Capítulo 10.
( pequeña advertencia: en este capítulo no aparecen temas explícitos explicados pero si hay una escena un poco subida de tono, no leer si no os sentís cómodo ).
INCLUSO VARIAS SEMANAS DESPUÉS DEL ENCUENTRO ENTRE LAS HERMANAS YAXLEY las palabras de Cassandra seguían resonando en la mente de Violet. Había un conflicto en su interior que no la dejaba concentrarse durante las clases, haciendo que apenas hablara y comiera durante las comidas en el Gran Salón. Y eso no pasaba desapercibido por aquellos que la veían. De vez en cuando ( más de lo que le gustaría admitir ) Regulus la observaba queriendo hablar con ella, saber qué la atormentaba y sobre todo, poder ayudarla.
Pero quería darle su tiempo desde la conversación no muy agradable que tuvieron en el tren. Sabía lo testaruda que podía llegar a ser la chica cuando quería, y era más orgullosa que él ( y eso ya es decir mucho ). Pero un mes era más que suficiente tiempo. Se preocupaba por Violet, cualquiera lo haría sabiendo lo que él sabía. Teniendo un futuro escrito a su lado, uno del que ella no había sido informada, no sabía cuándo ni cómo se enteraría pero de algo estaba seguro. No le iba a gustar, y no sabía cómo reaccionaría con él.
Era un sábado por la noche y todo el mundo se encontraba cenando, algunos de manera animada, otros cansados, y en el caso de Violet Yaxley con la mirada perdida. Tenía un poco de sentido que su hermano fuera mortífago, pero estaba hablando de Maximus, su Max, su protector y querido hermano. No podía creer que fuera cierto, necesitaba que no fueran ciertas las palabras de Cassandra.
Apenas tenía hambre, pero sabía que debía de comer un poco más así que comió tres cucharadas más de puré de patata y casi terminó un filete empanado de carne. Dio un último sorbo a su zumo de manzana y se levantó de su sitio para irse a terminar el trabajo de Defensa Contra las Artes Oscuras que tenía pendiente para la siguiente semana. Iba cómodamente vestida con unos pantalones ( ya que casi siempre tenía que llevar falda ) y un jersey de cuello ovalado gris que le quedaba un poco grande, haciendo que de vez en cuando se le deslizara dejando al descubierto un hombro.
Bajaba las escaleras rápido para no quedarse demasiado tiempo por los pasillos. Desde que habló con su hermana ella había intentado de nuevo hablar conmigo sin mucho éxito, pero cuando Sirius Black apareció un día con las mismas intenciones le lanzó un hechizo juntando sus piernas para que le fuera imposible avanzar. Consiguió huir a su siguiente clase escuchando los llamados del mayor de los Black. Más tarde escuchó que una Hufflepuff, específicamente Potter, realizó el contra-hechizo para liberarlo.
Seguía caminando bajando cada vez más para llegar a las mazmorras, ya veía la luz cuando alguien desde atrás la agarró para después meterla en la oscura y vacía aula de pociones. Un grito salió de la boca de la chica pero fue reducido por una mano sobre ésta. Con un movimiento de la varita del desconocido ( era un él, podía notarlo por el olor de la fragancia ) se encendió una vela cerca de su localización y maldijo internamente no llevar consigo su varita. Pero su rostro asustado pasó a ser uno molesto al ver quien la había "secuestrado" en mitad del pasillo.
―¿Es que acaso ahora tu cerebro ha dejado de funcionar? ¡Me has asustado idiota!
―No era mi intención asustarte Vivi, pero llevas un mes sin dirigirme la palabra. Ya va siendo hora de que hablemos ¿no crees?
―¿Y tu mejor idea fue encerrarnos en un aula? Brillante, te felicito.
―Gracias, mi otra idea era meternos en el baño de los prefectos pero sería un poco incómodo que nos encontraran ahí, y hubieran corrido rumores, que no serían del todo falsos ahora que lo pienso pero...
―Regulus, para. Por Merlín, que cosas se te ocurren. ¿Y en serio piensas que sería peor que nos encontraran en un baño que en un aula vacía y oscura por la noche?
El chico parecía estar disfrutando de la situación, puede que él lo negara pero en lo que se refiere a conquistar a alguien, son muy iguales, Regulus parece muy correcto pero tiene un lado salvaje, como un león, que sale a la luz cada vez que está a solas con Violet. Todo su sentido común sale disparado por la ventana y solo queda él y su atracción hacia la metamorfomaga. Se había acercado hacia ella mientras que ésta daba un paso hacia atrás a cada paso que él daba en su dirección. La ponía nerviosa y eso le incomodaba un poco a ella, pero a él, por Salazar, le traía loco.
El cuerpo de Violet notaba la pared que había tras ella, sus palmas notaban las irregularidades de la pared y toda la parte trasera de su cuerpo descansaba sobre ésta. Y el chico no hacía más que acercarse y acercarse quedando en frente de ella, las puntas de sus zapatos tocándose. El rostro del muchacho se inclinó hacia abajo y su nariz se posó sobre su mejilla con los ojos cerrados, manos sobre sus caderas. Su nariz trazaba suaves trazadas pasando por sus pecas, como si tratara de unir estrellas para completar constelaciones. Esa sensación de cosquilleo y calor en su interior hacía que Violet no pensara con claridad pero consiguió recomponerse.
―Esto no está bien Reg, tienes que parar. Somos amigos...
―Deja de decir eso para intentar creértelo. Tú misma lo dijiste, los amigos no se besan. Pero yo no quiero que seamos solo amigos.
Las manos de Violet se situaban sobre las de Regulus recibiendo sensaciones placenteras como si chispas de electricidad y olas de calor se tratara. Se miraban a los ojos, respirando nariz con nariz.
―Yo... No sé que decir Regulus.
―Entonces no digas nada, solo deja que tu cuerpo se exprese por ti.
A continuación sus labios se unieron y efectivamente, no hizo falta que la bruja hablara. Inmediatamente sus brazos se enlazaron alrededor del cuello del joven correspondiendo con las mismas ganas el beso. Sus cuerpos estaban casi juntos, muy pegados. Y el encuentro era muy distinto al primero que tuvieron. Sí, había atracción y afecto, pero también había necesidad. Porque una vez que probaron y sintieron ese fuego interno necesitaban más del otro. Violet notaba por primera vez en su vida cómo su vientre bajo y parte más baja gozaba del roce con Regulus y alzó una pierna para rodear su cuerpo queriendo más placer. Cuántas veces había fantaseado el joven con acariciar ese brillante cabello y estar así con ella, cuerpo con cuerpo. Comenzaba a sentir la presión de sus pantalones.
Sus respiraciones eran rápidas y torpes ya que apenas recobraban el aliento volvían a visitar la boca del otro. Podía notar como la anatomía de su acompañante se volvía más dura haciendo que su movimiento de pelvis y cadera se hiciera más profundo. De la garganta de la, ahora, pelirroja ( con cabello totalmente rojo ), salió un suave gemido placentero que excitó aún más al chico. Pero debían parar, y ambos lo sabían. Lo que había comenzado con un beso estaba subiendo cada vez a más y los dos tenían las hormonas por las nubes. Así que poco a poco pararon y salieron de la sala adentrándose en la sala común de Slytherin partiendo caminos distintos de forma rápida y con una sonrisa cada uno a su cuarto ( directos al baño a calmar su fuego ).
Sí, definitivamente no eran solo amigos.
Guau, qué rápido ha subido todo en un momento. Pero quería reflejar en este capítulo un lado más suelto de ambos personajes. Al fin y al cabo son dos adolescentes que comienzan a experimentar pero también con cabeza. ¿ Os ha gustado? Porque si es así escribiré más adelante más escenas así. ;)
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