Meses atrás...

Kim MinHo.

Un alfa muy imponente.

Sus ojos gatunos y cabello castaño, su mandíbula marcada y una nariz delicada lo hacen muy agradable a la vista de todos los omegas en su escuela.

Es un buen jugador de fútbol, es inteligente, amable y muy divertido, pero un poco temperamental, no dudaría ni un segundo en partirte la cara si agredes a sus amigos o te burlas de él.

Se es conocido en la escuela que es un alfa un poco temperamental, solo tiene mucha paciencia hacia su familia y amigos.

—¡MinHo! —JungWoo, uno de los jugadores del equipo se acercó a él—. ¿Podríamos hacer una fiesta en tu casa?

MinHo frunció el ceño.

—La respuesta es obvia, JungWoo —siguió caminando—, no.

JungWoo rodó los ojos.

—¿Por qué no? Tu casa es gigantesca, nosotros llevaremos todo lo que se consumirá. —JungWoo caminaba junto a él.

La paciencia del alfa empezaba a terminarse.

—Ya te dije que no —volteo a verlo—, tengo hermanos pequeños y mis padres no querrán que tengamos una fiesta en casa.

El alfa se volteo y siguió caminando con las súplicas de JungWoo detrás de él.

—Tus padres son asombrosos —se puso delante de él—, créeme que no haremos muchos desastres, solamente será una noche.

MinHo gruñó un poco molesto.

—No.

—¿Qué tal si invito a Bang Chan?

MinHo se detuvo.

Bang Chan.

El dulce omega de olor a malvaviscos, cabello rubio y esponjoso.

Amante de usar suéteres grandes y chaquetas de cuero, es dulce, adorable y tiene ese algo que hace que MinHo se derrita.

—¿Chan Hyung?

JungWoo se acercó a él y puso un brazo en su hombro.

—Imagínate que puedas hablar con él esa noche —levantó su mano izquierda e hizo un cartel imaginario frente a ellos—, Kim MinHo conquista al Hyung omega del cual ha estado enamorado por casi un año.

MinHo sonrió.

Frotó sus manos en su rostro.

—Intentaré convencer a mis padres, pero no te aseguro nada.

***

Al llegar a casa MinHo vio el auto de su padre estacionado por lo cual el alfa estaba en la casa.

Dejó el casco de su bicicleta en una de la silla en la entrada.

—Felix, tenemos que ir —su padre estaba junto a su madre, quien preparaba la comida—. ¡Será divertido!

—Minnie, no podemos dejar a los cachorros solos.

MinHo se quedó en la puerta de la cocina y sin pensar dijo:

—Yo puedo cuidar a mis hermanos.

SeungMin y Felix se asustaron al escuchar la voz de MinHo.

—¿Puedes cuidarlos por tres días? —SeungMin cruzó los brazos y lo vio serio.

MinHo rascó atrás de su cabeza.

—C-Claro —MinHo aclaró su garganta—, serían unos días, además de que no es tan difícil cuidarlos. ¿Verdad mamá?

MinHo volteo a ver a Felix, quien lo vio confundido.

—Déjame entender, ¿Cuidarías a tus hermanos todo un fin de semana, pero no un viernes por la noche cualquiera?

El omega puso una de sus manos en su cadera.

—¡Es diferente! —MinHo se acercó a su madre—, lo hago por ustedes, para que disfruten un fin de semana romántico.

Tomó el panfleto que estaba en las manos de SeungMin.

—¡Un bed & breakfast en Castle Combe! ¡He escuchado que Castle Combe es hermoso! —ni idea de donde este Castle Combe.

Felix le sonrió a MinHo y lo abrazó.

—¡Gracias, cachorrito! —dejó un beso en su mejilla—. Sé que cuidarás muy bien de tus hermanos.

MinHo le sonrió nervioso y SeungMin se quedó en la cocina con MinHo.

—¿Les darás de comer?

—Obviamente, papá. —rió MinHo.

—¿Le ayudarás a JeongIn con su tarea?

—Soy un experto en estudiar las tablas de multiplicar. —tomó una manzana del frutero.

—¿Le leerás a O.Die un cuento antes de dormir?

—Le escribiré un cuento yo mismo. —dijo con la boca llena de manzana.

SeungMin rió y salió de la cocina.

Al menos ese fin de semana podría estar a solas con Felix todo el tiempo que él quisiese.

***

El viernes llegó y MinHo estaba en la puerta despidiéndose de sus padres.

SeungMin le entregó dinero por si había alguna emergencia o querían pedir comida fuera.

—Nada de fiestas, MinHo. —SeungMin le dijo serio.

Felix abrazó a MinHo y le dio un beso en la mejilla.

—Adiós, cachorrito —el alfa abrazo fuerte a su madre y se llenó del aroma a flores—. Obedece a tu padre, nada de fiestas y por favor cuida a tus hermanos.

SeungMin tomó la maleta de Felix y le abrió la puerta para que pudiese ir al auto.

—Veo una sola señal de que hubo una fiesta en esta casa y te juro que ni siquiera tú madre podrá salvarte del castigo, Lee MinHo. —el tono del alfa hizo que MinHo temblara de miedo.

MinHo asintió.

—¡No te preocupes, papá! Que tengan un buen viaje. —MinHo sonrió inocente y cerró la puerta.

Horas después un grupo de chicos llegaron.

Vio a JungWoo y a YeonJun, así que se acercó a ellos.

—No serán muchas personas, ¿verdad?

JungWoo abrazó los hombros de MinHo.

—¡Claro que no! —le dio una palmada en la espalda—. Solo los suficientes para que sea una buena fiesta y además vendrá Chan.

MinHo sonrió y tomó una cerveza de las que YeonJun tenía en sus manos.

En las escaleras bajo JeongIn.

JungWoo al verlo choco los cinco con él y YeonJun lo cargo en sus brazos.

—¡¿Cómo estás, Nini?!

JeongIn rió y vio a su hermano.

—bien, Hyung —el niño le sonrió a YeonJun, feliz—, pero por favor bájame.

El alfa lo bajo y se alejó.

—¿Quienes son todas estas personas? —vio curioso a los alfas, omegas y betas que entraban a la casa.

MinHo empezó a ver que eran muchas personas.

—Son mis amigos, es una reunión casual —dijo inseguro. se agachó a la altura de JeongIn—, tienes que prometerme que no le dirás nada a papá o a mamá.

El cachorro se cruzó de brazos.

—¿Qué me darás a cambio? —el cachorro hizo que MinHo lo cargara hacia su habitación y llegaron por O.De primero.

—Lo que quieras.

—Quiero helado, todo el verano me pagarás el helado que yo quiera.

MinHo rodó los ojos.

Sabía que Felix lo mataría porque JeongIn no debía de comer tanto helado.

—Está bien, pero ustedes estarán aquí arriba y más de rato les traeré pizza.

El alfa bajo a la sala y su rostro se puso pálido.

Las luces estaban de color rojo y azul.

Había demasiadas personas en su sala, cocina y patio. y claramente ninguna de ellas era Chan.

Llegó con JungWoo.

—¡Dijiste que serían pocas personas!

El alfa le entregó una cerveza.

—¡No son tantas personas, amigo! —dijo despreocupado y MinHo se calmó un segundo hasta que escuchó un vidrio quebrarse.

Corrió hacia la sala y encontró un porta retratos roto en el suelo.

—Demonios... —un alfa con una mirada muy perdida como para estar sobrio se disculpó y tomó la foto entre sus dedos. Era de su padre y su madre, los dos sonreían hacia la cámara—. Viejo, tus padres son demasiado atractivos. —el alfa rió—. Tienes una milf y un dilf.

MinHo rodó los ojos y se llevó los vidrios.

Al llegar a la cocina para botarlos a la basura vio a Chan entrando por la puerta del jardín.

Se quedó embobado viendo al lindo omega de ojos cafés entrar a la cocina.

Su cabello esponjoso, piel pálida y ojos cafés... MinHo suspiró embobado.

Chan tenía puesto unos jean estilo Wide Leg y una playera blanca con un estampado extraño en medio.

Tenía un lindo collar de perlas que hacía ver su cuello delicado.

—Auch...

El alfa se cortó con uno de los vidrios.

El mayor volteo a verlo y al verlo sangrar se acercó.

—Wow —su suave voz—, fue una cortada un poco profunda... ¿Tienes botiquín?

MinHo asintió abobado viendo a Chan.

El omega lo jalo hacia el baño, siempre cuidando la mano de MinHo.

Al llegar a este lo limpio.

—¿Qué te sucedió, MinHo?

—¿Sabes quien soy?

El omega sonrió confundido.

—Si —soltó una pequeña risita—, compartimos muchas clases.

El alfa sonrió emocionado.

—Además una vez le gruñiste a mi hermano menor y le rompiste la nariz.

El alfa se sonrojó al recordar su periodo antes del celo en que actuaba muy agresivo.

—¿Sirve si te digo perdón ahora mismo?

—Mi hermano pudo operarse la nariz como él quería, así que no hay nada de que disculparse.

El omega le ofreció una sonrisa pequeña.

El alfa sintió su corazón latir más fuerte.

Al terminar el rubio envolvió su mano con una de las vendas.

Terminó dejando un besito arriba de la venda.

—Mi mamá dice que así dolerá menos y se curará más rápido. —Chan le ofreció una sonrisa al alfa, que simplemente sonrió mostrando sus hoyuelos.

La fiesta continuó con mucho alcohol, pizza y música fuerte.

En cada momento el alfa estuvo acompañado por el omega, además de que de vez en cuando iba a ver a sus hermanos, quienes se quedaron dormidos temprano.

Fue una buena noche para MinHo.

Empezó una amistad con el omega más lindo que había conocido en su vida.

***

Nueve y treinta y cuatro de la mañana.

MinHo estaba en el sillón.

Chan estaba en el sillón de al lado y YeonJun en la mesita de centro.

Estaban desmayados y su alrededor estaba lleno de basura.

Los vasitos rojos y las bolsas de papas fritas abundaban, además de muchas cosas más.

El celular en la frente de MinHo empezó a vibrar despertándolo.

MinHo gruñó.

—¿Hola?

—MinHo —la voz de Felix se escuchaba al otro lado de la línea—, tu padre se está sintiendo mal del estómago. —el omega dijo preocupado—. ¡No le menciones eso, es asque-... —la voz del alfa se detuvo al escuchar cómo volvía a vomitar—. Tendremos que regresar hoy, llegaremos en unas tres horas, por favor prepara un té para tu padre.

El alfa abrió los ojos como platos y se despidió de su madre.

Vio a su alrededor y vio el desastre que había.

—¡No puede ser!

YeonJun y Chan se despertaron y vieron a un MinHo alterado.

—¡¿Qué voy a hacer Dios mío?!

Chan se acercó y MinHo pudo sentir el dulce aroma a malvaviscos tranquilizarlo.

—¡Tranquilo! Te ayudaremos a limpiar.

YeonJun se levantó de la mesita y a regañadientes empezó a ayudar.

Terminaron después de dos horas y cuarenta minutos.

Se aseguraron de que nada faltará en la casa y que todo estuviera en orden.

Terminaron exhaustos y JeongIn bajo y vio a los tres desparramados en el sofá.

—Dios, que perezosos son. —y fue a la cocina.

Al llegar Felix estaba con SeungMin recargado en su hombro.

YeonJun vio con amor a Felix.

—Hola, Lix. —suspiró enamorado.

—Estaré enfermo pero aún puedo patearte le trasero, Choi YeonJun. —el alfa gruñó molesto.

Felix acarició el cabello de su alfa y lo llevo a su cama, dejando un beso en su frente y una cubeta a su lado.

Bajo y cargo a JeongIn en sus brazos.

—Hola, bebé. ¿Cómo estuvieron las cosas?

Volteo a ver a los tres chicos frente a él, que sonrieron inocentes.

—¡Bien, mamá! ¡No queme la casa! —dijo MinHo nervioso.

Felix lo vio extraño pero asintió.

Después de un rato se fue a atender a su alfa, pero los otros chicos se quedaron en la sala.

—¿Quieren ver una película?

Los otros dos chicos sonrieron y asintieron.

Después de ese día se incluyó Chan a la amistad de MinHo y YeonJun.

Y bueno...

MinHo tal vez estaba muy enamorado de Chan.

***

UN APLAUSO PA ESTA PAREJA K ESTA ENAMORADAAAA 

¡Gracias por leer!