LA MAÑANA HABÍA LLEGADO CON UNA TORMENTA de verano. Parecía que el clima representaba tal y como la menor de los Yaxley se sentía. No había salido en toda la mañana y parte de la tarde, y no tenía intención en salir. Demeter había aparecido en su habitación a la hora de comer con una bandeja, horas después de haber pasado la noche junto a su señorita. A petición de primogénito de los Yaxley, al lado del tenedor había dejado la varita de la chica.

Su cara ya no estaba roja ni hinchada gracias a un hechizo de su padre y los cuidados de la elfa. Aunque el color rojo había dado paso a uno morado grisáceo, teniendo un lado de la cara adornado con un moratón. Sabía que su madre podía llegar a ser cruel, pero eso ya era demasiado. Se preguntaba por qué su padre seguía aguantando a esa mujer.

Parada delante de la ventana podía ver cómo su reflejo se perdía entre las gotas de la lluvia. El clima era un poco pegajoso por aquella tormenta de verano pero ella se sentía fría y vacía. Y por una vez deseo ser como una gota de agua que caía del cielo. Tendría que ser increíble la sensación de caer desde tanta altura, casi como caerte de una escoba voladora. Pero cada gota que caía en el jardín de la familia Yaxley tenía un propósito. Ayudar a que todas aquellas plantas crecieran fuertes y hermosas.

Sus pensamientos siguieron divagando por un buen rato hasta que un pequeño chasquido hizo que se diera la vuelta. Demeter había aparecido en su cuarto, pero no iba sola. Viendo la cara de incomodidad y enfado, la elfa habló con su suave y reconfortante voz.

―El amo Stephen pidió a Demeter que llevara al señorito Black ante la ama Violet. Y ésta era la única manera de hacerlo sin que la ama Yaxley se enterara. Cuando el señorito Black termine solo tenéis que decir mi nombre y Demeter le sacará de aquí. Me retiro.

Por supuesto que había sido idea de su padre. Pero no quería hacer el ridículo más de lo que lo había hecho la noche anterior. Actuó de manera irracional pero, ¿acaso podían culparla? Estaban en silencio y el muchacho se sentó en el borde de la cama de la chica con cabellos morados y un poco grisáceos. Sí, Violet no estaba bien. El pelinegro respiró hondo mientras cerraba los ojos y se daba ánimos internamente. Iba a necesitarlos dada la situación actual.

―Siento aparecer así tan de repente en tu cuarto. Tu padre pidió que te dejara aclarar las ideas anoche y que hoy viniera. Yo... Siento no haber podido hacer nada. Tu madre gritaba como loca y estaba dispuesto a subir y apartarla de ti, créeme, me daba igual que fuera ella. Siempre te intentaría proteger de cualquier cosa, sin importar el precio.

―Bueno pues yo no necesito que hagas ninguna tontería por mí. Y lo de mi madre ya pasó y no hay vuelta atrás, ocurrió y punto.

―No digas eso Vivi... ―estiró la mano y se levantó de su sitio para apartar los mechones que tapaban parte del rostro de ella. ―Mira, te hizo daño. Y no solo físico sino psicológico también. Si nos casamos, por fin estarás lejos de ella, no te molestará nunca más, de eso me aseguraré. Serás libre, solo tienes que hablarme, contarme tus pensamientos e inquietudes.

Violet apartó su cara del roce de la mano de Regulus haciendo que éste abatido se volviera a sentar. La joven se apoyó sobre la ventana con ojos irritados por lo poco que durmió la noche anterior y las lágrimas que derramó.

―Tú no podrías entenderlo, puede que tus padres al igual que los míos esperen que nos casemos y tengamos hijos. Pero tú, tú tienes una libertad que yo no tengo. Puedes hacer e ir a donde quieras, cuando quieras y con quien quieras. Sin necesidad de dar explicaciones. Eres un hombre y en esta sociedad tan desigual no puedo ser yo. Al final parezco ser un objeto que pasa de las manos de mis padres a las de mi marido. Tengo que hacer lo que me digan cuando ellos y cómo ellos me digan.

―¿Y qué es lo que tú quieres Violet? Porque eso es lo único que me importa, lo único que realmente importa.

―Quiero poder hablar por mi misma y tomar mis propias decisiones. Quiero viajar y conocer cosas nuevas. Vestirme como quiera sin tener que llevar por obligación unos tacones. También quiero liberar a Demeter e ir a un restaurante, a dar un paseo y que pueda vivir su vida. ¡Y quiero comer lo quiera, no nos olvidemos de eso! Me encanta la comida.

Los ojos de Regulus se iluminaban al ver cómo hablaba con tanta pasión la chica.

―Me gustaría terminar de formarme y conseguir un trabajo. También quiero pasar tardes enteras volando por los cielos observando playas, prados, montañas... Pero sobre todo, no quiero hacerlo sola. Mi madre siempre me dijo que me casaría con quien mis padres eligieran, pero siempre soñé con enamorarme y casarme por amor, porque yo quería pasar el resto de mi vida con esa persona. Hacer todo lo que he dicho junto a una de las personas más importantes de mi vida. Que esa persona me aceptase por como soy y no por un estúpido compromiso.

―Yo haría todo eso y más a tu lado si me lo pidieras. Puede que pienses que no me importas para nada, pero no es así. Siempre me pareciste increíble, y por eso constantemente intentaba superarte, mis padres te tenían casi en un altar y yo siendo un niño tenía envidia. Ahora entiendo por qué mi madre me hablaba tanto de ti. Y cuando supe que estábamos comprometidos quise acercarme a ti para conocerte, quería que por lo menos pudiera conocerte, saber qué te hacía ser tan... Tú.

Regulus no era conocido por expresarse, pero tenía que asegurarse de que Violet le entendía y le quedaba claro lo que él sentía.

―A lo largo de este año he visto a una talentosa amante del Quidditch y la astronomía. A una colorida metamorfomaga con la que aprendí a observar y tomar en cuenta los detalles. Conocí a tu lado cariñoso y atento, también al pasional. He conocido tus sueños y tus inseguridades, tus miedos y tus pasiones. Todo eso me ha hecho pensar y darme cuenta de que eres muy importante para mí, por no decir que me gustas mucho.

El color morado seguía en el cabello de la chica que ahora estaba sentada al lado del Black. Suspirando con pesadez sobre ella habló casi en un susurro.

―Tengo miedo. Y también estoy confusa. Todo ésto es demasiado y somos tan jóvenes... Deberíamos preocuparnos por qué vamos a hacer después de Hogwarts profesionalmente. No meternos en una guerra y en un matrimonio. Somos unos críos, ni siquiera sabemos qué es el amor. Únicamente somos conscientes de la carga que llevamos cargando por años.

―Entonces hagamos ésto juntos. Disfrutemos de nuestro último año en Hogwarts y después casémonos. Podemos viajar y comer todo lo que quieras. Podemos comprar una casa y hacer mucho más. Si accedes ya sabes que yo te trataré como un igual, como mi esposa. Pero si no lo haces no puedo asegurarte que puedas conseguir lo que quieres y deseas. No todos piensan y opinan como yo. Y te aseguro que tu madre te buscaría a otro hombre para casarte. La decisión es tuya.

La pequeña Yaxley apoyó su cabeza en el hombro de Regulus y asintió suavemente con la cabeza.

―Ponme el anillo, confío en ti Regulus Arcturus Black.

―Haré todo lo que esté en mi mano para protegerte y hacerte feliz.

Sí, Regulus decía sus palabras completamente sincero. Aunque en el fondo sabía que aquella joven mujer podría protegerse ella sola. Y eventualmente ser feliz sin la necesidad de nadie. Solamente necesitaba un empujón para darse cuenta de todo lo que era capaz.

¡Otro capítulo más! ¿Qué os ha parecido? Me ha gustado mucho escribir este capítulo. Desde un primer momento sabía que quería que Violet tuviera un gran desarrollo como personaje. Al principio puede parecer para algunos que esta historia es únicamente añadir un interés amoroso a Regulus Black pero no.

Quiero que penséis en la época de este fanfic, y por lo tanto la educación y mentalidad de las personas. Decir que la mentalidad de Regulus es bastante "revolucionaria" para la época es quedarse corto. Y poco a poco quiero mostrar cómo la vida de Violet no gira solo en torno a Reg. Habrá más momentos con otros personajes y después de la "desgracia" (  you know what I mean ) habrá un gran cambio en la Yaxley.

Espero que haya conseguido mostrar la complejidad de los personajes en estos últimos capítulo. Son humanos y como todos nosotros a veces tienen bajones y cometen errores. ❤️