— ¡Vamos, por favor! — Rogaba el sin talento agarrado al tobillo izquierdo de una molesta chica de cabello corto y negro, quién trataba de caminar con todo el peso en su pie, tenía mucha fuerza.

— ¡Claro que no! — La cara de la muchacha estaba roja de la rabia, pero no explotaría en histeria, frente al muchacho del ahoge tenía que mantener la calma — La berenjena jodería demasiado

— Solo... Hazlo por mí, por él — Imploró con amargura en su mirar, lo único que quería era la felicidad de su hermano menor, y sabía que así lo lograría

Ambos mantuvieron silencio, la chica paró su caminata y dejó su vista en el suelo, sin hacer contacto con el lastimado Hinata.

— No puedo, nací para las sombras — Murmuró la joven con una amarga sonrisa que la llenaba de impotencia, siempre había sido así, y aunque fuese una talentosa, no era lo que quería ser. — No le digas que me conoces, ¿Sí? No estoy lista

Hinata borró la sonrisa de su rostro y soltó eltobillo de la muchacha, al apenas perder contacto, la chica salió corriendo aclase, iba muy tarde, todo por culpa del sin talento.