
Lips
Había algo que te costaba admitir.
Algo que sabías bien que si se lo decías..él estaría todo el resto de su vida molestándote con ello, pero de todas formas, quedaría dentro de ti misma.
Desde la primera vez que sus labios tocaron los tuyos, sentiste una corriente eléctrica a recorrer tu cuerpo, una calidez nacer desde tu estómago, un leve cosquilleo en la punta de los dedos y ganas de simplemente no separarte.
Existían tantos tipos de besos en este mundo; Besos que transmiten dolor, besos que transmiten todo el cariño que sientes por la otra persona, besos que buscan tranquilizar..que buscan calmar, también hay besos más subido de tono. Pero que de todas formas buscan tener un contacto más estrecho con esa persona.
Hay días en los que te preguntas: ¿qué harías si no podías es besarlo?
probablemente colapsarías.
Es algo que no puede pasar, es algo de lo cual estás tan acostumbrada..
despertarte y sentir que sus suaves labios están tocando los tuyos, o tu mejilla, frente, manos cuello u hombros. Que simplemente no podrías imaginar un día en el cual Yanyang no haga eso, un día en donde no pudieses darle un beso..
Tal vez, él también pensaba de esa manera...pero ambos sabían muy bien que el otro se podría burlar de eso.
No con intenciones de dañar los sentimientos, sino ese tipo de burla que busca desafiar a la otra persona para que siga haciéndolo, para que simplemente te bese todas las veces que quiera.
Y en eso, Yangyang era un experto.
Solía desafiarte todas las veces que tuviese la oportunidad, ya sea con besos, abrazos, algún favor que le pidieses, algo que supieras que él sabe realizar y que tú no.
Claramente, lo hacía con cariño, no con intenciones de hacerte sentir mal. Además, él sabía muy bien cuál eran tus límites y estaría muy atento a no sobrepasarlos.
Es algo de lo que nunca te pusiste a pensar.
En lo bonitos que son sus labios. Lo bonita que su sonrisa, esa bonita sonrisa que es adornada por esos bonitos labios..por esos dientes tan chiquitos.
Esa sonrisa característica, que puedes apreciar todos los días, desde que despiertas, hasta que vuelves a dormir.
Esa sonrisa que se puede sentir a través de una llamada por teléfono, esa sonrisa que a veces te hace falta cuando no te sientes bien, esa sonrisa que reconforta Y esa sonrisa que también te desafía en muchas ocasiones.
Esa sonrisa tenía dueño y ese dueño...era alguien que simplemente te volvía loca.
--- ¿otra vez mirándome así? ¿Quieres que te bese? ¿Uh? - te sonrió desde la cocina -
Podrías notar ese tono burlón en su voz.
Él pensaba que no podías ser descarada como él
--- sí.
Yangyang te miró sorprendido.
--- ¿estás segura? Porque no pienso dejar de besarte en todo el día..
--- segura, ven y besame, ¿quieres?
--- no lo digas dos veces.
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