-¿Esto es genial, no?- Max pasó su brazo alrededor de Yakko y lo empujó hacia él. -Sólo película, bocaditos, y tú y yo...-

-¡Y yo!- los novios ya habían olvidado la presencia de Goofy. -Oh, ¡amo esta película, es mi favorita!- Este se sentó al lado de la pareja, la cual ya no estaba tan pegada ya que Max había dejado de abrazar a Yakko por la vergüenza que sentía por el hecho de que su padre los acompañara.

Pero bueno, ya no podía decirle simplemente que se vaya. Estaban a punto de ver una de sus películas preferidas y no se atrevía a echarlo de la sala. Además, quedaría mal con Yakko. Por alguna extraña razón, él adoraba a su padre.

-¡No puedo creerlo! ¡También es de mis favoritas!- Yakko saltó de su asiento, cambiándose de sitio del borde a entre ambos Goof con una maniobra rápida.

Lo que siguió de la noche se basó en Yakko y Goofy hablando como amigos de toda la vida y de un Max totalmente rojo que se tapaba la cara con sus guantes y que no se atrevía a levantar la cara de vergüenza.