el fin de semana había llegado con la familia yendo de camino hacia esa cabaña que estaba entre londres y castle combe.

la cafetería donde trabajaba louis estaba cerrada porque henry tenía que ir a visitar a su hermana y harry decidió tomarse unos días libres del trabajo.

los cachorros estaban emocionados y con frío también.

mike invitó a alex y eric quienes estaban en la camioneta junto a ellos.

mike estaba un poco acurrucado con alex para darle un poco de calor al omega.

—¿crees que deba separarlos? ya sabes, ¿es apropiado? —harry pregunto inseguro.

los chicos estaban durmiendo plácidamente pues el camino era largo. estaban abrigados y cómodos en los asientos traseros.

harry y louis estaban en los asientos de adelante, con harry conduciendo y louis cambiando las canciones.

el omega estaba muy abrigado y harry realmente solo usaba unas pocas capas.

los días eran frío y con lluvia, la nieve aún no llegaba por lo cual harry estaba feliz de haber decidió ir ese fin de semana.

—no lo creo, amor. no hacen nada malo. —louis tomó la mano de harry y acarició los nudillos.

el viaje estaba siendo cómodo con louis poniendo música relajante y manteniendo una conversación viva con el alfa.

—alfa...

—¿si, amor?

—¿a ti te gustaría tener más hijos? —preguntó el omega preocupado.

—¿e-estás...

—oh, no... yo tomo supresores... solamente que en el futuro...

el alfa besó los nudillos del omega.

—me encantaría si tú quieres, louis.

el omega sonrió.

al llegar a la cabaña los cachorros despertaron.

la cabaña se veía bien, solamente que se notaba que no tenía lo suficiente para poder pasar en invierno en esta.

los alfas bajaban las maletas mientras louis le ofrecía un chocolate caliente a alex.

en la cocina los dos conversaban y se reían juntos sobre cosas absurdas sobre mike como su amor irracional hacia las gorras.

—casi nunca puedo ver sus lindos rizos, es injusto. —rió alex.

—créeme, en casa parece que solamente no usa su gorra cuando está en su habitación. —rió louis.

el amigo alfa de mike se quedó embobado viendo al lindo omega de ojos azules y piel suave.

—deja de ver a mi mamá. —mike lo golpeó en el brazo.

eric sacudió su cabeza y acarició la zona en que mike lo golpeó.

—p-perdón... no es por ofender pero tú madre es hermoso.

harry le gruñó atrás haciendo al delgado pelirrojo temblar y reír nervioso.

—sé que mi omega es hermoso, consíguete el tuyo. —harry empujó un poco a eric quien deseaba poder desvanecerse o no pensar en la cintura del omega frente a él.

harry se acercó a louis y abrazó su cintura quien rió.

la tarde siguió con los chicos pasando el rato explorando el bosque y los cachorros divirtiéndose con louis y harry en la cocina mientras hacían galletas y chocolate caliente.

la casa era cálida pero se dieron cuenta que una lluvia estaba empezando con los adolescentes regresando a casa.

—vimos unos mapaches. —dijo alex feliz.

louis les ofreció una taza de chocolate a los tres y eric se sonrojó y bajo la mirada cuando tomaba la taza.

la tarde siguió con la casa llena de risas.

el trío de amigos jugaba un juego de mesa y los cachorros veían caricaturas en la televisión.

louis y harry conversaban en un sillón alejado, el alfa tenía al omega en su regazo y lo marcaba con su olor.

las manos del alfa acariciaban sus tobillos.

louis sonreía.

la lluvia estaba siendo más fuerte por lo cual los celulares estaban cargándose y las cosas que podían descomponerse se desconectaban.

unos golpes en la puerta llamaron la atención de todos y haciendo a harry levantarse de su lugar.

despacio se acercó a la puerta y la abrió encontrando a henry mojado en su porche.

—h-hola, disculpa la molestia pero mi auto se averió y la lluvia es muy fuerte. espera... ¿harry?

harry le sonrió forzado.

—hola, henry. que mala suerte.

el alfa se hizo a un lado dejándolo entrar a la casa.

louis al ver a henry se preocupó y corrió para darle una toalla y una manta.

—¡dios mío! tienes que tomar un baño, te traeré ropa y te prepararé un té.

louis se movió rápido para prepararle algo al alfa que temblaba en medio de la sala.

le entrego un cambio de ropa y le señaló el baño.

harry mantenía su mayor sonrisa pero su alfa era territorial y no le gustaba como el alfa estaba cerca de su omega.

mientras le preparaba su té a henry louis hablaba con el alfa.

—henry es muy agradable, harry. te aseguro que serán buenos amigos, por esta noche déjalo quedarse.

louis le rogó y harry no se pudo negar.

tomó las caderas de su omega y le dio un beso un poco posesivo.

—bien, pero que no se acerque mucho a ti.

harry se mantuvo junto al omega mientras este conversaba feliz con el alfa musculoso.

malditas camisas, ¿por qué resaltaban mas los músculos del alfa?

la noche pasó con el omega e incluso los cachorros conversando con el alfa de ojos azules y músculos grandes.

era agradable, harry lo admitía pero no quería hablar con él.

posiblemente se sentía un poco inseguro o molesto, pero no quería hablar con ese alfa.

al día siguiente la lluvia paró y harry decidió levantarse temprano para empezar a arreglar unos detalles de la escalera del porche.

estaba cortando madera y arreglándola para que quedases perfecta en el porche.

henry salió de la casa con una sonrisa.

—louis está haciendo el desayuno, amigo. —llegó junto a harry y palmeó su espalda sacándole un poco el aire al alfa. —¿en que te puedo ayudar? la grúa llegará dentro de muchas horas por el clima. —admitió henry.

—en nada. —dijo serio harry y siguió cortando la pesada madera.

henry se dio cuenta que harry estaba ejerciendo muy poca fuerza por lo cual la madera no se partía correctamente.

—te puedo ayudar a cortar la madera, hay que ejercer un poco más de fuerza. —henry tomó el sierra manual y empezó a dar con fuerza.

harry frunció el ceño, su alfa iba a empezar a actuar irracional.

—creo que sé cómo partir madera, amigo. —dijo lo último con un tono brusco.

henry empezaba a sentirse un poco incómodo.

—solo era una sugerencia, harry. tu omega debe de tener lo mejor, ¿no? —rió un poco.

harry frunció el ceño.

—¡créeme que le puedo dar lo mejor a mi omega!

—harry, nunca dije que no pudieras hacerlo.

—como tú digas, roba omegas.

henry frunció el ceño.

—¿disculpa?

—¿qué buscas con tus amables sonrisas y tus chistes? ¿robar a mi omega?

—¿disculpa? yo respeto a louis, que tú no seas lo suficientemente seguro de ti mismo no es culpa de las demás personas.

harry no supo que decir pero tomó una de las pelotas de básquetbol que tenía mike afuera, estaba llena de lodo y húmeda.

se la lanzó directamente a henry quien la atrapó en su pecho.

ahora la ropa estaba manchada de lodo.

el alfa de ojos azules le lanzó más fuerte la pelota haciendo a harry tambalearse.

harry la volvió a lanzar pegándole en el pecho a henry.

harry empujó a henry haciéndolo caer al suelo lleno de lodo, pero henry tomó a harry y lo lanzó al lodo con él.

los dos empezaron a luchar en lodo, llenándose de lodo en todo el cuerpo.

era más una pelea de ver quien podía derribar a quien, justo ahora los dos se veían ridículos.

harry tomó lodo y se lo embarró a henry en el cabello y henry tomó más lodo y se lo pegó a harry en el rostro.

los dos forcejeaban hasta que louis salió de la casa con dos cafés.

—¡¿qué demonios les sucede a los dos?! —gritó el omega.

los dos se separaron al ver a louis quien los veía enojado.

—¡harry, tus cachorros están adentro! ¡henry, esperaba más de ti!

los dos alfas se levantaron apenados.

harry vio a henry apenado.

—d-disculpa, henry... y-yo tengo que ir a hablar con mi omega.

—harry, espera. —lo detuvo henry.—no era mi intención hacerte sentir de esta manera... discúlpame.

harry bajo la mirada avergonzado y corrió hacia la casa.

el omega lavaba los platos enojado.

—lou...

—n-no quiero hablar ahora. —el omega temblaba de enojo.

—perdón, mi alfa se sentía amenazado.

—harry. —el omega se dio la vuelta. —¡te amo a ti! —dijo exasperado. —¡¿podrías por favor confiar en mi?!

las lagrimas en los ojos del omega se estaban formando y su aroma era triste haciendo al alfa querer abrazarlo.

se acercó pero louis se alejó un poco limpiando sus lágrimas y sorbiendo su nariz.

—te amo, harry. y justo ahora no quiero decir nada hiriente, ¡pero estoy muy enojado! quiero que confíes en mí porque soy tu omega, eres mi alfa y ¡solamente te quiero a ti!

—louis, yo confío en ti. —tartamudeó el alfa.

—no se nota, alfa. —el omega soltó seco.

louis tomó su abrigo.

—por favor ayuda a henry a que pueda salir de aquí, hay toallas en la lavandería y ropa limpia en la cama de invitados. —el omega dijo exasperado. —volveré luego.

el alfa vio a su omega tan triste y decepcionado.

—perdón, lou.

—ahora no, harry. —el omega salió de la casa.

el alfa hizo lo que su omega le pidió y le ayudó a henry a salir para poder ir a casa de su hermana.

las horas pasaban y louis no volvía.

los cachorros estaban preocupados al no ver a su madre y mike estaba enojado.

mike se encerró con harry en una de las habitaciones.

—¡¿es enserio que hiciste eso?! ¡¿perdiste la cabeza?!

—¡lo sé, mike!

un relámpago se escuchó haciendo a harry preocuparse más y tomar su abrigo.

antes de llegar a la puerta entró louis.

estaba mojado por completo y se veía triste.

el alfa intentó acercarse pero thomas fue más rápido.

—¡mami! —saltó a los brazos de louis y el omega lo abrazó.

—ya estoy en casa, bebé. no te preocupes. —el omega vio a harry pero no le sostuvo la mirada. —iré a darme un baño.

pasó al lado de harry y le dio un beso en la mejilla a mike.

harry suspiró.

—tienes que arreglar esto. —sentenció mike preocupado.

—lo sé. —dijo el alfa preocupado.