Día dos: Anécdotas

Es fácil, solamente hay que darles un detonante y ellos solos se destruyen, aunque aquella no fue mi intención, solo fue un comentario de lo más inocente mientras comíamos en la cafetería, una pregunta tan sencilla que no creí que fuera a desencadenar en tal caos monumental, pero aquí estoy queriendo esconderme bajo de la mesa mientras ruego porque no se maten.

Ustedes se preguntarán, ¿cuál es esa dichosa pregunta? Pues es muy sencilla, solo quería saber si alguna vez Bakugo había pasado alguna vergüenza. De seguro ahora estarán pensando, "Kaminari, ¿cómo puedes ser tan idiota?" En mi defensa diré que fue más idiota Kirishima quien me respondió sin tapujos.

—Esa es fácil. —Había dicho él—. Su vergüenza más grande fue cuando intentó declarársele a Midoriya, corrió por todo el centro comercial y lo tackleó para luego gritarle, "¡nerd de mierda se mi novio y no acepto un no como respuesta!". Todo el mundo a su alrededor se le quedó viendo y después se soltaron a reír, fue tan cómico, se puso colorado hasta las orejas.

Una gran carcajada había salido cantarina de sus labios mientras alegres lágrimas se resbalaban por la comisura de sus ojos, supongo que el recuerdo era realmente graciosos, si lo pensaba bien ver a Bakugo avergonzado debe ser de lo más hilarante. 

Si mi bro hubiese sabido en ese momento que estaba cavando su propia tumba se hubiera quedado cayado, quizás no se lo esperaba, él conocía a Bakugo muy bien, así que lo más probable es que creyera que este solo iba a gritarle y lanzarle un par de golpes como siempre. Cuan equivocado estaba.

Una sonrisa felina se había dibujado en los labios de nuestro explosivo amigo, sus ojos rojos se encendieron como si llamas ardientes danzaran en ellos y por alguna clase de milagro, si es que a eso se le puede llamar así, no gritó ni gruñó mucho menos insultó, solo apoyó su codo izquierdo en la mesa y recargó su mejilla en la palma de su mano mientras miraba a Kirishima sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Si te interesa saber —dijo con un tono tan calmado que me erizó todos los vellos del cuerpo —, el pelo de mierda tiene fotos de Mina escondidas en su habitación y todas son tomadas sin que ella lo sepa.

—¡Bro! ¡Ese era un secreto entre los dos! —exclamó Kirishima avergonzado.

—Tú empezaste —dijo Bakugo tranquilamente.

—No es lo mismo, lo mío era un secreto lo tuyo lo sabe mucha gente —afirmó con enfado mi bro—. Pero si con esa estamos, también puedo hablar de tu ropa interior de la suerte, la que tiene la cara de All Might en el trasero. ¿Puedes creer el fanatismo de Katsubro por su superhéroe favorito? Y se burla de su novio cuando él es igual.

—Esos me los dio Deku por mi cumpleaños, no puedo botarlos —aseguró Bakugo ahora si completamente rojo.

—Esa no fue la historia que me contaste a mí. —Kirishima se cruzó de brazos y sonrió con suficiencia al ver las mejillas rojas de Katsuki.

—Bueno, si piensas jugar a esto de revelar secretos espero que estés listo para las consecuencias —declaró Bakugo con una sonrisa malévola, sentí miedo, realmente sentí miedo, allí supe con seguridad que había desencadenado el pandemónium—.  Déjame contarte cara de idiota, que el tan varonil pelo de mierda aquí presente duerme con un osito de peluche llamado Barriguitas.

—¡No le creas Kaminari! —exclamó Kirishima, pero déjenme decirles que arruinó su rotunda negación con sus siguientes palabras—. Bro no metas a Barriguitas en esto, eso es caer muy bajo.

—Y Barriguitas tiene una novia que se llama Lola, a veces lo encuentro jugando con ellos —concluyo Katsuki mientras Eijiro lo miraba como si fuera el peor traidor del mundo.

—¡Tú me diste a Lola y luego me haces esto! —Para ese punto yo solo quería salir corriendo del lugar y dejarlos a los dos solos exponiendo su ropa sucia sin remordimiento alguno.

—Bueno, chicos creo que lo mejor es... —dije en un intento desesperado de huir, pero ellos no me lo permitirían tan fácil.

—Kirishima practicó con un hielo por una semana el como besar antes de pedirle un beso a Mina, fue tan estúpido que de tanto practicar se terminó quemando los labios.

—Bakugo se disfrazó con un sombrero y un bigote falso para ir a la farmacia a comprar condones, iba tan nerviosos que terminó tumbando la mitad de una pequeña montaña de pañales.

Habían dicho todo mientras me miraban a los ojos y se empujaban el uno al otro, se veían enojados, con sus ceños fruncidos y una mueca de disgusto en sus labios, entonces de la nada una fuerte risotada salió de ambos. Se rieron con ganas, sonoramente, casi ahogándose con sus risas y al final solo se abrazaron por los hombros con una gran sonrisa dibujada en sus rostros mientras se secaban las lágrimas de sus ojos.

—Katsubro, recuerdo que tú me echaste bálsamo en los labios todos los días hasta que me curé —dijo Kirishima todavía sonriendo.

—Eres un idiota desmemoriado, siempre se te olvidaba hacerlo —comentó Bakugo con fingido fastidio—. Recuerdo que aquella vez en la farmacia tú fuiste a la caja registradora a pagar los condones por mí.

—Bro, parecía que ibas a estallar de la vergüenza en cualquier momento.

—¡Claro que no! Yo estaba perfectamente bien.

Después de eso solo siguieron hablando olvidándose completamente de mí, y yo no pude evitar quedarme viéndolos mientras entre sonrisas continúan hablando sobre el pasado, ya me siento más tranquilo, la sensación de peligro ha desaparecido y la crisis aparentemente ha sido superada. 

Yo apenas y los conozco desde hace pocos meses, pues terminamos coincidiendo en una de nuestras clases en la universidad, aun así estaba convencido de que los entendía a la perfección pues siempre me parecieron fáciles de leer, sin embargo, hoy aprendí dos valiosas lecciones de aquel peculiar par. La primera era que son personas de fiar, quienes de seguro me ayudarían si lo necesito y la segunda es que mejor me guardo mis secretos para mi sólito.

Hola todos, este es el segundo día y con el tema me sentí más cómoda, aunque la historia me salió cortita, espero que la hayan disfrutado.

Gracias por darle una oportunidad a este libro y a esta historia me estoy divirtiendo escribiendo sobre la amistad de esos dos.

Si encuentran algún error no duden en decírmelo se los agradecería enormemente.

No siendo más nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias.

Los quiero.