rió.

—Entonces eres un omega que disfruta las películas, los libros y la música, ¿Qué más te gusta, Felix?

—El hockey y la comida chatarra.

Él alfa lo vio sorprendido.

—Entonces eres un omega cool, ningún omega disfruta de los deportes, películas y comida chatarra.

Felix bufó.

—Ugh, ese estereotipo es tan alfista —rió Felix, y WooJin lo vio confundido—, ya sabes, ese estereotipo de que los omegas sólo son cool cuando nos gustan cosas que son tradicionalmente para los alfas, pero créeme, todos los omegas son cool.

WooJin vio interesado a Felix, estaba sonriendo y su cabeza estaba apoyada en sus manos.

—Tú eres muy interesante, Felix Lee.

Felix rió nervioso.

La noche fue agradable con WooJin, hablándole acerca de su vida como pediatra y su familia; mientras que Felix mantenía su pasado en secreto, y sus comentarios alegres.

Llegaron frente a la residencia Kim al final de la noche, con un WooJin abrazando la cintura de Felix; y un Felix con una chaqueta del alfa.

—Creo que fue una noche adorable, Felix. Espero podamos volver a vernos —WooJin veía directamente a los ojos de Felix, quien se veía con la intención de devolverle su chaqueta a WooJin, pero este lo detuvo—, me la devolverás cuando tengamos nuestra segunda cita.

Felix rió nervioso. Sinceramente no creyó que fueran a tener otra cita, pero esta feliz con el resultado de esta.

El reloj de Felix marcó las doce, y sacó las llaves de la casa.

WooJin, sin pensarlo, acercó al omega y lo besó, siendo profundo y delicado.

Fue la noche perfecta, pero ese beso no fue exactamente lo que él esperaba, él esperaba fuegos artificiales, o esos nervios, o mariposas, solamente no pasó nada.

Felix le dio una tímida sonrisa y se despidió.

Al entrar a la casa se encontró a SeungMin en la sala viendo una película.

—Buenas noches, SeungMin. —llamó la atención del alfa, que sonrió al verlo.

—Hola, Lix, ¿Qué tal tu noche?

Felix suspiró.

—Genial, WooJin fue muy lindo conmigo.

—Sería un tonto si no lo fuera. —SeungMin apagó la televisión y luego la luz de la sala.

La única luz que los iluminaba era la tenue luz del pasillo de las escaleras.

—¿N-No planeas terminar tu película?

—No —SeungMin suspiró—. Solo esperaba a que llegaras a salvo a casa.

Se vieron directamente a los ojos, y las mejillas de Felix se calentaron, haciéndolo sentir cálido por dentro, y su omega ahullaba feliz.

Él alfa de SeungMin se sentía feliz de ver al omega, pero gruñía un poco al verlo con la prenda de otro alfa.

—Llegue a salvo a mi hogar, gracias por esperar, SeungMin. —Felix sonrió.

—Buenas noches, Felix. —SeungMin susurró.

—Buenas noches, SeungMin. —susurró Felix, y subió las escaleras.

SeungMin al ver a Felix sentía esa sensación de calidez y seguridad en su corazón.

Diablos...

¡Gracias por leer!

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