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Créditos: _Cherry_girll gracias por la ideaaa

¿Cuando no?  Siempre tenía en mente bromas que hacerle a Yangyang, pero simplemente decidía no hacerlas por temor a cómo terminarían.

Pero hoy sería diferente, venía planeando hace rato la broma y, a impulso  de una broma que él me hizo, tendría mi venganza.

Todo empezó con responder de manera corta y seca a sus preguntas.

— ¿qué pasa? ¿Estás enojada? - ladeó su cabeza mientras te miraba de frente - ¿mal día? Cuéntame..

— estoy bien. - seguí comiendo mi sándwich -

— hmmm... No te creo.

— pues no me creas. - bajé la mirada a mi teléfono -

A comparación de la personalidad y carácter más juguetón que tiene Yang, mi carácter es más duro y serio cuando la situación lo amerita.

Por eso mismo, era fácil saber cuando algo no me gustaba, me molestaba o incomodaba. Simplemente, lo demostraba rápido.

— ¿estás grabando para YouTube?

— No.

— Okay.. Iré a comprar.

Sin preguntar donde o que iba a comprar, deje que saliese de casa.

Cuando me aseguré de que él no estaba, los nervios me atacaron.

¿Cómo podría hacerlo sin caer ante sus encantos? Me conoce muy bien  cómo para saber que me pasa y que hacer para mejorar la situación.

Esto estaría difícil.

Me puse de pie y fuí a la cocina, allí tomé algunas cosas para poder hacer un sándwich y volví al sofá.

Busqué mi notebook y comencé a editar un video. Muchas veces YangYang participaba en la edición, pero cuando tengo tiempo libre lo hago yo.

Yang volvió al poco tiempo, con dulces y snacks salados.

— Conseguí los que te gustan, nena..

Miré de reojo al chico y asentí con mi cabeza.

— ¿por qué estás molesta?

Se acomodó frente a mi, sentado en la alfombra mientras abría el paquete de papas fritas y llevaba algunas a su boca.

— sabes muy bien por qué.

Sus cejas se fruncieron y negó.

— No recuerdo haber hecho algo tonto que te moleste o no te guste, ¿estás segura que es mi culpa?

¿Ahora qué? Liu YangYang era bastante rápido a la hora de contestar y defenderse. Algo que no había tenido en cuenta.

— Tú siempre te molestas por todo y ¿se supone que debo hacer todo bien? También debes poner de tu parte, nena.

— Entonces, dejémoslo aquí.

Ahora podrían pasar dos cosas:

Lo tomaría cómo una broma, comenzando a reír o se iría al patio para evitar hablar.

Pero no fué ninguna de las dos opciones. Su reacción se sorprendió muchísimo.

— ¿Q-Quieres..quieres terminar? - sus ojos estaban mirándome fijamente - es una broma, ¿verdad? ¡No tiene sentido!

— tú no me soportas y yo no te soporto, es lo mejor para ambos. - respondí tratando de sonar indiferente -

— ¿N-No me.. Soportas?

Levanté mi mirada de la pantalla para observar su rostro.

Su cabeza estaba mirando al suelo, su mano rascando su muñeca izquierda y sus hombros estaban caídos.

— todos tenemos un límite...y yo, llegué al mío. - mordí mi labio disimuladamente - hace bastante tiempo lo estaba pensando.. Ya nada es cómo antes y, sería bueno terminar de una manera sana.

— ¿Qué hice? ¿Puedo saberlo?

Su tono de voz ya era muy bajo, sólo susurraba.

— rompiste tres vasos en una semana, te dije que tuvieses cuidado con ellos, eres muy torpe.

— lo sé.. - soltó una pequeña risa - y compré nuevos.

— después de dos meses.

— tú rompiste un plato y no te dije nada al respecto.

— La diferencia está en que no rompo cosas todos los días.

Su mirada se encontró con la mía. Sus ojos no brillaban, solo estaban mirándome, podría decir que con molestia.

— está bien..perdón por eso. - sonrió levemente - ¿tienes algo más que decir?

Mi cabeza comenzó a pensar en diferentes cosas que él hace y deberían de molestarme, pero no lo hacen en su totalidad.

así pasamos unos treinta minutos, ambos nos decíamos cosas. Mayormente era yo quien reclamaba y él respondía.

— estoy harta de tus bromas, siempre las haces y.. Ya no es divertido, es molesto. - desvié la mirada - ya te vuelves insoportable.

— Tú dejas las luces prendidas de todas las habitaciones y después me dices que es por mi que la cuota de luz es tan alta, mientras que tú eres la que deja todas las luces encendidas.

Sabía que su enojo comenzaba a aumentar, ya no usaba ese tono dulce y amable (hasta juguetón), sus ojos ya no demostraban  travesura o alegría, hasta podría decir que se oscurecieron.

Pensé en acabar con eso ahí, pero me decidí por hacerlo durante un rato más.

Todo era así, hasta que se fué de las manos.

— Ya te lo dije, quiero terminar esto. - me mantuve seria y fría en todo momento - mañana me voy de aquí, y no quiero volver a saber nada de tí.

— N-Nena...dime que es una broma, porque no quiero creerte...tú no me lastimarías así, ¿verdad? - sus ojos me observaron y retenían las lágrimas - respondeme..

Y ahí decidí dejar todo.

Cosa que debi hacer hace rato.

Nunca había visto a Yangyang tan vulnerable.

— Perdóname.. - me lancé a sus brazos y besé su rostro - no debí hacer eso..¿bebé, me perdonas?

— No.. - sollozó - en verdad me lo creí.. ¿Qué se supone que haga sin tí? ¿Ah? No puedo imaginarlo.

Sin quererlo, mis ojos también soltaron algunas lágrimas.

Nunca había visto o escuchado llorar a Yangyang y haberlo presenciado, hizo que mi corazón se rompiera.

— me asusté tanto.. - ocultó su rostro en mi cuello y siguió sollozando -

Su llanto no bajaba la intensidad, su cuerpo temblaba y sus sollozos eran muy fuertes.

— Ya.. Tranquilo.. - lo atraje al sofá y me recosté con él arriba mío - era una broma, no me alejaré de tí, bebé.. - daba suaves palmadas en su espalda para tranquilizarlo.

— no lo vu-vuelvas a-a hacer.. - sorbió su nariz y suspiró - mi co-corazón..

Sí, podía sentirlo. Su corazón latía muy fuerte y rápido.

— Soy una tonta.. No fue correcto ir tan lejos.. Perdón.

Sus manitos sostenían mi remera con fuerza y su carita estaba oculta en mi cuello. Podía sentir las lágrimas humedecer mi cuello y parte de la remera, eso no me interesaba.

Solo quería que dejara de llorar.

Esto comenzaba a asustarme.

Él no dejaba de llorar, estábamos en la misma posición hace una hora y sus sollozos seguían igual que en un principio.

Evidentemente, me pasé feo con Yanggie..

— Cariño.. - acaricié una de sus mejillas y suspiré - no llores más, por favor.. Todo era mentira, te adoro y adoro cada uno de tus defectos, no me molesta que seas un poquito torpe, que seas bromista, que aveces olvides las cosas, te amo y eso nunca cambiará, Yang..

— ¿c-cómo?

Y caí en cuenta sobre lo que dije.

— que.. - mis mejillas se sentían calientes - que te amo.

Sentí sus brazos rodear mi cintura y como una sonrisa se formaba en sus labios pegados a mi cuello.

— yo también.. - murmuró -

Yangyang se alejó de mi un poco y pude ver su rostro.

Rostro pálido, nariz rosada, ojos hinchados y rojos, labios de un fuerte color rojo y manchitas decorando su rostro.

Parecía un pequeño niño, recién despierto luego de llorar.

Rastros de lágrimas se veían en sus mejillas y si respiración apenas se había calmado.

— exijo besos y abrazos para arreglar el daño causado.

Pd: yangyang world domination