El pequeño alfa estaba escondido en la antigua habitación de arte de su madre.

Las pinturas a su alrededor estaban cubiertas por suaves telas blancas y la habitación había perdido los hermosos colores.

El alfa de siete años lloraba con su cabecita entre sus rodillas y abrazándose a sí mismo.

Su traje negro estaba arrugándose y sus cabellos se despeinaban.

—SeungMin. —la voz fuerte de su padre lo hizo ver hacia la puerta.

Limpió sus lágrimas y se levantó viendo a su padre molesto.

—Te he estado buscando por todas partes, la ceremonia está por empezar.

—¿Quienes son todas esas personas? —la voz del alfa tembló.

—Personas que conocieron a tu madre.

—¿Y dónde esta la tía JiHyo? —el alfa sentía sus mejillas mojarse de nuevo por las lágrimas—. Era la mejor amiga de mamá.

—Ella llegará más tarde. —el alfa prendió la luz y vio a SeungMin—. ¿Estás llorando?

El niño ocultó su rostro de su padre, quien lo veía mal.

—Los alfas no lloran, SeungMin —el hombre habló fuerte—. ¿Me ves llorando a mi?

—P-Pero mamá... —el alfa tartamudeó.

—Los alfas no lloran. —el hombre se acercó a él y lo sacó a empujones de la habitación—. Por favor deja de ser tan sensible y mantén la compostura. Eres un alfa SeungMin y no importa que pase, tienes que ser fuerte.

SeungMin asintió y seco sus lágrimas.

El funeral comenzó.

***

—Esta casa es hermosa, Minnie. —Felix veía asombrado la casa.

Jake estaba en sus brazos durmiendo, el cachorrito de un año estaba cansado del movimiento constante después del viaje.

—Venía cada verano cuando era niño. —el alfa cargaba las maletas.

JeongIn entró corriendo a la casa y O.De entró con cuidado a la casa, viendo sus pasos para evitar caer por el piso resbaloso mientras que JeongIn se deslizaba de un lado a otro.

—¡Está casa es enorme, papá! —JeongIn se acercó a un piano y se sentó en este empezando a jugar con las teclas.

MinHo detrás de ellos cargaba la maleta de JeongIn y tenía unos lentes de sol puestos.

—Hace mucho no veníamos aquí. —el alfa veía con atención las pequeñas esculturas que había por todas partes.

La casa era grande y con una decoración bohemia, llena de plantas y muebles de colores, también había ciertas esculturas que eran de su madre.

Los retratos familiares estaban por todas partes porque era una casa que se había pasado de generación en generación.

—Para ser una casa tradicional tiene una decoración muy interesante —Felix dejó a Jake ir con sus hermanos, pues al despertarse el bebé quería ir con O.De—, es hermosa y llena de color.

—Mi madre odiaba que todo fuera antiguo y aburrido así que cambió todo técnicamente —el alfa sonrió melancólico—, mi madre era de un estilo muy bohemio y naturalista. —SeungMin sonrió.

Los cachorros decidieron ir a explorar la grande casa con un patio increíblemente gigante.

Todo era hermoso, considerando que además todo estaba debajo del calor del verano, y los hermosos jardines que eran tradicionales de la familia de SeungMin estaban hermosos.

Felix se emocionó al saber la variedad de flores y plantas se encontraban en el jardín.

Tomó la mano de SeungMin, quien se veía pensativo desde que empezó el viaje.

SeungMin siempre tuvo un gran amor por esa casa, pero tiene que admitir que le da un sentimiento extraño estar en esta.

Aquí había sido el funeral de su madre, esto porque era el lugar favorito de su madre.

—¿Todo bien, amor? —Felix pregunto apretando suavemente la mano de SeungMin.

SeungMin asintió varias veces.

—Amarás los estudios que tiene la casa, además de que podrás divertirte en el jardín con los chicos. —SeungMin sonrió.

Jake en los brazos de Felix empezó a removerse incómodo y Felix sintió que su pequeño bebé ya empezaba a crecer mucho, ahora estaba un poco más pesado para el delgado omega.

SeungMin sonrió al ver a su cachorro empezar a despertarse, y extendió sus brazos para que Felix lo pasara a sus brazos.

—Iré a ver a los chicos. —sonrió Felix y dejó un beso en los labios de SeungMin y uno en la frente de Jake.

SeungMin sonrió al tener a un Jake somnoliento en sus brazos.

—Papá. —Jake tomó un mechon de SeungMin en sus manos.

SeungMin sonrió dulce.

—Hola, cachorro —el cachorro le sonrió—. ¿Dormiste bien?

—Si. —el bebé sonrió feliz y vio a su alrededor.

Pidió a SeungMin que lo bajara para poder caminar un poco, claro que aún necesitaba de la ayuda de alguno de sus padres o sus hermanos, pero el pequeño cachorro aventurero le gustaba la sensación de moverse un poco más rápido por él mismo.

Se acercaron a una grande pintura en el centro de la sala.

Se paro junto a SeungMin, aún tomando la grande mano de su padre y ambos vieron atentos la pintura.

SeungMin sintió que su corazón latía con fuerza, pero se debilitaba con los segundos.

La pintura fue hecha por su madre.

Una grande pintura de la vista del jardín de la bella villa desde el balcón más alto.

Aun recuerda como su madre veía tranquila el hermoso escenario, sus pinceles se movían con rapidez marcando el lienzo con esos bellos colores llenos de emoción y paz al mismo tiempo que solo su madre podía ver con su mirada de artista y dulzura permanente.

SeungMin ama esa pintura.

***

Segundo día de sus vacaciones, comenzó con un SeungMin despertando solo en su cama con la luz del día entrando por el balcón de la habitación.

Su cuerpo desnudó pero cubierto por una suave cobija color rojo intenso.

Fue una noche divertida con Felix montándolo y después rogándole por más.

El alfa se estiró y se alistó para ir a ver a su familia.

Al no encontrar a nadie dentro de la casa, salió al jardín.

—Hola, mis amores. —SeungMin sonrió al ver a Felix en una mantita leyendo debajo de un árbol.

Jake estaba junto a él tomando una siesta y O.De pintaba con unas acuarelas.

MinHo estaba en la rocosa piscina rústica leyendo un libro con sus lentes de sol puestos, su camisa amarilla desabrochada y un traje de baño azul marino.

El alfa estaba casi quedándose dormido aunque sus pies acariciaban el agua fría de la piscina.

Vio a JeongIn correr hacia él.

—¡Papá, encontré un caracol! —JeongIn enseñó emocionado su frasco con hoyos en la tapa para dejar respirar a los insectos que atrapará, dentro de este había un caracol color café—. lo llamaré Willy.

SeungMin rió y dejó ir a su hijo que emocionado se acercó a enseñárselo a su hermano.

SeungMin llegó junto a Felix y besó sus labios después de dejar dos besos delicados en la frente de Jake y después la de O.De.

Felix usaba un adorable conjunto de shorts y un top de cuadros blancos y celestes, además de unas gafas de sol rojas y unas sandalias blancas, su cabello estaba alejado de su rostro por un lindo broche en forma de girasol.

—Desperté solo, omega —SeungMin susurró y mordió despacio el hombro descubierto de Felix—. ¿Donde estabas? Pensaba que ibas a estar exhausto después de lo de anoche.

Felix se sonrojó y rió despacio.

—Tus cachorros despertaron muy temprano y exigieron que yo despertara, me asombra que no hubieses despertado. —Felix besó la mejilla de SeungMin.

Los dos se recostaron contra el árbol y disfrutaron de la calma del ambiente.

La suave música de la bocina pequeña que MinHo tenía.

Los pasos de JeongIn corriendo por todas partes.

Y las respiraciones calmadas de O.De y Jake.

***

—SeungMin, querido. —la cabeza castaña y bien peinada de su tía JiHyo se asomó por la grande puerta de color café.

SeungMin estaba debajo del piano del estudio de su madre.

Su traje se arrugaba pero eso no le importaba.

Estaba solo.

Completamente solo.

Al ver al pequeño escondido la omega entró a la habitación.

La omega de ojos brillantes y abrazos amorosos se sentó junto a él.

—Hola, sobrino. —JiHyo acarició maternalmente los cabellos desordenados de SeungMin.

—Hola, tía. —el alfa susurró.

JiHyo sintió su corazón estrujarse al escuchar la dulce voz de ese niño, que usualmente estaba emocionado ser técnicamente robótica.

Sin amor, sin sentimiento.

—Lamentó mucho tu pérdida —JiHyo acarició su flequillo—, tu madre era la mejor y te siempre te amara con todo su corazón sin importar donde esté.

SeungMin sintió lágrimas bajar por sus mejillas, las limpió rápidamente.

Los alfas no lloran, se repetía una y otra vez.

JiHyo lo acercó para abrazarlo mejor.

—SeungMin, no tienes porque ocultar tus emociones... —la omega susurró.

SeungMin sollozó fuerte.

La omega sintió una vez más como su corazón se rompía.

***

Felix entró al gran estudio confundido.

¿Dónde esta el baño en esta enorme casa?

El omega gimió frustrado a no encontrar el baño.

Aun así las grandes mantas de color blanco que cubrían cosas llamaron su atención.

Se acercó a las cortinas oscuras y las abrió dejando entrar el brillante sol.

Polvo por todas partes y aun así lo que llamaba su atención eran las cosas que escondían esas mantas.

El omega recorrió con sus delgados dedos las mantas y empezó a quitarlas una a una.

Todas eran pinturas, fotografías enmarcadas e incluso había un hermoso piano de color rojo intenso.

El pecoso recorrió con sus dedos con la mayor delicadeza posible los lienzos.

Hasta que uno llamó su atención.

Era una pintura de una familia.

Un alfa alto de ojos afilados, cabello castaño y una expresión seria pero con su mano protectora en el hombro de su hijo y la otra en el hombro de su esposa. La esposa era hermosa, cabello negro y perfectamente largo, ojos grandes y llenos de emoción, estaban un poco achinados por su grande sonrisa, pero se podía notar el brillo dentro de estos.

Junto a ellos estaba un pequeño con el cabello un poco alocado, ojitos pequeños y unos hoyuelos adorables.

Era SeungMin.

El omega sonrió y con delicadeza acarició el rostro de SeungMin.

Se veía tan feliz.

—Amor, ¿Estás aquí? —la voz del alfa desde la puerta llamó su atención y dejó de ver la pintura. SeungMin al verlo frunció un poco el ceño confundido—. ¿Qué haces aquí? —preguntó con su voz suave y lenta.

Felix sonrió suave.

—Buscaba el baño, pero encontré estas pinturas.

SeungMin entró a la habitación y camino hacia el omega.

El alfa se asombró al ver las pinturas.

Nunca se sintió suficientemente fuerte como para ver esas pinturas.

El alfa tomó la mano de Felix y besó sus nudillos.

—Eran de mi madre. —el alfa dijo nostálgico.

Felix sonrió y besó la muñeca de SeungMin.

—Hermosos. —el omega susurro.

SeungMin sonrió al saber que no estaba solo.

No estaba solo, y sentía que su corazón estallaba de felicidad al tener a Felix junto a él.

A su dulce omega que estaba junto a él, admirando y escuchando cada una de las historias detrás de las pinturas y las fotografías.

Escuchando sobre su pasado y el amor que su madre le tenía al arte.

SeungMin siempre sintiendo la atención de su omega y su total apoyo.

—¿Crees que podamos llevar esta a nuestro hogar? —Felix preguntó suave acariciando la hermosa pintura de la villa—. Es mi favorita.

SeungMin asintió.

—Claro, omega. —SeungMin sonrió.

Felix sonrió emocionado y besó suave los labios de SeungMin.

—Hay que ir con los cachorros. —sonrió Felix.

SeungMin asintió y salieron de la grande habitación.

Todo el día jugaron en la piscina con sus cachorros debajo del sol del verano y después disfrutaron una deliciosa cena en un restaurante rústico cerca de la villa.

***

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