MÁS DE UNA DÉCADA HABÍA PASADO DESDE QUE VIOLET ESTUVO EN ESE EDIFICIO POR ÚLTIMA VEZ, acompañada, eso sí, de distintas personas. Ulises e Idylla se habían tomado bastante bien las noticias dentro de lo cabe, comprendían la situación a la perfección y no se quejaron de pasar todo el verano en esa casa ( aunque tampoco eran de salir con amigos, ir a la piscina a bañarse y eso, preferían otro tipo de actividades ). Violet se había encargado de arreglar todo en la tienda dejando claras explicaciones de qué había que hacer y cómo, los precios, un aumento de sueldo a Hartley... Y los dos hermanos enviaron cartas a sus respectivos amigos para informar de que estarían de viaje por Alemania hasta finales de agosto, moviéndose continuamente por lo que no podrían recibir cartas.

Gracias a la adulta los tres pasaban desapercibidos por las calles gracias a un cambio de imagen por una poción multijugos y las habilidades metamorfomagas de esta misma. Todas sus cosas estaban en un bolso con un hechizo de expansión indetectable y sus varitas estaban escondidas pero a mano por si acaso ocurriera algo ( a pesar de que solamente una podía realizar hechizos legalmente fuera de Hogwarts, los menores solo la tenían como último recurso ). Habían memorizado la dirección escrita en la carta del único Black con vida y se situaron entre el número 11 y 13 de Grimmauld Place, notando como estos se movían mostrando un nuevo edificio mostrando el número 12 metálico ya oxidado por la humedad, luz y paso del tiempo.

La primera en entrar fue Violet con un movimiento de varita en alto, Sirius podría ser inocente pero eso no quitaba el hecho de que se estaban adentrando en territorio desconocido y podría haber cualquier tipo de hechizo o maldición para proteger el lugar de forasteros y ladrones ( por lo menos eso es algo que ella habría hecho, tal y como puso en el piso donde vivían antes de irse de allí ). Los dos adolescentes iban justo detrás de ella, ya con su apariencia normal al terminarse los efectos de la poción en alerta.

El pasillo era bastante oscuro, a excepción de una lámpara que parpadeaba mostrando estar en las últimas, los cuadros tenían capas y capas de polvo, formando un estornudo que salió del cuerpo de Ulises asustando a sus acompañantes por unos instantes. Llegaron al recibidor de la casa, que tenía un perchero vacio, una cómoda llena de cosas polvorientas y un espejo roto. Todo estaba en silencio a excepción de una suave melodía casi imperceptible procedente de los pisos superiores. El sonido de un chasquido se hizo presente y los tres se giraron para encontrarse a un elfo, cuya cara pasó de ignorancia y pocos amigos a leve sorpresa.

―¿Ama Violet, es usted? Sí, la reconocería en cualquier momento. No sabe lo feliz que estoy de verla y poder servirla. Ellos son los hijos de Maximus Yaxley, ¿cierto? Entonces Kreacher también les servirá.

―Kreacher, es genial volver a verte. ¿Cómo has estado? Ya te dije que podías visitarme cuando quisieras.

―Kreacher ha estado mejor, ama Violet. Demasiadas sorpresas estos últimos días, con el traidor del amo Sirius, su regreso y...

―¿Está Sirius aquí ahora mismo?

―Sí, por desgracia está en la ancestral casa de los Black, no es el único. Iré a avisarle de vuestra llegada. La ama Walburga se pondrá contenta al verlos, más tarde les mostraré su retrato.

Y en un instante volvió a desaparecer como si nada. Dejaron sus cosas en el suelo y pacientemente esperaron hasta oír los apresurados pasos de una persona. Con el cabello largo y despeinado junto a una bata y ropa una talla o dos más grande apareció Sirius Orion Black. Al verlos mostró una sonrisa de lado y sus ojos grises como una tormenta brillaron cual estrellas a pesar de su rostro cansado.

―Bienvenidos, comenzaba a pensar que no apareceríais por aquí, es genial veros. Violet, sigues tan hermosa como hace 13 años. Y vosotros debéis ser Idylla y Ulises, ¿verdad? Solo os llegué a ver una vez en una fotografía de recién nacidos, pero he de decir que habéis crecido muchísimo y os parecéis muchísimo a vuestra madre físicamente.

―Soy precavida, Sirius. Sé cuándo ir por mi cuenta y cuándo es mejor seguir "sugerencias" un poco bastante impuestas.

―Y ahí está el carácter de Violet Diana Yaxley... Black, perdona. Bien, ahora que hemos revisado que todo está correcto, tu sarcasmo, mi humor... Podemos hablar de algo muy importante, y creo que deberías de sentarte, vas a necesitarlo.

Pasaron a la gran sala de estar de la casa y todos se sentaron para que Sirius soltara un suspiro sin saber por donde comenzar a hablar.

―Esto va a ser complicado... una pena no tener a Coraline en estos momentos, ella parece saber siempre qué decir, una pena que todavía esté procesando todo. Bueno, sonará a locura pero... en fin, es difícil de creer...

―Sirius, al grano, por favor.

El hombre pasó las manos por su rostro soltando un ruido de molestia. La pelirroja notó entonces que la música había cesado y otros pasos más suaves que los de Sirius se escucharon descender. Todavía decidida a saber qué era lo que atormentaba a el anfitrión volvió a pedir que siguiera.

―Si no sabes por dónde comenzar entonces hazlo por el principio, es lo que casi cualquier persona haría.

―Cierto, además de sarcástica también sabelotodo, ¿cómo lo podría haber olvidado?

―Entonces espero que también recuerdes que puedo llegar a ser bastante paciente hasta cierto punto y, créeme, estás entrando en terreno peligroso.

―¿Sabes qué? Quería contártelo antes de mostrártelo pero como eres así ¡me rindo! Yo me voy, ¡son todos tuyos! Iré a pedirle a Kreacher que ponga cinco juegos de cubiertos para cenar.

Después de eso se levantó para irse cuanto antes de ahí notando la presencia de la otra persona. No quería estar ahí, desde luego. Violet giró su cabeza hacia la puerta y todo se detuvo. Las palabras se le amontonaron y sintió como el aire salía de su cuerpo.

―¿Qué...? No puede ser...

―Hola, Vivi.

Allí, de pie se encontraba un hombre en sus treinta con el cabello casi rapado, ojos cansados pero familiares. Vestía ropa oscura pero un poco pequeña para él, dejando ver el comienzo de la marca tenebrosa en su antebrazo. Los hermanos se dieron cuenta de quién era y lo único que pudieron hacer fue acercarse inconscientemente hacia su tía.

―Regulus.

...

¿Sorpresa? 😬😁

Parece que Regulus Black no murió, señoras y señores, ¿cómo? Lo descubriremos en el próximo capítulo.

Por otro lado, adoro la dinámica de cuñados que tienen Sirius y Violet (básicamente me encanta cualquier interacción de Sirius, jejeje).

¿Cómo pensáis que reaccionará Violet ante esto? ¿Y Ulises e Idylla?

Y por favor, apreciemos el momento Kreacher profi, espero haberlo retratado bien. Es muy respetuoso y amable con ellos por ser tan cercanos a Regulus y él lo adoraba... No como a Sirius 😂