[  V E R A N O
A N T E S   DE
S É P T I M O   A Ñ O  ]

VIOLET LLEVABA UN PAR DE SEMANAS SIN VER A REGULUS. Que sí, podría echar en falta sus conversaciones mientras tomaban té o los paseos por jardines, pero también le gustaba la libertad que había tenido esos últimos días. Además, todavía le tenía rencor al muchacho por lo del compromiso, hervía de rabia cada vez que observaba el anillo. Sabía que algo le ocurría a Regulus y temía que fuera lo que pensaba, pero esa tarde tenían merienda para terminar de arreglar los planes de la boda de Max y Evelyn y de paso conversar con otras familias que eran amigas de los Yaxley. Es decir, pasaría otra tarde rodeada de personas bastante falsas a su parecer, ya se había acostumbrado.

Vestía una fina camisa que descendía de sus hombros como olas de mar de color lavanda, metida por dentro destacando su fina cadera al llevar una falda que descendía hasta sus rodillas con capas de fina gasa color blanco, parecida a la espuma del agua. Y unos zapatos planos adornaban sus pies. Su cabello había sido recogido en una trenza normal por su madre, la cual se había asegurado de dar algún que otro tirón con el cepillo mientras le recordaba que debía dar una buena impresión después del escándalo de la fiesta anterior. Y no queriendo repetir el castigo Violet se prometió a sí misma que intentaría no hacer nada fuera de lo normal.

Ya suficiente había sido practicar con la escoba que era de su hermano a escondidas durante esas semanas. Quería decirle a su familia que tenía pensado presentarse a las pruebas del equipo de Quidditch de su casa a comienzos de curso, aunque seguramente a su madre le saldría humo por las orejas con la mera idea de su hija realizando una actividad que supuestamente, según ella, era para hombres. ¿Pero cuándo le había importado realmente la opinión de su madre a Violet? Exacto, hace muchos años, ya no.

Era su último año en Hogwarts y quería intentar entrar en el equipo de las serpientes, aunque no lo consiguiera por lo menos podría decir que lo ha intentado. Había leído el reglamento para asegurarse y para ambos géneros estaba permitido jugar. Y no sería la primera ni la última chica en jugar, incluso en el equipo verde y plata varias habían sido capitanas.

SENTADA EN UNA MESA SE ENCONTRABA VIOLET COMIENDO DE UN PLATO HASTA ARRIBA DE PASTEL CON UNA TAZA DE TÉ A SU LADO. Su madre hablaba dos sitios más a su izquierda con otras mujeres y ella simplemente hacía oídos sordos mientras intentaba comer de la manera más elegante posible. Y minutos más tarde las personas a su alrededor comenzaron a observarla de una manera no muy discreta por lo que la, en esos momentos, castaña dirigió de manera rápida su vista a su atuendo por si se hubiera manchado, pero nada.

Estaba a punto de mirar a su padre que estaba en la mesa de al lado en busca de respuestas, pero al notar un brazo rodearle los hombros mientras la persona se sentaba a su lado supo lo que sucedía. Regulus Black había aparecido instantes antes que su madre y se había dirigido directamente hacia su prometida. Como era de esperar, todos miraban expectantes a la pareja de jóvenes.

―Un día espléndido ¿no crees Violet? Aunque el mío acaba de mejorar al verte.

―Sí, hay un Sol radiante y la temperatura es excelente.

Y en efecto, el Sol brillaba con intensidad transmitiendo mucha calidez. Tanta que la chica se extrañaba porque el Black llevaba una camisa oscura con las mangas largas. ¿No tendría calor? Un escalofrío helado recorrió todo su cuerpo y su corazón pedía a gritos que la razón fuera porque estaba enfermo o fuera muy friolero ( a pesar de saber que Regulus era bastante caliente, en el sentido literal ). Pero en el fondo su mente creía saber la razón, por mucho que le doliera.

Regulus tomó la mano de Violet observando el anillo y después besó suavemente la mano transmitiendo un cosquilleo por todo el ser de la Yaxley. Y gracias a Salazar Slytherin cada persona volvió a sus conversaciones dejando a los jóvenes tranquilos. Más tarde la madre de la metamorfomaga llamó la atención de ambos cuando le preguntaron por el compromiso de ellos. Rápidamente la conversación llevó a un tema que a los dos les incomodaba bastante.

―Deberías estar contenta, tus dos hijos estarán casados sobre estas fechas el próximo año. Y cuando quieras darte cuenta tendrás nietos, ¡los genes Black y Yaxley juntos! Serán unos bebés hermosos.

Al oír eso Regulus casi escupe la pasta que estaba tomando atragantándose. Con la cara ardiendo de la vergüenza Violet intentó ayudarle a que se le pasara dando golpes secos en su espalda tratando de concentrarse para que su cabello no cambiara de color.

―Bueno, tampoco hay mucha prisa en que esos dos me den nietos. Primero tendrá hijos Maximus seguramente, sin embargo mi querida Violet es demasiado inconsciente e inocente todavía.

La muchacha sentía que ya no podía ir la situación a peor. Pero oyó a lo lejos un “eso es porque todavía no se la han follado, necesita un hombre que la dome”. Vio cómo la cara de su madre pasaba de un color blanco a rojo como un tomate. Y gritó que semejante barbaridad no debía ser dicha en su casa. Una vez que las cosas parecían haberse calmado, Violet pidió, casi suplicó, a su madre que por favor le dejara escusarse para irse a su cuarto hasta que todos se fueran con la escusa de que no se sentía bien.

Y como no, había detectado al instante la mentira de su hija pero, misteriosamente, accedió a que se fuera, seguramente por lo sucedido, apiadándose de ella. Tendría que señalar en su calendario el día. Así que a paso firme se fue de su jardín entrando dentro de su casa sin mirar atrás. Llegando a su cuarto cerró la puerta al igual que las cortinas de la ventana mientras sus zapatos eran deslizados por el suelo hasta una esquina con poca gracia y delicadeza. Se cambió la ropa que llevaba por un fino pantalón largo azul rey de pijama ya que hacía fresco por las noches en la mansión, y una camiseta de tirantes finos color crema con un pequeño borde de encaje. Ahora solo tenía que esperar a que todos se fueran mientras leía y practicaba sus reflejos agarrando una bola que había realizado con varios calcetines.

Con lo que no había contado era con que después de haber cenado en su habitación sola gracias a Demeter, cierto Slytherin apareció llamando a su puerta a altas horas de la noche silenciosamente.

Se acerca momento bastante 🔥 en todos los sentidos. Al igual que del final del primer acto. Pero todavía queda saber por el séptimo año de Violet en Hogwarts, su boda y otros momentos antes del final de acto que tanto estamos temiendo todos. 😬